miércoles, 31 de enero de 2018

La Atlántida


Atlántida




Atlántida (en griego antiguo Ἀτλαντίς νῆσος, Atlantís nēsos, ‘isla de Atlas’) es el nombre de una isla mítica1​ mencionada y descrita en los diálogos Timeo y Critias, textos del filósofo griego Platón.

En dichos diálogos, la isla aparece como una potencia militar que existió nueve mil años antes de la época del legislador ateniense Solón, quien, según Platón, es la fuente del relato. Es ubicada más allá de las Columnas de Hércules;2​ y se la describe como más grande que Libia y Asia Menor juntas.2​

El poderío de la Atlántida fue tal que llegó a dominar el oeste de Europa y el norte del África, hasta ser detenida por la ciudad de Atenas. En ese mismo momento una catástrofe, que no se describe, hizo desaparecer a la vez la isla y los ejércitos rivales, «en un solo día y una noche terrible».3​ El mar donde estuviera la Atlántida se tornó innavegable a causa de los bajíos, en tanto que Atenas y los pueblos de Grecia olvidaron el suceso, pues solo unos pocos sobrevivieron. En Egipto, en cambio, se preservó el recuerdo que, miles de años más tarde, llegó a conocimiento de Solón y, a partir de sus relatos y un manuscrito, a Critias, el narrador.

La descripción detallada de la isla y la mención de que se trata de una historia verdadera llevó a muchos investigadores a proponer diversas conjeturas sobre su ubicación y existencia. Del mismo modo, el hecho de que la fuente sea una tradición no comprobada y la evidencia de que en los diálogos se hace uso de la ironíahizo que otros estudios considerasen a la historia como una invención literaria destinada a expresar ciertas ideas políticas de Platón.

Durante la Antigüedad y la Edad Media prevaleció la interpretación del relato como una alegoría, pero a partir de la Edad Moderna y, especialmente desde la segunda mitad del siglo xix, durante el Romanticismo, se multiplicaron las hipótesis sobre la Atlántida, identificándola con diversas culturas del pasado o con la cuna de la civilización.

La investigación moderna, no obstante, ha comprobado que no existen las supuestas fuentes egipcias del relato y que la narración presenta anacronismos y datos imposibles, lo cual lleva a descartarla como histórica. Algunos investigadores, sin embargo, admiten la posibilidad de que el mito haya sido inspirado en un fondo de realidad histórica vinculado a algún desastre natural.



Índice
1Relato de Platón
1.1Timeo y Critias
1.2Descripción de la isla
1.3Caída del imperio atlante
2Recepción del relato de Platón hasta nuestros días
2.1En la Antigüedad
2.2En la Edad Moderna
2.3En la Edad Contemporánea
2.3.1Ignatius Donnelly
2.3.2Atlántida esotérica
2.3.3Atlántida minoica
2.3.4Atlántida en el sur de la península ibérica
2.3.5Atlántida en América
2.3.6Falsa ubicación de la Atlántida en Google Ocean
2.4Congresos de las hipótesis sobre la Atlántida
2.5Críticas a las hipótesis sobre la Atlántida
3La Atlántida en el arte y la cultura popular
3.1En la literatura



Relato de Platón
Artículos principales: Timeo (diálogo) y Critias (diálogo).
Timeo y Critias

Las fuentes del relato de la Atlántida son el Timeo y el Critias, diálogos escritos por el filósofo griego Platón. En ellos, Critias, discípulo de Sócrates, cuenta una historia que de niño escuchó de su abuelo y que éste, a su vez, supo de Solón, el venerado legislador ateniense, a quien se la habían contado sacerdotes egipcios en Sais, ciudad del delta del Nilo. La historia, que Critias afirma verdadera,4​ se remonta en el tiempo a nueve mil años antes de la época de Solón,5​ para narrar cómo los atenienses detuvieron el avance del imperio de los atlantes, belicosos habitantes de una gran isla llamada Atlántida, situada más allá de las Columnas de Hércules y que, al mismo tiempo de la victoria ateniense, desapareció en el mar a causa de una violenta catástrofe y un gran diluvio.6​

En el Timeo, Critias habla de la Atlántida en el contexto de un debate acerca de la sociedad ideal. Cuenta cómo llegó a enterarse de la historia y cómo fue que Solón la escuchó de los sacerdotes egipcios. Refiere la ubicación de la isla y la extensión de sus dominios en el mar Mediterráneo, la heroica victoria de los atenienses y, finalmente, cómo fue que el país de los atlantes se perdió en el mar.

En el Critias, el relato se centra en la historia, geografía, organización y gobierno de la Atlántida, para luego comenzar a narrar cómo fue que los dioses decidieron castigar a los atlantes por su soberbia, momento en el que el relato se interrumpe abruptamente, quedando la historia inconclusa.
Descripción de la isla

Los textos de Platón señalan la geografía de la Atlántida como escarpada, a excepción de una gran llanura de forma oblonga de 3000 por 2000 estadios, rodeada de montañas hasta el mar.7​ A mitad de la longitud de la llanura, el relato ubica una montaña baja de todas partes, distante 50 estadios del mar, destacando que fue el hogar de uno de los primeros habitantes de la isla, Evenor, nacido del suelo.8​

Según el Critias, Evenor tuvo una hija llamada Clito. Cuenta este escrito que Poseidón era el amo y señor de las tierras atlantes, puesto que, cuando los dioses se habían repartido el mundo, la suerte había querido que a Poseidón le correspondiera, entre otros lugares, la Atlántida. He aquí la razón de su gran influencia en esta isla. Este dios se enamoró de Clito y para protegerla, o mantenerla cautiva, creó tres anillos de agua en torno de la montaña que habitaba su amada.9​ La pareja tuvo diez hijos, para los cuales el dios dividió la isla en respectivos diez reinos. Al hijo mayor, Atlas o Atlante, le entregó el reino que comprendía la montaña rodeada de círculos de agua, dándole, además, autoridad sobre sus hermanos. En honor a Atlas, la isla entera fue llamada Atlántida y el mar que la circundaba, Atlántico.10​ Su hermano gemelo se llamaba Gadiro (Eumelo en griego) y gobernaba el extremo de la isla que se extendía desde las Columnas de Hércules hasta la región que por derivación de su nombre se denominaba Gadírica.11​

Favorecida por Poseidón, la isla de Atlántida era abundante en recursos. Había toda clase de minerales, destacando el oricalco (cobre de montaña) más valioso que el oro para los atlantes y con usos religiosos (se especula que el relato hace referencia a una aleación natural del cobre). También había grandes bosques que proporcionaban ilimitada madera; numerosos animales, domésticos y salvajes, especialmente elefantes; copiosos y variados alimentos provenientes de la tierra.12​

Tal prosperidad dio a los atlantes el impulso para construir grandes obras. Edificaron sobre la montaña rodeada de círculos de agua una espléndida acrópolis13​ plena de notables edificios, entre los que destacaban el Palacio Real y el templo de Poseidón.14​ Construyeron un gran canal, de 50 estadios de longitud, para comunicar la costa con el anillo de agua exterior que rodeaba la metrópolis; y otro menor y cubierto, para conectar el anillo exterior con la ciudadela.15​ Cada viaje hacia la ciudad era vigilado desde puertas y torres, y cada anillo estaba rodeado por un muro. Los muros estaban hechos de roca roja, blanca y negra sacada de los fosos, y recubiertos de latón, estaño y oricalco. Finalmente, cavaron, alrededor de la llanura oblonga, una gigantesca fosa a partir de la cual crearon una red de canales rectos que irrigaban todo el territorio de la planicie.16​
Caída del imperio atlante

La caída de la Atlántida, por François de Nomé (siglo xvii).

Los reinos de la Atlántida formaban una confederación gobernada a través de leyes, las cuales se encontraban escritas en una columna de oricalco, en el Templo de Poseidón.17​ Las principales leyes eran aquellas que disponían que los distintos reyes debían ayudarse mutuamente, no atacarse unos a otros y tomar las decisiones concernientes a la guerra, y otras actividades comunes, por consenso y bajo la dirección de la estirpe de Atlas.18​ Alternadamente, cada cinco y seis años, los reyes se reunían para tomar acuerdos y para juzgar y sancionar a quienes de entre ellos habían incumplido las normas que los vinculaban.17​

La justicia y la virtud eran propios del gobierno de la Atlántida, pero cuando la naturaleza divina de los reyes descendientes de Poseidón se vio disminuida, la soberbia y las ansias de dominación se volvieron características de los atlantes.19​ Según el Timeo, comenzaron una política de expansión que los llevó a controlar los pueblos de Libia hasta Egipto y de Europa, hasta Tirrenia. Cuando trataron de someter a Grecia y Egipto, fueron derrotados por los atenienses.20​

El Critias señala que los dioses decidieron castigar a los atlantes por su soberbia, pero el relato se interrumpe en el momento en que Zeus y los demás dioses se reúnen para determinar la sanción.21​ Sin embargo, habitualmente se suele asumir que el castigo fue un gran terremoto y una subsiguiente inundación que hizo desaparecer la isla en el mar, "en un día y una noche terribles", según señala el diálogo en Timeo.22​
Recepción del relato de Platón hasta nuestros días
En la Antigüedad

Se conservan algunos párrafos de escritores antiguos que aluden a los escritos de Platón sobre la Atlántida. Estrabón, en el siglo i a. C., parece compartir la opinión de Posidonio (c. 135-51 a. C.) acerca de que el relato de Platón no era una ficción, lo que considera más plausible que compararlo con el "muro de madera" de los aqueos, paradigma de lo ficticio.23​ Un siglo más tarde, Plinio el Viejo señala en su Historia Natural que, de dar crédito a Platón, se debería asumir que el océano Atlántico se llevó en el pasado extensas tierras.24​ Por su parte, Plutarco, en el siglo ii, menciona los nombres de los sacerdotes egipcios que habrían relatado a Solónla historia de la Atlántida: Sonkhis de Sais y Psenophis de Heliópolis, desconocidos por otras fuentes.25​ Finalmente, en el siglo v, comentando el Timeo, Proclo refiere que Crantor (aprox. 340-290 a. C.), filósofo de la Academia de Atenas, viajó a Egipto y pudo ver las estelas en que se hallaba escrito el relato que escuchó Solón;26​ sin embargo, el texto de Proclo es lo suficientemente ambiguo como para pensar que, en realidad, quien vio las estelas fue Platón y que Proclo no se pronuncia sobre la veracidad de esta historia.27​ Diodoro Sículo,28​ Claudio Eliano29​ y Eustacio,30​ mencionan la Atlántida, aunque también pueden referirse a los atlantes, una tribu libia o a la región del Atlas en general; algunos de ellos, como Teopompo,31​ lo hacen de manera paródica (Meropis).
En la Edad Moderna

Mapa de Athanasius Kircher mostrando una supuesta ubicación de la Atlántida. (Mundus Subterraneus, 1669). Mapa orientado con el sur arriba.

Si bien conocida, durante la Edad Media la historia de la Atlántida no llamó mayormente la atención. En el Renacimiento, la leyenda fue recuperada por los humanistas, quienes la asumirán unas veces como vestigio de una sabiduría geográfica olvidada y otras, como símbolo de un porvenir utópico. El escritor mexicano Alfonso Reyes Ochoa afirma que la Atlántida, así resucitada por los humanistas, trabajó por el descubrimiento de América.32​ Francisco López de Gómara en su Historia General de las Indias, de 1552, afirma que Colón pudo haber estado influido por la leyenda atlántida y ve en voz náhuatl atl (agua) un indicio de vínculo entre aztecas y atlantes.33​ Durante los siglos xvi y xvii, varias islas (Azores, Canarias, Antillas, etc.) figuraron en los mapas como restos del continente perdido. En 1626, el filósofo inglés Francis Bacon publicó La Nueva Atlántida (The New Atlantis), utopía en pro de un mundo basado en los principios de la razón y el progreso científico y técnico. En España, en 1673, el cronista José Pellicer de Ossau identifica la Atlántida con la península ibérica, asociando a los atlantes con los misteriosos tartesios.34​
En la Edad Contemporánea
Artículo principal: Hipótesis sobre la Atlántida

Las conjeturas que postulaban la existencia de la Atlántida como el «continente perdido» fueron invalidadas por la comprobación del fenómeno de la deriva continentaldurante los años 1950. Por ello, algunas de las hipótesis modernas proponen que algunos de los elementos de la historia de Platón se derivan de mitos anteriores o se refieren a lugares ya conocidos.
Ignatius Donnelly

Mapa en Atlantis: The Antediluvian World(1882), de Ignatius Donnelly.

No será hasta la segunda mitad del siglo xix, que la historia de la Atlántida adquiera la fascinación que provoca hasta hoy en día. En 1869, Julio Verne escribió Veinte mil leguas de viaje submarino, novela que en su capítulo IX describe un encuentro de los protagonistas con los restos de una sumergida Atlántida. Tiempo después, en 1883, Ignatius Donnelly, congresista norteamericano, publicaría Atlántida: el mundo antediluviano (Atlantis: The Antediluvian World). En dicha obra, Donnelly, a partir de las semejanzas que aprecia entre las culturas egipcia y mesoamericana, hacía converger, de modo muchas veces caprichoso, una serie de antecedentes y observaciones que lo llevan a concluir que hubo una región, desaparecida, que fue el origen de toda civilización humana (véase difusionismo) y cuyo eco habría perdurado en la leyenda de la Atlántida. El libro de Donnelly tuvo gran acogida de público (fue reeditado hasta 1976), en una época en que el avance de la ciencia permitía a su hipótesis aparecer seductoramente verosímil. Tanto fue así, que el gobierno británico organizó una expedición a las islas Azores, lugar donde el escritor situaba la Atlántida.35​
Atlántida esotérica

Portada de Atlantis: Die Urheimat der Arier (1922), de Zschaetzsch.

El éxito de Donnelly motivó a los autores más diversos a plantear sus propias teorías. En 1888, la ocultista Madame Blavatskypublicó La Doctrina Secreta. Allí aludía al El Libro de Dzyan un supuesto documento tibetano cuyo origen remoto estaría en la Atlántida. Según Blavatsky, los atlantes habrían sido una raza de humanos anterior a la nuestra, cuya civilización habría alcanzado un notable desarrollo científico y espiritual.

La Sociedad Thule estudió la Atlántida.36​ En este contexto de misticismo nazi y racismo «ario», además de Karl Georg Zschaetzsch con su libro Atlantis: Die Urheimat der Arier (1922)36​37​ y Alfred Rosenberg, que aludiría a la Atlántida en su Der Mythus des zwanzigsten Jahrhunderts (1930),36​ Heinrich Himmler habría organizado en 1938 una serie de expediciones a distintos lugares del mundo en busca de los antepasados atlantes de la raza aria.

Herman Wirth propuso teorías en torno a la Atlántida, continente cuyos habitantes habrían tenido que abandonar. Estos atlantes emigrados se habrían instalado en alguna región del norte de Europa, relacionando Wirth a estos con la mítica Hiperbórea y con los ingaevones.38​ El tradicionalista y ocultista italiano Julius Evola también introduciría a la Atlántida en sus doctrinas raciales, aludiendo a mestizajes entre atlantes y razas sureñas y atribuyendo a estas últimas influencias decadentes.39​

En 1940, el médium norteamericano Edgar Cayce hace descripciones de la atlántica en sus lecturas, toma como base el relato existente de Platón y lo amplía con nuevos detalles como que la civilización atlante se regía bajo un gobierno teocrático llamado Ley del Uno, la civilización tenía una tecnología avanzada basado en cristales de cuarzo, que a su vez dependía de un Gran Cristal; sin embargo los líderes atlantes abusaron del poder de este Gran Cristal que llevó a la extinción bajo las aguas, los sobrevivientes llegaron a Egipto donde guardaron su conocimiento dentro de la Esfinge. Cayce predice que en 1968 la Atlántida volverá a la superficie frente a las costas de Florida. Un año después de esa fecha, en 1969, se descubre una formación rocosa sumergida en las aguas de la isla de Bimini, Bahamas, a unos 80 km al este de Miami. Esta estructura, llamada Carretera de Bimini o Muro de Bimini, fue considerada como un resto de la isla desaparecida, alegándose que cumplía la predicción de Cayce. Sin embargo, los expertos geólogos sostienen que se trata de una formación natural conocida como roca de playa.40​41​
Atlántida minoica

Escena de Akrotiri, capital de Thera.

Pescador de Akrotiri.

Al margen de lo esotérico, el impulso generado por la obra de Donnelly motivó numerosos historiadores y arqueólogos, tanto profesionales como aficionados, quienes durante el siglo XX desarrollaron diversas conjeturas sobre la ubicación de la Atlántida, asociando a los atlantes con diferentes culturas de la Antigüedad. Es así como en 1913, el británico K. T. Frost sugiere que el imperio minoico (o cretense), conocido de los egipcios, poderoso y posiblemente opresor de la Grecia primitiva, habría sido el antecedente fáctico de la leyenda atlántida.42​

En 1938, el arqueólogo griego Spyridon Marinatos plantea que el fin de la civilización cretense, a causa de la erupción del volcán de Santorini, antiguamente llamada Thera, cuya capital era Akrotiri, podría ser el fondo histórico de la leyenda. La idea de Marinatos fue desarrollada por el sismólogo Angelos Galanopoulos, quien en 1960 publicó un artículo donde relaciona la tesis cretense con los textos de Platón.43​ Si bien el propio Marinatos siempre sostuvo que se trataba de una simple especulación, la hipótesis de la Atlántida cretense ha tenido amplia aceptación y captado muchos seguidores, entre los que se cuenta el fallecido oceanógrafo francés Jacques Cousteau.44​

Entre el 1628 y el 1627 a. C., la erupción del volcán terminó con una gigantesca explosión de caldera, del mismo tipo que la de Krakatoa(Indonesia) de 1883. Como efecto de la explosión la isla perdió buena parte de su superficie, y se desencadenó un maremoto que asoló el Mediterráneo Oriental, provocando, supuestamente, una grave crisis de la civilización minoica de Creta. Parece que la población encontró tiempo suficiente para evacuar la isla, llevándose muchos de sus bienes muebles. Marinatos popularizó la idea de que la explosión prehistórica de Tera-Santorini está en el origen del mito de la Atlántida.45​

La explosión fue muy intensa y la emisión de polvo oscureció la atmósfera lo suficiente como para que el hecho fuera observado en China. El enfriamiento del tiempo ha quedado registrado en anillos de los árboles incluso en Canadá. En Egipto, una inscripción del faraón Ahmosis conocida como la Estela de la Tormenta46​ parece referirse a este hecho; si bien se han propuesto otras interpretaciones.
Atlántida en el sur de la península ibérica

Por su parte, en 1922, el arqueólogo alemán Adolf Schulten retomó y popularizó la idea de que Tartessos fue la Atlántida,47​ hipótesis que tomó de los historiadores españoles Francisco Fernández y González (finales del s. xix) y su hijo, Juan Fernández Amador de los Ríos (1919).

En 2005, Marc-Andre Gutscher, geólogo marino del Instituto Universitario Europeo del Mar, en Plouzané, Francia, publicó un artículo en la revista científica Geology en el que analizaba Espartel, una isla sumergida al oeste del estrecho de Gibraltar, y la posibilidad de que esta fuera destruida por un fuerte terremoto y tsunami posterior hace unos 12 000 años y sus hipotéticas relaciones con la Atlántida descrita por Platón.48​

En 2005, un equipo multidisciplinar de investigadores del CSIC (Juan José Villarias Robles, Sebastián Celestino Pérez y Ángel León) y de la Universidad de Huelva (Antonio Rodríguez Ramírez), en el marco del denominado Proyecto "Constratación de la hipótesis de Wickboldt-Kühne", estudiaron sobre el terreno si las formas geométricas que se advertían en las imágenes de 1996 del Espacio Natural de Doñana obtenidas desde el satélite indio IRS y señaladas por los investigadores alemanes Werner Wickboldt49​50​ y Rainer W. Kühne51​ y las que el escritor hispanocubano Georgeos Díaz-Montexano52​ aportó –públicamente– a Rainer Kühne en el 2003 en el foro Atlantis Rising, se correspondían con un yacimiento arqueológico de importancia tal como la Atlántida o Tartessos. Los resultados de las pruebas realizadas (georradar, tomografía, sondeos, catas sedimentológicas) entre 2005 y 2010 indicaron que bajo Doñana "hasta 12 metros de profundidad no hay absolutamente nada", tal y como explica en una entrevista Sebastián Celestino Pérez, investigador del CSIC.53​


Atlántida en América

En 1999, el investigador Jim Allen aseguró encontrar pruebas de la perdida isla en el altiplano de Bolivia, en Pampa Aullagas del Departamento de Oruro.. (“Atlantis: the Andes Solution” Windrush Press, England 1998). La teoría se apoya en varias fuentes y resultados de investigaciones respecto a la formación mineralógica de las montañas que rodean al Altiplano, y la correspondencia entre la planicie rectangular del Altiplano al lado del lago Poopó y la descripción de la planicie rectangular dada por Platón. Además Allen mantiene que el cerro volcánico en Pampa Aullagas rodeado con anillos concéntricos corresponde a la isla capital de la Atlándida con sus anillos concéntricos y dice que la leyenda griega tuvo su origen en una supuesta leyenda boliviana, “La Leyenda del Desaguadero”, que habla de una ciudad castigada por los dioses y sumergida bajo un lago; un tema común a varias mitologías y que puede deberse a la influencia del mito bíblico del diluvio aportado por los misioneros. El investigador participó en varios documentales y entrevistas incluso en 1998 en un documental de la BBC y en 2001, participó en un documental para Discovery Channel dirigido por “Of Like Mind Productions” y titulado "La Atlántida en los Andes".54​ que incluye imágenes de Tihuanaco y también los resultados de la expedición Akakor realizada en el lago Titicaca en 1999. Algunos investigadores, como Arthur Posnansky, cuyas conclusiones no concuerdan con los datos arqueológicos que establecen la fundación de esta ciudad como tal en el siglo I de nuestra era, proponen una antigüedad de alrededor de doce mil años para las ruinas de Tihuanacu, lo cual coincidiría con la fecha probable de la Atlántida platónica aunque Allen mencionó en sus libros la posibilidad de 1260 a.C. como más probable. El documental argumenta, además, que Tihuanaco y el pueblo aimara fueron uno de los diez reinos de la isla, si bien esta etnia es posterior a la caída de Tiahuanaco en el siglo XIII de nuestra era. Esta hipótesis ha sido rechazada por la comunidad científica dado que las dataciones propuestas para Tiahuanaco, como también las extrapolaciones de Allen a partir de los textos antiguos, carecen de bases sólidas y contradicen todos los demás estudios realizados al respecto.
Falsa ubicación de la Atlántida en Google Ocean

En febrero de 2009, el periódico The Telegraph, del Reino Unido, publicó un artículo insinuando que usando Google Ocean (una extensión de Google Earth) se podía ver un misterioso rectángulo bajo el mar en el océano Atlántico55​ en las coordenadas 35°15′15″N 24°15′30.53″O. Inmediatamente, fanáticos de la Atlántida comenzaron a especular, asegurando que la imagen correspondía a la ciudad hundida. Google afirmó que la imagen correspondía a un típico error de procesamiento de imagen en el momento en que se recolectaron los datos de batimetría de varios sonares de botes en la zona.56​
Congresos de las hipótesis sobre la Atlántida

En julio de 2005 se celebró en la isla griega de Milos el primer congreso de las hipótesis sobre la Atlántida,57​ donde los participantes expusieron sus tesis sobre la base histórico-geográfica del relato de la Atlántida reflejado en los diálogos de Platón. Como resultado del congreso, se elaboró una lista de 24 criterios para la localización de la Atlántida.58​ Se convocaría un segundo encuentro en Atenas en noviembre de 200859​ y un tercero en Santorini en el año 2010.


El objetivo del congreso no es "establecer si la Atlántida existió o no, ni de localizarla de una vez por todas, lo que sería presuntuoso para una historia vieja de más de 2.500 años", sino más bien "pasar revista a las hipótesis y censar los eventuales índices confiables", explicó a la AFP Pavilidis, al inaugurarse el evento el lunes.
El Tiempo.com, Atenas/AFP60​
Críticas a las hipótesis sobre la Atlántida

Ante la cantidad de sitios propuestos como el emplazamiento de la isla, el periodista escéptico Michael Shermer, fundador de la Skeptics Society,61​ sostiene que las hipótesis de la ubicación de la isla Atlántida tienen defectos de fondo y forma. Por ello, Shermer rechaza en general las distintas conjeturas, y en particular el supuesto descubrimiento de la ubicación de la Atlántida en el sur de España por el investigador alemán Rainer Kühne;62​ y señala que el mito de la Atlántida propuesto por Platón recoge su percepción acerca del costo de la guerra en lo económico y social, derivado de su observación del conflicto armado entre los siracusanos y los cartagineses. Este relato presentaría un mensaje moral alrededor de una sociedad que al hacerse rica se torna belicosa y corrupta, y por ello es destruida por un castigo divino.63​

Dicha postura, en general, coincide con los estudiosos del pensamiento platónico, quienes proponen que Platón simplemente elabora un relato mítico con base en hechos y localizaciones reales de la época tomando elementos de las descripciones etnográficas de Heródoto. Al respecto, no debe olvidarse que el propio Platón recomienda, en su estudio de la polis ideal, el uso de una noble falsedad para poder discutir y consolidar el sistema político ideal.64​65​

La Atlántida en el arte y la cultura popular

Una lista casi exhaustiva sobre este tema puede leerse en 'Atlantis in fiction' (inglés).66​
En la literatura




Nemo y Aronnax ante las ruinas de la Atlántida (Veinte mil leguas de viaje submarino).
Veinte mil leguas de viaje submarino (Vingt mille lieues sous les mers, 1869), de Julio Verne: en los capítulos IX, X y XI de la segunda parte, el Nautilus visita las ruinas de la Atlántida.67​
La Atlántida (L'Atlàntida, 1877), de Jacinto Verdaguer: poema clásico catalán que narra cómo Colón escucha de un ermitaño la historia de la Atlántida, después de lo cual sueña con viajar a nuevas tierras.
La Atlántida (L'Atlantide, 1919), de Pierre Benoit: en una inexplorada región del Sahara, dos oficiales franceses descubren una fabulosa ciudad gobernada por una reina atlante.68​
En los relatos de Robert E. Howard, la Atlántida es un archipiélago de islas habitadas por tribus bárbaras muy aguerridas en guerra con los pictos y otros vecinos. El rey Kull de Atlantis es un bárbaro atlante que llega a convertirse en rey de Valusia, uno de los reinos de Thuria.
Atalantë («La Sepultada» en quenya, equivalente a Akallabêth en adunaico) es, en los relatos de J. R. R. Tolkien, el nombre que se da a la isla de Númenor, que Tolkien intencionadamente sitúa como símil de la Atlántida.
La rebelión de Atlas (Atlas Shrugged, 1957) de Ayn Rand: describe un lugar llamado la Atlántida («Atlantis»), donde residen John Galt (el héroe de la novela) y sus amigos. Las referencias a Atlantis como símbolo de la sociedad propugnada por la filosofía objetivista serán continuas en el resto de la carrera de Ayn Rand.
Taliesin (1987), de Stephen R. Lawhead, primer volumen del Ciclo de Pendragon: el rey Avallach y su hija Charis, sobrevivientes de la Atlántida, llegan a las costas bretonas.
Corazones en la Atlántida (Hearts in Atlantis, 1999), de Stephen King: la Atlántida aparece como metáfora de la cultura popular de los años 60.
El resurgir de la Atlántida (Raising Atlantis, 2005), de Thomas Greanias: un grupo de científicos, que investiga una inusual actividad sísmica en el polo sur, descubre la Atlántida.
La llave, novela de Marianne Curley (2005): en uno de los capítulos, los Guardianes del Tiempo viajan a la Atlántida durante "su último día". Según la autora, la ciudad desapareció durante el año 9596 a. C. Durante su visita, los protagonistas ven una ciudad bastante avanzada, que incluso ha conseguido crear una "bola" que es capaz de ver el futuro. Finalmente, la ciudad desaparece, pero aun así hay bastantes supervivientes.
Atlantis (2006), de David Gibbins: un arqueólogo marino descubre indicios de la Atlántida en el mar Mediterráneo.
El Laberinto de La Atlántida (2009), de Álvaro Bermejo: durante la II Guerra Mundial, un agente de espionaje aliado descubre en Creta una operación dirigida por el Alto Mando alemán en busca del legendario Rayo de Poseidón, al que atribuían un poder destructor comparable al de la bomba atómica que, por esas mismas fechas, se estaba preparando en el Proyecto Manhattan. Basada en hecho reales. Cuenta con una edición italiana: Il Labirinto di Atlantide. Edit. Falcone. 2013
El librero de la Atlántida (2006), de Manuel Pimentel: un tímido librero, que escucha de un marinero historias sobre continentes perdidos, se enfrenta a la contingencia de un nuevo cambio climático similar al que destruyó la Atlántida.
Acheron (2008), novela de Sherrilyn Kenyon sobre fenómenos paranormales: un dios nacido en Atlántida se ve forzado a una vida de sufrimiento como humano.
Atlántida (2010), de Javier Negrete: tras una serie de erupciones de los llamados 'supervolcanes', los protagonistas sitúan el continente perdido en el archipiélago de Santorini, al norte de la isla de Creta.




Hipótesis sobre la Atlántida



Mapa del imperio atlante. De Atlantis: The Antediluvian World, de Ignatius Donnelly, 1882.



A lo largo de la historia, y en especial tras la llegada a la fama de Ignatius Donnelly, han aparecido numerosas hipótesis sobre la localización que tuvo la Atlántida, las causas de su desaparición y la naturaleza de la civilización atlante. Varias hipótesis modernas proponen que algunos de los elementos de la historia de Platón se derivan de hechos o mitos vinculados a lugares y culturas reales. Otras se basan en fenómenos paranormales o la intervención de alienígenas para tratar de explicar la destrucción de las tierras atlantes y de las construcciones, y la escasez de restos arqueológicos.

El primer revés para las hipótesis, sobre todo para las que postulaban a la Atlántida como un continente de gran tamaño y distinto a los existentes,1​ se produjo al descubrirse y demostrarse el fenómeno de la deriva continental que afecta a las placas que forman la corteza terrestre.

Por otra parte, los académicos y expertos en el pensamiento platónico consideran que la Atlántida jamás tuvo existencia real.2​ Según el consenso científico el relato de Platón tiene una finalidad metafórica y simbólica más que historiográfica. A lo sumo podría considerarse que ciertos hechos históricos; el anegamiento de tierras, como la isla de Atalanta,3​ las Guerras Médicas y los enfrentamientos entre siracusanos y cartagineses o, incluso, un diluido recuerdo de la potencia minoica estén en la base de un escrito destinado a ilustrar un punto de vista filosófico.4​ Recogiendo este consenso, la doctora Julia Annas, profesora de filosofía de la Universidad de Arizona, manifiesta lo siguiente:


"La continuada industria del descubrimiento de la Atlántida ilustra los peligros de leer a Platón. En él es claro el uso de lo que se ha convertido en un estándar en la ficción - recalcando la historicidad de un evento (y el descubrimiento de desconocidas autoridades hasta el momento) como indicador de que lo que sigue es ficción. La idea es que deberíamos utilizar esta historia para examinar nuestras nociones sobre el gobierno y el poder. Hemos olvidado esto y en lugar de reflexionar respecto a tales asuntos salimos a explorar el lecho marino. El continuado malentendido de Platón como historiador nos permite ver porqué su desconfianza de la escritura imaginativa está a veces justificada".5​

El profesor Pedro Amorós Juan, de la Universidad de Murcia, coincidiendo con lo anterior, destaca que:


"(Platón)...ha recurrido a unos cuantos nombres de la tradición y ha contado en el Timeo y en el Critias un logos relacionado con los tiempos antiguos que merece ser escuchado. Así pues, también Platón tiene formas de “mitologizar” con agrado. Pero en Platón se «mitologiza» sobre la justicia y demás cosas de importancia. A modo de entretenimiento y de juego se enseña adecuadamente la verdad".6​

La mayoría de los expertos en filología griega y estudiosos del pensamiento griego en general y platónico en particular, aseveran que Platón hace uso aquí de un recurso muy común en sus escritos; la ironía, al presentar el discurso como "verdadero" pone en guardia al lector sobre sus intenciones.7​8​9​

Por el contrario, el Dr. César Guarde de la Universidad de Barcelona, y el Dr. Antonio Morillas, de la misma universidad y también profesor de filosofía en la Escola Magna, ambos miembros del Grupo Agón, opinan lo siguiente en el prólogo a la obra de Georgeos Díaz Montexano, defensor de la historicidad de la Atlántida:


"Pero lo más importante es que nuestro amicus Plato, gran amigo de la Verdad, nunca escatima esfuerzos en precisar, a través de las imperfecciones del lenguaje escrito, qué debe ser entendido como mito o como logos (historia) [...] No encontraremos en el Timeo o el Critias rastros de los antiguos mitos socráticos y, por tanto, tampoco rastro alguno de ninguna “ironía socrática” con la que transmutar mágicamente este logos en mythos [...] Continúa el ateniense su legado póstumo con el relato del Critias, al que denomina, simple y llanamente, “alethinon logon”, es decir, “verdadero”, “genuino” o “de confianza”, en cuanto que, a diferencia de la deducción empírica de Timeo de Locri, parte de documentos históricos transmitidos, ni más ni menos, que por el sabio y legislador Solón. No hay pues ironía alguna ni puede haberla, [...] y clasificar la narración de Critias como un “mito” no es sino faltar a la literalidad del texto, a la intención de Platón y, en especial, a esa finura filológica que Nietzsche reclamara para la filosofía".10​

En lo que respecta a los estudiosos que aceptan como posible la existencia de Atlántida, cabe señalar que muy pocos de ellos se especializan en Historia Antigua, Filología Clásica o Arqueología, siendo en su mayoría aficionados provenientes de diversos campos. Sin embargo, existe un número reducido entre aquellos que mantienen la existencia de un núcleo histórico en el relato platónico, que han intentado utilizar metodología histórica para encontrarlo. Estos estudiosos, como Marinatos o J. V. Luce,11​ reconocen que Platón crea la historia de la Atlántida, con el propósito de expresar sus reflexiones políticas, pero añaden que su relato deja entrever antiguas tradiciones sobre las civilizaciones de la cuenca del Egeo durante la Edad del Bronce.

Existen numerosas hipótesis en cuanto a la posible ubicación de la mítica Atlántida; algunas pretenden ser científicas, otras son manifiestamente pseudocientíficas y esotéricas. Se pueden dividir de la siguiente forma:



Índice
1Hipótesis y especulaciones sin intervención sobrenatural o extraterrestre
2Especulaciones sobre la intervención sobrenatural o extraterrestre
3Especulaciones raciales y políticas sobre su situación
4Congresos de las hipótesis sobre la Atlántida en la isla griega de Milo
5Véase también
6Referencias
7Enlaces externos
7.1Textos de Platón
7.2Colecciones de Información sobre la Atlántida
7.3Hipótesis diversas


Hipótesis y especulaciones sin intervención sobrenatural o extraterrestre
En 1999, el periodista y escritor británico Graham Hancock realizó para la BBC el documental "Atlantis Reborn", en el que documentaba con gran detalle su hipótesis de una catástrofe planetaria y la desaparición de una civilización anterior. Esta hipótesis, también publicada en forma de libro, se apoya tanto en los relatos de la tradición oral de religiones y pueblos antiguos como en sus propias teorías sobre la desviación del eje terrestre. Las ideas de Hancock postulan una influencia entre algunos supervivientes de esa pasada civilización y los albores de la actual, estos supervivientes narrarían el mito de la Atlántida, recogido en Platón y, según Hancock, otras fuentes antiguas. El libro de Hancock Tras las huellas de los dioses12​ señala un desplazamiento del eje magnético de la tierra como el origen de la catástrofre. Al corregir mediante computación ese desviamiento, Hancock pretende demostrar que diversas edificaciones antiguas alrededor de todo mundo muestran una concordancia exacta con las constelaciones del fimamento, para lo cual considera que esas construcciones son más antiguas de lo que se ha admitido y presupone que fueron diseñadas en función de ciertos patrones astronómicos13​14​
Según muchos estudiosos entre ellos los arqueólogos Angelos Galanopoulos y el ya mencionado Spyridon Marinatos, el submarinista Jacques Cousteau y el profesor J. V. Luce (sobre una tesis de K. T. Frost publicada a principios del siglo XX15​) la Atlántida sería el recuerdo deformado de la civilización minoica (o cretense). Algunos consideran que esta civilización fue destruida tras la erupción del volcán de la isla Thera o Santorini alrededor de 1640 a. C. Esta erupción causó un tsunami que barrió las costas del Egeo. Si bien hay acuerdo en que la catástrofe dañó gravemente al imperio minoico, no obstante actualmente no hay consenso entre los arqueólogos acerca de la vinculación entre la erupción y el fin de la civilización minoica.16​17​
Según propone el alemán Rainer W. Kühne,18​19​ estaría en el Coto de Doñana, cerca del Estrecho de Gibraltar, concretamente en la llamada marisma de Hinojos, también conocida como "marisma gallega". Esta hipótesis ubica la capital o acrópolis de la Atlántida en las "Marismas de Hinojos" y fue planteada y defendida por primera vez por tres autores españoles: José Pellicer de Ossau I Tovar en 1673, y mucho más adelante, por Francisco Fernández y González y Juan Fernández Amador y de los Ríos en 1919. Después fue retomada por los alemanes Adolf Schülten en 1922, y por Otto Jessen y Richard Hennig en la segunda y tercera década del pasado siglo XX. Estos últimos nunca se aventuraron a precisar un punto concreto. También el teólogo y rabino Richard Freund defiende esta hipótesis, según la cual los restos de la capital atlante se encuentran bajo las marismas en el actual Parque de Doñana, en Huelva, donde habrían sido sepultados tras sa destrucción por un tsunami.[cita requerida]
Las imágenes de satélite del área muestran dos posibles estructuras rectangulares y un par de posibles formas circulares concéntricas que han sido interpretadas como restos del "templo de Poseidón" y el "templo de Cleito y Poseidón". Sin embargo, los estudios arqueológicos y geológicos hechos "in situ", hace más de dos décadas, han demostrado que no existe ninguna construcción con aquellas características en aquel lugar y que se trata de un artefacto originada por las sombras de los paleocanales de los ríos colmatados, en una foto de satélite demasiado alejada y con poca resolución. El área estuvo sumergida hasta el siglo IX, formando parte del actual Golfo de Cádiz, y fue a partir de la época romana tardía cuando empezó a colmatarse de sedimentos, hasta alcanzar en los últimos 2000 años la naturaleza de marismas que actualmente presenta.20​
Jorge María Ribero Meneses la ubica en en el norte de España.21​

La región del Sinaí desde el espacio, con el golfo de Suez al oeste.
Jaime Manuschevich, chileno, plantea en su libro "La Atlántida, el mito descifrado" (2002) que el lugar real de la civilización mítica es el territorio norte del Gran Valle del Rift o la antigua Canaán, que hoy corresponde a Israel y el Sinaí, que fue una isla hasta el 5600 a. C. (Ryan y Pitman), rodeada por el valle de Jeezrael por el norte, por el mar Muerto y el mar Rojo por el este, y el golfo de Suez por el oeste, hasta aquella fecha. En ese territorio existió hace más de 11 mil años la cultura natufita o Natufiense, que justamente fueron los primeros productores de alimentos de la historia humana, señalando también que allí existió la primera ciudad reconocida, Jericó. El investigador chileno sostiene que justamente aquella primera civilización humana fue lo que hoy conocemos como la Atlántida.
Según Peter James, estaría en una antigua ciudad de Anatolia.[cita requerida]
Según J. M. Allen, que escribió en "Atlántida: la solución andina" por Latinas Editores, Oruro, estaría en el Altiplano boliviano.22​ Correspondería, entonces, a la planicie rectangular al lado del lago Poopó y el cerro rodeado con anillos concéntrico en Pampa Aullagas al sur del lago Poopó.
Según Ignatius Donnelly (en Atlantis: the Antediluvian World, 1882), el relato de Platón sería realmente cierto, y las demás civilizaciones antiguas descenderían de la atlante.
Según el novelista Robert Graves se habría encontrado en el Lago Tritonis, actual Túnez.23​
Según Arisio Núñez, estaría en algún lugar del Océano Índico, como Indonesia.
Según Jürgen Spanuth, estaría en algún lugar de los países nórdicos, como Dinamarca.
Según Paulino Zamarro, la Atlántida estaría situada en el mar Egeo en torno a las islas Cícladas tenía una extensión de unos 5300 km2 y se sumergió bajo las aguas por una avalancha marina proveniente de la ruptura de un supuesto istmo que pudo existir en el mismo estrecho de Gibraltar hasta hace unos 7500 años.
Según el atlantólogo y escritor Jorge Díaz, quien escribe como Georgeos Díaz-Montexano,24​ la Atlántida tendría su comienzo o parte más oriental próxima al Estrecho de Gibraltar, siendo un imperio Íbero-Mauritano. En su hipótesis defiende las afirmaciones vertidas por el propio Platón en sus relatos del Timeo y el Critias sobre la isla o península (en griego Nêsos) Atlántica o de la Atlántida, la cual tenía su comienzo en el Atlántico, "ante la boca" (en griego pro tou stomatós) de las Columnas de Hércules (Gibraltar), y en la cual existía una región denominada Gadeira (la fenicia Gades, hoy Cádiz) y una isla-acrópolis que desapareció bajo el mar durante la Edad del Bronce, quizás cuando reinaban en Atenas los legendarios reyes de la Dinastía Cecrópida,25​ según deduce de un pasaje del diálogo Critias 110a-b. Entre finales del 2001 y principios del 2002, Díaz-Montexano, siguiendo con la misma teoría publicada en marzo de 200026​ sobre la Atlántida Ibero-Marroquí, señaló que había precisado (al contar con nuevos datos documentales y arqueológicos) que la isla-acrópolis de Atlantis se hallaría en la punta actualmente sumergida frente a Trafalgar. Esta isla/península, con una extensión de más de 200 km², se hallaba justamente delante de la boca del Estrecho, casi en el vestíbulo, como según sus estudios afirmaba Platón (el autor utiliza como sustento las traducciones latinas de Calcidio, Ficino y Cornario, entre otros) y muy cerca de la Isla sumergida de Majuan o Espartel. Posteriores hallazgos paleográficos, epigráficos y cartográficos (mapas que Díaz Montexano considera provenientes de Cartago y Egipto, así como de un supuesto mapa rupestre de época tartésica) le llevaron a una ligera modificación de la hipótesis, y desde algunos años el autor defiende que si bien la isla (de haber realmente existido) comenzaría muy próxima a la boca atlántica del estrecho de Gibraltar, en el mismo Golfo de Cádiz, esta podría haberse extendido por el Oeste hasta casi llegar a las Madeira y por el Sur hasta muy cerca de las Canarias, de modo que la metrópolis o capital circular concéntrica (de haber existido) se hallaría hoy en día bajo el mar, pero más al sur del Golfo de Cádiz, longitudinalmente entre Marruecos y Madeira, y al norte de las Canarias.27​ Parte de sus argumentos para Iberia y el Atlántico han sido usados como base para el guion del documental "Atlantis Rising" ("El resurgir de la Atlántida" para España), 2017, producido por James Cameron para National Geographic.28​
Otros autores afirman que teniendo en cuenta que Heródoto describe a Europa como más extensa que Asia y Libia juntas, la Atlántida podría responder a toda la vertiente atlántica del continente europeo y a sus culturas prehistóricas.
Según varios estudiosos de mediados y finales del siglo XIX (como Charles Étienne Brasseur de Bourbourg, Edward Herbert Thompson o Augustus Le Plongeon), la Atlántida estaría relacionada con las culturas maya y azteca. Muchos de los partidarios de esta conjetura se retractaron posteriormente y dejó de ser considerada viable cuando se descifraron los jeroglíficos mayas.No obstante, algunos escritores todavía destacan la supuesta similitud fonética entre el origen mítico de los aztecas; Aztlán y el nombre de la isla descripta por Platón.
Especulaciones sobre la intervención sobrenatural o extraterrestre

Según la mística Helena Blavatsky, los atlantes serían héroes culturales, la así llamada, cuarta "raza original", a la que sucedería la "raza aria". De este modo combinaba la Atlántida con otros mitos de continentes perdidos como Mu y Lemuria.

Psíquico americano Edgar Cayce, 1910.
El psíquico Edgar Cayce describió a la Atlántida como una antigua civilización altamente evolucionada ahora sumergida, dotada de barcos y aviones alimentados por un misterioso tipo de cristal energético. Esta conjetura es similar a la de Blavatsky. Añadió que la isla se levantaría nuevamente del lecho marino en torno a 1968, hecho que no se produjo. No obstante algunos investigadores esotéricos consideran que el hallazgo de un presunto pavimento o muro de piedra en Bimini correspondería a la predicción de Cayce, otros investigadores aseguran, por el contrario, que dicho pavimento es un fenómeno natural conocido como roca de playa29​
Brian Weiss, parapsicólogo especializado en la terapia de vidas pasadas, incluye en su último libro, "Muchos cuerpos, una misma alma" el relato de una regresión en la que su paciente experimenta una vida anterior como atlante y brinda algunos datos al respecto. El Dr.Weiss asevera que dadas las características psicológicas de su paciente no se trata de un invento.
Según Julius Evola (en Revolt Against the Modern World, 1934), los atlantes eran los hiperbóreos, superhombres nórdicos originarios del Polo Norte.
Según Michael Tsarion, la Atlántida sería la base desde la que una raza extraterrestre dirigió la hibridación terrestre-alienígena de la que desciende la humanidad actual.[cita requerida]
Especulaciones raciales y políticas sobre su situación[editar]



Según algunos nacionalistas británicos [¿quién?], la Atlántida estaría en las Islas Británicas.
Heinrich Himmler organizó una expedición al Tíbet en 1938 con el fin de encontrar a los descendientes de los atlantes blancos.
Según Alfred Rosenberg (en The Myth of the Twentieth Century, 1930) la raza maestra se llamaría "nórdico-atlante" o "aria-nórdica".
Congresos de las hipótesis sobre la Atlántida en la isla griega de Milo

En julio de 2005 se celebró en la isla griega de Milo el Primer congreso de las hipótesis sobre la Atlántida.30​ Participaron 32 profesores de diversas universidades,31​ investigadores y personalidades políticas. Según las palabras que Spyros Pavlidis, profesor de paleosismología de la Universidad de Salónica, pronunció en el discurso de apertura:


No se trata de determinar si la Atlántida existe o es sólo un mito, ni de localizarla de una vez por todas, lo que sería muy presuntuoso para una historia de más de 2.500 años. Lo que queremos es recapitular hipótesis, examinar las fuentes de inspiración de la leyenda.32​

En la reunión se establecieron 24 criterios, que forman una lista aplicable a la calificación de las hipótesis sobre la Atlántida. De este modo, quedan fuera gran parte de las especulaciones existentes en el momento, y se consideran válidas las que se ajustan mejor a lo descrito por Platón en el Timeo y en el Critias, por ejemplo, las que parten del presupuesto de que la legendaria isla se ubicó frente a las Columnas de Hércules, en el Mar Atlántico. Quedó convocado un segundo encuentro para el año 2008.
Véase también
Atlántida
El resurgir de la Atlántida
Referencias

Volver arriba↑ Concluían ello en razón del tamaño que Platón da a la isla de acuerdo a la traducción tradicional del Timeo: más grande que Libia y Asia juntas. Cabe precisar que Platón nunca usa la expresión êpeiro (continente) para referirse a la Atlántida, sino la palabra nêsos, equivalente a isla, aunque también en ciertos casos a tierra fluvial y, en situaciones muy puntuales, a península.[1].
Volver arriba↑ Vidal-Naquet, Pierre. La Atlántida: pequeña historia de un mito platónico. Akal, Madrid, 2006, págs. 17 y ss.
Volver arriba↑ Tucidides-Historia de la Guerra del Peloponeso-Libro Tercero XIII
Volver arriba↑ Pradeau, Jean-Francois . Le monde de la politique: Sur le recit atlante de Platon, Timee (17-27) et Critias (International Plato studies) Academia Verlag; 1. Aufl edition ; 1997) Passim.
Volver arriba↑ Annas, J. 2003, Plato: A Very Short Introduction, OUP, p. 42
Volver arriba↑ "Lengua e Historia en Platón: oralidad y escritura, Mythologein y Mythologia en el Timeo y en el Critias. Pedro Amorós. Antig. crist. (Murcia) XII, 1995. Scripta Fulgentina (Murcia) V 1 9-10, 1995
Volver arriba↑ Vidal Naquet, op cit. pag 25 y ss.
Volver arriba↑ Brisson, L. Platón, las palabras y los mitos, Adaba, Madrid 2005. Introducción
Volver arriba↑ Gwyn Griffiths. Atlantis and Egypt. Historia (34) 1985. Página 3.
Volver arriba↑ Prólogo por los doctores César Guarde y Antonio Morillas de la Universidad de Barcelona para los dos tomos del Epítome de la Atlántida Histórico-Científica, Editorial Turpin Ediciones S.L., 2012, ISBN 1-4610-1958-3
Volver arriba↑ Luce, J.V. El fin de la Atlántida, Editorial Destino, 2003.
Volver arriba↑ Tras las huellas de los dioses, Graham Hancock. Ediciones B, 1998
Volver arriba↑ Committee for Skeptical Inquiry
Volver arriba↑ Un punto de vista escéptico al respecto en: https://web.archive.org/web/20070203134301/http://www.csicop.org/sb/9603/origins.html
Volver arriba↑ http://web.archive.org/web/http://www.uri.edu/endeavor/thera/atlantis.html
Volver arriba↑ http://www.decadevolcano.net/santorini/atlantis.htm
Volver arriba↑ Warren PM (2006). "The date of the Thera eruption". In Czerny E, Hein I, Hunger H, Melman D, Schwab A. Timelines: Studies in Honour of Manfred Bietak (Orientalia Lovaniensia Analecta 149). Louvain-la-Neuve, Belgium: Peeters. pp. 2: 305–321. ISBN 90-429-1730-X.
Volver arriba↑ Kühne, RW (2004) "A location for Atlantis?", Antiquity, 78, 300 http://antiquity.ac.uk/projgall/kuhne300/
Volver arriba↑ Kühne, RW (2008) "Did Ulysses Travel to Atlantis?", in: Paipetis SA: "Science and Technology in Homeric Epics", Springer, ISBN 978-1-4020-8784-4, doi 10.1007/978-1-4020-8784-4_38, http://www.springerlink.com/index/l230650842118002.pdf
Volver arriba↑ Ver ilustraciones paleogeográficas: aquí y aquí
Volver arriba↑ La Atlántida descubierta..., a la luz del testimonio de los historiadores antiguos
Volver arriba↑ [1]
Volver arriba↑ Los Mitos Griegos Volumen I, 39 "Atlas y Prometeo" nota 5
Volver arriba↑ Georgeos Díaz-Montexano's Official WebSite Atlantis - Tartessos. Aegyptius Codex. Epítome de la Atlántida Histórico-Científica. Una confederación talasocrática Íbero-Líbica y Hykso-minoica. Un estudio de la Atlántida -a modo de exordio - desde las fuentes documentales primarias y secundarias. Tomo I. ISBN 1-4610-1958-3
Volver arriba↑ Cécrope, Erecteo, Erictronio y Erisictón, entre el 1581 y el 1399/50 a.C., según las antiguas cronologías griegas; en especial la Crónica de Paros
Volver arriba↑ “Más allá de la ciencia”, nº 134, Marzo-abril de 2000
Volver arriba↑ La Atlántida en un mapa rupestre tartésico y en papiros egipcios de hace cuatro mil años, Fuente: Mari Paz Díaz, Huelva Buenas Noticias, Europapress, 30/06/2015 9:39:59 CET
Volver arriba↑ Atlantis Rising (2017) – IMDb
Volver arriba↑ http://webspace.webring.com/people/jp/planetaesceptica@hotmail.com/atlan2.htm
Volver arriba↑ «Hipótesis sobre la Atlántida»
Volver arriba↑ «The Atlantis Hypothesis. Searching for a Lost Land». Consultado el 13 de septiembre de 2017.
Volver arriba↑ A. M. Canto (22 de enero de 2007). «CONGRESO CIENTÍFICO SOBRE LA ATLÁNTIDA». Consultado el 15 de septiembre de 2017.
Enlaces externos
Textos de Platón
El Timeo y el Critias en español
Versión griega de Timeo
Versión griega de Critias
El Timeo (La Atlántida) en WikiSource
Critias o la Atlántida en WikiSource
Colecciones de Información sobre la Atlántida
Hipótesis sobre la Atlántida en Open Directory Project.
Atlantis-Scout.de: Colección multilingüe de artículos académicos, enlaces, vídeos, etc
Atlantipedia.ie: Colección enciclopédica de información sobre la Atlántida
Hipótesis diversas
Hipótesis del Egeo
Hipótesis de Israel
Hipótesis del Coto de Doñana
Hipótesis del norte de España
Hipótesis de la Atlántida en Bolivia
Hipótesis que analiza la existencia de la Atlántida
Hipótesis que analizan la existencia de la Atlántida y también Lemuria
Hipótesis de la Atlántida como un posible emporio del Atlántico, Íbero-Líbico/Mauretano y Hykso-Minoico.

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