domingo, 31 de julio de 2022

Leyenda de Susona, la fermosa hembra




Leyenda de Susona, la fermosa hembra




A Xavier Rubert de Ventós, catedrático de Estética, le gusta epatar al público que acude a sus conferencias. Hace bastantes años, más de diez, Rubert de Ventós dio una conferencia en la Facultad de Filosofía y Letras de Granada. No me acuerdo del título ni de lo que iba. Sí me acuerdo que en el coloquio final defendió la tesis de que el amor no era lo mejor para la felicidad de una pareja. Un matrimonio funcionaba por otras razones. De ahí que tuviera más probabilidades de éxito un matrimonio dispuesto y acordado por los padres de los respectivos novios, conocedores de cómo eran sus hijos y lo que en realidad necesitaban.
Acabo de leer un artículo de opinión de Manuel Cruz en El País (8 de septiembre de 2012) titulado «El amor como imbecilidad transitoria», que complementa lo dicho por Rubert de Ventós. Para Manuel Cruz que, a pesar de la abrumadora evidencia de su carácter perecedero y volátil, los protagonistas consideren la beatitud alcanzada por los enamorados «como imperecedera y eterna representa la prueba más concluyente de hasta qué punto el amor constituye el territorio privilegiado de la estupidez humana».

Susana ben Susón, la Susona, la bella hija de un acaudalado converso sevillano, Diego Susón, debió haber esperado al marido que le iba a elegir su padre, sin duda otro descendiente de familia conversa. Pero no fue así. Se enamoró, ¡ay el amor, ese «arma de idiotización masiva»!, de un cristiano viejo, y ahí empezó su desgracia y la de su familia.
La historia de la Susona se desarrolla en los años en los que la Inquisición recientemente creada por los Reyes Católicos inicia su actividad en la ciudad de Sevilla.

La Inqusición se iba a poner en marcha en la ciudad y los conversos más importantes, reunidos en la parroquia del Salvador, tramaron un complot para atacar a los inquisidores. La conjura fue descubierta a las autoridades por Susona, quien temía por la vida de su amante cristiano. Todos los implicados, incluido el padre de Susona, fueron apresados y ajusticiados. En febrero de 1481 empezaron las ejecuciones en el quemadero de Tablada.
Susona vivió el resto de su vida con los remordimientos por la muerte de su padre. Reginaldo Rubino, obispo de Tiberiades, dispuso que se metiera a monja, pero ella salió del convento antes de profesar. Como suele suceder en este tipo de historias, la fermosa fembra, perdida su legendaria belleza, murió en la miseria después de llevar una agitada vida.
En su testamento dispuso que se pusiera su calavera sobre la puerta de la casa donde “había vivido mal, para ejemplo é castigo de sus pecados”.

José Amador de los Ríos comenta este episodio en el tercer tomo de su Historia social, política y religiosa de los judíos en España y Portugal (Madrid, 1876). Saca la información de una Relación de la junta y conjuración, que hicieron en Sevilla los judíos conversos contra los Inquisidores, que vinieron á fundar y establecer el Santo Oficio de la Inquisición, manuscrito que se conserva en la Biblioteca Colombina de Sevilla.

Conocemos los nombres de los conversos conjurados en 1480. Según el Ms. 1419 de la Biblioteca Nacional de Madrid (fol. 133 vº) eran los siguientes: Susán, «padre de la Susana, la hermosa fembra»; Benadeva, «padre del canónigo Benadeva y sus hermanos»; Abolofia, «el perfumado»; Alemán, «poca sangre, el de muchos fijos Alemanes»; Pero Fernándes Cansino, veinticuatro y jurado de San Salvador; Alonso Fernández de Lorca; Gabriel de Zamora, veinticuatro de Sevilla; Ayllón Perote, «el de las Salinas»; Medina, «el Barbado, hermano de los Baenas, obligado de dar carne a Sevilla»; Sepúlveda y Cordobilla, «hermanos que tenían la casa del pescado salado de Portugal»; Pero Ortiz Mallite; Paro de Jaén, «el Manco, y su hijo Juan de Almonte»; los Aldafes «deTriana, que vivían en el Castillo»; Álvaro de Sepúlveda: «el viejo padre de Juan de Jerez de Loya»; Cristóbal López Mondadina (o Mondadura).

Unas notas marginales en el Ms. explican que los cuatro primeros y Loya murieron quemados.

[Noticia sacada de Claudio Guillén, «Un padrón de conversos sevillanos (1510)». Bulletin Hispanique, 65 (1963), pp. 76, nota 113]

La Inquisición y la leyenda de Susona

 



La Inquisición y la leyenda de Susona

Diego de Susán fue procesado en el primer Auto de Fe y quemado por judaizante






El siglo XV discurría convulso en el territorio peninsular, con enfrentamientos civiles y banderías nobiliarias que socavaban el poder de la corona, hasta que la situación cambia drásticamente con el acceso al trono castellano-aragonés de los Reyes Católicos, los cuales tomarán duras medidas para sofocar levantamientos y pacificar sus reinos. En ese sentido, refundan la Inquisición con el propósito de conseguir la unidad política y religiosa mediante el control de los judeoconversos, que ejercían numerosos cargos de responsabilidad civil o eclesiástica, y envían tres dominicos a Sevilla para su puesta en marcha. La inminente llegada de los inquisidores en 1480 provoca desasosiego en el concejo municipal, ocupado en buena parte por conversos que ostentaban el control político y económico de la urbe. Diego de Susán es el hombre con más poder en esos momentos, regidor y caballero veinticuatro de Sevilla nombrado por la misma reina Isabel "por los muchos e leales seruiçios que me auedes fecho y fasedes de cada dia".

Según datos historiográficos nebulosos, Susán tendría dos hijas, Sara y María Pinta, contando la leyenda que Sara (vulgo Susona) habría denunciado una supuesta trama encabezada por su padre contra los inquisidores. Todo el artificio romancesco se basa en un manuscrito de autor desconocido conservado en la Biblioteca Colombina: "Relación de la junta y conjuración que hicieron en Sevilla los judíos conversos contra los inquisidores que vinieron a fundar y establecer el Santo Oficio de la Inquisición". Por lo demás, no existe referencia documental directa autentificada que avale estos sucesos, ni de la conspiración ni de la traición de Susona, y así lo concluyen relevantes investigadores como Benzion Nethanyahu o Juan Gil, que sólo estiman la posibilidad de que los regidores hispalenses se reunieran para organizarse ante la inmediata fundación del Santo Oficio. Es constatable que Diego de Susán fue procesado en el primer Auto de Fe -celebrado el 6 de febrero de 1481- y quemado por judaizante en el Prado de San Sebastián sin acusación alguna de conjura, al igual que otros prohombres de la capital del Guadalquivir.

La legendaria historia sería amplificada y difundida en el siglo XIX por José Amador de los Ríos y el padre Fidel Fita. Desde esos tiempos, existe en el Barrio de Santa Cruz una calle con el nombre de Susona, antigua de la Muerte, y una placa que refleja su calavera, pues la "fermosa hembra" habría ordenado en testamento que su cabeza fuese expuesta en la fachada de su casa paterna para la expiación perpetua de sus pecados. En realidad, Diego de Susán no residía en este barrio, pues fue registrado como vecino en la collación de San Isidoro. Quizá, los aires románticos que impregnaron la centuria decimonónica tiñeran las ligeras plumas de ilustres escritores de un colorido relato que conviene considerar y mostrar a los visitantes de la antigua judería como lo que es, una apasionante y envolvente leyenda.





Susona

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
La Bella Susona, en un azulejo de una glorieta del parque de María Luisa de Sevilla, en España
La calavera de la Bella Susona, en la puerta de donde se encontraba su antigua casa.

Susona, apodo de Susana Ben Susón, fue una judía de Sevilla del siglo XV. La leyenda sobre ella dice que era conocida por su belleza y que se retiró a un convento tras delatar a su padre, Diego Susón, que estuvo en un grupo que tramaba un complot contra los cristianos.

Sin embargo, Susona era pareja de un caballero cristiano, y por miedo de los cauces que estaba tomando la situación, le contó todo a su pareja. El cristiano acudió al asistente mayor de la ciudad de Sevilla, Diego de Merlo, para informarle de lo que le había contado Susona. Diego de Merlo acudió con tropas a una de las reuniones y arrestó a todos los judíos del grupo, que fueron condenados a muerte.​ El grupo lo formaban Diego Susón, Pedro Fernández de Venedera, Juan Fernández de Albolasya, Manuel Saulí, Bartolomé Torralba, los hermanos Aldalfe de Triana y unas veinte personas distinguidas de SevillaUtrera y Carmona, como mercaderes y escribas.

Susona sufrió un gran sentimiento de culpa por haber traicionado a su padre. Se confesó con el arcipreste Reginaldo Romero, que la bautizó. Posteriormente, se retiró varios años a un convento.​

A su muerte dispuso en su testamento que su cabeza fuera colgada de la puerta de su casa, en el barrio Santa Cruz de Sevilla, para recordar a la gente su traición.​ La cabeza permaneció ahí, al menos, hasta el año 1600.​ En la actualidad un azulejo muestra la calavera.

sábado, 30 de julio de 2022

Ratanabá: por qué la leyenda de la ciudad perdida en el Amazonas "no tiene sentido", según un arqueólogo

 

Ratanabá: por qué la leyenda de la ciudad perdida en el Amazonas "no tiene sentido", según un arqueólogo

Selva amzónica

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

En los últimos días, el supuesto hallazgo de Ratanabá, una civilización secreta en el corazón de la Amazonía, se difundió velozmente en redes sociales, principalmente en Brasil.

Según las publicaciones, la ciudad sería "más grande que el Gran Sao Paulo", era "la capital del mundo" y "esconde muchas riquezas, como esculturas de oro y tecnologías avanzadas de nuestros antepasados".

Algunas teorías de la conspiración fueron más allá y dijeron que el descubrimiento ayudaría a explicar "el verdadero interés de decenas de hombres poderosos en la Amazonía" e incluso la desaparición del periodista inglés Dom Phillips y el indigenista brasileño Bruno Pereira.

Sin embargo, "todo esto es una ilusión", opina el arqueólogo Eduardo Goés Neves, profesor del Centro de Estudios Amerindios de la Universidad de Sao Paulo (USP) y coordinador del Laboratorio de Arqueología de los Trópicos del Museo de Arqueología y Etnología de la misma institución.

Desde hace más de 30 años, el especialista forma parte de una red de investigadores que trabajan para develar el pasado de la Amazonía y de los pueblos que la habitaron (y aún la habitan).

"Durante más de 20 años, los arqueólogos que trabajan en la región especularon con que había ciudades en la Amazonía, pero se consideraba una locura", dice.

Saltar Recomendamos y continuar leyendo

Final de Recomendamos"Durante más de 20 años, los arqueólogos que trabajan en la región especularon con que había ciudades en la Amazonía, pero se consideraba una locura", dice.

Amazonas.

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

"Con el tiempo, esa perspectiva cambió y la comunidad académica comenzó a aceptar que hay evidencias de grandes sitios, caminos y vertederos construidos hace mucho tiempo", continúa el experto, aunque refuerza que estos hallazgos no tienen nada que ver con civilizaciones antiguas o tesoros escondidos.

El arqueólogo nos explica por qué los principales argumentos utilizados para hablar de la "ciudad perdida en el Amazonas" no tienen sentido, según el arqueólogo, y qué revela la evidencia científica sobre la ocupación humana en la selva tropical más grande del mundo.

Una historia que no cierra

El primer detalle que llama la atención en los posts sobre Ratanabá son las fechas utilizadas. En algunos textos, está escrito que la civilización habría existido allí hace 350, 450 o incluso 600 millones de años.

"Esto no tiene ningún sentido desde el punto de vista de la historia geológica y biológica de nuestro planeta", responde Neves.

"Para que tengan una idea, hace 350 millones de años ni siquiera existían los dinosaurios. Nuestros antepasados más antiguos vivieron hace unos 6 millones de años. Pero nuestra propia especie, el Homo sapiens sapiens, apareció hace 350.000 años en África", estima.

¿Una civilización hace 350 millones de años? No existe la menor posibilidad de eso", señala el arqueólogo.

Ilustración de cómo sería una selva hace 350 millones de años

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,

Ilustración de cómo sería una selva hace 350 millones de años.

Metrópolis del pasado, pequeños pueblos de hoy

La segunda información errónea sobre Ratanabá tiene que ver con el supuesto tamaño de la ciudad. Algunas publicaciones dicen que sería más grande que el Gran Sao Paulo, que actualmente alberga a cerca de 22 millones de habitantes.

"Todavía no tenemos una estimación exacta de cuántas personas vivían en estas ciudades amazónicas, pero ciertamente no eran del tamaño de Sao Paulo", dice Neves.

"En el siglo XVI, las ciudades más pobladas del mundo eran probablemente Estambul, en Turquía, y Tenochtitlán, en México. Y tenían 50.000 o como mucho 200.000 habitantes", calcula el profesor de la USP.

Neves estima que, antes de la llegada de los europeos al continente americano, había unos 10 millones de indígenas en toda la Amazonía. "Y ese número bajó mucho a partir del siglo XVII por las guerras y las epidemias", señala.

Líneas rectas en medio de la selva

El tercer argumento que da fuerza a los rumores sobre Ratanabá tiene que ver con túneles encontrados en la Amazonía o con imágenes aéreas, que muestran líneas rectas y cuadrados perfectos, visibles entre las copas de los árboles.

Según las publicaciones en las redes sociales, los túneles servirían como un pasadizo secreto y conectarían diferentes partes de América del Sur y las líneas rectas serían fruto del trabajo humano.

Neves explica que realmente hay túneles en el Amazonas. "Las imágenes difundidas probablemente provengan de la región de Forte Príncipe da Beira, en Rondonia, que fue un puesto colonial portugués".

"Estas construcciones están relacionadas con las disputas fronterizas entre España y Portugal en las inmediaciones del río Guaporé a lo largo del siglo XVIII", añade.

Imagen aérea del Fuerte Príncipe da Beira

FUENTE DE LA IMAGEN,ROBERTO CASTRO/MINISTERIO DE TURISMO DE BRASIL

Pie de foto,

El fuerte Príncipe da Beira, en Rondonia, casi en la frontera entre Brasil y Bolivia, fue construido en el siglo XVIII.

De las pocas imágenes disponibles sobre las líneas rectas, Neves cree que son de una región cercana a la frontera entre los estados de Mato Grosso, Pará y Amazonas.

"Estas formaciones se conocen desde hace mucho tiempo y realmente parecen líneas perpendiculares, lo cual es algo inusual", dice.

"Las principales sospechas son que se trata de una formación natural de piedra caliza o algún tipo de roca que sigue este patrón", afirma el arqueólogo.

"Es poco probable que fuera de autoría humana. Pero, si realmente fue hecho por gente del lugar, estas construcciones no deben tener más de 2.500 años", añade.

Interés por el tema

Neves, que no tiene ningún perfil en redes sociales, confiesa que nunca había oído hablar de Ratanabá hasta la segunda semana de junio de 2022.

"Cuando me empezaron a preguntar investigué y consulté a otros colegas que estudian arqueología amazónica, pero nadie conocía esta historia", asegura.

Aunque existen perfiles en las redes sociales e incluso libros publicados sobre esta "civilización perdida", el tema ganó interés popular y se ha convertido en algo muy discutido en los últimos días.

Para Neves, el fenómeno "parece ser una mezcla de ingenuidad de la gente, que quiere creer en este tipo de cosas, con intereses económicos para explorar la Amazonía", mientras recuerda otras leyendas similares, como la de la ciudad de El Dorado, un blanco de exploradores a lo largo de los siglos por supuestamente estar hecha de oro.

En la ilustración, un explorador europeo vislumbra a lo lejos la ciudad de El Dorado, que según las leyendas estaba hecha de oro macizo.

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,

En la ilustración, un explorador europeo vislumbra a lo lejos la ciudad de El Dorado, que según las leyendas estaba hecha de oro macizo.

"Y tampoco podemos ignorar el racismo en este contexto. Cuando se dice que hubo civilizaciones 'avanzadas' hace 300 millones de años, se le está quitando a los ancestros de los pueblos indígenas de hoy, la autoría de todas esas construcciones", agrega.

El especialista hace referencia a la hipótesis de los antiguos astronautas de Erich von Däniken. "Ahí suena más fácil explicar que las pirámides de Egipto fueron construidas por seres extraterrestres que dar crédito a los pueblos africanos", compara.

"Y todo esto denota un profundo racismo con todas las poblaciones no europeas, como indígenas y africanos, como si no fueran capaces", analiza.

Finalmente, el arqueólogo opina que este tipo de rumores "actúan como una cortina de humo en un momento en que tenemos dos personas desaparecidas y desvían la atención del problema real de la violencia en la Amazonía", agrega.

Pirámides de Egipto

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,

En opinión del profesor de la USP, las teorías infundadas de que las pirámides de Egipto son una obra extraterrestre denota racismo hacia los pueblos no europeos.

(Falta de) piedras en el camino

Neves explica que la arqueología amazónica enfrentó graves reveses en las últimas décadas.

"En general, la Amazonía tiene pocas rocas. Entonces, la principal materia prima utilizada en la construcción en el pasado era la tierra y la madera", contextualiza.

"Para comprender estos períodos, necesitamos un equipo multidisciplinar, capaz de trabajar con objetos que quedaron atrás y resistieron el paso del tiempo, como cerámicas, restos orgánicos, muestras de suelo, pedazos de comida, semillas y huesos", ejemplifica.

Para ilustrar esta dificultad, Neves cita como ejemplo un artículo publicado hace unas semanas en la revista científica Nature que reveló detalles de dos grandes sitios arqueológicos de 147 y 315 hectáreas (un área equivalente a 205 y 441 canchas de fútbol, respectivamente), incluida la existencia de pirámides en la Amazonía boliviana.

"Estas estructuras de tierra se conocen desde hace 60 años, pero era muy difícil definir si eran naturales o fueron construidas por el hombre", dice el arqueólogo.

"Solo fue posible obtener esta respuesta ahora, porque tenemos una tecnología llamada "Lidar" capaz de hacer este tipo de análisis", señala.

Loro en Amazonas.

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

El futuro depende del pasado

¿Qué saben entonces los científicos sobre la historia de las personas que habitaron esta región?

"Sabemos que la Amazonía estuvo densamente ocupada en el pasado y que las personas que la habitaron dejaron marcas muy visibles de la forma de vida que tenían, con zanjas geométricas y caminos lineales", resume Neves.

"Y tenemos datos que nos muestran con mucha confianza una relación directa entre los individuos que hicieron estas construcciones en el pasado y los pueblos indígenas de hoy".

"No se trata, por tanto, de una civilización perdida, que desapareció hace millones de años", asegura el investigador.

Indígenas plantando un árbol

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,

El Amazonas fue formado por la acción humana durante milenios, dicen los científicos

Según el Panel Científico por la Amazonía, publicación coordinada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que tiene un capítulo sobre las personas que vivieron en la región antes de la llegada de los europeos, hay evidencia de que este bosque tropical fue ocupado por pueblos indígenas durante 12.000 años.

"Durante esta larga historia, las sociedades indígenas desarrollaron tecnologías altamente adaptadas a las condiciones locales y optimizadas para la expansión del sistema de producción de alimentos", escribe el grupo de expertos encabezado por Neves.

"La arqueología amazónica muestra cuán profunda es la historia indígena de la región, caracterizada por la diversidad cultural y agrobiológica. Es uno de los pocos centros independientes de domesticación de plantas en el planeta y uno de los primeros centros de producción de cerámica en el Nuevo Mundo", continúa el texto.

"Todas estas tecnologías pueden inspirar nuevas formas de urbanismo, gestión de residuos y sistemas integrados de uso del suelo", concluyen los autores.

Para Neves, este conjunto de evidencias permite ver la Amazonía como un "patrimonio biocultural", con una interacción entre la acción humana y la naturaleza durante milenios.

"Por eso, para proteger la Amazonía, necesitamos fortalecer a las poblaciones locales, como los pueblos indígenas, los ribeirinhos, los quilombolas y los caboclos, porque tienen un papel muy importante en la construcción y mantenimiento de este patrimonio biocultural", concluye el arqueólogo.