miércoles, 31 de enero de 2018

OVNIS EN TIEMPOS DE LOS ROMANOS



OVNIS EN TIEMPOS DE LOS ROMANOS





"El Libro de los Prodigios" es una rareza inclasificable. Un libro maldito. Una obra que recoge un amplio compendio de hechos extraordinarios e inexplicados ocurridos durante el reinado romano. Estos acontecimientos fueron recopilados por un misterioso autor, Julio Obsecuente, que quiso dejar testimonio escrito de los mismos. Tal y como señala Ana Moure Casas, autora de la magnifica traducción al castellano del libro de Julio Obsecuente
(1); "del autor de la única monografía de prodigios que existe en la literatura clásica, es muy poco lo que puede decirse con certeza. Ningún escritor de la antigüedad lo menciona; parece que, además, se perdió la parte inicial de su obra, con lo que tampoco existe un proemio que pudiera indicarnos quien era ni por qué escribió un libro de prodigios" (2). ¿Pero que son los prodigios?, de nuevo tomamos la erudita opinión de la autora cuando escribe; "R. Bloch en su estudio sobre los prodigios de la Antigüedad clásica ha señalado que el prodigio es un fenómeno inmanente de psicología religiosa y social. Para el hombre primitivo -continua Ana Moure- todo fenómeno antinatural implica una transgresión del orden cósmico, rompe la paz con los dioses y exige un ritual sagrado de reparación para volver al curso normal de la vida". Por tanto todos los acontecimientos sobrenaturales y no tantos (3), ocurridos en distintas épocas de la humanidad eran tomados como presagios enviados por la "divinidad", para enmendar un error humano, presagiar una derrota o una victoria en el campo de batalla, erigir o derrocar a un rey, etc. Naturalmente estos prodigios eran interpretados por la casta sacerdotal, o por los mas altos escalafones del poder reinante, que sabían "exactamente" que hacer ante tales eventos (4). En su "Liber Prodigiorum" Julio Obsecuente, hace una exhaustiva antología de toda clase de extraños fenómenos registrados desde el año 737 antes de Cristo al 9 a.C.; lluvias de piedras, sangre, leche y carne, voces extrañas que vaticinan acontecimientos, misteriosas tormentas eléctricas que destruyen selectivamente templos, murallas y estatuas, animales que hablan (sic), estatuas que emanan sangren, animales y objetos que arden y no se consumen, ríos de sangre, estatuas que lloran, nacimiento de animales monstruosos y por supuesto, no podían faltar, extraños fenómenos celestes. Precisamente ese será el eje central de nuestro articulo, exponer los diferentes prodigios observados en los cielos de la antigua Roma (5). Muchos de estos relatos, como comprobara el lector, obedeceran a causas naturales, pero algunos tienen una sugerente relación con el moderno fenómeno de los OVNIs (6) :

500 a. C. "Durante el II Consulado de Publio Postumo Tuberto y I de Agripa Menenio Lanato, se vieron en el cielo, hasta muy avanzada la noche, lanzas de guerra en llamas". Este peculiar prodigio sobre la observación de llamas en el cielo, se repite con cierta frecuencia en el libro de Obsecuente, como por ejemplo en el 463 a.C., 461 a.C., 460 a.C., 221 a.C. y 198 a.C..
221 a.C. "Siendo Cónsul Gayo Quintio Flaminio y Publio Furio Filón, en Rímini brilló resplandeciente el día cuando era muy de noche y aparecieron tres lunas en zonas distintas del cielo". Obviamente por su tamaño, y extremada luminosidad no podían tratarse de simples estrellas...

215 a.C. "Bajo los Cónsules Cneo Servilio Gémino y Gayo Quintio Flaminio, en Roma se vieron en el firmamento apariciones de naves. (...) en Arpi se vio un escudo en el cielo, un combate entre la Luna y el sol y, además, dos lunas durante el día. (...) en Capua se vio el firmamento en llamas y se contemplaron apariciones de naves en el cielo". Estos testimonios hablan claramente de hechos que poco o nada tienen que ver con cuestiones relacionadas con los fenómenos atmosféricos y astronómicos. La forma de escudo, de naves... etc, evocan la presencia física de objetos inusuales en los cielos...

212 a.C. "En el IV Consulado de Quintio Fabio Máximo Verrugoso y III de Marco Claudio Marcelo, en Adria se vio un altar en el cielo y, a su alrededor, apariciones de hombres vestidos de blanco". ¿Un objeto Volador No Identificado con sus respectivos tripulantes...?

202 a.C. "En época de los Cónsules Marco Cornelio Cetego y Publio Semprenio Tuditano, se vieron dos soles y durante la noche hubo destellos de claridad. En Sezza se observó un meteoro que se extendía desde el nacimiento del sol hasta el poniente". Si bien lo ocurrido en Sezza pudo deberse a la caída de un simple meteorito... el primer fenómeno reseñado por la pluma de Obsecuente es mas difícil de identificar.... y volvería a repetirse...


201 a.C. "En el Consulado de Cneo Servilio Cepión y Cneo Servilio Gémino, en Anagni se observaron, primero, destellos intermitentes en el cielo y, luego, un meteoro luminoso en el firmamento".

202 a.C. "En el Consulado de Gayo Claudio Pulcro y Tiberio Sempronio Graco, un aerolito enorme cayó desde el cielo al bosque de Marte en la comarca de Crustumerio". Aquí reseñamos también que en el año 165 a.C. "en Lavinio se divisó en el firmamento un lucero ígneo".
Y en el 92 a.C. "apareció un meteoro en el firmamento y todo el cielo se vio envuelto en llamas".

172 a.C. "Siendo Cónsules Sempronio Paulo y Publio Mucio Escévola, en el foro romano, brillaron al tiempo tres soles; durante la misma noche se deslizaron por el firmamento muchos astros errantes en Lanuvio".

171 a.C. "En el consulado de Lucio Postumio Albino y Marco Popilio
Lenate, en Lanuvio se vieron apariciones de una gran escuadra en el cielo".

161 a.C. "El Consulado de Tiberio Graco y Marco Juvencio, en Capua se vio el sol por la noche. (...) en Formia se vieron dos soles durante el día. (...) por la noche brilló en Pisauro una especie de sol". Referencias a extraños "soles" la encontramos también varios años antes, en el 164 a.C. en Cassino, donde "durante algunas horas de la noche se vio el sol". Y mas tarde en el 132 a.C. en Armiterno donde "se vio el sol por la noche y se observó su resplandor durante algún tiempo". En el 25 a.C. "un resplandor celeste que se extendía del sur al norte hizo que la noche se iluminase como el día".

152 a.C. "En época de los Cónsules Lucio Opimio y Quinto Postumo, en Conza se vieron armas en el cielo". Para hacer referencia a extraños objetos voladores, se utilizaban palabras comunes tales como lanzas, escudos y estandartes, por ejemplo Obsecuente escribe que hacia el 138 a.C. "En Preneste y en Celalonia se vieron caer estandartes del cielo".


145 a.C "Durante el Consulado de Publio Africano y Gayo Livio, en Lavinio entre las 8 y las 11 horas rodearon al sol dos círculos de distinto color, uno de tono rojizo y otro blanco. Una estrella destello durante treinta y dos días".

102 a.C. "Siendo Cónsules Gayo Mario y Gayo Flaco, en Rímini a pleno día, desde las ocho a la una de la tarde, apareció la luna y una estrella".

100 a.C. "Bajo el Consulado de Gayo Mario y Quinto Lutacio, en la Galia resplandeció de noche una luz sobre un campamento".

98 a.C. "Durante el Consulado de Gayo Mario y Lucio Valerio, en Tarquinio se vio a gran distancia un astro centelleante que se deslizo a un vertiginoso descenso. A la puesta de sol se divisó un objeto circular parecido a un escudo, que cruzaba desde el oeste al este".

91 a.C. "El Consulado de Gayo Valerio y Marco Herennio, al amanecer se observó en Bolsena una llama centelleante en el firmamento; después de concentrarse en un solo punto la llama dejó ver una embocadura de color ferruginoso; pareció que el cielo se abría y en su apertura aparecieron las puntas de la llama" (7).

89 a.C. "El Consulado de Lucio Marcio y Sexto Julio, Hacia el amanecer brilló un globo ígneo en la zona norte acompañado de un gran estrépito en el firmamento. (...) en Espoleto un globo de fuego de color dorado cayó rodando a la tierra; pareció dirigirse desde el suelo hacia el oriente, aumentando de tamaño, y ocultó con su volumen el sol" (¡). También hallamos extraños objetos llameantes en el 61 a.C. donde "una viga en llamas se extendió en el cielo por el poniente."

42 a.C. "El Consulado de Marco Antonio y Publio Dolabela, Gayo Octavio se unió a la familia Julia por testamento de su padre, Cesar, en Bríndisi. Cuando entraba en Roma, a las ocho de la mañana acompañado de una gran muchedumbre, que se había concentrado alrededor, el sol, ceñido de un pequeño disco en un cielo azul y sereno, lo rodeó con una aureola de muy tenue contorno, tal como suele ponerse el arco iris sobre las nubes. (...) se observó un lucero en el firmamento, que se desplazaba hacia el poniente. Una estrella luminosa centelleó de manera especial durante siete días. Brillaron tres soles y, alrededor del sol mas bajo, resplandeció una corona parecida a una espiga en forma de circulo; seguidamente, el sol se redujo a un solo halo y durante muchos meses, su luz fue tenue".

40 a.C. "En época de los Cónsules Marco Lépido y Munacio Planco, en Módena se vieron tres soles alrededor de las ocho de a mañana, que, seguidamente, se concentraron en un único disco".

Y hasta aquí llegan estos "prodigios celestes" de Obsecuente, al que cualquier lector aficionado a la literatura ufológica podría extraer interesantísimos paralelismos con el Fenómeno OVNI (8). No hay que olvidar, para terminar, que el primer incidente que señala Julio Obsecuente en su "Liber Prodigiorum" se refiere a la súbita y misteriosa desaparición de Rómulo, fundador y patriarca de Roma, que también concuerda con ciertos episodios OVNIs (9); Rómulo "celebraba una reunión con los soldados junto al lago de la Cabra, una tormenta que estalló de forma inesperada con grandes rayos y truenos, envolvió al rey en una nube tan densa que lo quitó de la vista de la asamblea sin que nunca jamás volviera a aparecer sobre la tierra"...

NOTAS:
(1) El Libro de los Prodigios. Ediciones Clásicas, S.A. Magnolias 9, bajo izquierda. 28029 Madrid. 1990. Libro de recomendada lectura para todos aquellos interesados tanto en cuestiones ufológicas como "forteanas".
(2) Varios autores piensan que quizás Julio Obsecuente sea el seudónimo de un escritor pagano en época posterior cristiana, ya que tampoco se tiene la certeza de cuando fue confeccionada esta obra, que se inspira en parte en la propia de Tito Livio, Ab Urbe Condita.
(3) Algunos de estos "presagios" podían ser simples terremotos, fenómenos naturales desconocidos en la época, nacimiento de niños hermafroditas, el aparente extraño comportamiento de un animal, una fuerte tormenta, etc.
(4) Normalmente un prodigio era contestado con alguna suerte de ceremonia ritual o sacrificio, a la espera de la buena providencia.
(5) Se ha respetado fielmente la traducción realizada por Ana Moure de los distintos prodigios, que aparecerán debidamente entrecomillados para que se distingan perfectamente de nuestros particulares comentarios.
(6) La propia autora hace constar en una de las notas del libro, concretamente la 119, la enorme similitud entre algunos fenómenos reseñados por Obsecuente y los reportados actualmente bajo el contexto del fenómeno OVNI. Aunque deja claro eso si, su natural escepticismo ante tales hechos.
(7) Según muchos autores contemporáneos esta descripción puede pertenecer a la observación de una aurora boreal. Señalando que en otros textos antiguos pertenecientes a Séneca y T. Livio entre otros, se encuentran reseñados fenómenos semejantes. Naturalmente muchos de los portentos reseñados por Obsecuente se corresponden a fenómenos totalmente naturales mal interpretados, no obstante hemos querido exponer los principales prodigios celestes que se encuentran en el Libro de los Prodigios para que el lector extraiga sus propias conclusiones...
(8) Quien sí lo hizo fue R.G. Wittmann en su articulo "Flying Saucers or Flying shields", publicado en el Classical Journal, LXIII, 1968.
(9) En la literatura OVNI actual encontramos decenas de incidentes donde se describen el extraño comportamiento "nada natural" de algunas nubes. En ocasiones y tal como aseguran los testigos, habiendo incluso pruebas fotográficas, los mismos OVNIs han "fabricado" alrededor de ellos una especie de nube para camuflarse. Se nos viene a la memoria solo a modo de ejemplo, la famosa columna de humo que condujo al pueblo de Israel en su peregrinaje por el desierto y de la que muchos investigadores entre ellos el exjesuita Salvador Freixedo sospechan pudo ser un OVNI.

La Atlántida


Atlántida




Atlántida (en griego antiguo Ἀτλαντίς νῆσος, Atlantís nēsos, ‘isla de Atlas’) es el nombre de una isla mítica1​ mencionada y descrita en los diálogos Timeo y Critias, textos del filósofo griego Platón.

En dichos diálogos, la isla aparece como una potencia militar que existió nueve mil años antes de la época del legislador ateniense Solón, quien, según Platón, es la fuente del relato. Es ubicada más allá de las Columnas de Hércules;2​ y se la describe como más grande que Libia y Asia Menor juntas.2​

El poderío de la Atlántida fue tal que llegó a dominar el oeste de Europa y el norte del África, hasta ser detenida por la ciudad de Atenas. En ese mismo momento una catástrofe, que no se describe, hizo desaparecer a la vez la isla y los ejércitos rivales, «en un solo día y una noche terrible».3​ El mar donde estuviera la Atlántida se tornó innavegable a causa de los bajíos, en tanto que Atenas y los pueblos de Grecia olvidaron el suceso, pues solo unos pocos sobrevivieron. En Egipto, en cambio, se preservó el recuerdo que, miles de años más tarde, llegó a conocimiento de Solón y, a partir de sus relatos y un manuscrito, a Critias, el narrador.

La descripción detallada de la isla y la mención de que se trata de una historia verdadera llevó a muchos investigadores a proponer diversas conjeturas sobre su ubicación y existencia. Del mismo modo, el hecho de que la fuente sea una tradición no comprobada y la evidencia de que en los diálogos se hace uso de la ironíahizo que otros estudios considerasen a la historia como una invención literaria destinada a expresar ciertas ideas políticas de Platón.

Durante la Antigüedad y la Edad Media prevaleció la interpretación del relato como una alegoría, pero a partir de la Edad Moderna y, especialmente desde la segunda mitad del siglo xix, durante el Romanticismo, se multiplicaron las hipótesis sobre la Atlántida, identificándola con diversas culturas del pasado o con la cuna de la civilización.

La investigación moderna, no obstante, ha comprobado que no existen las supuestas fuentes egipcias del relato y que la narración presenta anacronismos y datos imposibles, lo cual lleva a descartarla como histórica. Algunos investigadores, sin embargo, admiten la posibilidad de que el mito haya sido inspirado en un fondo de realidad histórica vinculado a algún desastre natural.



Índice
1Relato de Platón
1.1Timeo y Critias
1.2Descripción de la isla
1.3Caída del imperio atlante
2Recepción del relato de Platón hasta nuestros días
2.1En la Antigüedad
2.2En la Edad Moderna
2.3En la Edad Contemporánea
2.3.1Ignatius Donnelly
2.3.2Atlántida esotérica
2.3.3Atlántida minoica
2.3.4Atlántida en el sur de la península ibérica
2.3.5Atlántida en América
2.3.6Falsa ubicación de la Atlántida en Google Ocean
2.4Congresos de las hipótesis sobre la Atlántida
2.5Críticas a las hipótesis sobre la Atlántida
3La Atlántida en el arte y la cultura popular
3.1En la literatura



Relato de Platón
Artículos principales: Timeo (diálogo) y Critias (diálogo).
Timeo y Critias

Las fuentes del relato de la Atlántida son el Timeo y el Critias, diálogos escritos por el filósofo griego Platón. En ellos, Critias, discípulo de Sócrates, cuenta una historia que de niño escuchó de su abuelo y que éste, a su vez, supo de Solón, el venerado legislador ateniense, a quien se la habían contado sacerdotes egipcios en Sais, ciudad del delta del Nilo. La historia, que Critias afirma verdadera,4​ se remonta en el tiempo a nueve mil años antes de la época de Solón,5​ para narrar cómo los atenienses detuvieron el avance del imperio de los atlantes, belicosos habitantes de una gran isla llamada Atlántida, situada más allá de las Columnas de Hércules y que, al mismo tiempo de la victoria ateniense, desapareció en el mar a causa de una violenta catástrofe y un gran diluvio.6​

En el Timeo, Critias habla de la Atlántida en el contexto de un debate acerca de la sociedad ideal. Cuenta cómo llegó a enterarse de la historia y cómo fue que Solón la escuchó de los sacerdotes egipcios. Refiere la ubicación de la isla y la extensión de sus dominios en el mar Mediterráneo, la heroica victoria de los atenienses y, finalmente, cómo fue que el país de los atlantes se perdió en el mar.

En el Critias, el relato se centra en la historia, geografía, organización y gobierno de la Atlántida, para luego comenzar a narrar cómo fue que los dioses decidieron castigar a los atlantes por su soberbia, momento en el que el relato se interrumpe abruptamente, quedando la historia inconclusa.
Descripción de la isla

Los textos de Platón señalan la geografía de la Atlántida como escarpada, a excepción de una gran llanura de forma oblonga de 3000 por 2000 estadios, rodeada de montañas hasta el mar.7​ A mitad de la longitud de la llanura, el relato ubica una montaña baja de todas partes, distante 50 estadios del mar, destacando que fue el hogar de uno de los primeros habitantes de la isla, Evenor, nacido del suelo.8​

Según el Critias, Evenor tuvo una hija llamada Clito. Cuenta este escrito que Poseidón era el amo y señor de las tierras atlantes, puesto que, cuando los dioses se habían repartido el mundo, la suerte había querido que a Poseidón le correspondiera, entre otros lugares, la Atlántida. He aquí la razón de su gran influencia en esta isla. Este dios se enamoró de Clito y para protegerla, o mantenerla cautiva, creó tres anillos de agua en torno de la montaña que habitaba su amada.9​ La pareja tuvo diez hijos, para los cuales el dios dividió la isla en respectivos diez reinos. Al hijo mayor, Atlas o Atlante, le entregó el reino que comprendía la montaña rodeada de círculos de agua, dándole, además, autoridad sobre sus hermanos. En honor a Atlas, la isla entera fue llamada Atlántida y el mar que la circundaba, Atlántico.10​ Su hermano gemelo se llamaba Gadiro (Eumelo en griego) y gobernaba el extremo de la isla que se extendía desde las Columnas de Hércules hasta la región que por derivación de su nombre se denominaba Gadírica.11​

Favorecida por Poseidón, la isla de Atlántida era abundante en recursos. Había toda clase de minerales, destacando el oricalco (cobre de montaña) más valioso que el oro para los atlantes y con usos religiosos (se especula que el relato hace referencia a una aleación natural del cobre). También había grandes bosques que proporcionaban ilimitada madera; numerosos animales, domésticos y salvajes, especialmente elefantes; copiosos y variados alimentos provenientes de la tierra.12​

Tal prosperidad dio a los atlantes el impulso para construir grandes obras. Edificaron sobre la montaña rodeada de círculos de agua una espléndida acrópolis13​ plena de notables edificios, entre los que destacaban el Palacio Real y el templo de Poseidón.14​ Construyeron un gran canal, de 50 estadios de longitud, para comunicar la costa con el anillo de agua exterior que rodeaba la metrópolis; y otro menor y cubierto, para conectar el anillo exterior con la ciudadela.15​ Cada viaje hacia la ciudad era vigilado desde puertas y torres, y cada anillo estaba rodeado por un muro. Los muros estaban hechos de roca roja, blanca y negra sacada de los fosos, y recubiertos de latón, estaño y oricalco. Finalmente, cavaron, alrededor de la llanura oblonga, una gigantesca fosa a partir de la cual crearon una red de canales rectos que irrigaban todo el territorio de la planicie.16​
Caída del imperio atlante

La caída de la Atlántida, por François de Nomé (siglo xvii).

Los reinos de la Atlántida formaban una confederación gobernada a través de leyes, las cuales se encontraban escritas en una columna de oricalco, en el Templo de Poseidón.17​ Las principales leyes eran aquellas que disponían que los distintos reyes debían ayudarse mutuamente, no atacarse unos a otros y tomar las decisiones concernientes a la guerra, y otras actividades comunes, por consenso y bajo la dirección de la estirpe de Atlas.18​ Alternadamente, cada cinco y seis años, los reyes se reunían para tomar acuerdos y para juzgar y sancionar a quienes de entre ellos habían incumplido las normas que los vinculaban.17​

La justicia y la virtud eran propios del gobierno de la Atlántida, pero cuando la naturaleza divina de los reyes descendientes de Poseidón se vio disminuida, la soberbia y las ansias de dominación se volvieron características de los atlantes.19​ Según el Timeo, comenzaron una política de expansión que los llevó a controlar los pueblos de Libia hasta Egipto y de Europa, hasta Tirrenia. Cuando trataron de someter a Grecia y Egipto, fueron derrotados por los atenienses.20​

El Critias señala que los dioses decidieron castigar a los atlantes por su soberbia, pero el relato se interrumpe en el momento en que Zeus y los demás dioses se reúnen para determinar la sanción.21​ Sin embargo, habitualmente se suele asumir que el castigo fue un gran terremoto y una subsiguiente inundación que hizo desaparecer la isla en el mar, "en un día y una noche terribles", según señala el diálogo en Timeo.22​
Recepción del relato de Platón hasta nuestros días
En la Antigüedad

Se conservan algunos párrafos de escritores antiguos que aluden a los escritos de Platón sobre la Atlántida. Estrabón, en el siglo i a. C., parece compartir la opinión de Posidonio (c. 135-51 a. C.) acerca de que el relato de Platón no era una ficción, lo que considera más plausible que compararlo con el "muro de madera" de los aqueos, paradigma de lo ficticio.23​ Un siglo más tarde, Plinio el Viejo señala en su Historia Natural que, de dar crédito a Platón, se debería asumir que el océano Atlántico se llevó en el pasado extensas tierras.24​ Por su parte, Plutarco, en el siglo ii, menciona los nombres de los sacerdotes egipcios que habrían relatado a Solónla historia de la Atlántida: Sonkhis de Sais y Psenophis de Heliópolis, desconocidos por otras fuentes.25​ Finalmente, en el siglo v, comentando el Timeo, Proclo refiere que Crantor (aprox. 340-290 a. C.), filósofo de la Academia de Atenas, viajó a Egipto y pudo ver las estelas en que se hallaba escrito el relato que escuchó Solón;26​ sin embargo, el texto de Proclo es lo suficientemente ambiguo como para pensar que, en realidad, quien vio las estelas fue Platón y que Proclo no se pronuncia sobre la veracidad de esta historia.27​ Diodoro Sículo,28​ Claudio Eliano29​ y Eustacio,30​ mencionan la Atlántida, aunque también pueden referirse a los atlantes, una tribu libia o a la región del Atlas en general; algunos de ellos, como Teopompo,31​ lo hacen de manera paródica (Meropis).
En la Edad Moderna

Mapa de Athanasius Kircher mostrando una supuesta ubicación de la Atlántida. (Mundus Subterraneus, 1669). Mapa orientado con el sur arriba.

Si bien conocida, durante la Edad Media la historia de la Atlántida no llamó mayormente la atención. En el Renacimiento, la leyenda fue recuperada por los humanistas, quienes la asumirán unas veces como vestigio de una sabiduría geográfica olvidada y otras, como símbolo de un porvenir utópico. El escritor mexicano Alfonso Reyes Ochoa afirma que la Atlántida, así resucitada por los humanistas, trabajó por el descubrimiento de América.32​ Francisco López de Gómara en su Historia General de las Indias, de 1552, afirma que Colón pudo haber estado influido por la leyenda atlántida y ve en voz náhuatl atl (agua) un indicio de vínculo entre aztecas y atlantes.33​ Durante los siglos xvi y xvii, varias islas (Azores, Canarias, Antillas, etc.) figuraron en los mapas como restos del continente perdido. En 1626, el filósofo inglés Francis Bacon publicó La Nueva Atlántida (The New Atlantis), utopía en pro de un mundo basado en los principios de la razón y el progreso científico y técnico. En España, en 1673, el cronista José Pellicer de Ossau identifica la Atlántida con la península ibérica, asociando a los atlantes con los misteriosos tartesios.34​
En la Edad Contemporánea
Artículo principal: Hipótesis sobre la Atlántida

Las conjeturas que postulaban la existencia de la Atlántida como el «continente perdido» fueron invalidadas por la comprobación del fenómeno de la deriva continentaldurante los años 1950. Por ello, algunas de las hipótesis modernas proponen que algunos de los elementos de la historia de Platón se derivan de mitos anteriores o se refieren a lugares ya conocidos.
Ignatius Donnelly

Mapa en Atlantis: The Antediluvian World(1882), de Ignatius Donnelly.

No será hasta la segunda mitad del siglo xix, que la historia de la Atlántida adquiera la fascinación que provoca hasta hoy en día. En 1869, Julio Verne escribió Veinte mil leguas de viaje submarino, novela que en su capítulo IX describe un encuentro de los protagonistas con los restos de una sumergida Atlántida. Tiempo después, en 1883, Ignatius Donnelly, congresista norteamericano, publicaría Atlántida: el mundo antediluviano (Atlantis: The Antediluvian World). En dicha obra, Donnelly, a partir de las semejanzas que aprecia entre las culturas egipcia y mesoamericana, hacía converger, de modo muchas veces caprichoso, una serie de antecedentes y observaciones que lo llevan a concluir que hubo una región, desaparecida, que fue el origen de toda civilización humana (véase difusionismo) y cuyo eco habría perdurado en la leyenda de la Atlántida. El libro de Donnelly tuvo gran acogida de público (fue reeditado hasta 1976), en una época en que el avance de la ciencia permitía a su hipótesis aparecer seductoramente verosímil. Tanto fue así, que el gobierno británico organizó una expedición a las islas Azores, lugar donde el escritor situaba la Atlántida.35​
Atlántida esotérica

Portada de Atlantis: Die Urheimat der Arier (1922), de Zschaetzsch.

El éxito de Donnelly motivó a los autores más diversos a plantear sus propias teorías. En 1888, la ocultista Madame Blavatskypublicó La Doctrina Secreta. Allí aludía al El Libro de Dzyan un supuesto documento tibetano cuyo origen remoto estaría en la Atlántida. Según Blavatsky, los atlantes habrían sido una raza de humanos anterior a la nuestra, cuya civilización habría alcanzado un notable desarrollo científico y espiritual.

La Sociedad Thule estudió la Atlántida.36​ En este contexto de misticismo nazi y racismo «ario», además de Karl Georg Zschaetzsch con su libro Atlantis: Die Urheimat der Arier (1922)36​37​ y Alfred Rosenberg, que aludiría a la Atlántida en su Der Mythus des zwanzigsten Jahrhunderts (1930),36​ Heinrich Himmler habría organizado en 1938 una serie de expediciones a distintos lugares del mundo en busca de los antepasados atlantes de la raza aria.

Herman Wirth propuso teorías en torno a la Atlántida, continente cuyos habitantes habrían tenido que abandonar. Estos atlantes emigrados se habrían instalado en alguna región del norte de Europa, relacionando Wirth a estos con la mítica Hiperbórea y con los ingaevones.38​ El tradicionalista y ocultista italiano Julius Evola también introduciría a la Atlántida en sus doctrinas raciales, aludiendo a mestizajes entre atlantes y razas sureñas y atribuyendo a estas últimas influencias decadentes.39​

En 1940, el médium norteamericano Edgar Cayce hace descripciones de la atlántica en sus lecturas, toma como base el relato existente de Platón y lo amplía con nuevos detalles como que la civilización atlante se regía bajo un gobierno teocrático llamado Ley del Uno, la civilización tenía una tecnología avanzada basado en cristales de cuarzo, que a su vez dependía de un Gran Cristal; sin embargo los líderes atlantes abusaron del poder de este Gran Cristal que llevó a la extinción bajo las aguas, los sobrevivientes llegaron a Egipto donde guardaron su conocimiento dentro de la Esfinge. Cayce predice que en 1968 la Atlántida volverá a la superficie frente a las costas de Florida. Un año después de esa fecha, en 1969, se descubre una formación rocosa sumergida en las aguas de la isla de Bimini, Bahamas, a unos 80 km al este de Miami. Esta estructura, llamada Carretera de Bimini o Muro de Bimini, fue considerada como un resto de la isla desaparecida, alegándose que cumplía la predicción de Cayce. Sin embargo, los expertos geólogos sostienen que se trata de una formación natural conocida como roca de playa.40​41​
Atlántida minoica

Escena de Akrotiri, capital de Thera.

Pescador de Akrotiri.

Al margen de lo esotérico, el impulso generado por la obra de Donnelly motivó numerosos historiadores y arqueólogos, tanto profesionales como aficionados, quienes durante el siglo XX desarrollaron diversas conjeturas sobre la ubicación de la Atlántida, asociando a los atlantes con diferentes culturas de la Antigüedad. Es así como en 1913, el británico K. T. Frost sugiere que el imperio minoico (o cretense), conocido de los egipcios, poderoso y posiblemente opresor de la Grecia primitiva, habría sido el antecedente fáctico de la leyenda atlántida.42​

En 1938, el arqueólogo griego Spyridon Marinatos plantea que el fin de la civilización cretense, a causa de la erupción del volcán de Santorini, antiguamente llamada Thera, cuya capital era Akrotiri, podría ser el fondo histórico de la leyenda. La idea de Marinatos fue desarrollada por el sismólogo Angelos Galanopoulos, quien en 1960 publicó un artículo donde relaciona la tesis cretense con los textos de Platón.43​ Si bien el propio Marinatos siempre sostuvo que se trataba de una simple especulación, la hipótesis de la Atlántida cretense ha tenido amplia aceptación y captado muchos seguidores, entre los que se cuenta el fallecido oceanógrafo francés Jacques Cousteau.44​

Entre el 1628 y el 1627 a. C., la erupción del volcán terminó con una gigantesca explosión de caldera, del mismo tipo que la de Krakatoa(Indonesia) de 1883. Como efecto de la explosión la isla perdió buena parte de su superficie, y se desencadenó un maremoto que asoló el Mediterráneo Oriental, provocando, supuestamente, una grave crisis de la civilización minoica de Creta. Parece que la población encontró tiempo suficiente para evacuar la isla, llevándose muchos de sus bienes muebles. Marinatos popularizó la idea de que la explosión prehistórica de Tera-Santorini está en el origen del mito de la Atlántida.45​

La explosión fue muy intensa y la emisión de polvo oscureció la atmósfera lo suficiente como para que el hecho fuera observado en China. El enfriamiento del tiempo ha quedado registrado en anillos de los árboles incluso en Canadá. En Egipto, una inscripción del faraón Ahmosis conocida como la Estela de la Tormenta46​ parece referirse a este hecho; si bien se han propuesto otras interpretaciones.
Atlántida en el sur de la península ibérica

Por su parte, en 1922, el arqueólogo alemán Adolf Schulten retomó y popularizó la idea de que Tartessos fue la Atlántida,47​ hipótesis que tomó de los historiadores españoles Francisco Fernández y González (finales del s. xix) y su hijo, Juan Fernández Amador de los Ríos (1919).

En 2005, Marc-Andre Gutscher, geólogo marino del Instituto Universitario Europeo del Mar, en Plouzané, Francia, publicó un artículo en la revista científica Geology en el que analizaba Espartel, una isla sumergida al oeste del estrecho de Gibraltar, y la posibilidad de que esta fuera destruida por un fuerte terremoto y tsunami posterior hace unos 12 000 años y sus hipotéticas relaciones con la Atlántida descrita por Platón.48​

En 2005, un equipo multidisciplinar de investigadores del CSIC (Juan José Villarias Robles, Sebastián Celestino Pérez y Ángel León) y de la Universidad de Huelva (Antonio Rodríguez Ramírez), en el marco del denominado Proyecto "Constratación de la hipótesis de Wickboldt-Kühne", estudiaron sobre el terreno si las formas geométricas que se advertían en las imágenes de 1996 del Espacio Natural de Doñana obtenidas desde el satélite indio IRS y señaladas por los investigadores alemanes Werner Wickboldt49​50​ y Rainer W. Kühne51​ y las que el escritor hispanocubano Georgeos Díaz-Montexano52​ aportó –públicamente– a Rainer Kühne en el 2003 en el foro Atlantis Rising, se correspondían con un yacimiento arqueológico de importancia tal como la Atlántida o Tartessos. Los resultados de las pruebas realizadas (georradar, tomografía, sondeos, catas sedimentológicas) entre 2005 y 2010 indicaron que bajo Doñana "hasta 12 metros de profundidad no hay absolutamente nada", tal y como explica en una entrevista Sebastián Celestino Pérez, investigador del CSIC.53​


Atlántida en América

En 1999, el investigador Jim Allen aseguró encontrar pruebas de la perdida isla en el altiplano de Bolivia, en Pampa Aullagas del Departamento de Oruro.. (“Atlantis: the Andes Solution” Windrush Press, England 1998). La teoría se apoya en varias fuentes y resultados de investigaciones respecto a la formación mineralógica de las montañas que rodean al Altiplano, y la correspondencia entre la planicie rectangular del Altiplano al lado del lago Poopó y la descripción de la planicie rectangular dada por Platón. Además Allen mantiene que el cerro volcánico en Pampa Aullagas rodeado con anillos concéntricos corresponde a la isla capital de la Atlándida con sus anillos concéntricos y dice que la leyenda griega tuvo su origen en una supuesta leyenda boliviana, “La Leyenda del Desaguadero”, que habla de una ciudad castigada por los dioses y sumergida bajo un lago; un tema común a varias mitologías y que puede deberse a la influencia del mito bíblico del diluvio aportado por los misioneros. El investigador participó en varios documentales y entrevistas incluso en 1998 en un documental de la BBC y en 2001, participó en un documental para Discovery Channel dirigido por “Of Like Mind Productions” y titulado "La Atlántida en los Andes".54​ que incluye imágenes de Tihuanaco y también los resultados de la expedición Akakor realizada en el lago Titicaca en 1999. Algunos investigadores, como Arthur Posnansky, cuyas conclusiones no concuerdan con los datos arqueológicos que establecen la fundación de esta ciudad como tal en el siglo I de nuestra era, proponen una antigüedad de alrededor de doce mil años para las ruinas de Tihuanacu, lo cual coincidiría con la fecha probable de la Atlántida platónica aunque Allen mencionó en sus libros la posibilidad de 1260 a.C. como más probable. El documental argumenta, además, que Tihuanaco y el pueblo aimara fueron uno de los diez reinos de la isla, si bien esta etnia es posterior a la caída de Tiahuanaco en el siglo XIII de nuestra era. Esta hipótesis ha sido rechazada por la comunidad científica dado que las dataciones propuestas para Tiahuanaco, como también las extrapolaciones de Allen a partir de los textos antiguos, carecen de bases sólidas y contradicen todos los demás estudios realizados al respecto.
Falsa ubicación de la Atlántida en Google Ocean

En febrero de 2009, el periódico The Telegraph, del Reino Unido, publicó un artículo insinuando que usando Google Ocean (una extensión de Google Earth) se podía ver un misterioso rectángulo bajo el mar en el océano Atlántico55​ en las coordenadas 35°15′15″N 24°15′30.53″O. Inmediatamente, fanáticos de la Atlántida comenzaron a especular, asegurando que la imagen correspondía a la ciudad hundida. Google afirmó que la imagen correspondía a un típico error de procesamiento de imagen en el momento en que se recolectaron los datos de batimetría de varios sonares de botes en la zona.56​
Congresos de las hipótesis sobre la Atlántida

En julio de 2005 se celebró en la isla griega de Milos el primer congreso de las hipótesis sobre la Atlántida,57​ donde los participantes expusieron sus tesis sobre la base histórico-geográfica del relato de la Atlántida reflejado en los diálogos de Platón. Como resultado del congreso, se elaboró una lista de 24 criterios para la localización de la Atlántida.58​ Se convocaría un segundo encuentro en Atenas en noviembre de 200859​ y un tercero en Santorini en el año 2010.


El objetivo del congreso no es "establecer si la Atlántida existió o no, ni de localizarla de una vez por todas, lo que sería presuntuoso para una historia vieja de más de 2.500 años", sino más bien "pasar revista a las hipótesis y censar los eventuales índices confiables", explicó a la AFP Pavilidis, al inaugurarse el evento el lunes.
El Tiempo.com, Atenas/AFP60​
Críticas a las hipótesis sobre la Atlántida

Ante la cantidad de sitios propuestos como el emplazamiento de la isla, el periodista escéptico Michael Shermer, fundador de la Skeptics Society,61​ sostiene que las hipótesis de la ubicación de la isla Atlántida tienen defectos de fondo y forma. Por ello, Shermer rechaza en general las distintas conjeturas, y en particular el supuesto descubrimiento de la ubicación de la Atlántida en el sur de España por el investigador alemán Rainer Kühne;62​ y señala que el mito de la Atlántida propuesto por Platón recoge su percepción acerca del costo de la guerra en lo económico y social, derivado de su observación del conflicto armado entre los siracusanos y los cartagineses. Este relato presentaría un mensaje moral alrededor de una sociedad que al hacerse rica se torna belicosa y corrupta, y por ello es destruida por un castigo divino.63​

Dicha postura, en general, coincide con los estudiosos del pensamiento platónico, quienes proponen que Platón simplemente elabora un relato mítico con base en hechos y localizaciones reales de la época tomando elementos de las descripciones etnográficas de Heródoto. Al respecto, no debe olvidarse que el propio Platón recomienda, en su estudio de la polis ideal, el uso de una noble falsedad para poder discutir y consolidar el sistema político ideal.64​65​

La Atlántida en el arte y la cultura popular

Una lista casi exhaustiva sobre este tema puede leerse en 'Atlantis in fiction' (inglés).66​
En la literatura




Nemo y Aronnax ante las ruinas de la Atlántida (Veinte mil leguas de viaje submarino).
Veinte mil leguas de viaje submarino (Vingt mille lieues sous les mers, 1869), de Julio Verne: en los capítulos IX, X y XI de la segunda parte, el Nautilus visita las ruinas de la Atlántida.67​
La Atlántida (L'Atlàntida, 1877), de Jacinto Verdaguer: poema clásico catalán que narra cómo Colón escucha de un ermitaño la historia de la Atlántida, después de lo cual sueña con viajar a nuevas tierras.
La Atlántida (L'Atlantide, 1919), de Pierre Benoit: en una inexplorada región del Sahara, dos oficiales franceses descubren una fabulosa ciudad gobernada por una reina atlante.68​
En los relatos de Robert E. Howard, la Atlántida es un archipiélago de islas habitadas por tribus bárbaras muy aguerridas en guerra con los pictos y otros vecinos. El rey Kull de Atlantis es un bárbaro atlante que llega a convertirse en rey de Valusia, uno de los reinos de Thuria.
Atalantë («La Sepultada» en quenya, equivalente a Akallabêth en adunaico) es, en los relatos de J. R. R. Tolkien, el nombre que se da a la isla de Númenor, que Tolkien intencionadamente sitúa como símil de la Atlántida.
La rebelión de Atlas (Atlas Shrugged, 1957) de Ayn Rand: describe un lugar llamado la Atlántida («Atlantis»), donde residen John Galt (el héroe de la novela) y sus amigos. Las referencias a Atlantis como símbolo de la sociedad propugnada por la filosofía objetivista serán continuas en el resto de la carrera de Ayn Rand.
Taliesin (1987), de Stephen R. Lawhead, primer volumen del Ciclo de Pendragon: el rey Avallach y su hija Charis, sobrevivientes de la Atlántida, llegan a las costas bretonas.
Corazones en la Atlántida (Hearts in Atlantis, 1999), de Stephen King: la Atlántida aparece como metáfora de la cultura popular de los años 60.
El resurgir de la Atlántida (Raising Atlantis, 2005), de Thomas Greanias: un grupo de científicos, que investiga una inusual actividad sísmica en el polo sur, descubre la Atlántida.
La llave, novela de Marianne Curley (2005): en uno de los capítulos, los Guardianes del Tiempo viajan a la Atlántida durante "su último día". Según la autora, la ciudad desapareció durante el año 9596 a. C. Durante su visita, los protagonistas ven una ciudad bastante avanzada, que incluso ha conseguido crear una "bola" que es capaz de ver el futuro. Finalmente, la ciudad desaparece, pero aun así hay bastantes supervivientes.
Atlantis (2006), de David Gibbins: un arqueólogo marino descubre indicios de la Atlántida en el mar Mediterráneo.
El Laberinto de La Atlántida (2009), de Álvaro Bermejo: durante la II Guerra Mundial, un agente de espionaje aliado descubre en Creta una operación dirigida por el Alto Mando alemán en busca del legendario Rayo de Poseidón, al que atribuían un poder destructor comparable al de la bomba atómica que, por esas mismas fechas, se estaba preparando en el Proyecto Manhattan. Basada en hecho reales. Cuenta con una edición italiana: Il Labirinto di Atlantide. Edit. Falcone. 2013
El librero de la Atlántida (2006), de Manuel Pimentel: un tímido librero, que escucha de un marinero historias sobre continentes perdidos, se enfrenta a la contingencia de un nuevo cambio climático similar al que destruyó la Atlántida.
Acheron (2008), novela de Sherrilyn Kenyon sobre fenómenos paranormales: un dios nacido en Atlántida se ve forzado a una vida de sufrimiento como humano.
Atlántida (2010), de Javier Negrete: tras una serie de erupciones de los llamados 'supervolcanes', los protagonistas sitúan el continente perdido en el archipiélago de Santorini, al norte de la isla de Creta.




Hipótesis sobre la Atlántida



Mapa del imperio atlante. De Atlantis: The Antediluvian World, de Ignatius Donnelly, 1882.



A lo largo de la historia, y en especial tras la llegada a la fama de Ignatius Donnelly, han aparecido numerosas hipótesis sobre la localización que tuvo la Atlántida, las causas de su desaparición y la naturaleza de la civilización atlante. Varias hipótesis modernas proponen que algunos de los elementos de la historia de Platón se derivan de hechos o mitos vinculados a lugares y culturas reales. Otras se basan en fenómenos paranormales o la intervención de alienígenas para tratar de explicar la destrucción de las tierras atlantes y de las construcciones, y la escasez de restos arqueológicos.

El primer revés para las hipótesis, sobre todo para las que postulaban a la Atlántida como un continente de gran tamaño y distinto a los existentes,1​ se produjo al descubrirse y demostrarse el fenómeno de la deriva continental que afecta a las placas que forman la corteza terrestre.

Por otra parte, los académicos y expertos en el pensamiento platónico consideran que la Atlántida jamás tuvo existencia real.2​ Según el consenso científico el relato de Platón tiene una finalidad metafórica y simbólica más que historiográfica. A lo sumo podría considerarse que ciertos hechos históricos; el anegamiento de tierras, como la isla de Atalanta,3​ las Guerras Médicas y los enfrentamientos entre siracusanos y cartagineses o, incluso, un diluido recuerdo de la potencia minoica estén en la base de un escrito destinado a ilustrar un punto de vista filosófico.4​ Recogiendo este consenso, la doctora Julia Annas, profesora de filosofía de la Universidad de Arizona, manifiesta lo siguiente:


"La continuada industria del descubrimiento de la Atlántida ilustra los peligros de leer a Platón. En él es claro el uso de lo que se ha convertido en un estándar en la ficción - recalcando la historicidad de un evento (y el descubrimiento de desconocidas autoridades hasta el momento) como indicador de que lo que sigue es ficción. La idea es que deberíamos utilizar esta historia para examinar nuestras nociones sobre el gobierno y el poder. Hemos olvidado esto y en lugar de reflexionar respecto a tales asuntos salimos a explorar el lecho marino. El continuado malentendido de Platón como historiador nos permite ver porqué su desconfianza de la escritura imaginativa está a veces justificada".5​

El profesor Pedro Amorós Juan, de la Universidad de Murcia, coincidiendo con lo anterior, destaca que:


"(Platón)...ha recurrido a unos cuantos nombres de la tradición y ha contado en el Timeo y en el Critias un logos relacionado con los tiempos antiguos que merece ser escuchado. Así pues, también Platón tiene formas de “mitologizar” con agrado. Pero en Platón se «mitologiza» sobre la justicia y demás cosas de importancia. A modo de entretenimiento y de juego se enseña adecuadamente la verdad".6​

La mayoría de los expertos en filología griega y estudiosos del pensamiento griego en general y platónico en particular, aseveran que Platón hace uso aquí de un recurso muy común en sus escritos; la ironía, al presentar el discurso como "verdadero" pone en guardia al lector sobre sus intenciones.7​8​9​

Por el contrario, el Dr. César Guarde de la Universidad de Barcelona, y el Dr. Antonio Morillas, de la misma universidad y también profesor de filosofía en la Escola Magna, ambos miembros del Grupo Agón, opinan lo siguiente en el prólogo a la obra de Georgeos Díaz Montexano, defensor de la historicidad de la Atlántida:


"Pero lo más importante es que nuestro amicus Plato, gran amigo de la Verdad, nunca escatima esfuerzos en precisar, a través de las imperfecciones del lenguaje escrito, qué debe ser entendido como mito o como logos (historia) [...] No encontraremos en el Timeo o el Critias rastros de los antiguos mitos socráticos y, por tanto, tampoco rastro alguno de ninguna “ironía socrática” con la que transmutar mágicamente este logos en mythos [...] Continúa el ateniense su legado póstumo con el relato del Critias, al que denomina, simple y llanamente, “alethinon logon”, es decir, “verdadero”, “genuino” o “de confianza”, en cuanto que, a diferencia de la deducción empírica de Timeo de Locri, parte de documentos históricos transmitidos, ni más ni menos, que por el sabio y legislador Solón. No hay pues ironía alguna ni puede haberla, [...] y clasificar la narración de Critias como un “mito” no es sino faltar a la literalidad del texto, a la intención de Platón y, en especial, a esa finura filológica que Nietzsche reclamara para la filosofía".10​

En lo que respecta a los estudiosos que aceptan como posible la existencia de Atlántida, cabe señalar que muy pocos de ellos se especializan en Historia Antigua, Filología Clásica o Arqueología, siendo en su mayoría aficionados provenientes de diversos campos. Sin embargo, existe un número reducido entre aquellos que mantienen la existencia de un núcleo histórico en el relato platónico, que han intentado utilizar metodología histórica para encontrarlo. Estos estudiosos, como Marinatos o J. V. Luce,11​ reconocen que Platón crea la historia de la Atlántida, con el propósito de expresar sus reflexiones políticas, pero añaden que su relato deja entrever antiguas tradiciones sobre las civilizaciones de la cuenca del Egeo durante la Edad del Bronce.

Existen numerosas hipótesis en cuanto a la posible ubicación de la mítica Atlántida; algunas pretenden ser científicas, otras son manifiestamente pseudocientíficas y esotéricas. Se pueden dividir de la siguiente forma:



Índice
1Hipótesis y especulaciones sin intervención sobrenatural o extraterrestre
2Especulaciones sobre la intervención sobrenatural o extraterrestre
3Especulaciones raciales y políticas sobre su situación
4Congresos de las hipótesis sobre la Atlántida en la isla griega de Milo
5Véase también
6Referencias
7Enlaces externos
7.1Textos de Platón
7.2Colecciones de Información sobre la Atlántida
7.3Hipótesis diversas


Hipótesis y especulaciones sin intervención sobrenatural o extraterrestre
En 1999, el periodista y escritor británico Graham Hancock realizó para la BBC el documental "Atlantis Reborn", en el que documentaba con gran detalle su hipótesis de una catástrofe planetaria y la desaparición de una civilización anterior. Esta hipótesis, también publicada en forma de libro, se apoya tanto en los relatos de la tradición oral de religiones y pueblos antiguos como en sus propias teorías sobre la desviación del eje terrestre. Las ideas de Hancock postulan una influencia entre algunos supervivientes de esa pasada civilización y los albores de la actual, estos supervivientes narrarían el mito de la Atlántida, recogido en Platón y, según Hancock, otras fuentes antiguas. El libro de Hancock Tras las huellas de los dioses12​ señala un desplazamiento del eje magnético de la tierra como el origen de la catástrofre. Al corregir mediante computación ese desviamiento, Hancock pretende demostrar que diversas edificaciones antiguas alrededor de todo mundo muestran una concordancia exacta con las constelaciones del fimamento, para lo cual considera que esas construcciones son más antiguas de lo que se ha admitido y presupone que fueron diseñadas en función de ciertos patrones astronómicos13​14​
Según muchos estudiosos entre ellos los arqueólogos Angelos Galanopoulos y el ya mencionado Spyridon Marinatos, el submarinista Jacques Cousteau y el profesor J. V. Luce (sobre una tesis de K. T. Frost publicada a principios del siglo XX15​) la Atlántida sería el recuerdo deformado de la civilización minoica (o cretense). Algunos consideran que esta civilización fue destruida tras la erupción del volcán de la isla Thera o Santorini alrededor de 1640 a. C. Esta erupción causó un tsunami que barrió las costas del Egeo. Si bien hay acuerdo en que la catástrofe dañó gravemente al imperio minoico, no obstante actualmente no hay consenso entre los arqueólogos acerca de la vinculación entre la erupción y el fin de la civilización minoica.16​17​
Según propone el alemán Rainer W. Kühne,18​19​ estaría en el Coto de Doñana, cerca del Estrecho de Gibraltar, concretamente en la llamada marisma de Hinojos, también conocida como "marisma gallega". Esta hipótesis ubica la capital o acrópolis de la Atlántida en las "Marismas de Hinojos" y fue planteada y defendida por primera vez por tres autores españoles: José Pellicer de Ossau I Tovar en 1673, y mucho más adelante, por Francisco Fernández y González y Juan Fernández Amador y de los Ríos en 1919. Después fue retomada por los alemanes Adolf Schülten en 1922, y por Otto Jessen y Richard Hennig en la segunda y tercera década del pasado siglo XX. Estos últimos nunca se aventuraron a precisar un punto concreto. También el teólogo y rabino Richard Freund defiende esta hipótesis, según la cual los restos de la capital atlante se encuentran bajo las marismas en el actual Parque de Doñana, en Huelva, donde habrían sido sepultados tras sa destrucción por un tsunami.[cita requerida]
Las imágenes de satélite del área muestran dos posibles estructuras rectangulares y un par de posibles formas circulares concéntricas que han sido interpretadas como restos del "templo de Poseidón" y el "templo de Cleito y Poseidón". Sin embargo, los estudios arqueológicos y geológicos hechos "in situ", hace más de dos décadas, han demostrado que no existe ninguna construcción con aquellas características en aquel lugar y que se trata de un artefacto originada por las sombras de los paleocanales de los ríos colmatados, en una foto de satélite demasiado alejada y con poca resolución. El área estuvo sumergida hasta el siglo IX, formando parte del actual Golfo de Cádiz, y fue a partir de la época romana tardía cuando empezó a colmatarse de sedimentos, hasta alcanzar en los últimos 2000 años la naturaleza de marismas que actualmente presenta.20​
Jorge María Ribero Meneses la ubica en en el norte de España.21​

La región del Sinaí desde el espacio, con el golfo de Suez al oeste.
Jaime Manuschevich, chileno, plantea en su libro "La Atlántida, el mito descifrado" (2002) que el lugar real de la civilización mítica es el territorio norte del Gran Valle del Rift o la antigua Canaán, que hoy corresponde a Israel y el Sinaí, que fue una isla hasta el 5600 a. C. (Ryan y Pitman), rodeada por el valle de Jeezrael por el norte, por el mar Muerto y el mar Rojo por el este, y el golfo de Suez por el oeste, hasta aquella fecha. En ese territorio existió hace más de 11 mil años la cultura natufita o Natufiense, que justamente fueron los primeros productores de alimentos de la historia humana, señalando también que allí existió la primera ciudad reconocida, Jericó. El investigador chileno sostiene que justamente aquella primera civilización humana fue lo que hoy conocemos como la Atlántida.
Según Peter James, estaría en una antigua ciudad de Anatolia.[cita requerida]
Según J. M. Allen, que escribió en "Atlántida: la solución andina" por Latinas Editores, Oruro, estaría en el Altiplano boliviano.22​ Correspondería, entonces, a la planicie rectangular al lado del lago Poopó y el cerro rodeado con anillos concéntrico en Pampa Aullagas al sur del lago Poopó.
Según Ignatius Donnelly (en Atlantis: the Antediluvian World, 1882), el relato de Platón sería realmente cierto, y las demás civilizaciones antiguas descenderían de la atlante.
Según el novelista Robert Graves se habría encontrado en el Lago Tritonis, actual Túnez.23​
Según Arisio Núñez, estaría en algún lugar del Océano Índico, como Indonesia.
Según Jürgen Spanuth, estaría en algún lugar de los países nórdicos, como Dinamarca.
Según Paulino Zamarro, la Atlántida estaría situada en el mar Egeo en torno a las islas Cícladas tenía una extensión de unos 5300 km2 y se sumergió bajo las aguas por una avalancha marina proveniente de la ruptura de un supuesto istmo que pudo existir en el mismo estrecho de Gibraltar hasta hace unos 7500 años.
Según el atlantólogo y escritor Jorge Díaz, quien escribe como Georgeos Díaz-Montexano,24​ la Atlántida tendría su comienzo o parte más oriental próxima al Estrecho de Gibraltar, siendo un imperio Íbero-Mauritano. En su hipótesis defiende las afirmaciones vertidas por el propio Platón en sus relatos del Timeo y el Critias sobre la isla o península (en griego Nêsos) Atlántica o de la Atlántida, la cual tenía su comienzo en el Atlántico, "ante la boca" (en griego pro tou stomatós) de las Columnas de Hércules (Gibraltar), y en la cual existía una región denominada Gadeira (la fenicia Gades, hoy Cádiz) y una isla-acrópolis que desapareció bajo el mar durante la Edad del Bronce, quizás cuando reinaban en Atenas los legendarios reyes de la Dinastía Cecrópida,25​ según deduce de un pasaje del diálogo Critias 110a-b. Entre finales del 2001 y principios del 2002, Díaz-Montexano, siguiendo con la misma teoría publicada en marzo de 200026​ sobre la Atlántida Ibero-Marroquí, señaló que había precisado (al contar con nuevos datos documentales y arqueológicos) que la isla-acrópolis de Atlantis se hallaría en la punta actualmente sumergida frente a Trafalgar. Esta isla/península, con una extensión de más de 200 km², se hallaba justamente delante de la boca del Estrecho, casi en el vestíbulo, como según sus estudios afirmaba Platón (el autor utiliza como sustento las traducciones latinas de Calcidio, Ficino y Cornario, entre otros) y muy cerca de la Isla sumergida de Majuan o Espartel. Posteriores hallazgos paleográficos, epigráficos y cartográficos (mapas que Díaz Montexano considera provenientes de Cartago y Egipto, así como de un supuesto mapa rupestre de época tartésica) le llevaron a una ligera modificación de la hipótesis, y desde algunos años el autor defiende que si bien la isla (de haber realmente existido) comenzaría muy próxima a la boca atlántica del estrecho de Gibraltar, en el mismo Golfo de Cádiz, esta podría haberse extendido por el Oeste hasta casi llegar a las Madeira y por el Sur hasta muy cerca de las Canarias, de modo que la metrópolis o capital circular concéntrica (de haber existido) se hallaría hoy en día bajo el mar, pero más al sur del Golfo de Cádiz, longitudinalmente entre Marruecos y Madeira, y al norte de las Canarias.27​ Parte de sus argumentos para Iberia y el Atlántico han sido usados como base para el guion del documental "Atlantis Rising" ("El resurgir de la Atlántida" para España), 2017, producido por James Cameron para National Geographic.28​
Otros autores afirman que teniendo en cuenta que Heródoto describe a Europa como más extensa que Asia y Libia juntas, la Atlántida podría responder a toda la vertiente atlántica del continente europeo y a sus culturas prehistóricas.
Según varios estudiosos de mediados y finales del siglo XIX (como Charles Étienne Brasseur de Bourbourg, Edward Herbert Thompson o Augustus Le Plongeon), la Atlántida estaría relacionada con las culturas maya y azteca. Muchos de los partidarios de esta conjetura se retractaron posteriormente y dejó de ser considerada viable cuando se descifraron los jeroglíficos mayas.No obstante, algunos escritores todavía destacan la supuesta similitud fonética entre el origen mítico de los aztecas; Aztlán y el nombre de la isla descripta por Platón.
Especulaciones sobre la intervención sobrenatural o extraterrestre

Según la mística Helena Blavatsky, los atlantes serían héroes culturales, la así llamada, cuarta "raza original", a la que sucedería la "raza aria". De este modo combinaba la Atlántida con otros mitos de continentes perdidos como Mu y Lemuria.

Psíquico americano Edgar Cayce, 1910.
El psíquico Edgar Cayce describió a la Atlántida como una antigua civilización altamente evolucionada ahora sumergida, dotada de barcos y aviones alimentados por un misterioso tipo de cristal energético. Esta conjetura es similar a la de Blavatsky. Añadió que la isla se levantaría nuevamente del lecho marino en torno a 1968, hecho que no se produjo. No obstante algunos investigadores esotéricos consideran que el hallazgo de un presunto pavimento o muro de piedra en Bimini correspondería a la predicción de Cayce, otros investigadores aseguran, por el contrario, que dicho pavimento es un fenómeno natural conocido como roca de playa29​
Brian Weiss, parapsicólogo especializado en la terapia de vidas pasadas, incluye en su último libro, "Muchos cuerpos, una misma alma" el relato de una regresión en la que su paciente experimenta una vida anterior como atlante y brinda algunos datos al respecto. El Dr.Weiss asevera que dadas las características psicológicas de su paciente no se trata de un invento.
Según Julius Evola (en Revolt Against the Modern World, 1934), los atlantes eran los hiperbóreos, superhombres nórdicos originarios del Polo Norte.
Según Michael Tsarion, la Atlántida sería la base desde la que una raza extraterrestre dirigió la hibridación terrestre-alienígena de la que desciende la humanidad actual.[cita requerida]
Especulaciones raciales y políticas sobre su situación[editar]



Según algunos nacionalistas británicos [¿quién?], la Atlántida estaría en las Islas Británicas.
Heinrich Himmler organizó una expedición al Tíbet en 1938 con el fin de encontrar a los descendientes de los atlantes blancos.
Según Alfred Rosenberg (en The Myth of the Twentieth Century, 1930) la raza maestra se llamaría "nórdico-atlante" o "aria-nórdica".
Congresos de las hipótesis sobre la Atlántida en la isla griega de Milo

En julio de 2005 se celebró en la isla griega de Milo el Primer congreso de las hipótesis sobre la Atlántida.30​ Participaron 32 profesores de diversas universidades,31​ investigadores y personalidades políticas. Según las palabras que Spyros Pavlidis, profesor de paleosismología de la Universidad de Salónica, pronunció en el discurso de apertura:


No se trata de determinar si la Atlántida existe o es sólo un mito, ni de localizarla de una vez por todas, lo que sería muy presuntuoso para una historia de más de 2.500 años. Lo que queremos es recapitular hipótesis, examinar las fuentes de inspiración de la leyenda.32​

En la reunión se establecieron 24 criterios, que forman una lista aplicable a la calificación de las hipótesis sobre la Atlántida. De este modo, quedan fuera gran parte de las especulaciones existentes en el momento, y se consideran válidas las que se ajustan mejor a lo descrito por Platón en el Timeo y en el Critias, por ejemplo, las que parten del presupuesto de que la legendaria isla se ubicó frente a las Columnas de Hércules, en el Mar Atlántico. Quedó convocado un segundo encuentro para el año 2008.
Véase también
Atlántida
El resurgir de la Atlántida
Referencias

Volver arriba↑ Concluían ello en razón del tamaño que Platón da a la isla de acuerdo a la traducción tradicional del Timeo: más grande que Libia y Asia juntas. Cabe precisar que Platón nunca usa la expresión êpeiro (continente) para referirse a la Atlántida, sino la palabra nêsos, equivalente a isla, aunque también en ciertos casos a tierra fluvial y, en situaciones muy puntuales, a península.[1].
Volver arriba↑ Vidal-Naquet, Pierre. La Atlántida: pequeña historia de un mito platónico. Akal, Madrid, 2006, págs. 17 y ss.
Volver arriba↑ Tucidides-Historia de la Guerra del Peloponeso-Libro Tercero XIII
Volver arriba↑ Pradeau, Jean-Francois . Le monde de la politique: Sur le recit atlante de Platon, Timee (17-27) et Critias (International Plato studies) Academia Verlag; 1. Aufl edition ; 1997) Passim.
Volver arriba↑ Annas, J. 2003, Plato: A Very Short Introduction, OUP, p. 42
Volver arriba↑ "Lengua e Historia en Platón: oralidad y escritura, Mythologein y Mythologia en el Timeo y en el Critias. Pedro Amorós. Antig. crist. (Murcia) XII, 1995. Scripta Fulgentina (Murcia) V 1 9-10, 1995
Volver arriba↑ Vidal Naquet, op cit. pag 25 y ss.
Volver arriba↑ Brisson, L. Platón, las palabras y los mitos, Adaba, Madrid 2005. Introducción
Volver arriba↑ Gwyn Griffiths. Atlantis and Egypt. Historia (34) 1985. Página 3.
Volver arriba↑ Prólogo por los doctores César Guarde y Antonio Morillas de la Universidad de Barcelona para los dos tomos del Epítome de la Atlántida Histórico-Científica, Editorial Turpin Ediciones S.L., 2012, ISBN 1-4610-1958-3
Volver arriba↑ Luce, J.V. El fin de la Atlántida, Editorial Destino, 2003.
Volver arriba↑ Tras las huellas de los dioses, Graham Hancock. Ediciones B, 1998
Volver arriba↑ Committee for Skeptical Inquiry
Volver arriba↑ Un punto de vista escéptico al respecto en: https://web.archive.org/web/20070203134301/http://www.csicop.org/sb/9603/origins.html
Volver arriba↑ http://web.archive.org/web/http://www.uri.edu/endeavor/thera/atlantis.html
Volver arriba↑ http://www.decadevolcano.net/santorini/atlantis.htm
Volver arriba↑ Warren PM (2006). "The date of the Thera eruption". In Czerny E, Hein I, Hunger H, Melman D, Schwab A. Timelines: Studies in Honour of Manfred Bietak (Orientalia Lovaniensia Analecta 149). Louvain-la-Neuve, Belgium: Peeters. pp. 2: 305–321. ISBN 90-429-1730-X.
Volver arriba↑ Kühne, RW (2004) "A location for Atlantis?", Antiquity, 78, 300 http://antiquity.ac.uk/projgall/kuhne300/
Volver arriba↑ Kühne, RW (2008) "Did Ulysses Travel to Atlantis?", in: Paipetis SA: "Science and Technology in Homeric Epics", Springer, ISBN 978-1-4020-8784-4, doi 10.1007/978-1-4020-8784-4_38, http://www.springerlink.com/index/l230650842118002.pdf
Volver arriba↑ Ver ilustraciones paleogeográficas: aquí y aquí
Volver arriba↑ La Atlántida descubierta..., a la luz del testimonio de los historiadores antiguos
Volver arriba↑ [1]
Volver arriba↑ Los Mitos Griegos Volumen I, 39 "Atlas y Prometeo" nota 5
Volver arriba↑ Georgeos Díaz-Montexano's Official WebSite Atlantis - Tartessos. Aegyptius Codex. Epítome de la Atlántida Histórico-Científica. Una confederación talasocrática Íbero-Líbica y Hykso-minoica. Un estudio de la Atlántida -a modo de exordio - desde las fuentes documentales primarias y secundarias. Tomo I. ISBN 1-4610-1958-3
Volver arriba↑ Cécrope, Erecteo, Erictronio y Erisictón, entre el 1581 y el 1399/50 a.C., según las antiguas cronologías griegas; en especial la Crónica de Paros
Volver arriba↑ “Más allá de la ciencia”, nº 134, Marzo-abril de 2000
Volver arriba↑ La Atlántida en un mapa rupestre tartésico y en papiros egipcios de hace cuatro mil años, Fuente: Mari Paz Díaz, Huelva Buenas Noticias, Europapress, 30/06/2015 9:39:59 CET
Volver arriba↑ Atlantis Rising (2017) – IMDb
Volver arriba↑ http://webspace.webring.com/people/jp/planetaesceptica@hotmail.com/atlan2.htm
Volver arriba↑ «Hipótesis sobre la Atlántida»
Volver arriba↑ «The Atlantis Hypothesis. Searching for a Lost Land». Consultado el 13 de septiembre de 2017.
Volver arriba↑ A. M. Canto (22 de enero de 2007). «CONGRESO CIENTÍFICO SOBRE LA ATLÁNTIDA». Consultado el 15 de septiembre de 2017.
Enlaces externos
Textos de Platón
El Timeo y el Critias en español
Versión griega de Timeo
Versión griega de Critias
El Timeo (La Atlántida) en WikiSource
Critias o la Atlántida en WikiSource
Colecciones de Información sobre la Atlántida
Hipótesis sobre la Atlántida en Open Directory Project.
Atlantis-Scout.de: Colección multilingüe de artículos académicos, enlaces, vídeos, etc
Atlantipedia.ie: Colección enciclopédica de información sobre la Atlántida
Hipótesis diversas
Hipótesis del Egeo
Hipótesis de Israel
Hipótesis del Coto de Doñana
Hipótesis del norte de España
Hipótesis de la Atlántida en Bolivia
Hipótesis que analiza la existencia de la Atlántida
Hipótesis que analizan la existencia de la Atlántida y también Lemuria
Hipótesis de la Atlántida como un posible emporio del Atlántico, Íbero-Líbico/Mauretano y Hykso-Minoico.

domingo, 28 de enero de 2018

Japan --The History of Utsuro Bune 1803


Japan --The History of Utsuro Bune 1803

Hyouryuukishuu translated to the ‘Tales of Castaways’
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A pale, redheaded woman was inside the ship, clutching a wooden box close to her. When she spoke, it was in a language that no Japanese person had ever heard before. What language was she speaking? Where did she come from? What was in the box? Nobody knows for sure. What makes things even weirder is that this same woman and craft were reported to have visited many different parts of Japan. People from all over Japan described having seen the exact same woman in the exact same ship, still tightly holding her wooden box

UFO enthusiasts might tell you that this particular story is plausible. The Bermuda Triangle’s sister, the Dragon’s Triangle (also known as the Devil’s Triangle), is a “danger zone” in the sea off the Southern coast of Japan. A large amount of boats have gone missing there along with 800+ people, never to be seen again. Some people believe that both the Bermuda and Dragon’s Triangle are actually where aliens have set up underwater bases (because it’s tough for us to find them there). Boatsthat make their way into alien territory aren’t guaranteed to make it through. Some would say that the Utsuro bune came from this “Dragon’s Triangle.” Who really knows, though?

SOURCE: Utsuro Bune: Japan’s First Modern UFO Encounter


So if you are considering purchasing any of the new Viking Yachts for sale, you may want to avoid sailing it anywhere near the Dragon's Triangle, or the Bermuda Triangle for that matter. With evidence mounting for lost boats in these areas, it is best to sail all Viking Yachts in safer waters.
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The Following is a Translation from Insiders Blog in Spanish

One of the first modern UFO stories reported in the world comes from Japan. This is the story of Utsuro-Bune, a mysterious alien woman who appeared suddenly from the depths of the Pacific Ocean on a ship around.

Since then there have been many pictures on this particular fact occurred as two centuries ago. A detailed study of the paintings reveals an object that resembles a flying saucer, similar to those seen today...



In the literature accompanying drawings found a description of a rounded metal ship arrived at the beach.

From it emerges a woman dressed in light clothing and soft, inside the ship had letters that had never been seen (probably a language unknown to the locals). The description corresponds to what could be a UFO, according to the interpretation of the locals.

Utsuro Bune (or Utsuro Fune) in Japanese means "ship hole", a definition which clearly implies the villagers spoke of what they saw coming toward them that little floating boat-shaped bowl of rice...



The story covers the period known as Tokugawa (between 1603 and 1867) when Japan was kept completely isolated from the rest of the world, living in a feudal society entirely (the shogunate) and avoiding any foreign influence, especially the West.

It is not uncommon for the presence of "someone who came from afar" (a foreigner) was sufficient cause to produce a movement in people who, either for or against the Nippon isolation, I record the time when many writings and drawings. Kasuo tanaka is a professor at Gifu University in Tokyo, and was the one who revived the legend of Utsuro-bune in 1997. His research focuses if the mysterious woman who left the waters of the Pacific many years ago was actually part of the close encounter of a 3 rd type (name with which you define the type of encounter with extraterrestrial intelligence). The investigation was thorough and after studying all the existing buildings in the period of 200 years ago in the area and could not find any similar to this (to have been a common type of ship would not have done so much emphasis on form and in the internal details)...



And be on the ship as the physical characteristics of Utsuro-bune the meeting could be the first record of contact with an extraterrestrial being. The truth is that in the early 1800s Japan was awash with pictures of Utsuro-bune all different artists from around the country. Each of them had exactly the same story with the mysterious woman emerging from a ship with rounded like a bowl of rice similar to what we know today as flying saucer.

SOURCE: Insiders Blog - Spanish
Japanese Edo Period UFO
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Utsuro Bune Japanese Edo Period UFO Evidence
April 6, 2009 by James Hewson
Filed under UFO Sightings, Uncategorized


The Iwase Bunko Depository library has in its ownership a record known as the Hyouryuukishuu translated to the ‘Tales of Castaways’. The document was printed during the late Edo period which modern fans of the paranormal understand this vessel to be the ‘Edo-period UFO’. The evidence recorded tells the tales of Japanese mariners who find themselves in unfamiliar nations after becoming lost in the ocean, as well as castaway visitors washed shorewards on the seashores of Japan. To the Japanese public, who during this period had existed living in a extended time of national seclusion, these unusual stories must have appeared extremely sensational.

Together with these tales is the report of a damaged ship with a extremely mystifying form. According to the record, this large craft washed shorewards at Harashagahama. The specifications of the craft, specified as 3 meters tall by 5 meters in width, had been built from red sandalwood and metal and was equipped with openings of glass or crystal. The mystifying characters of an unfamiliar writing system were discovered etched inside the craft. Aboard the wandering vessel was a delicately decorated young lady with pale face and red eyebrows and locks. She was assessed to be amid Eighteen and Twenty years of age. Considering that she uttered an unfamiliar language, those that chanced upon her were incapable of determining from where she came.

In her arms, she grasped a basic timber case that looked to be of great importance to her, as she would permit nobody to approach it.

Check out the video of the incident below which contains detailed information about the Utsuro Bune UFO.

Utsuro Bune - an Asian UFO tale
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SOURCE: Utsuro Bune Japanese Edo Period UFO Evidence
Utsuro Bune 1803
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Image Source
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Image Source
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In the spring of 1803, an unusual object thought to be a boat was observed to be floating in the close to shore by fishermen. They set out on their own boats, captured it and pulled it onto the beach.

The boat was round and resembled a Japanese pot and was approximately 6m in diameter. The bottom was made from iron and was so strong that it could withstand crashes into rocks. The top was made glass and so it was possible to look straight in.


In the the vessel was a beautiful young female of around 20 years old. She was approximately 5 shaku (151.5m) in height and had pink face. Her hair and eyebrows were red and also had white hair extensions that that fell below her back (sometimes just black). She undoubtedly had very attractive face.

The garments she wore were unfamiliar in style and were made from fabrics they had never seen before. The language she spoke could not be understood at all and she held a mysterious box. She guarded it very tightly and would not allow anyone to open it or even get close to it. There were two carpet like things inside the boat which seemed very soft, but again, the material used for it were unknown. She had about 4 liters of water in her boat. For food she had things that looked like sweets, something that looked like mince meat. She also had one tea bowl with impressive but unfamiliar patterns.

The people didn't know what to do with her, but all she did was smile or look blank. An elder them suggested that she was probably abandoned into the sea by her country as a punishment and that her husband's head must be in the box she was guarding. It would become a bother if the bakufu (Japanese government) found out, so they put her back in the boat and pushed it back into the sea for it to drift away.

SOURCE: The Legend of the 'Utsuro-bune': UFO in Edo Period Japan?
Strange Hieroglyh Like Symbols on UFO's
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Rendlesham Forest craft symbols. As you can see in the original sketch from 1980' the top circle is at the tip of the triangle and the lower circle at the bottom right-hand corner of the triangle. Both circles are the same size...



With this in mind, look at the comparison with symbols from another UFO case from Japan 200 years ago. The similarity is clear to see and dare I say, maybe from the same alphabet.

A well recorded and little known event in the Western world would be the events of the Utsuro Bune. This is a myth dating from circa 1800 Japan. It states that a USO ( unidentified submerged object) washed up on the shore. The inhabitants of the village witnessed the object on the shore stating that is was spherical with strange writing on it. Out of the capsule came a woman dressed in fine clothing. She spoke a different language and was not able to communicate with the locals.

This UFO Case was not known to the western world until only ten or so years ago, so for the skeptic who may say James was aware of this case and simply copied these symbols would be wrong.

Another thing I would like to point out, these ancient crafts from Japan were said to appear from out of the ocean.....
Another Hy-Brasil connection?




Utsuro-bune



Utsuro-bune ( う つ '' 'barco hueco' ) , también Utsuro-fune y Urobune , se refiere a un objeto desconocido que supuestamente fue arrastrado a la costa en 1803 en la provincia de Hitachi en la costa este de Japón . Los relatos de la historia aparecen en tres textos: Toen shōsetsu (1825), Hyōryū kishū (1835) y Ume-no-chiri (1844).

Según la leyenda , una atractiva joven llegó a una playa local a bordo del "barco hueco". Los pescadores la llevaron tierra adentro para investigar más, pero la mujer no pudo comunicarse en japonés . Los pescadores luego la devolvieron a ella y su barco al mar, donde se alejó.

Historiadores , etnólogos y físicos como Kazuo Tanaka y Yanagita Kunio han evaluado la "leyenda del barco hueco" como parte de una larga tradición dentro del folclore japonés. [1] [2] Alternativamente, ciertos ufólogos han afirmado que la historia representa evidencia de un encuentro cercano del tercer tipo. [3]

Fuentes históricas
Las versiones más conocidas de la leyenda se encuentran en tres textos:
Toen shōsetsu ( 兎 園 "," cuentos del jardín del conejo ") , compuesto en 1825 por Kyokutei Bakin . El manuscrito se exhibe hoy en el Mukyū-Kai-Toshokan en Machida (prefectura de Tokio ).
Hyōryū kishū ( 漂流 紀 "," diarios e historias de náufragos ") , compuesto durante el período Edo en 1835 por un autor desconocido. Actualmente se exhibe en la biblioteca de la Universidad de Tenri en Tenri, en la prefectura de Nara .
Ume-no-chiri ( 梅 の "," polvo de albaricoque ") , compuesto en 1844 por Nagahashi Matajirō . Hoy está en exhibición en la biblioteca privada Iwase-Bunko-Toshokan (岩 瀬 文庫 書館 書館) en Nara .

La descripción en los tres libros tiene similitud, por lo que parecen tener los mismos orígenes históricos. El libro Toen shōsetsu contiene la versión más detallada. [1] [2] [3] [4]
Leyenda
Toen shōsetsu

El 22 de febrero de 1803, los pescadores locales de la orilla Harayadori ( は ら や り shore ) en la provincia de Hitachi [5] vieron un ominoso "barco" a la deriva en las aguas. Curiosos, remolcaron el barco de regreso a tierra, descubriendo que tenía 3.30 metros (10.83 pies ) de altura y 5.45 metros (17.88 pies) de ancho, recordando a los testigos de un Kōhako ( quemador de incienso japonés). Su parte superior parecía estar hecha de palisandro revestido de rojo, mientras que la parte inferior estaba cubierta con placas de bronce , obviamente para protegerla contra las rocas de bordes afilados. La parte superior tenía varias ventanas hechas de vidrio o cristal, cubiertas con barras y obstruidas con algún tipo de resina de árbol . Las ventanas eran completamente transparentes y los pescadores desconcertados miraban hacia adentro. El lado interno del Utsuro-bune estaba decorado con textos escritos en un idioma desconocido. Los pescadores encontraron artículos dentro, como dos sábanas, una botella llena de 3,6 litros de agua, un poco de pastel y carne amasada. Luego, los pescadores vieron a una hermosa joven, posiblemente de 18 o 20 años. Se dijo que su tamaño corporal era de 1.5 metros (4.92 pies). La mujer tenía el pelo rojo y las cejas, el cabello alargado por extensiones blancas artificiales. Las extensiones podrían haber sido hechas de pelaje blanco o finas rayas de tela blanca en polvo. Este estilo de pelo no se puede encontrar en ninguna literatura. La piel de la dama era de un color rosa pálido. Ella vestía ropas preciosas, largas y lisas de telas desconocidas. La mujer comenzó a hablar, pero nadie la entendió. Tampoco parecía entender a los pescadores, por lo que nadie podía preguntarle sobre su origen. Aunque la misteriosa mujer parecía amable y cortés, actuó de manera extraña, ya que siempre se aferraba a una caja cuadrada hecha de material pálido y de aproximadamente 0,6 m (23,62 pulgadas) de tamaño. La mujer no permitió que nadie tocara la caja, sin importar cuán bondadosa o presuntuosamente pidieran los testigos.

Un anciano de la aldea dijo: "Esta mujer podría ser una princesa de un reino extranjero, que se casó en su tierra natal. Pero cuando tuvo un romance con un ciudadano después del matrimonio, causó un escándalo y el amante fue asesinado por el castigo. La princesa fue excluida de su hogar, porque disfrutó de mucha simpatía , por lo que escapó a la pena de muerte . En cambio, podría haber estado expuesta en ese Utsuro-bune para dejarla en el destino. Si esto fuera correcto, la caja cuadrática puede contener la cabeza del amante fallecido de la mujer. En el pasado, un objeto muy similar con una mujer fue arrojado a la orilla en una playa cercana. Durante este incidente, se encontró una pequeña tabla con una cabeza clavada. El contenido de la caja podría por lo tanto ser lo mismo, lo que sin duda explicaría por qué ella lo protege tanto. Ofrecería mucho dinero y tiempo para investigar a la mujer y su barco. Dado que parece ser una tradición exponer esos barcos en el mar, debemos traer a la mujer de vuelta a el Utsuro-bune y dejarla a la deriva. la vista humana podría ser cruel, pero parece ser su destino predeterminado ". Los pescadores volvieron a armar el Utsuro-bune, colocaron a la mujer en él y lo dejaron a la deriva en el océano. [1] [2] [3]
Ume no chiri

El 24 de marzo de 1803, en la playa de 'Harato-no-hama' ( 原 舎 浜 ) en la provincia de Hitachi, un extraño 'bote' fue arrastrado a tierra. Recordó a los testigos de una olla de arroz, alrededor de su centro tenía un borde engrosado. También estaba cubierto con pintura negra y tenía cuatro pequeñas ventanas en cuatro lados. Las ventanas tenían barras y estaban obstruidas con resina de árbol. La parte inferior del barco estaba protegida por placas de bronce que parecían estar hechas de hierro de la más alta calidad occidental. La altura del barco era 3.33 m (10.83 pies) y su anchura era 5.41 m (17.75 pies). Una mujer de 20 años fue encontrada en el bote. Su tamaño corporal era de 1.5 m (4.92 pies) y su piel era tan blanca como la nieve. El largo cabello colgaba suavemente a lo largo de su espalda. Su rostro era de una belleza indescriptible. El vestido de la mujer era de un estilo desconocido y nadie podía reconocerlo. Ella hablaba un idioma desconocido. Ella sostenía una pequeña caja que nadie podía tocar. Dentro del bote se encontraron dos alfombras inusualmente suaves de estilo desconocido y tela. Había provisiones como pasteles, comida amasada y carne. También se encontró una hermosa copa decorada con adornos que nadie podría identificar. [1] [2]
Tradiciones similares

Hay varios documentos más sobre los avistamientos de Utsuro-bune en Japón, por ejemplo 'Hirokata Zuihitsu' ( 弘 賢 u ) y 'ushu Kuzakki' ( 鶯 u u 記 ) . [4] En 2010 y 2012 Kazuo Tanaka encontró e investigó dos raras impresiones de tinta. Contenían historias sobre Utsuro-bune con contenido muy similar al de Hyōryū kishū , aunque afirman tener una ubicación diferente para los eventos: 'Minato Bōshū' ( 港 房 ( ) ( puerto de Bōshū ). [6]
Otras leyendas sobre Utsuro-bune

Una leyenda japonesa bien conocida es la del origen de la dinastía Kawano . En el siglo VII, un pescador llamado 'Wakegorō' ( 和 気 五郎 ) de la isla de Gogo encontró a una niña de 13 años dentro de un Utsuro-bune a la deriva en el mar. Él la llevó a tierra, donde ella le dijo que ella era la hija del emperador chino y que se había visto obligada a huir para escapar de su madrastra. El pescador la llamó "Wake-hime" ( princess 気 姫 ) ("princesa Wake") y la crió, antes de casarse con un príncipe imperial de la provincia de Iyo y dio a luz a un hijo llamado "Ochimiko" ( 小 千 御 , ) , el antepasado de la dinastía Kawano. Una parte de este cuento popular sostenía que ella era responsable de traer los primeros capullos de seda a Japón. Todavía se rinde culto a la princesa Wake en cierto santuario sintoísta en la aldea de Funakoshi , isla Go-Go. [1] [7] [8]
Interpretaciones

Las primeras investigaciones históricas del incidente de Utsuro-bune se llevaron a cabo en 1844 por Kyokutei Bakin (1767-1848). Kyokutei informa sobre un libro llamado Roshia bunkenroku ( 魯西 亜 '' ' ' Registros de cosas vistos y oídas de Rusia ' ) , escrito por Kanamori Kinken . El libro describe la ropa y los peinados rusos tradicionales y menciona un método popular para espolvorear el cabello con polvo blanco. También menciona que muchas mujeres rusas tienen el pelo rojo natural y que usan faldas, similares a las de la dama de la leyenda. Basado en el libro, Kyokutei sugiere que la mujer del incidente de Utsuro-bune podría haber sido de origen ruso. Él escribe que las historias son similares entre sí, ya que difieren solo en descripciones menores (por ejemplo, uno de los documentos dice "3,6 litros de agua", otro dice "36 litros de agua"). También cuestiona el origen de los supuestos símbolos exóticos que se encuentran dentro y en el barco. Debido a que está convencido de que vio señales similares en un ballenero británico varado poco antes de su escritura, Kyokutei se pregunta si la mujer era una princesa rusa, británica o incluso estadounidense. Además, expresa su desilusión por los dibujos del Utsuro-bune, porque obviamente no coinciden del todo con las descripciones de los testigos. [1] [2]Investigaciones históricas
Investigaciones modernas

Las investigaciones adicionales del incidente de Utsuro-bune fueron hechas en 1925 y en 1962 por el etnólogo e historiador Yanagida Kunio. Señala que las embarcaciones circulares nunca fueron nada inusuales en Japón desde los primeros tiempos; solo los detalles occidentales, como las ventanas de vidrio y las placas de protección de bronce, hacen que el Utsuro-bune se vea exótico. También descubrió que la mayoría de las leyendas similares al sonido de Utsuro-bune suenan igual: alguien encuentra a una chica o mujer extraña dentro de un bote circular y rescata al trenzado o la envía de regreso al océano. Yanagida también señala que las versiones más antiguas de Utsuro-bune describen embarcaciones de troncos humildes, circulares y abiertas sin cúpula encima. Yanagida supone que los detalles de las placas de bronce y las ventanas hechas de vidrio o cristal se agregaron porque los escépticos cuestionarían la navegabilidad de un humilde bote de troncos en alta mar. Un Utsuro-bune reforzado con acero con ventanas de vidrio sobreviviría más fácilmente a viajar en el océano que un bote de madera abierto, no reforzado. [1] [2]

El Dr. Kazuo Tanaka (田中 嘉津夫), profesor japonés de ingeniería informática y electrónica de la Universidad Gifu en Tokio (東京), investigó los guiones originales en 1997. Considera que las populares comparaciones del Utsuro-bune con los avistamientos de OVNI modernos son exagerado Señala que el Utsuro-bune de las leyendas nunca vuela ni se mueve por sí mismo, ni muestra signos de tecnologías extraordinarias. Simplemente se desplaza inmóvil sobre el agua. Tanaka concluye que la historia de Utsuro-bune era una mezcla literaria de folclore e imaginación. Él basa sus suposiciones en las investigaciones de 1925 del historiador japonés Yanagida Kunio , quien también estudió los cuentos de Utsuro-bune. [1] [2]

El propio Dr. Tanaka descubrió que los lugares "Haratono-hama" y "Harayadori" son ficticios . Para que la anécdota sonara creíble, el autor designó las playas como acres personales de un Daimyō llamado Ogasawara Nagashige . Este daimyo en realidad vivió durante el período Edo, pero sus acres fueron colocados en el corazón y parece seguro que Ogasawara nunca tuvo ningún contacto con los pescadores de la costa del Pacífico . El clan Ogasawara sirvió a la famosa dinastía Tokugawa , que mantuvo el poder sobre la parte más nororiental de Japón hasta 1868 y sus principales acres se colocaron en la provincia de Hitashi, geográficamente muy cerca de las playas orientales. A Tanaka le parece muy extraño que no se haya comentado en los documentos curatoriales ningún incidente de tal importancia supuesta, ya que los desconocidos que salen de la costa deben ser informados de inmediato. Pero el único incidente notable durante la dinastía Tokugawa tardía ocurrió en 1824, cuando un ballenero británico quedó varado en la costa nororiental del distrito de Hitachi. Tanaka también descubrió que, durante la regencia del clan Tokugawa, la familia Ogasawara y los Tokugawa comenzaron a mapear sus territorios y áreas cultivadas. Y los dos nombres de "Haratono-hama" y "Harayadori" están desaparecidos. Tampoco aparecen en los mapas de las primeras asignaciones completas de todo Japón en 1907. Si el nombre de un pueblo, ciudad o lugar había cambiado en la historia, esto se habría notado en algunos documentos curatoriales, pero no es así. Tanaka cree que es poco probable que lugares importantes como "Haratono-hama" y "Harayadori" en realidad podrían haber sido olvidados en los registros. [1] [2]

La peculiar apariencia europea de la mujer, la parte superior del Utsuro-bune y las escrituras desconocidas llevaron a Tanaka y Yanagida a la conclusión de que toda la historia se basaba en la circunstancia histórica de que las personas del período Edo encapsulaban totalmente a Japón contra el mundo exterior . Para un habitante de la cama, una mujer varada con atributos europeos demostró cuánto temían los pueblos a las malas influencias culturales del mundo occidental, especialmente América del Norte y Gran Bretaña. La historia del Utsuro-bune está construida significativamente de una manera que hace que el cuento suene increíble en un sitio, pero que se explica a sí mismo al mismo tiempo (la mujer y su oficio son enviados para que nadie pueda consultarla personalmente). [1] [2]

Además, Tanaka y Yanagida señalan que la gente del período Edo compartía grandes intereses en cosas paranormales como poltergeists , will-o'-the-wisps , relámpagos y monstruos , por lo que no sería sorprendente encontrar historias de barcos exóticos como el Utsuro-bune . [1] [2]

En sus conclusiones, Tanaka señala la dificultad en la lectura correcta de los nombres de los lugares. En las transcripciones modernas, los Kanji原 舎 deben leerse como Harasha . Pero en Toen Shōsetsu los signos están escritos en Kana y tienen que leerse como Hara-yadori . En Ume no chiri están escritos en Furigana haciendo que el lugar sea nombrado Haratono-hama . Alternativamente, el kanji para Haratono podría leerse como Hara-yadori . Según las investigaciones de Tanaka, la transcripción de 原 舎 浜 the en el Hyōryū Kishūcomo "Harasha-ga-hama" es, por lo tanto, un error tipográfico basado en una lectura errónea y debería leerse originalmente como "Haratono-ga-hama". Por lo tanto, todos los escritos describen el mismo lugar. Tanaka también señala que la palabra Utsuro significa "vacío" o "abandonado" y que la palabra Utsubo significa " aljaba " y describe las bolsas en las que los cazadores y arqueros llevaban sus flechas. Pero ambas palabras también describen troncos de árboles viejos y ahuecados y agujeros de rama de árboles sagrados.La palabra Fune / Bune simplemente significa "bote". En conjunto, la palabra Utsuro-bune significa "nave hueca". [1]

El 26 de mayo de 2014, Ibaragi Shimbun ( 茨城 新聞 Ibaragi Shinbun ) informó que Tanaka encontró la paleografía de Jinichi Kawakami ( ja: 古 K Komonjyo ) con respecto a la extraña historia de Utsuro-bune (k つ U U U Uturobune kidan ) y el nombre de lugar Hitachihara Sharihama ( 常 陸 原 り 濱 濱 ) (a partir de 2014, Hasakisharihama, Kamisu ( 浜 栖 波 ) ) ) ) ) donde la costa se encuestó en 1801 y en Dai Nihon Enkai Yochi Zenzu ( ja: 大 日本 沿海 of of of 図 図 図 mapas de la costa de Japón área) por Inō Tadataka . [9][10]
Ufológico

En Ufology , la leyenda del Utsuro-bune ha sido descrita como un caso temprano de un encuentro cercano documentado del tercer tipo basado en las similitudes entre los dibujos del barco del período Edo y las descripciones de los platillos voladores del siglo XX.Algunos Ufologists sugieren que Utsuro-bune podría haber sido un objeto submarino no identificado (USO). Observan los símbolos misteriosos que, según los informes, se encontraron en el objeto que aparecen regularmente como addenda dentro de las representaciones. Algunos sugieren que son similares a los símbolos informados en el Incidente de Rendlesham Forest en Inglaterra. Los defensores de los OVNIs apuntan hacia la ominosa caja sostenida por la mujer, así como su apariencia física y vestimenta inusual como evidencia de un encuentro extraterrestre. Las suposiciones de cualquier historiador y etnólogo sobre esos ítems son ignoradas repetidamente. [1] [3] [11]
Utsuro-bune en manga y anime

Utsuro-bune son motivos populares en manga y anime . Un ejemplo prominente aparece en la serie de televisión Mononoke (2007), que gira en torno a los cuentos contados por un viajero conocido como el "vendedor de medicinas" (薬 売 り). En los episodios 3-5, el protagonista cuenta la historia de Umibōzu , en la que destaca un Utsuro-bune hundido. Aquí se representa como un tronco de árbol hueco decorado, sellado, y contiene el cadáver de una mujer joven que había sido sacrificada a los demonios del mar. [12]
Referencias

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Enlaces externos
Ilustraciones coloreadas de Utsuro-bune, la mujer y los glifos ilegibles en Hyōryū-ki-shū (japonés)
Más representaciones e informaciones sobre el Utsuro-bune (japonés)
Sitio web científico popular sobre Utsuro-bune (inglés)