viernes, 21 de julio de 2017

De Santiago Matamoros al Sen Jak del vudú haitiano



De Santiago Matamoros al Sen Jak del vudú haitiano



Patricia GRAU-DIECKMANN1



I. Santiago Apóstol

Pocos personajes en el ámbito cristiano han presentado la capacidad de ubicuidad y asimilación a otros cultos ajenos al cristianismo como Santiago el Mayor, uno de los Doce Apóstoles. Ya la multiplicidad de sus nombres indica

la diversidad de facetas que adoptará, no solo dentro de la religión cristiana, sino en otras creencias que se caracterizan por su sincretismo. A Santiago se le conoce como Jacobo, James, Yago, Jaime, Diego, Jacob, Jákobos, Jacobus Major, Giacomo Maggiore, Illapa, Quipildor, Sen Jak, Saint Jacques, Gu, Ogun, Ogou, Santiago de Compostela. Sus apodos son El Mayor, el Principal, el Grande, Hijo del Trueno o Boanerges,2 Matamoros, Santiago Zebedeo, o El Hijo del Zebedeo.

2 Del griego βοανηργές, (hijos del Trueno: υιοι βροντης), que acepta diferentes significados: de violento temperamento, hermanos de útero (mellizos o hermanos por ambas partes), partisanos (ARNDT, William y GINGRICH, Wilbur, 1967, A Greek-English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian Literature, The University of Chicago Press and Cambridge University Press, p. 143).

Junto con su hermano Juan (posiblemente menor, o incluso su mellizo, tal vez el evangelista, “el más amado”, u otro Juan, no se sabe con certeza) fue uno de los primeros elegidos por Jesús para convertirse en “pescadores de hombres” (Mt. 4:21-22). El propio Jesús (Mc. 3,17) es quien les pone el apodo de “hijos de Trueno” o “tonantes”, debido probablemente al carácter bastante violento de ambos o por su celo en la observancia de la ley mosaica y su dureza para con los transgresores. El temperamento de Santiago era irascible y predicaba con vehemencia. Pero este apodo no será inocente y tendrá insospechadas derivaciones, según veremos. A pesar de que el Evangelio de Juan jamás lo nombra, salvo en el Epílogo (21,

2) y de manera genérica: “los de Zebedeo”, perteneció al círculo más íntimo del Señor junto con su hermano y Simón Pedro. Tuvo el privilegio de presenciar la Transfiguración en el Monte Tabor (la revelación del Cristo en toda su gloria divina) (Mc. 9:2-8) y pasó junto a su Maestro su última noche en la tierra, en el jardín de Getsemaní (Mt. 26:36-46).

3 Era pariente de Jesús, y por eso se lo representa sumamente parecido al Maestro, aunque un poco mayor. La fuente medieval más completa sobre la vida de Santiago el Mayor es la Leyenda Dorada, compilación de Jacobo de Voragine, monje dominico que alrededor de 1270 recopila historias sagradas,anécdotas, leyendas referidas a la vida de Cristo, de la Virgen y de los Santos, y los ordena de acuerdo a las festividades litúrgicas. Narra Voragine que Santa Ana, madre de la Virgen María, se casó tres veces y que su tercer esposo,
Salomas, fue el padre de María Salomé, por lo que ésta era media hermana de la Virgen. Casada Salomé con Zebedeo,
sus dos hijos fueron San Juan Evangelista y Santiago el Mayor, primos de Jesús. 

Este complicado parentesco es resumido por Voragine en los siguientes versos latinos en el capítulo referido al nacimiento de la Virgen: Anna solet dici tres conceptisse Marias, Quas genuere viri Joachim, Cleophas, Salomeque. Has duxere viri Joseph, Alpheus, Zebedaeus. Prima parit Christum, Jacobum secunda minorem, Et Joseph justum peperit cum Simone Judam, Tertia majorem Jacobum volucremque Joannem.

5 Se dice que Santiago fue a predicar a España, pero no tuvo éxito, ya que solo logró convertir a unos pocos discípulos. Si bien este viaje no ha podido ser comprobado, dio origen a una serie de historias, que se convirtieron en una
3 Todas las citas bíblicas están tomadas de BIBLIA de Jerusalén, 1998, Desclée de Brouwer, Bilbao.

4 Zebedeo tenía una pequeña pero próspera empresa de pesca en el lago Tiberíades y probablemente recalaba en Betsaida, cerca de donde Jesús reclutó a sus hijos (Gerard, André-Marie, Diccionario de la Biblia; Anaya y Mario Muchnik, Madrid, 1995, p. 1521).

5 “Se dice que Ana concibió a tres Marías de sus esposos Joaquín, Cleofás y Salomé. Las Marías fueron desposadas por José, Alfeo y Zebedeo. La primera María dió a luz a Cristo, la segunda, a Santiago el Menor, a José el Justo con Simón y Judas, la tercera a Santiago el Mayor y a Juan el Alado” (VORAGINE, Jacobus de, 1995, The Golden Legend, Volume II, Princeton University Press, p. 150 (Traducción del inglés de la autora)). Sin embargo, creo que Voragine comete un error al referirse a Juan como “el Alado” ya que ésta es una cualidad o advocación de San Juan el Bautista y así aparece en numerosas imágenes, en especial en iconos ortodoxos.
interesante corpus religioso intercontinental, en el que se mezclan la leyenda, la superstición y la gloria guerrera.
De esta supuesta visita quedan resabios en el romancero español, reflejados en

la saga de Bernardo del Carpio:

Marcha a la ciudad augusta

(…) do el hijo de Zebedeo

fundó el edificio raro

que ciñe el santo Pilar.

6 La ciudad augusta es Zaragoza, la antigua ciudad romana de Caesaraugusta, donde está la iglesia de la Virgen del Pilar. Según documentos del siglo XII conservados en la catedral de esta ciudad, alrededor del año 40 Santiago predicaba en España, cuando María viaja a ese país para bendecir al apóstol.
Los documentos dicen textualmente que junto al río Ebro, Santiago “oyó voces de ángeles que cantaban ‘Ave María gratia plena’ y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol". La Virgen le pidió que construyese una iglesia con el altar en torno al pilar de jaspe donde estaba parada, y prometió que “este sitio permanecerá hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio".

7 La iglesia se llamó Santa María del Pilar, cuyas autoridades eclesiásticas aseguran ser el primer templo mariano de la cristiandad.

Tras su fracaso, Santiago regresa a Jerusalén y es el primero de los discípulos en beber el cáliz del martirio. Entre los años 41-44 fue decapitado por orden de Herodes Agripa (Hechos 12:2), nieto de Herodes el Grande, aquel bajo cuyo reinado naciera Jesús. Murió un 25 de marzo, día de la Anunciación.

II. Santiago en España

Existen diversas leyendas con respecto a Santiago en España: la primera, que trata sobre su apostolado en esta tierra, una segunda acerca de su aparición en un campo de batalla y la tercera es acerca de su tumba encontrada en Galicia.


6 El Romancero, 1979, Editorial Ebro, Zaragoza, p. 87.

7 Con respecto a este último hallazgo existen numerosas versiones; una de ellas relata que tras la muerte del santo sus discípulos, temerosos, arrojan el sarcófago de mármol flotante al mar desde el puerto de Jaffa (actual Israel) un 25 de julio, fecha que se convertirá en su festividad. Es conducido por un ángel y recala en Galicia, donde la reina del lugar, Lupa, envía unos toros para destruirlo. Sorpresivamente estos arrastran el sarcófago de Santiago hasta el medio del palacio, donde es enterrado. Esta leyenda explicaría la traslación de las reliquias del apóstol desde Judea hasta Galicia y su existencia en un antiguo cementerio romano, Compostum ubi ossa componuntur que sería, según algunas
versiones, el origen del nombre de Compostela.

8 Según esta historia, con el tiempo, la existencia del sepulcro del santo caería en el olvido.

En cuanto al reencuentro de la tumba olvidada también hay numerosas
leyendas. Una de ellas sostiene que, en los primeros años del siglo IX, bajo el reinado de Alfonso II el Casto (789-842), Santiago se le aparece en sueños al monje Pelagio, quien le comunica su visión al obispo Teodomiro. Al día
siguiente, cuando van a ver el lugar, el sitio estaba lleno de una luz brillante

proveniente de una estrella. De ahí el nombre Campus stellae, campo de la

estrella o Compostela. Hay quien sostiene que Santiago de Compostela es una

deformación de Sanctus (Iacomus) Apostolus.9 Como se ve, el origen del nombre

de Compostela es dudoso y los intentos por explicarlo, son variados y divergentes entre sí.

Se cree que el hallazgo de la tumba podría tratarse de un intento de Alfonso el

Casto para conmover a Carlomagno y convencerlo de que prestara ayuda en la

lucha contra el infiel. Es probable que incluso le enviara al emperador el hueso

frontal, único de los huesos craneanos que falta en el segundo grupo de los

tres cuerpos que fueron clasificados en la tumba en 1870, ya que, en las Acta Sanctorum consta que Carlos el Calvo, nieto del emperador, donó un frontal de Santiago al monasterio de San Vaast de Arras.
8 RÉAU, Louis, 1996, Iconografía del Arte Cristiano, Tomo 2, Vol. 5, Iconografía de los santos,



siguiente, cuando van a ver el lugar, el sitio estaba lleno de una luz brillante

proveniente de una estrella. De ahí el nombre Campus stellae, campo de la

estrella o Compostela. Hay quien sostiene que Santiago de Compostela es una

deformación de Sanctus (Iacomus) Apostolus.9 Como se ve, el origen del nombre

de Compostela es dudoso y los intentos por explicarlo, son variados y divergentes entre sí.

Se cree que el hallazgo de la tumba podría tratarse de un intento de Alfonso el

Casto para conmover a Carlomagno y convencerlo de que prestara ayuda en la

lucha contra el infiel. Es probable que incluso le enviara al emperador el hueso

frontal, único de los huesos craneanos que falta en el segundo grupo de los

tres cuerpos que fueron clasificados en la tumba en 1870, ya que, en las Acta Sanctorum consta que Carlos el Calvo, nieto del emperador, donó un frontal de Santiago al monasterio de San Vaast de Arras.





9 Por otro lado, el mismo Réau, como se señaló más arriba, sugiere que el nombre

Compostela se creó en el siglo XI proveniente del nombre del antiguo cementerio romano

Compostum ubi ossa componuntur. (RÉAU, 1996: 172/173).

10 DE GANDIA, Enrique, 1930, Génesis y Esencia del Arte Medieval, Editorial La Facultad,

Buenos Aires, pp. 65/67.



Alrededor de 845, los españoles se enfrentan a los moros en una muy

despareja lid, la batalla de Clavijo. Santiago el Mayor se aparece en medio de la

lucha montado en un caballo blanco y con fulgurante espada en mano,

milagrosa aparición que llena de terror a los musulmanes y que permite la

victoria española. Nace la leyenda de Santiago Matamoros, y así se le invoca

en la gesta por la reconquista de España. Se lo representa vestido como

soldado o peregrino, sobre un caballo blanco y con la espada desenvainada y

lista para la lucha. Bajo las patas de su caballo hay moros vencidos. Santiago ya

se ha convertido en un santo español y esta es la imagen que se sincretizará

con otras religiones de origen africano y andino.

En 1078 comienza la construcción de la catedral de Santiago en Compostela

en el sitio de su tumba. Los monjes de Cluny calcularon las inmensas

posibilidades que les ofrecía un santuario mucho más cerca que Jerusalén y

que permitía, además, la vigilancia y el control de las rutas mediante el

establecimiento de centros cluniacenses a lo largo del camino a Santiago. Se

origina un fenómeno de devoción comparado solo con el fervor que llevó a la

cristiandad occidental a la reconquista del Santo Sepulcro.



Multitudes de toda Europa acudían a cumplir con el Santo. Cinco rutas que

partían de Francia, con estaciones regentadas por los monjes cluniacenses, que

prestaban ayuda a los peregrinos, convergían hacia Santiago de Compostela.

En 1100 se escribe una Guía del Peregrino, el Codex Calixtinus, con consejos

para los peregrinos, indicaciones, rutas, etc. Junto a los píos fieles, numerosos

personajes, pillos, prostitutas, monjes goliardos, juglares, saltimbanquis,

embaucadores, se mezclaban con los devotos. El culto a Santiago se extendió

por Europa y más allá.

Se popularizó la figura de Santiago Peregrino que es representado con manto

y sombrero ancho, de alas levantadas, cayado y morral. Sus atributos son la

venera y la calabaza para acarrear agua, y la palma, símbolo de su martirio.

Justamente los romeros que durante siglos han recorrido “El camino de

Santiago”, portan palmas como reconocimiento, ya que “La palma identifica a

los peregrinos medievales durante su piadoso deambular…”.11

III. Santiago en la América hispana

La devoción al Santo llega a la América hispana de la mano de los mismos

conquistadores, puesto que Santiago era el patrono de su propio ejército. Los

españoles solían decir, cuando tronaba, que “corría el caballo de Santiago”.12

El grito de guerra al disparar el arcabuz hacia los indígenas era “¡Santiago!”, el

mismo que se usaba en tierras de España durante las guerras de reconquista

contra el moro.

Los españoles consideraban que Santiago Matamoros los continuaba

protegiendo en el Nuevo Mundo, esta vez en su lucha contra el nativo. En

1534 los españoles vencieron a los indígenas en Sunturhuasi (actual Perú)

durante el transcurso de una tormenta. Una lápida conmemorativa en la

Iglesia del Triunfo (antigua catedral del Cusco) reza:



11 GRAU-DIECKMANN, Patricia, 2011, “Representaciones plásticas entre los siglos V y

XV de los viajes de la Sagrada Familia”. Cuestiones de Historia Medieval, Ed. Selectus para

Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Católica Argentina, Buenos Aires, p. 567.

12 GISBERT, Teresa, 1980, Iconografía y Mitos Indígenas en el Arte, Gisbert y Cía, S.A.,

Libreros Editores, Apartado 195, La Paz, Bolivia, p. 28.



Fue visto salir el Patrón de las Españas Santiago (…) y atónita la idolatría

veneró Rayo al Hijo del Trueno (…).13

Esta identificación de Santiago con el trueno se refuerza con la declaración de

Guamán Poma de Ayala:

Dicen los que presenciaron, haber visto bajar al patrón Santiago precedido de

un estruendoso trueno seguido de un rayo que cayó del cielo directamente

sobre (…) Sacsahuaman (…). Al ver caer el rayo se espantaron los indios y

atemorizados dijeron que había caído Illapa (…).14

Así es que Santiago Matamoros es reemplazado por “Santiago mata-indios” y

la iconografía se adapta al entorno andino. 13 GISBERT, 1980: 28.

14 GUAMÁN POMA DE AYALA, 1615, 1987 Nueva Crónica y buen gobierno, Colección

Crónica de América nº 29, 3 tomos, Madrid. Editorial Historia. En GISBERT, 1980: 28.



Las religiones nativas del Nuevo Mundo eran generosas, toda divinidad era

bienvenida y ubicada en el panteón, generalmente asimilada a un dios o huaca

ya existente. Santiago, llamado Boanerges o Hijo del Trueno por Jesús, fue

asimilado a Illapa, representación del rayo y del trueno en la América andina

(Perú, Bolivia, Chile y Norte de Argentina). Sus atributos facilitan esta

identificación: los cascos de su caballo sugieren el trueno y el fulgor de su

espada, el rayo. Los nativos lo veneran, pero lo temen.

En la Puna de Jujuy (Argentina) Illapa, El Rayo, San Santiago, es conocido

como El Quipildor. Hoy en día aún se mantiene esta identificación y se

considera que su poder es a la vez destructivo y de fecundación. Es la creencia

que, si una persona cae muerta por un rayo, pero nadie observa el episodio,

resucitará a las veinticuatro horas y adquirirá el don de adivinar y curar toda

enfermedad. Se teme la ira de San Santiago, el rayo, y se le considera “un santo

colérico, malo, que se enoja”.15

IV. Santiago y la adivinación

Un texto fragmentario que se encontró entre los Rollos del Mar Muerto, el Brontologion,

16 plantea similar relación entre el rayo y la adivinación que,

además, se relacionaba con el movimiento de la luna respecto a los signos del

zodíaco y al sonido del trueno, técnica de predicción ya utilizada con mucha

anterioridad a la confección de los rollos.

Eisenman y Wise,17 que realizan un análisis de los textos originales

encontrados entre los Rollos del Mar Muerto, relacionan a Santiago y a su

hermano Juan con los mellizos del signo Géminis y sostienen que Santiago era

uno de los primordiales hacedores de lluvia. Más aún, aseguran que esta

circunstancia es descripta por el historiador Epifanio en el siglo V, quien lo

tomó probablemente de la obra perdida Anabathmoi Jacobou (La Ascensión de

Santiago). La adivinación se llevaba a cabo cuando coincidía que la luna estaba

en ciertas posiciones del zodíaco y al mismo tiempo se escuchaban truenos,



15 BUGALLO, Lucilla, 2009, Quipildores: marcas del rayo en el espacio de la Puna Jujeña,

Cuadernos FH y CS-UNJu, Nro. 36:177-202, Jujuy, pp. 177/202.

16 Del gr. Βροντη: Trueno.

17 EISENMAN, Robert H. y WISE, Michael, 1994, The Dead Sea Scrolls Uncovered, Barnes and Noble, Nueva York, p. 258.

señal de que Santiago transmitía su mensaje de predicción. Este sistema

adivinatorio es el que también se utiliza en el norte de Argentina.

Lo notable es que los eventos que podrían predecirse por la conjunción de la

luna asociada al trueno afectarían a toda la nación más que a individuos

aislados. Santiago es un santo de influencia “colectiva” y esto es evidente en

todas las áreas en las que es reverenciado, su devoción se cumple

gregariamente, no en forma aislada y personal.

V. Santiago en África

Una década antes de que los españoles pusieran pie en América, exactamente

en 1482, los portugueses construyeron en Elmina —en la costa de Fante,

actual Ghana— el primer puesto de intercambio comercial en el Golfo de

Guinea: el Castillo de São Jorge. Con el tiempo, el sitio se convirtió en el más

importante hito de acopio de esclavos en la ruta del Atlántico hacia América.

Allí se construyó una capilla dedicada a Santiago y, de esta manera, la imagen

del Santo entró en contacto con generaciones de africanos cautivos, que

aguardaban ser embarcados por los esclavistas hacia el Nuevo Mundo. Así, las

diferentes etnias se familiarizaron con el Matamoros y lo identificaron con el

orixá, vodun o atacuá que presentase características que permitieran sincretizar

a ambos en uno. Finalmente, tarde o temprano, los desgraciados atravesaban

las llamadas “Puertas del No Regreso” con la imagen de Santiago ya

incorporada a su religión.

Por otro lado, pero menos dolorosamente, Santiago fue también asimilado a la

cultura Kongo. En 1491 misioneros portugueses presentaron al rey kongo

Nzinga Nvemba una bandera bordada con la cruz de Santiago, que es una

cruz roja que simula una espada, con flores de lis en los extremos.

Cristianizado por obra milagrosa del apóstol, el rey pasó a llamarse Don

Alfonso I. La leyenda asegura que en 1512, el Santo le habría otorgado una

victoria en una batalla contra sus enemigos durante una de las tantas guerras

civiles. El rey estableció la festividad de Santiago el 25 de julio y en la

celebración, según cronistas de la época, mezclaba elementos idólatras con los

del cristianismo propiamente dicho. Pero los kongo finalmente también

sucumben ante el tráfico de esclavos y son cazados y enviados a diferentes



lugares de América. Santiago ya nace en África como santo dual antes de pasar a ser venerado en el Nuevo Mundo.



VI. Santiago en Haití

En Haití, Santiago Matamoros encontró un lugar muy importante en el

panteón de las religiones provenientes de África. Los fon de Benin (el antiguo

reino de Dahomey), los yoruba de Ife-Ife (Nigeria), los kongo, los igbo lo

identifican con el poderoso Ogou, Gu u Ogu, y se convierte en Ogou Sen Jak,

orixá guerrero, patrón de los herreros, del fuego, de los metales. Posee gran

fortaleza física y es irascible y violento, como se dice que era Santiago

Apóstol, el Hijo del Trueno.

La iconografía haitiana lo representa como el Matamoros, cabalgando un

brioso caballo blanco, espada en mano. Va ataviado con largo vestido azul con

blanco cuello bordado en oro, donde se reconocen las imágenes de la venera

jacobina. Lleva el ancho sombrero de los peregrinos, con ala que puede ser

bajada para protegerse de la lluvia; bajo las patas de los caballos, otros

enemigos evocan a los moros de la batalla de Clavijo. Un ayudante, con

armadura y casco cerrado, montando un caballo marrón, lleva su estandarte:

un banderín blanco con la cruz roja, o bien una bandera roja con la cruz en blanco.



Plaine-du-Nord, vieja ciudad colonial haitiana, es el sitio histórico donde

comenzó la lucha entre los colonizadores franceses y los esclavos de las

plantaciones. Es también uno de los centros más activos de la religión vudú en

Haití y allí se alza una pequeña iglesia jesuítica pintada de amarillo y dedicada a

Santiago. Unos metros atrás de la iglesia, una serie de pozos de barro

propiedad del mismísimo santo aglutinan a los fieles, en especial los 25 de

julio. Los adeptos fon/yoruba de Ogou Sen Jak se preocupan por mantenerlos

siempre húmedos y una corriente subterránea los mantiene cálidos. Este lugar

es conocido como Trou Sen Jak (“Hoyo de Santiago”) y es el lugar del

surgimiento terrenal del generalísimo entre los espíritus militares que llevan el



nombre de familia de Ogou (se dice que todos los Ogous son Ogou: Ogou

Feray, Ogou Badagris, Ogou Balinjo, Ogou Sen Jak, etc.). Salvo en noviembre

y en Cuaresma, todos los jueves, peregrinos provenientes de remotos rincones

de Haití participan de las ceremonias en honor del Santo. En el vudú, la veneración a Santiago toma forma de desenfreno.



Los fieles se congregan tres días antes de su festividad canónica del 25 de julio

y comienzan una celebración que dura 72 horas corridas y que culmina con

una misa cristiana oficial dentro de la iglesia, aunque algunos peregrinos

permanecen unos 15 días. Los enfermos buscan sanación, los promesantes

cumplen sus exvotos, los herbalistas derraman sus dones curativos.

Algunos fieles entran en trance. Se sacrifican toros en el estanque de barro, tal

vez como recordatorio de los toros salvajes que señalaron el lugar en España

en el cual Santiago debía ser enterrado. En ese lodo se sumergen los devotos



para recibir la unción de barro y sangre y el beneplácito de Santiago-Ogou.

Permanecen largos minutos con la cara hundida en el fango, aparentemente

sin respirar. Suenan los tambores noche y día. Algunos penitentes, en trance,

pasean casi desnudos con hojas de afeitar y alfileres de gancho clavados en las espaldas.18



Detrás de la iglesia hay un cementerio y allí también se llevan a cabo ritos y

ceremonias con velas, ron (la bebida de Ogou) y se sacrifican cabras negras.

Las autoridades católicas, frente a los desmanes y excesos, decidieron en 1978

tomar distancia y cerrar las puertas de la iglesia en los días previos al 25 de

julio. Aún así, los fieles arrojan por entre los barrotes monedas, cigarros,

botellas de ron, velas, intentando embocar en el nicho vacío que una vez 
albergó la estatua de Santiago, la que fue retirada el mismo año en que se impidió el acceso a la iglesia durante la celebración.



18 COSENTINO, Donald, 1995, “It’s all for you, Sen Yak”, Sacred Arts of Haitian Vodou,

Donald J. Cosentino, Editor, UCLA Fowler Museum of Cultural History, Los Angeles, pp. 243/245.

Para los vuduistas, Sen Jak no es solo un santo, es una divinidad, es Ogou

Feray o Feraille, el dinámico y temperamental guerrero del machete, forjador

de metales, señor del hierro, de las armas, los cuchillos, patrón de los autos y

de las máquinas, es un orixá sanador porque la medicina recurre al

instrumental de metal como bisturíes, agujas y pinzas y él es el Señor de los Metales.

Ogou Sen Jak es también el patrón de los caminos y, por extensión, de los que manejan vehículos. Los taxistas le rinden tributo atando cintas rojas en la base

del espejo retrovisor de sus vehículos. En algunos taxis y buses (el famoso

“tap tap bus”) se pintaba años atrás la figura del actor Sylvester Stallone en su

personificación de Rambo. Era un homenaje a Ogou19 en la representación del

mítico y cinematográfico guerrero. que se caracterizaba por tener siempre a 
mano cuchillas, cuchillos de supervivencia, dagas, agujas para coser sus propias heridas, y toda clase de armas metálicas. Rambo era el prototipo del guerrero de la selva, hoy tal vez un poco desconocido para las nuevas generaciones, que eligen otras figuras para representar en sus medios de transporte.



19 COSENTINO, Donald, 1995, “It’s all for you, Sen Yak”, Sacred Arts of Haitian Vodou,

Donald J. Cosentino, Editor, UCLA Fowler Museum of Cultural History, Los Angeles, p. 247.

Conclusión

Pero llámese Santiago el Apóstol, el Mayor, Ogou Saint Jacques, Matamoros,

Jacobo Peregrino, Quipildor, sea cierta o no la historia de su frustrada

evangelización en España, sean sus restos los que descansan en Compostela o

los de cualquier otro, lo cierto es que Santiago el Apóstol, el de irascible

temperamento, en su periplo real o supuesto por España, África y América, ha

tenido la virtud de encarnar en los diversos ámbitos en que se le venera a los

dos temores del hombre: el miedo a sí mismo cuando desata su propia cólera

(la guerra), y el miedo ante la naturaleza incontrolable que no puede ser

domeñada (los truenos y los rayos).

Montado en su corcel blanco, Sen Jak, Illapa, el Santo de Compostela, el

“pescador de hombres” está siempre pronto para acudir a la invocación del

fiel, guiándolo en su eterna lucha contra los demás hombres y contra los

elementos de la naturaleza cuando se desata su furia.

***

Fuentes

BIBLIA de Jerusalén, 1998, Bilbao, Desclée de Brouwer, Bilbao.

GUAMÁN POMA DE AYALA, 1615, 1987 Nueva Crónica y buen gobierno, Colección

Crónica de América nº 29, 3 tomos, Madrid. Editorial Historia. En GISBERT, 1980.

VORAGINE, Jacobus de, 1995, The Golden Legend, Volume II, Princeton University Press.

EL ROMANCERO, 1979, Editorial Ebro, Zaragoza.

Bibliografía

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Testament and Other Early Christian Literature, The University of Chicago Press and

Cambridge University Press.

BUGALLO, Lucilla, 2009, “Quipildores: marcas del rayo en el espacio de la Puna Jujeña”,

Cuadernos FH y CS-UNJu, Nro. 36:177-202.

COSENTINO, Donald, “It’s all for you, Sen YaK”, Sacred Arts of Haitian Vodou, Donald J.

Cosentino, Editor, UCLA Fowler Museum of Cultural History, Los Angeles, 1995.

DE GANDIA, Enrique, 1930, Génesis y Esencia del Arte Medieval, Editorial La Facultad,

Buenos Aires, pg. 65/67

EISENMAN, Robert H. y WISE, Michael, 1994, The Dead Sea Scrolls Uncovered, Barnes and

Noble, New York, 1994, pg. 258.

GERARD, André-Marie, Diccionario de la Biblia; Anaya y Mario Muchnik, Madrid, 1995.

GISBERT, Teresa,1980, Iconografía y Mitos Indígenas en el Arte, Gisbert y Cía, S.A., Libreros

Editores, Apartado 195, La Paz, Bolivia.

GRAU-DIECKMANN, Patricia, 2011, “Representaciones plásticas entre los siglos V y XV

de los viajes de la Sagrada Familia”. Cuestiones de Historia Medieval, Ed. Selectus para

Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Católica Argentina, Buenos Aires, y en

http://capire.es/eikonimago/index.php/eikonimago/article/view/24 .

Iconografía y Mitos Indígenas en el Arte, Gisbert y Cía, S.A., Libreros Editores, Apartado 195,

La Paz, Bolivia.

http://www.corazones.org/maria/pilar.htm - Última consulta 9/4/15.

RÉAU, Louis, 1996, Iconografía del Arte Cristiano, Tomo 2, Vol. 5, Iconografía de los santos, Ediciones del Serbal, Barcelona.

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