domingo, 28 de abril de 2019

El Milagro del Fuego Santo en Jerusalén


El Milagro del Fuego Santo en Jerusalén

Este año, la liturgia de la Pascua, de las diferentes denominaciones Cristianas, se celebra en fechas muy distantes entre ellas. Para los Ortodoxos, el Domingo de Pascua es este Domingo 28 de mayo.



El Milagro del Fuego Santo en Jerusalén por Niels Christian Hvidt

"El Sábado Santo, los creyentes se reúnen, en grandes multitudes, en la Iglesia del Santo Sepulcro. Ya que en este día, baja Fuego del Cielo y enciende las lámparas en la Iglesia". Esto es lo que se lee en uno de los muchos itinerarios de la Pascua en Tierra Santa.

"El Milagro del Fuego Santo" es conocido, por los Cristianos de las Iglesias Ortodoxas, como "El más grande de todos los milagros Cristianos". Tiene lugar cada año, a la misma hora, de la misma manera, y en el mismo lugar. No se conoce de ningún otro milagro que ocurra, de manera tan regular, y por un período de tiempo tan extenso. Se puede lee acerca de él en fuentes tan antiguas, como las del siglo octavo después de Cristo. El milagro ocurre en La Iglesia del Santo Sepulcro, en Jerusalén, la cual es, para millones de creyentes, el lugar más sagrado sobre la Tierra. La Iglesia del Santo Sepulcro es un sitio enigmático, en sí mismo. Los teólogos, historiadores y arqueólogos consideran que la Iglesia contiene tanto el Gólgota, la pequeña colina en la cual Jesucristo fue crucificado, como la "tumba nueva", cerca del Gólgota, que recibió Su Cuerpo Muerto, como se lee en los Evangelios. Es en este mismo punto que los Cristianos creen que Él resucitó de entre los muertos.

Uno puede rastrear el milagro, a través de los siglos, en los muchos itinerarios de Tierra Santa. El abad ruso Daniel, en su itinerario, escrito en los años 1106 y 1107, presenta el "Milagro de la Luz Santa", de una manera muy detallada, así como las ceremonias que lo enmarcan. Él recuerda cómo el Patriarca entra en la capilla-Sepulcro (la Anastasis), con dos velas apagadas. El Patriarca se arrodilla frente a la piedra, sobre la cual Cristo fue colocado después de Su Muerte, y dice ciertas oraciones, después de las cuales ocurre el milagro. La Luz emana desde el centro de la piedra: una Luz azúl indefinible, que después de un tiempo, enciende las lámparas de aceite apagadas, al igual que las dos velas del Patriarca. Esta Luz es "El Fuego Santo", y se propaga a todas las personas presentes en la Iglesia. La ceremonia del "Milagro del Fuego Santo" es, tal vez, la ceremonia Cristiana, más antigua e ininterrumpida en el mundo. Desde el siglo cuarto después de Cristo, hasta nuestros días, diversas fuentes hablan del asombroso milagro. Por lo escrito, en estas fuentes, es claro que el milagro ha sido celebrado en el mismo punto, en el mismo día de Pascua, y en el mismo esquema litúrgico, a través de todos estos siglos. 

Con el fin de averiguarlo, viajé a Jerusalén para estar presente en la ceremonia, en la cual el Milagro del Fuego Santo ocurre, y puedo dar testimonio de que no solo ocurrió en la antigua Iglesia, y durante toda la Edad Media, sino también el 18 de abril de 1998. El Patriarca Griego Ortodoxo de Jerusalén, Diódoro I, es el hombre que, cada año, entra al Sepulcro para recibir el Fuego Santo. Él ha sido el Patriarca de Jerusalén, desde 1982 y, por lo tanto, es el testigo clave del milagro. Previamente a la ceremonia de este año, el Patriarca me recibió, en audiencia privada, donde tuve la oportunidad de hablar con él acerca del milagro, con el fin de saber, exactamente, qué sucede en el sepulcro, y qué significado personal tiene el milagro para él, en su vida espiritual. Además, por su intervención, fui admitido a los balcones en el domo de la Iglesia del Santo Sepulcro, desde donde tuve una buena vista de la gran cantidad de gente que se había reunido alrededor del Sepulcro, en anticipacioó al "Gran Milagro del Fuego Santo".

¿Pero, qué exactamente, sucede en la Iglesia del Santo Sepulcro el Sábado de Pascua?. ¿Por qué tiene tal impacto en la Tradición Ortodoxa?. ¿Por qué parece que nadie sabe del milagro, en los países Protestantes y Católicos?.

El milagro ocurre cada año en el Sábado de la Pascua Ortodoxa. Hay muchos tipos de Cristianos Ortodoxos: Sirios, Armenios, Rusos y Griegos Ortodoxos, al igual que Coptos. Tan solo en la Iglesia del Santo Sepulcro, hay 7 distintas denominaciones Cristianas. La fecha de la Pascua Ortodoxa se determina de acuerdo al Calendario Juliano, y no en base al Calendario Gregoriano de Europa Occidental, lo que significa que su Pascua, normalmente, ocurre en una fecha distinta a la fecha de la Pascua Protestante y la Católica.

Desde que Constantino, el Grande, construyó la Iglesia del Santo Sepulcro, a mediados del siglo cuarto, ha sido destruida muchas veces. Los Cruzados construyeron la Iglesia que vemos, hoy en día. Alrededor del Sepulcro de Jesús fue erigida una pequeña capilla con dos cuartos: uno pequeño frente al Sepulcro, y lel a propio Sepulcro, en donde no caben más de cinco personas. Esta capilla es el centro de los acontecimientos hechos milagrosos, y el estar presente en la celebración, justifica, totalmente, el término "acontecimiento", ya que la Iglesia del Santo Sepulcro, no se llena de esa manera, en ningún otro día del año. Si uno desea entrar, tiene que calcular seis horas de formar fila. Cada año, cientos de personas no pueden entrar debido a las multitudes. Acuden peregrinaciones de todas partes del mundo, la mayoría de Grecia, pero en años recientes, ha aumentado el número de asistentes rusos, y de lo que eran los países de Europa Oriental.

Con el fin de estar tan cerca del Sepulcro, como sea posible, las peregrinaciones acampan alrededor de la Capilla-Sepulcro, esperando desde la tarde del Viernes Santo, en anticipación a la maravilla del Sábado Santo. El milagro ocurre a las 2.00 P.M. pero, desde las 11.00 A.M., la Iglesia está completamente llena.

Desde las 11:00 A.M., y hasta la 1 P.M., los árabes Cristianos entonan cantos tradicionales, a todo pulmón. Estos cantos datan de los tiempos de la ocupación turca, de Jerusalén en el Siglo 13, un período, en el cual, a los Cristianos no se les permitía cantar sus cantos, en ninguna parte, más que en las Iglesias. "Somos los Cristianos, lo hemos sido por siglos, y esto seremos por siempre. ¡Amén!", cantan, fuertemente, acompañados por el sonido de tambores. Los músicos que tocan los tambores, se sientan sobre los hombros de otros, quienes danzan alrededor de la Capilla del Sepulcro. Pero, a la 1:00 P.M., las canciones se terminan, y hay silencio, un silencio tenso y electrificado, por la anticipación de la gran manifestación del Poder de Dios que todos están a punto de atestiguar.

A la 1:00 P.M., una delegación de las autoridades locales, atraviesan por la multitud. Aunque estos oficiales no son Cristianos, son parte de las ceremonias. En los tiempos de la ocupación turca de Palestina, eran turcos Musulmanes, hoy son israelíes. Durante siglos, la presencia de estos oficiales ha sido una parte integrante de la ceremonia. Su función es la de representar a los romanos, en tiempos de Jesús. Los Evangelios hablan de los romanos que fueron a sellar la Tumba de Jesús, para que Sus Discípulos no se robaran Su Cuerpo, y dijeran que había resucitado. De la misma manera, las autoridades israelíes, este Sábado de Pascua, acuden y sellan el Sepulcro, con cera. Antes de que sellen la puerta, es costumbre que entren al Sepulcro a revisar que no haya ninguna fuente oculta que, fraudulentamente, pudiera producir el milagro del fuego. Tal y como los romanos estuvieron presentes para garantizar que no hubiera manipulación después de la muerte de Jesús, ahora, las autoridades locales israelíes se encuentran aquí para garantizar que no haya engaño en 1998.

Cuando el Sepulcro ha sido revisado y sellado, la Iglesia entera canta el Kyrie Eleison (Señor, ten misericordia). A la 1:45 P.M., el Patriarca entra en escena. Al final de una gran procesión, rodea el Sepulcro tres veces, después de lo cual, es desvestido de sus vestiduras litúrgicas reales, llevando solo su alba blanca, una señal de humildad frente a la gran Potencia de Dios, de la cual, va a ser el testigo clave. Todas las lámparas de aceite han sido apagadas la noche anterior, y ahora, toda la luz artificial se apaga, de manera que, la mayoría de la Iglesia está envuelta en la obscuridad. Con dos grandes velas, el Patriarca entra a la Capilla del Santo Sepulcro: primero al pequeño cuarto frente al Sepulcro, y de ahí, al Sepulcro Mismo.

No es posible seguir los hechos dentro del Sepulcro, así que le pregunté al Patriarca de Jerusalén, Diódoro I, acerca del centro de los acontecimientos.

"¿Su Beatitud, qué ocurre cuando usted entra en el Santo Sepulcro?".

"Entro al Sepulcro, y me arrodillo, en santo temor, frente al lugar donde Cristo yacía después de Su Muerte, y donde Él resucitó, de entre los muertos. Orar en el Santo Sepulcro, en sí mismo, es siempre para mí, un momento muy sagrado, en un lugar muy sagrado. Es aquí, donde Él resucitó, con Gloria, y es de aquí, desde donde Él propagó Su Luz al mundo. Juan, el Evangelista, escribe en el primer capítulo de su Evangelio, que Jesús es la Luz del Mundo. Al arrodillarnos frente al lugar donde Él resucitó de los muertos, somos partícipes de la cercanía inmediata de Su Gloriosa Resurrección. Los Católicos y los Protestantes llaman a esta Iglesia, "La Iglesia del Santo Sepulcro". Nosotros la llamamos "La Iglesia de la Resurrección". La Resurrección de Cristo, para nosotros, los Ortodoxos, es el centro de nuestra fe. En Su Resurrección, Cristo ha ganado la victoria final sobre la muerte, no solo Su Propia Muerte, sino la muerte de todos aquéllos que permanecerán cerca de Él".

"No creo que sea coincidencia que el Fuego Santo llegue, exactamente, en este punto. En Mateo 28,3, se dice que cuando Cristo resucitó de entre los muertos, vino un ángel, vestido de una Luz temerosa. Creo que la Luz sorprendente que envolvía al ángel, en la Resurrección del Señor, es la misma Luz que aparece, milagrosamente, cada Sábado de Pascua. Cristo quiere recordarnos que Su Resurrección es una realidad, y no sólo un mito. Él, realmente, vino al mundo, con el fin de dar el Sacrificio necesario, a través de Su Muerte y Resurrección, para que el hombre pudiera ser reunido con Su Creador."

"Busco mi camino, a través de la obscuridad, hacia la cámara interna, en la cual, caigo de rodillas. Aquí, digo ciertas oraciones que nos han sido dadas a través de los siglos y, habiéndolas dicho, espero. Algunas veces, espero unos cuantos minutos, pero, normalmente, el milagro ocurre inmediatamente después de que he dicho las oraciones. Desde el centro de la misma piedra, en la cual Jesús yació, surge una Luz indefinible. Generalmente, tiene un tinte azúl, pero el color puede cambiar y tomar muchos matices diferentes. No puede ser descrita en términos humanos. La Luz se eleva de la piedra, como la niebla se eleva de un lago. Parece que la piedra estuviera cubierta por una nube, pero es Luz. Cada año, esta Luz se comporta de manera diferente. Algunas veces cubre solamente la piedra, mientras que otras veces, ilumina todo el Sepulcro, para que las personas que están paradas afuera de Él, puedan verlo lleno de esta Luz. La Luz no quema. En los dieciseis años que he sido Patriarca, en Jerusalén, y he recibido el Fuego Santo, nunca se me ha quemado la barba. La Luz es de una consistencia distinta al fuego normal que arde en una lámpara de aceite."

"En cierto momento, la Luz se eleva y forma una columna, en la cual el Fuego es de una naturaleza diferente, por lo que puedo encender mis velas de Él. Una vez que recibí la Llama en mis velas, salgo y doy el Fuego, primero al Patriarca Armenio, y luego, al Copto. Después, doy la Llama a todas las personas presentes en la Iglesia".

"¿Cómo experimenta usted el milagro, y qué significa para su vida espiritual?".

"Cada año, el milagro me conmueve, con la misma intensidad. Cada vez, es un paso más hacia mi conversión. Personalmente, es un gran consuelo contemplar la Fidelidad de Cristo hacia nosotros, la cual Él demuestra al darnos la Santa Llama, cada año, a pesar de nuestras fragilidades y fallas. Experimentamos muchas maravillas en nuestras Iglesias, y los milagros no son nada raro para nosotros. Sucede a menudo, que los íconos lloran, cuando el Cielo quiere mostrar su cercanía con nosotros. También tenemos santos, a quienes Dios les da muchos dones espirituales. Pero ninguno de estos milagros tiene un significado, tan penetrante y simbólico para nosotros, como el milagro del Fuego Santo. El milagro es casi como un Sacramento. Hace la Resurrección de Cristo presente, como si hubiera muerto, sólo hace algunos años".

Mientras el Patriarca está dentro de la capilla, arrodillado frente a la piedra, afuera hay obscuridad, pero no silencio. Se escucha un fuerte murmullo, y el ambiente está muy tenso. Cuando el Patriarca sale con las dos velas encendidas, que resplandecen, brillantes, en la obscuridad, un grito de júbilo resuena en la Iglesia, comparable solo al grito de gol en una partido de futbol.

El milagro no se limita a lo que ocurre dentro del Pequeño Sepulcro, donde el Patriarca ora. Lo que es más significante es, que se ha reportado que la Luz azúl aparece fuera del Sepulcro. Cada año, muchos creyentes dicen que esta Luz milagrosa, por sí misma, enciende las velas que ellos sostienen en sus manos. Todos en la Iglesia esperan, con velas, con la esperanza de que éstas se enciendan espontáneamente. A menudo, las lámparas de aceite cerradas, se prenden por sí mismas, ante los ojos de los peregrinos. Se ha visto a la Llama azúl, moverse en diferentes lugares de la Iglesia. Varios testimonios firmados por los peregrinos, cuyas velas se prendieron espontáneamente, testifican la validez de estos hechos. La persona que, a cierta distancia del Sepulcro, experimenta el milagro de ver su vela encendida, o el ver la Luz azúl, generalmente, se va de Jerusalén cambiado, y para todos los que asistieron a la ceremonia, siempre hay un "antes y después" del Milagro del Fuego Santo en Jerusalén.

Uno se puede preguntar por qué el Milagro del Fuego Santo es casi desconocido en Europa Occidental. En las areas Protestantes, en cierta forma, se puede explicar por el hecho de que no hay una verdadera tradición para los milagros. La gente no sabe como clasificarlos, y éstos casi no se publican en los periódicos. Pero, en la tradición Católica existe un gran interés por los milagros. Entonces, ¿por qué casi no se conoce?. Sólo una explicación es suficiente: la política en la Iglesia. Sólo las Iglesias Ortodoxas asisten a la ceremonia, enmarcando el milagro. Sólo ocurre en la fecha de la Pascua Ortodoxa, y sin la presencia de las autoridades Católicas. Para ciertos Ortodoxos, esta evidencia es prueba de la noción de que la Iglesia Ortodoxa es la única Iglesia legítima de Cristo, en el mundo, y esta aseveración, obviamente, puede ocasionar ciertas inquietudes, en los círculos Católicos.

Como con cualquier otro milagro, hay personas que creen que esto es un fraude, y solamente una obra maestra de propaganda Ortodoxa. Creen que el Patriarca tiene un encendedor dentro del Sepulcro. Estas críticas, sin embargo, se enfrentan a un número de problemas. Los cerillos, y otros instrumentos para encender fuego, son inventos recientes. Hasta hace sólo algunos cientos de años, encender un fuego era una tarea que requería mucho más tiempo, que los pocos minutos que el Patriarca está dentro del Sepulcro. Tal vez, se podrá decir que él tiene una lámpara encendida adentro, de la cual él enciende las velas, pero las autoridades locales confirman haber revisado el Sepulcro, y no encontraron ninguna luz dentro.

Sin embargo, los más grandes argumentos contra un fraude, no son los testimonios de los distintos patriarcas. Los retos más grandes, que confrontan los críticos, son los miles de testimonios independientes de los peregrinos, cuyas velas fueron encendidas, espontáneamente, frente a sus ojos, sin ninguna explicación posible. De acuerdo con nuestras investigaciones, nunca ha sido posible filmar el momento en que las velas, o las lámparas de aceite se encienden por sí mismas. Sin embargo, tengo una cinta filmada por un joven ingeniero de Belén, Souhel Nabdiel. El señor Nabdiel ha estado presente en la ceremonia del Fuego Santo, desde su niñez. En 1996, se le pidió que filmara la ceremonia desde el balcón del domo de la Iglesia. Junto a él, en el balcón, estaban una religiosa y otros cuatro creyentes. La religiosa estaba a la derecha de Nabdiel. En el video, se observa que él filma hacia abajo, enfocando a las multitudes. En cierto punto, todas las luces se apagan, es el momento que el Patriarca entra al Sepulcro, y toma el Fuego Santo. Mientras, el se encuentra todavía dentro del Sepulcro, se escucha, de repente, un grito de sorpresa y asombro, de la religiosa parada junto a Nabdiel. La cámara empieza a moverse, mientras se escuchan las voces agitadas de las otras personas presentes en el balcón. Entonces, la cámara gira a la derecha, siendo posible contemplar el motivo de la emoción. Una gran vela, sostenida por la religiosa rusa, se enciende frente a todas las personas ahí presentes, antes de que el Patriarca salga del Sepulcro. Con manos temblorosas, ella sostiene la vela, mientras una y otra vez, hace la señal de la Cruz, asombrada por el milagro que ha atestiguado. Este video parece ser lo más cercano a una filmación del milagro.

Este milagro, como muchos otros, están rodeados de factores inexplicables. Como dijo el Arzobispo de Tiberias, Alexios, cuando me encontré con él en Jerusalén:

"El milagro nunca ha sido filmado, y probablemente, nunca lo será. Los milagros no pueden ser probados. Se requiere fe para que un milagro traiga fruto en la vida de una persona, y sin este acto de fe, no hay milagro, en sentido estricto. El verdadero milagro, en la tradición Cristiana, tiene un solo propósito: extender la Gracia de Dios a la creación, y Dios no puede extender Su Gracia, sin fe por parte de Sus Criaturas. Por lo tanto, no puede haber milagro sin fe."

sábado, 27 de abril de 2019

Breve historia de la ciencia ficción I. Monstruos, muerte y electricidad por Lorea Rubio


Breve historia de la ciencia ficción I. Monstruos, muerte y electricidad por Lorea Rubio



La devoción científica del siglo XVIII marcará, además de toda una serie de avances que culminarán en el XIX, el nacimiento del género fantástico por antonomasia del mundo moderno, la ciencia ficción. El siglo de las luces llevó a cabo un proceso secularizador del mundo haciendo hincapié en la ciencia como la única vía fidedigna para que el hombre comprendiese el mundo y todo el espectro de fenómenos que en él se producen de manera natural. En este contexto científico, la literatura fantástica (puesto que el término ciencia ficción no es acuñado hasta 1920) apareció como una vía para desarrollar todo el imaginario que no tenía cabida dentro de los cánones estrictamente científicos. Se produce entonces una coexistencia de lo científico con lo fantástico, en la que la ciencia y sus procesos se presentaban como una base teórica para desarrollar obras literarias en las que dar rienda suelta a un mundo irreal pero estrechamente vinculado a lo humano, en contraposición a la fantasía de épocas anteriores que se centra en la esfera divina.

Sin embargo, la creencia en lo suprasensible, en los poderes místicos que regulan la vida humana y la esfera divina no es erradicada por completo produciéndose una amalgama de géneros. Más aún si tenemos en cuenta que la observación científica de la época no es capaz de dar respuesta a muchos de los interrogantes que surgían tras cada nuevo descubrimiento. Las primeras investigaciones que motivarán el alumbramiento del género son las teorías sobre el magnetismo y la electricidad, especialmente las de Luigi Galvani y Mesmer, pero también Franklin y Faraday, cuyas pesquisas científicas servirán para dar origen al término “electrobiología”. En este contexto de devoción científica, los relatos fantásticos comenzarán a publicarse en la prensa junto con estudios académicos produciéndose una simbiosis curiosa entre academicismo y ensoñación.
La electricidad como motor: Shelley y Verne

1818 es el año de publicación de la que actualmente es considerada como la primera obra literaria de la ciencia ficción. Frankenstein de Mary Shelleypropone una moderna reinterpretación del mito de Prometeo, presentándonos a un científico obsesionado con dar respuesta a los interrogantes acerca del misterio de la vida.
Shelley no ofrece detalles concretos acerca de cómo Víctor da vida a la criatura, pero teniendo en cuenta las anteriores referencias que este hace sobre su aprendizaje científico a manos de su padre, especialmente el episodio de la cometa, podemos colegir que la electricidad juega un papel fundamental en el proceso creador. Especialmente revelador es el siguiente fragmento, inmediatamente anterior en el relato a la creación del monstruo, en el que un arrepentido Frankenstein narra el punto culmen de sus investigaciones:

“De pronto una luz surgió de entre estas tinieblas; una luz tan brillante y asombrosa, y a la vez tan sencilla, que si bien me cegaba con las perspectivas que abría, me sorprendió que fuera yo entre todos los genios que habían dedicado sus esfuerzos a la misma ciencia, el destinado a descubrir tan extraordinario secreto”.




Theodor Von Hols. Portada para la edición de 1831



Prácticamente la totalidad de adaptaciones, tanto teatrales como cinematográficas posteriores, coinciden al asociar el primer hálito vital de la criatura con la caída de un rayo sobre la materia inerte. Shelley se vale aquí de las investigaciones que a finales del siglo XVIII llevase a cabo Luigi Galvani sobre cadáveres de animales, en los que mediante la aplicación de impulsos eléctricos sobre los tejidos muertos se observaba una respuesta en forma de movimiento. Mediante este paralelismo fuego-electricidad, Shelley refuerza la identificación de Victor con Prometeo.

Julio Verne identificaba la electricidad como el “alma del universo” y será la fuerza que empleen todas las máquinas que aparecen en sus obras. Sin embargo, cuando es necesario reflexionar acerca del origen cientifico de la creación y explotación de esta energía, prefiere dejar un velo de misterio, reforzando esa concepción mágica que la electricidad tenía en la época. En el capítulo doce de 20.000 leguas de viaje submarino titulado “Todo por la electricidad”, el capitán Nemo conversa con el profesor Aronnax acerca de los instrumentos de navegación que lleva a bordo el Nautilus, pero cuando llega el momento de explicar la energía motriz de la nave, el capitán se limita a apuntar: “Existe un agente poderoso, sumiso, rápido, fácil, que se presta a todo uso y reina como amo a bordo de mi nave. Todo se hace por medio de él. Me ilumina, me provee de calor, es el alma de mis aparatos mecánicos. Ese agente es la electricidad”. Ante la sorpresa del profesor, debido a que no se explica cómo la nave es capaz de generar suficiente cantidad de energía para moverse, el capitán replica: “Señor profesor […], mi electricidad no es la de todo el mundo, y esto es todo lo que me permitirá usted que le diga”. Nemo habla así de las consecuencias directas del uso de electridad, calor, movimiento, luz… pero no del origen de la fuerza; además, hay que tener en cuenta que Nemo habla de la electricidad como una energía “sumisa”, supeditada a la voluntad del hombre. En el imaginario de Verne, el ser humano es un nuevo Dios, capaz de manejar a su antojo fuerzas creadoras y destructoras, y dueño de su propio destino.
El miedo a la muerte a golpe eléctrico

Julio Verne fue un autor fascinado por las novedades de su tiempo, como tantos otros artistas, capaz de ver en la mecanización y el progreso una sombras inciertas y aterradoras. En París en el s. XX encontramos un capítulo titulado “El demonio de la electricidad”. Esta obra, inédita hasta 1994, plantea una fantasía futurista, localizando la acción en el París de 1960, lo cual le sirve a Verne para desplegar todo su imaginario científico, pero curiosamente distópico. Su protagonista es un estudiante de literatura que resulta premiado en la ceremonia anual de la “Corporación Nacional de Crédito Instruccional”. Michel es abucheado en un auditorio acostumbrado a premiar únicamente las disciplinas científicas, lo cual es una manifestación absoluta del desprecio que las humanidades tienen en el momento. Conforme avanza la obra, Michel se precipita en un descenso a la locura, que culmina con el protagonista enloquecido y abrumado por la profusión de aparatos eléctricos que se emplean en la ciudad. En su recorrido incluso repara en la morgue, y en un aparato que se emplea para rescatar de la muerte a los ahogados que aún no han fallecido del todo, llevándonos nuevamente a los experimentos médico-científicos que se llevaban a cabo desde hacía casi medio siglo y que tienen su origen en Galvani y Mesmer. Sin embargo, la gran novedad que introduce aquí Verne viene al final del capítulo, cuando Michel se enfrenta a la visión del patíbulo:

“Y allí había un espectáculo siniestro. Se estaba levantando un patíbulo. Se preparaba una ejecución para el amanecer.
Varios obreros estaban alzando la plataforma; cantaban.
Michel quiso escapar de esa visión; pero chocó con una caja abierta. Al levantarse, vio una batería eléctrica.
¡Y recordó! Comprendió. Ya no se cortaban cabezas.
Se fulminaba con una descarga. Eso imitaba mejor la venganza celeste.
Michel volvió a gritar y desapareció.
Daban las cuatro de la madrugada en la iglesia de Sainte-Marguerite”.




Topsy tras su electrocución



Desde las hogueras para los herejes y las brujas hasta la sistematización de la silla eléctrica, la aplicación de la pena capital y sus métodos han variado sustancialmente. En 1889, año de introducción de la silla eléctrica en el estado de Nueva York, los dueños de las compañías eléctricas protestaron enérgicamente, argumentando que el uso de la electridad para matar reos haría a la gente pensar que esta era demasido peligrosa como para utilizarla con seguridad en sus casas. Spierenburg se preguntaba en The spectacle of suffering si en realidad estos primeros magnates eléctricos temían de manera subconsciente que la electricidad se convirtiese de pronto en algo infame. Dicho miedo viene de largo tiempo atrás. Antes de que se sistematizasen las ejecuciones por electricidad, los patíbulos y sus plazas se engalanaban con farolillos cuando el ajusticiado era un personaje célebre, como fue el caso de la ejecución del Marqués de Favras en París bajo cargos de conspiración contrarrevolucionaria. Dabot cuenta en su diario cómo en la inauguración del monumento del Triunfo de la República en París los sindicalistas acudían cantando:

“Va a pasar, va a pasar
los burgueses a las farolas
A los burgueses vamos a ahorcar”

Lo cual nos da una idea de cómo ambos elementos están presentes en los castigos generando una vinculación entre ellos que trascenderá al imaginario colectivo.




Recorte prensa 1903



En la guerra por el control del entramado eléctrico de Norteamérica que se disputaban Edison y Westinghouse, una de las estrategias adoptadas por el magnate de Menlo Park fue hacer hincapié en lo peligroso de la corriente alterna, defendida por Westinghouse y Tesla, como más versátil para ser empleada a nivel doméstico (cuestión en la que estaban en lo cierto, por otra parte), y llevar a cabo muertes de animales callejeros a los que se aplicaba una corriente mortal. Fue especialmente célebre el caso de la elefanta Topsy, de la que sus dueños decidieron deshacerse después de que matase a tres hombres en un arrebato de furia. Tras varios intentos infructuosos de envenenar al animal, Edison decidió ofrecer un sistema de planchas metálicas que venía desarollando desde hacía unos años. Se colocó a la elefanta sobre las planchas y le fueron colocados varios electrodos en la cabeza y diferentes partes del cuerpo para después aplicarle una descarga de corriente alterna que terminó con su vida en pocos segundos. Edison aprovechó la ocasión para grabar el proceso con el cinematógrafo de su invención con la intención de mostrar al público los inconvenientes y peligros de la corriente alterna.

En materia de literatos Verne no fue el único preocupado por esta cuestión, y en el relato de H.P Lovecraft El verdugo eléctrico, escrito en colaboración con Adolphe Castro -con quien ya había trabajado en La última prueba y publicado en la edición de agosto de 1930 de la revista Weird Tales–. En él encontramos una narración más detallada de como la muerte por electricidad suscitaba un terror que no tiene precedentes en otros medios de ajusticiamiento; sirve como muestra el inicio de la narración, en la que el protagonista dice: “Para ser alguien que jamás se ha visto amenazado por una ejecución legal, siento un horror bastante extraño hacia la silla eléctrica. De hecho, pienso que el tema me estremece más que a muchos de quienes han tenido que afrontar tal prueba”.




Edición agosto 1930



En medicina hallamos un uso paralelo de fuego y electricidad. En la antigüedad era común andar en círculos en torno a personas que necesitaban expiación o a enfermos mentales, a los cuales se comenzó a aplicar el electroshock ( o terapia electroconvulsiva) en la década de los cuarenta del s.XX en pacientes esquizofrénicos con delirios o alucinaciones y en depresiones muy graves. Incluso científicos pioneros en materia eléctrica, como Tesla estaban convencidos de que la aplicación de una frecuencia eléctrica en el organismo sería beneficiosa para el enfermo.
Poe y la influencia de Franz Mesmer

Estos inicios de la aplicación de la electricidad en medicina se reflejaron de manera particular en la literatura de ciencia ficción. Una de las consecuencias es la proliferación de creencias en la pseudociencia; el interés que lo científico suscitaba se sumó a otros factores como la popularización de diferentes creencias místicas orientales y a la divulgación de la astrología. Así surgirá la teoría del mesmerismo, lejanamente inspirada en las teorías científicas de Franz Mesmer mezclada con ideas derivadas de las filosofías orientales y su particular concepción del alma humana. Uno de los ejemplos más célebres es el relato de Poe El extraño caso del señor Valdemar. En él se procede a la Mesmerización (proceso que después derivaría en la hipnosis) de un voluntario, el señor Valdemar, que se encuentra a las puertas de la muerte. El sujeto del experimento permanece en un estado de no-muerte durante varios meses, hasta que finalmente su cuerpo de descompone de manera casi inmediata, ante el horror de los testigos. Personalmente, encuentro en este relato de Poe de 1845 la semilla de lo que posteriormente será el sub-género Zombi en la literatura y el cine de ciencia ficción y terror.




Ilustración de Harry Clark para El extraño caso del señor Valdemar, 1919



Esta breve introducción de la historia de la ciencia ficción culminará en el siguiente artículo, en el que hablaremos de robots, trabajos forzados, androides célebres y el salto del género a las pantallas cinematográficas.
Monstruos en la Gazeta de México

ALEJANDRA FLORES




La Gazeta de México y noticias de Nueva España fue el primer periódico impreso en la Nueva España en el siglo XVIII y su fundador, el periodista y religioso Juan Ignacio María de Castorena Ursúa y Goyeneche, fue considerado el primer periodista de Hispanoamérica por haber creado el órgano informativo en la Ciudad de México, cuyo primer número vio la luz el 1 de enero de 1722. Lo interesante de este periódico, desde el punto de vista de mi investigación, no es que fuera el primer periódico mexicano o que su fundador fuera el primer periodista, sino su contenido. Desde el primer momento la Gazeta proclamó su interés por todo tipo de sucesos, sobre todo en su prólogo donde dejaba entrever que uno de sus objetivos era el de publicar artículos que tratasen con toda exactitud de los distintos puntos geográficos del país y de “curiosidades de su historia natural”, por lo que, cumpliendo con su propósito, poco a poco el periódico empezó a publicar noticias sobre seres extraordinarios. Desde 1784-1787 las noticias de monstruos fueron muy numerosas, pero posteriormente su número fue disminuyendo quizás por las quejas de los propios lectores que consideraban el número de este tipo de noticias excesivo, o quizás por la disminución misma de la cantidad de los portentos.

Son diversos los monstruos que ocupan las páginas de la Gazeta, por ejemplo, en Junio de 1787 se hacía eco de un niño mestizo que había nacido sin brazos y que usaba su pie izquierdo para coger las cosas; en Diciembre de 1793 recogía el nacimiento de un ser, hijo de indio, que describía de esta manera: “un monstruo, compuesto de dos hembras unidas por los pechos desde las clavículas hasta el ombligo, ambas completamente perfectas, salvo la mano izquierda de la una…”; o en Mayo de 1795 daba noticia del nacimiento de una niña, hija de mulata, que tenía «las lenguas semejantes a la del loro, en los extremos de las colitas una uña dura y semejante a un anzuelo». La diversidad de monstruos recogidos por el periódico fue muy amplia, aunque de todas ellas la que alcanzó una mayor popularidad fue la del «monstruo de Jerusalén».

La noticia de la existencia de este monstruo animal fue en recogida en la Gazeta del 24 de Marzo de 1789. El animal monstruoso se dio a conocer, según recoge la noticia, por la cantidad de estragos que este «animal» había provocado en seres humanos y ganado que habían aparecido despedazados en la mencionada Sierra de Jerusalén. El susodicho fue descubierto por un “caminante” que advirtió que otro que iba más adelantado que él era atacado por un “animal monstruoso”, destrozándolo en un instante. Totalmente asustado, se dirigió a la población más cercana donde relató lo sucedido provocando la reacción del pueblo que se dirigió a darle caza. El monstruo es descrito en la noticia como si de una quimera se tratase, acudiendo a la conocida técnica del jigsaw o puzzle, tan recurrente en la Modernidad para describir cualquier especie desconocida : “Este horrendo monstruo era de la magnitud de un Caballo; pero su espantosa cabeza á especie de la de un León; en ella tiene dos astas á modo de las de un Buey: la punta de la nariz como un gran pico de Aguila; los dientes de un gran León; colmillo de Javalí de à palmo y medio de largo: las orejas muy caídas; quatro tetas como Bacas; el pecho poblado de pelo, los pies con garras muy largas, la cola de un Basilisco sobre seis palmos de largo, y la punta como flecha, del espinazo le salen seis espolones de Gallo, pero mucho mayores sobre todo el anca abaxo…”.



Por tanto, no había animal que no estuviese representado en el Monstruo de Jerusalén: caballo, león, águila, vaca, jabalí, e incluso criaturas mitológicas como el Basilisco. A toda esta mezcla de seres, que daba como resultado un animal quimérico, había que añadir que el horrendo animal era inmune a las balas y que su caza supuso la muerte de 20 hombres de una sola zarpada, por lo que hizo falta un Regimiento de Caballería y otro de Infantería para abatir al mencionado animal, no sin dificultades.


La noticia de este monstruo se hizo especialmente popular, no sólo por el hecho en sí sino por la polémica en la que se vio envuelto su editor, quien tuvo la necesidad de ofrecer determinadas explicaciones en el número posterior a la noticia del monstruo. Al parecer, a sus manos llegó la noticia de que en el Diario Histórico, Político y Moral del P. Fr. Joseph de la Fuente, se refería a la aparición de dicho monstruo en el año de 1725, del cual se había hecho una relación publicada en Madrid al año siguiente. Ante tal coincidencia, el editor declaró que su papel no era averiguar si el monstruo había revivido después de tantos años y agregó que jamás había salido por fiador de la noticia.

* Esta entrada es un extracto de un artículo que publiqué sobre los monstruos en los periódicos del siglo XVIII, si alguien siente interés podéis encontrarlo en mi perfil del portal academia.edu o bien en la siguiente referencia: «La presencia de los monstruos en la prensa Hispánica finidieciochesca», Trocadero, Universidad de Cádiz, 2012. Nº 24. Pp. 83-104. ISSN 0213-4212.

“Aristotle’s Masterpiece Completed in Two Parts, the First Containing the Secret of Generation”





La obra del siglo XVIII que “contiene los secretos de la creación” que fue prohibida por más de dos siglos



El próximo 27 de marzo en la sede británica de Hanson, en el condado de Derbyshire, será subastado un “manual de secretos del sexo” que data de 1720 que fue prohibida su venta por dos siglos, debido a lo polémico de su contenido.

Se trata de “Aristotle’s Masterpiece Completed in Two Parts, the First Containing the Secret of Generation” (La obra maestro de Aristóteles completa en dos partes, la primera contiene los secretos de la creación). Libro que fue publicado en 1684 y estuvo prohibido hasta la década de 1960



Según detalla el tasador de libros y manuscritos de Hanson, Jim Spencer al sitio de la sede británica que uno de los motivos de la censura se debía a que el libro “incluye ilustraciones grabadas en madera de ‘monstruos’ que nacen como consecuencia de engendramientos no natural entre mujeres y animales”, detalla. “Pero hay que tener en cuenta que este libro fue escrito cuando aún se quemaban personas por brujerías en la Inglaterra gerorgina”.




Más allá de lo extravagante de sus ilustraciones, el libro mezcla elementos como la religión, brujería, astrología, entre otros, para orientar a hombres y mujeres en temas como el matrimonio, el sexo y la familia.

“Una palabra de consejo para ambos sexos en el acto de copulación: ‘Yo aconsejo, antes de que comiencen sus abrazos conyugales, que refuercen sus deseos mutuos y hagan arder sus llamas con un ardor más fuerte por esas maneras entrañables que el amor puede enseñar mejor de lo que yo puedo escribir”, dice el libro.

Además advierte que cuando “hayan hecho lo que la naturaleza puede exigir, el hombre debe tener cuidado de no separarse demasiado pronto de los brazos de su esposa”.

Así mismo el libro afirma una teoría sobre la fuerza de la imaginación durante procreación la cual podría afectar a los rasgos del niño al momento de nacer. De hecho, el texto advierte que si las mujeres se imaginan cuerpos con malformaciones, “la fuerza de la imaginación”, podría engendrar a un niño con “un labio peludo, una boca fea o grandes labios de grasa”.

Para que no ocurra eso, la mujer debe “mirar seriamente al hombre y fijar su mente en él”. Así el hijo se parecerá a su padre, explica el libro.

Por otra parte el manual aconseja cómo elegir el sexo del futuro hijo. La mujer, justo después de la relación sexual, debe acostarse del lado derecho para que el bebé sea hombre, e izquierda para que sea mujer.

El hombre debe comer huevos gorriones, mirlos, zorzales, perdices, chirivías, palomas jóvenes, jengibre y nabos para ayudar la función sexual. Mientras que habla sobre “los anhelos codiciosos de las mujeres embarazadas por cosas que son contrarias a los nutrientes”, como carbón, basura, clavos, cuerpo, carne de hombre y carne de caballo.