lunes, 25 de septiembre de 2017

Tarrare


Tarrare.



Documento original de Baron Percy en el historial médico de Tarrare, Mémoire sur la polyphagie (1805)

Tarrare (Lyon 1772 – Versalles 1798), también escrito Tarare, fue un soldado y artista callejero francés conocido por sus poco habituales hábitos alimentarios. Era capaz de comer ingentes cantidades de carne y estaba constantemente hambriento. Sus padres no podían mantenerlo y de adolescente, lo echaron del hogar familiar. Viajó a Francia en compañía de una banda de ladrones y prostitutas antes de convertirse en el telonero de un charlatán ambulante. Se tragaba tapones, piedras, animales vivos y una cesta entera de manzanas. Llevó esta actuación a París, donde trabajó como artista callejero.

A comienzos de la Guerra de la Primera Coalición, Tarrare se unió al Ejército Revolucionario Francés. Debido a que las raciones militares no eran capaces de satisfacer su apetito, comía cualquier comida que hubiera en las alcantarillas y en las pilas de basura, pero su enfermedad empeoraba con el hambre. Sufría de agotamiento, y fue hospitalizado para más tarde convertirse en sujeto de una serie de experimentos médicos para analizar su capacidad de ingerir, donde, entre otras cosas, comía cantidades para quince personas de una sentada, gatos vivos, serpientes, lagartos y cachorros de perro, y tragaba una anguila entera sin masticar. A pesar de su dieta poco habitual, su tamaño y apariencia eran normales, y no mostraba ningún otro signo de enfermedad mental más que lo que fue descrito como un temperamento apático.

El general Alejandro de Beauharnais decidió poner en práctica las capacidades de Tarrare y le contrató como mensajero del Ejército Revolucionario Francés con el objetivo de que se tragara documentos, franqueara las líneas enemigas, y los recuperara de sus deposiciones una vez hubiera llegado seguro a su destino. Desafortunadamente, no hablaba alemán, y en su primera misión fue capturado por el ejército prusiano, fuertemente golpeado y sometido a un simulacro de ejecución antes de ser enviado de nuevo a líneas francesas.

Con esta experiencia escarmentó y accedió a someterse a cualquier procedimiento que pudiera curar su apetito, y tuvo tratamientos con láudano, pastillas de tabaco, vinagre de vino y huevos pasados por agua. Los métodos fracasaron, y los médicos no pudieron hacer que se mantuviera a dieta estricta; se escapaba del hospital para rebuscar en las alcantarillas, pilas de basura y fuera de las carnicerías en busca de vísceras, y trataba de beber la sangre de otros pacientes del hospital y de comer los cadáveres de la morgue del hospital. Después de que sospecharan que se había comido a un niño pequeño, lo echaron del hospital. Cuatro años después, reaparece en Versalles sufriendo de una tuberculosis aguda. Poco después, muere tras un largo episodio de diarrea exudativa.

Tarrare nació en la Francia rural, cerca de Lyon, alrededor de 1772. Su fecha de nacimiento se desconoce y no se sabe si Tarrare era su nombre real o un apodo.

De niño, Tarrare tenía un gran apetito y en su adolescencia, podía comer en un solo día un cuarto de buey, que pesaba tanto como él mismo. En estos años, sus padres no podían mantenerlo y lo instaron a abandonar su casa. Durante algunos años después, estuvo recorriendo el país con una banda errante de ladrones y prostitutas, mendigando y robando comida, antes de conseguir un trabajo como telonero de un charlatán ambulante. Tarrare atraía al público comiendo tapones, piedras, animales vivos y tragándose una cesta entera de manzanas tras otra. Comía vorazmente y le gustaba en especial la carne de serpiente.

En 1788, Tarrare se trasladó a París para trabajar como artista callejero. Parece que en general tenía éxito, pero en una ocasión la función fue mal y sufrió una obstrucción intestinal aguda. Miembros del público le llevaron al hospital Hôtel-Dieu, donde lo trataron con fuertes laxantes. Se repuso por completo y se ofreció a hacer una demostración de su espectáculo tragándose el reloj y la cadena de su cirujano. Guiraud, el cirujano, poco impresionado por la oferta, le advirtió de que si lo hacía, le abriría para recuperar sus objetos.


Aspecto y comportamiento

A pesar de su dieta poco habitual, Tarrare era de complexión delgada y de una altura media. A los diecisiete años, sólo pesaba 45 kilos. Se le describe con un cabello fino y claro poco frecuente y una boca excepcionalmente grande con dientes muy manchados y labios casi invisibles. Cuando no comía, su piel colgaba tanto que podía rodearse la cintura con el pliegue de la piel del abdomen. Cuando estaba lleno, su abdomen se hinchaba «como un gran globo». La piel de sus mejillas estaba arrugada y le colgaba, y cuando se estiraba, podía meterse doce huevos o manzanas en la boca. Su cuerpo estaba caliente y sudaba mucho, y sufría constantemente de un nauseabundo olor corporal. Se le describe como maloliente «hasta tal punto que se hacía insoportable a una distancia de veinte pasos». Este olor se hacía notablemente peor después de haber comido, sus ojos y mejillas se volvían sanguinolentos, un vapor visible se desprendía de su cuerpo, y entraba en un estado letárgico durante el cual eructaba ruidosamente y sus mandíbulas simulaban los movimientos para tragar. Sufría diarrea crónica, descrita como «fétida más allá de toda concepción». A pesar de su inmensa ingesta de comida, no parecía ni vomitar excesivamente, ni ganar peso. Aparte de sus hábitos alimentarios, sus contemporáneos no observaron ningún signo aparente de enfermedad mental o comportamiento inusual en él, más que un aparente temperamento apático con «una falta completa de fuerza e ideas».

La causa del comportamiento de Tarrare no se conoce. Mientras que ha habido otros casos documentados de comportamiento similar en el mismo período, sólo a Tarrare se le hizo la autopsia y no se tiene constancia de casos parecidos al suyo. El hipertiroidismo puede producir apetito extremo, repentina pérdida de peso, sudoración abundante, intolerancia al calor, y cabello fino. El científico Jan Bondeson especula que Tarrare sufría de una amígdala dañada. Se sabe que el daño en amígdalas en animales puede provocar polifagia.

Servicio militar
En los comienzos de la Guerra de la Primera Coalición, Tarrare se unió al Ejército Revolucionario Francés. Por desgracia para él, las raciones militares eran insuficientes para satisfacer su apetito. Llevaba a cabo tareas para otros soldados a cambio de una parte de sus raciones y buscaba sobras en montones de estiércol, pero no era suficiente para satisfacerlo. Fue ingresado en el hospital militar de Soultz-Haut-Rhin por agotamiento extremo. Le dieron el cuádruple de raciones, pero seguía hambriento. Buscaba desperdicios en alcantarillas y en contenedores de basura, comía las sobras de las comidas de otros pacientes, y entraba a hurtadillas en la botica para comerse los cataplasmas. Los cirujanos no alcanzaban a entender su apetito. A Tarrare se le ordenó que permaneciera en el hospital militar para someterse a experimentos fisiológicos diseñados por el doctor Courville (cirujano del Noveno Regimiento húsar) y el jefe de cirugía del hospital, George Didier, Barón Percy.

Courville y Percy decidieron poner a prueba la capacidad de Tarrare con la comida. La comida fue preparada por quince trabajadores cerca de las puertas del hospital. Aunque por lo general el personal del hospital contenía a Tarrare en presencia de comida, en esta ocasión, Courville le permitió acercarse a la mesa sin impedimento. Tarrare se comió todo: dos pasteles de carne grandes, platos de grasa y sal y cuatro galones de leche, e inmediatamente después, se durmió. Courville se dio cuenta de que el vientre de Tarrare se había tensado e hinchado como un gran globo. En otra ocasión, a Tarrare le dieron un gato vivo. Le abrió el canal con los dientes y bebió su sangre, y continuó comiéndose el gato entero salvo los huesos, antes de vomitar el pelo y la piel. Después de esto, el personal del hospital ofreció a Tarrare una variedad de otros animales, incluyendo serpientes, lagartos y cachorros de perro; todos ellos se los comió. También se tragó una anguila entera sin masticar, habiéndole antes machacado la cabeza con los dientes.​

Servicio como mensajero militar

Tras pasar varios meses siendo un sujeto de experimentación, las autoridades militares presionaron a Tarrare para que volviera al servicio activo. El doctor Courville quería continuar con sus investigaciones acerca de los hábitos alimentarios y sistema digestivo de Tarrare, y le planteó al general Alejandro de Beauharnais que las capacidades poco frecuentes de Tarrare y su comportamiento podían ponerse al servicio militar. Se introdujo un documento en una caja de madera que luego se le dio a Tarrare para que tragara. Dos días después, se recuperó la caja de sus excrementos con el documento todavía en estado legible. Por consiguiente, Courville propuso a de Beauharnais que Tarrare sirviera como mensajero militar, llevando documentos de forma segura a territorio enemigo sin riesgo de que los descubrieran si era registrado.

Tarrare hizo una visita a de Beauharnais para demostrarle sus habilidades antes de una reunión de los comandantes de la Armada del Rin. Tras haberse tragado con éxito la caja, le dieron una carretilla con 14 kg de pulmones e hígados de toro crudo como recompensa que comió inmediatamente delante de los generales congregados.

Después de esta exitosa demostración, Tarrare fue contratado oficialmente como espía de la Armada del Rin. Aunque el general de Beauharnais estaba convencido de la capacidad física de Tarrare para llevar los mensajes en su interior, le preocupaba su estado mental y al principio era reticente a confiarle documentos militares significativos. A Tarrare le encomendaron como primer encargo llevar un mensaje a un coronel francés recluido por los prusianos cerca de Neustadt; le dijeron que los documentos eran de gran importancia militar, pero en realidad de Beauharnais simplemente había escrito una nota pidiéndole al coronel la confirmación de que el mensaje lo había recibido con éxito, y de ser así, que contestara con alguna información potencialmente útil sobre movimientos de tropas prusianas.

Tarrare cruzó las líneas prusianas aprovechando la oscuridad, disfrazado de campesino alemán. Al ser incapaz de hablar alemán, pronto atrajo la atención de los residentes locales, que alertaron a las autoridades prusianas, y fue capturado en las afueras de Landau in der Pfalz. No encontraron nada sospechoso en el cacheo al desnudo, y a pesar de ser azotado por soldados prusianos, se negó a revelar su misión. Fue llevado ante el comandante local prusiano, el general Zoegli, se volvió a negar a hablar y fue encarcelado. Tras 24 horas de cautividad, Tarrare cedió y explicó el plan a sus captores. Fue encadenado a una letrina, y al final, 30 horas después de habérsela tragado, la caja de madera apareció. Zoegli enfureció cuando los documentos, que Tarrare había dicho que contenían información vital de inteligencia, resultaron ser sólo un estúpido mensaje de de Beauharnais, y llevaron a Tarrare a la horca y le colocaron el lazo alrededor del cuello. (Algunas fuentes aseguran que Zoegli nunca recuperó la caja ya que Tarrare tenía la presencia de ánimo de recuperar y comer las deposiciones que la contenían antes de que pudieran ser incautadas por los prusianos.) En el último minuto, Zoegli cedió y bajaron a Tarrare del patíbulo, al que dieron una severa paliza y pusieron en libertad cerca de las líneas francesas.

Tratamientos probados

Después de este incidente, Tarrare estaba desesperado por evitar más servicios militares, y volvió al hospital diciéndole a Percy que probaría cualquier cura posible para su apetito. Percy le trató con laúdano sin éxito; otros tratamientos con vinagre de vino y pastillas de tabaco fracasaron de la misma manera. Tras estos fracasos, Percy dio a Tarrare grandes cantidades de huevos pasados por agua, pero esto tampoco sirvió para reprimir su apetito. Los esfuerzos para que siguiera cualquier tipo de dieta controlada fracasaron, se escabullía del hospital para buscar vísceras fuera de las carnicerías y para enfrentarse a perros callejeros por la carroña de las alcantarillas, callejones y montículos de basura. También fue descubierto varias veces en el hospital bebiendo de los pacientes sometidos a sangrías, y tratando de comerse los cuerpos de la morgue del hospital. Otros médicos pensaban que Tarrante era un enfermo mental e insistían en que se le trasladara a un manicomio, pero Percy quería continuar con sus experimentos y Tarrare permaneció en el hospital militar.

Después de un tiempo, un bebé de 14 meses desapareció del hospital, y sospecharon inmediatamente de Tarrare. Percy fue incapaz, o no quiso defenderlo, y el personal del hospital lo sacó de allí, adonde nunca regresó.

Muerte
Cuatro años después, en 1798, Tessier, del hospital de Versalles, se puso en contacto con Percy para notificarle de que uno de sus pacientes deseaba verlo. Era Tarrare, ahora postrado en una cama y débil. Tarrare le dijo a Percy que se había tragado un tenedor de oro dos años antes y que creía que lo tenía alojado dentro causándole su actual debilidad. Esperaba que Percy pudiera encontrar alguna manera de sacarlo. Sin embargo, Percy identificó que sufría de una tuberculosis avanzada. Un mes después, Tarrante comenzó a sufrir una continuada diarrea exudativa y murió poco después.

El cadáver se pudrió rápido. Los cirujanos del hospital se negaron a diseccionarlo. Tessier, sin embargo, quería saber cómo se diferenciaba internamente de lo normal, y tenía curiosidad también por saber si el tenedor de oro realmente estaba alojado en su interior. En la autopsia, se descubrió que el esófago de Tarrare era anormalmente ancho y cuando sus mandíbulas estaban abiertas, los cirujanos podían ver un gran canal hasta su estómago. Se encontró que tenía el cuerpo lleno de pus, su hígado y vesícula biliar eran anormalmente grandes, y su estómago era enorme, con úlceras cubriendo la mayoría de su cavidad abdominal. El tenedor nunca se encontró.

El Incidente del Paso Diatlov



El Incidente del Paso Diatlov se refiere a un suceso ocurrido el 

2 de febrerode 1959 en los montes Urales, en una zona entre la República de Komi y el óblast de Sverdlovsk, en Rusia, en el cual nueve jóvenes excursionistas aficionados al esquí que habían acampado perdieron la vida de manera inexplicable hasta la fecha.

El incidente ocurrió en la noche del 1 al 2 de febrero de 1959 en la vertiente oriental de la ladera este de la montaña Kholat Syakhl (Холат Сяхл), un nombre mansi que significa «Montaña Muerta». El puerto de montaña donde ocurrió el episodio fue nombrado más tarde como Paso Diatlov, en honor del líder de la expedición, Igor Diatlov (Игорь Дятлов).



Los investigadores en el momento determinaron que los excursionistas rasgaron su tienda de campaña desde dentro intentando salir, caminando descalzos y con ropa ligera sobre la densa nieve y bajo temperatura de -30 °C, y que los cadáveres mostraban signos de lucha, teniendo dos de las víctimas los cráneos fracturados y dos costillas rotas, y a otra le faltaba parte de su rostro debido a la descomposición post mortem.


Según las fuentes, cuatro mostraban contenidos importantes de niveles de radiación. No hay mención de esto en la documentación contemporánea, sino que sólo aparece en documentos posteriores. Los investigadores soviéticos determinaron que "una fuerza desconocida e insuperable" había causado las muertes. El acceso a la zona fue prohibida a esquiadores y otros aventureros durante tres años después del incidente. La cronología de los hechos aún no está clara debido a la falta de supervivientes.

Antecedentes

Con motivo de la realización de un viaje para la práctica del esquí de travesía por los montes Urales se reunieron en Ekaterimburgo un grupo de ocho hombres y dos mujeres. La mayoría eran estudiantes o graduados del Instituto Politécnico de los Urales (Уральский Политехнический Институт, УПИ), en la actualidad Universidad Técnica Estatal de los Urales de Ekaterimburgo. El grupo estaba compuesto por:

El grupo de jóvenes excursionistas poco antes de sus muertes.

Igor Dyatlov, líder del grupo (Игорь Дятлов) - Un estudiante del departamento de radio y líder del grupo, 23 años.
Zinaida Kolmogorova (Зинаида Колмогорова) - Una estudiante del departamento de radio, 22 años.
Liudmila Dubinina (Людмила Дубинина) - Una estudiante de economía, 21 años.
Alexander Kolevatov (Александр Колеватов) - Un estudiante del departamento de geotecnia, 25 años.
Rustem Slobodin (Рустем Слободин) - Un estudiante de la facultad de ingeniería, 23 años.
Yuri Krivonischenko (Юрий Кривонищенко) - Un estudiante de la facultad de ingeniería, 24 años.
Yuri Doroshenko (Юрий Дорошенко) - Un estudiante de economía, 21 años.
Nicolas Thibeaux-Brignolles (Николай Тибо-Бриньоль) - Un estudiante de la facultad de ingeniería, 24 años. Bisnieto de un ingeniero francés que se instaló en los Urales en 1880.4​
Alexander Zolotarev (Александр Золотарев) - Guía, 37 años. Veterano de la II Guerra Mundial.5​
Yuri Yudin (Юрий Юдин), de 24 años y único superviviente del grupo. Falleció el 27 de abril de 2013.6​

El objetivo de la expedición era llegar a Otorten (Отортен), una montaña de 1182 msnm. (según mapas de la década de 1950.7​ Pero acorde a la cartografía actual, tiene 1234 msnm8​) a 10 kilómetros al norte del lugar del incidente. Esta ruta, en esa estación del año, se estimó como de "Categoría III", la más difícil. Todos los miembros tenían experiencia en viajes de larga duración en esquí y en expediciones de montaña.

El grupo llegó en tren a Ivdel (Ивдель), una ciudad en el centro de la norteña provincia de Sverdlovsk Óblast el 25 de enero. A continuación, un camión se ofreció a llevarlos hasta Vizhai (Вижай) - el último asentamiento habitado en el extremo norte. Comenzaron su marcha hacia el monte Otorten desde Vizhai el 27 de enero. Al día siguiente, uno de los miembros (Yuri Yudin) se vio obligado a regresar al ponerse enfermo, con lo que el grupo quedó formado por nueve personas.

Con los diarios y las cámaras de fotos (en las fotos que se tomaron esos días aparecen contentos y saludables) que se encontraron en su último campamento se hizo posible realizar un seguimiento de la ruta del grupo hasta el día anterior al incidente. El 31 de enero, el grupo llegó al borde de una zona de tierras altas y comenzó a prepararse para la escalada. En un valle silvestre se abastecieron de alimentos y equipo que utilizarían más adelante para el viaje de regreso. Al día siguiente (1 de febrero), los excursionistas comenzaron a moverse a través del paso. Parece ser que tenían previsto cruzar el paso y llegar al campamento, situado en el lado opuesto, la noche siguiente, pero debido al empeoramiento de las condiciones atmosféricas, temporales de nieve y la consiguiente disminución de visibilidad, perdieron su dirección y se desviaron al oeste, hacia la parte superior de la montaña Kholat Syakhl. Cuando se dieron cuenta de su error, el grupo decidió detenerse y establecer un campamento allí mismo, en la ladera de la montaña.

La búsqueda
Se había acordado de antemano que Dyatlov enviaría un telegrama a su club deportivo cuando el grupo regresara a Vizhai. Se esperaba que esto iba a suceder a más tardar el 12 de febrero, pero transcurrido este, y no habiendo sido recibido ningún mensaje, no hubo reacción ya que los retrasos de unos pocos días eran comunes en tales expediciones. Sólo después de trascurrida una semana sin noticias, los familiares de los viajeros exigieron una operación de salvamento lo que hizo que el jefe del instituto enviara a los grupos de rescate, compuestos al principio por estudiantes voluntarios y profesores, el 20 de febrero.3​ Más tarde, la policía y las fuerzas del ejército se involucraron con aviones y helicópteros, a los que se les ordenó unirse a la operación de rescate.

Una vista de la tienda que el equipo de rescate encontró el 26 de febrero de 1959. La tienda había sido abierta desde el interior, y la mayoría de los esquiadores habían huido en calcetines o descalzos.

El 26 de febrero, los investigadores encontraron el campamento abandonado en Kholat Syakhl. La tienda estaba muy dañada. Un rastro de huellas descendían hacia el borde de los bosques cercanos (en el lado opuesto del paso, a 1,5 km al nordeste), pero después de 500 metros estaban cubiertas de nieve. En el borde del bosque, bajo un voluminoso y viejo pino, los buscadores se encuentran los restos de una hoguera, junto con los dos primeros cadáveres, los de Krivonischenko y Doroshenko, descalzos y vestidos sólo con su ropa interior. Al parecer, habían intentado trepar por el árbol, pues las ramas bajas estaban rotas y ellos caídos de espaldas en el suelo. Eso explica también porqué había sangre y trozos de piel en el tronco del árbol y sus manos malheridas. Entre los pinos y el campamento los equipos encontraron tres cadáveres más, los de Dyatlov, Kolmogorova y Slobodin.



Igor Dyatlov, también tendido de espaldas, tenía una rama de abedul en una mano y con la otra parecía proteger o defender su cabeza de algo. Rustem Slobodin, caído boca abajo, tenía un agujero de 1,8 centímetros en el cráneo, pero no era una herida mortal, así que debió morir por hipotermia, como los otros. Cerca de la tienda, se hallaba Zinaida Kolmogorova, y su pelo tenía un tono grisáceo y su piel un color anaranjado, aunque a ningún investigador le importó. Según sus poses, ellos tres estaban tratando de regresar al campamento.3​ Se encontraban separados a una distancia de 300, 480 y 630 metros del pino.

La búsqueda de los otros tres expedicionarios se prolongó durante más de dos meses. Fueron encontrados por fin el 4 de mayo, bajo cuatro metros de nieve, en el arroyo de un barranco, en el interior del bosque.
Investigación

El cuerpo de Rustem Slobodin, encontrado boca abajo enterrado por la nieve.

Una indagación se inició inmediatamente después de encontrar los primeros cinco cuerpos. Un examen médico no encontró lesiones que pudieran haber conducido a la muerte, y se concluyó que habían muerto de hipotermia. Una persona tenía una pequeña fisura en el cráneo, pero en principio no se consideró como una herida mortal.

Un examen de los cuatro cuerpos que se encontraron en mayo cambió el panorama. Tres de ellos tenían lesiones mortales: El cuerpo de Nicolas Thibeaux-Brignolle sufrió daños importantes en el cráneo, y el de Liudmila Dubidina costillas rotas y tenía la cabeza hacia atrás, por lo que se había roto el cuello. Tampoco tenía lengua y sufría grandes índices de radiactividad en sus prendas.3​ Alexander Zolotarev también tenía grandes fracturas en la zona del pecho y le faltaban varios dientes. Además, su cabello era de un tono grisáceo y tenía índice de vejez. La fuerza necesaria para causar esos daños habría sido extremadamente alta; un experto lo comparó con la fuerza de un accidente de coche. En particular, los cuerpos no tenían heridas externas, pero sí muchas internas como si fueran alcanzados por un alto nivel de presión.3​ Ha habido cierta especulación de que inicialmente los indígenas del pueblo mansi podrían haber atacado y asesinado al grupo por invadir sus tierras, pero la investigación indica que la naturaleza de sus muertes no apoyan esta tesis; en la zona sólo eran visibles las huellas de los excursionistas, y no daban señales de una lucha cuerpo a cuerpo.



Había pruebas de que el equipo se vio obligado a abandonar la tienda durante la noche, mientras dormían. Aunque la temperatura era muy baja (alrededor de -15 ° a -20 ° C) con una tormenta con ráfagas de viento la sensación térmica era de -30º C. Los muertos no estaban vestidos adecuadamente. Algunos de ellos tenían sólo un zapato (Slovodin), mientras que otros llevaban zapatos o calcetines solamente. Algunos fueron encontrados envueltos en trozos de ropa rasgada que parecía ser cortada de la de aquellos que ya estaban muertos. Sin embargo, hasta el 25% de las muertes asociadas a la hipotermia sufren antes el "desvestirse paradójico".9​ Esto ocurre frecuentemente durante la hipotermia moderada a severa, en la que la persona se desorienta, se confunde y se vuelve combativa. Pueden empezar a quitarse la ropa, lo que a su vez, aumenta la tasa de pérdida de calor.

Periodistas que realizan un informe sobre las piezas disponibles en los archivos sobre la investigación judicial afirman que esta declara que:
Seis de los miembros del grupo murieron de hipotermia y tres de accidentes mortales.
No hubo indicaciones de otras personas cercanas, aparte de los nueve viajeros en Kholat Syakhl, ni nadie más en los alrededores.
La tienda había sido desgarrada por dentro (sólo los cortes horizontales, los verticales fueron muy probablemente hechos por los buscadores Slobtsov y Sharavin para ver si había alguien dentro).
Las víctimas habían muerto de 6 a 8 horas después de su última comida.
Huellas del campo mostraron que todos los miembros del grupo salieron del campamento por su propia voluntad, a pie (lo que descarta el "desvestirse paradójico"), dejando atrás su equipo, objetos personales, mantas y ropas de más abrigo.
Para disipar la teoría de un ataque de los indígenas del pueblo mansi, un médico indicó que las lesiones mortales de los tres cuerpos no podrían haber sido causadas por otro ser humano, "porque la fuerza de los golpes había sido demasiado fuerte y había tejido blando que no había sido dañado".​
La radiación de las pruebas forenses han demostrado altas dosis de contaminación radiactiva en la ropa de algunas víctimas (particularmente la ropa de Kolevatov cuya chaqueta fue entregada a Lyudmila Dubinina después de la muerte de este).

El veredicto final fue que los miembros del equipo murieron a causa de una "desconocida fuerza irresistible". La investigación cesó oficialmente en mayo de 1959 debido a la "ausencia de culpabilidad de un grupo criminal". El sumario fue enviado a un archivo secreto, y las fotocopias del caso llegaron a estar disponibles sólo en la década de 1990, a falta de algunas piezas.3​
Controversias que rodearon la investigación

Retratos de los excursionistas fallecidos en su tumba en Ekaterimburgo

Algunos investigadores afirman que algunos datos se perdieron o fueron tal vez, ignorados por los funcionarios:2​1​
Después de los funerales, los familiares de los fallecidos afirmaron que la piel de las víctimas tenía un color marrón muy extraño.3​
En una entrevista privada, un ex oficial de la investigación dijo que su dosímetrohabía mostrado un elevado nivel de radiación en Kholat Syakhl, y que esta era la razón de la radiación que se encontró en los cuerpos. Sin embargo, la fuente de la contaminación no fue encontrada.
Un médico observó que no había 9 cadáveres, sino 11, pero los dos últimos fueron retirados sin antes saber quiénes eran, por lo que desaparecieron rápidamente.
Entre las cosas que se dejaron en la tienda, había un "obmotki", que es como un cinturón para las botas, y que según Yuri Yudin, no pertenecía a nadie del grupo. También había unas gafas de sol que empleaban los militares para demostrar que eran parte del ejército de la URSS, y que no llevaban los alpinistas ya que era pleno invierno.
Ese mismo día explotó en una fábrica de misiles cerca de la zona un spray paralizante que seguramente afectó a cuatro de los excursionistas (de ahí seguramente porqué algunos tenían índice de radiactividad).
Iban armados, con un fusil, tres cuchillos y un hacha, pero no llegaron a usarlos.
Otro grupo de excursionistas (unos 50 kilómetros al sur del incidente) informaron que habían visto extrañas esferas de color naranja en el cielo nocturno al norte, probablemente en la dirección de Kholat Syakhl, en la noche del incidente.[cita requerida] Similares "esferas "se observaron en Ivdel y áreas adyacentes continuamente durante el período de febrero a marzo de 1959, por varios testigos independientes (incluido el servicio de meteorología y los militares).
Algunos reportes sugieren que habían sido localizados restos de chatarra en la zona, dando lugar a especulaciones de que los militares habían utilizado la zona en secreto y podrían verse comprometidos en su encubrimiento.3​
Existe la teoría de que este incidente fue un caso de “entrega controlada”(para más detalles leer el libro "Dyatlov pass keep it's secret"), es decir, una reunión encubierta con espías extranjeros (probablemente norteamericanos) para darles información clasificada falsa. En esa época el modo utilizado por estos espías para identificar fábricas de armas nucleares era sobornando a personas de la localidad que pudieran entregarles (en puntos alejados de cualquier asentamiento) pruebas de la localización de dichas fábricas. Estas pruebas consistían en la entrega por parte de la persona sobornada de alguna prenda contaminada radiactivamente además de la localización. Pero este método con el tiempo fue descubierto por la KGB y desde entonces se crearon las entregas controladas.

Como datos adicionales: -Cuando espías extranjeros elegían un lugar para la entrega, lanzaban primero desde el avión sondas que iluminaban el terreno antes de su propio lanzamiento. De esta manera podían detectar cualquier posible trampa además de cubrir el descenso de los paracaídas, ya que la luz de la sonda dejaría en sombras todo lo que estuviera sobre ellas cayendo. Esta sonda también cumplía la tarea de indicar el punto de encuentro con sus informantes. -Kolevatov trabajó durante los años 1953 – 1956 en una de las instalaciones de investigación secreta más importantes de la Unión Soviética (creada como parte del “Proyecto uranio”).
Consecuencias

En 1967, el escritor y periodista ruso de la ciudad de Sverdlovsk, Yuri Yarovoi (Юрий Яровой) publicó la novela "Of the highest rank of complexity" ("Высшей категории трудности"),10​ inspirada en este incidente. Yarovoi había participado en la búsqueda del grupo de Dyatlov y en la investigación, e incluso había actuado como fotógrafo oficial de la campaña de búsqueda en la etapa inicial de la investigación, por lo que tenía conocimiento de los hechos. El libro fue escrito en la época soviética, cuando los detalles del accidente se mantuvieron en secreto, y Yarovoi tuvo que evitar revelar nada más allá de la posición oficial y los hechos conocidos. El romántico libro del accidente narra un final mucho más optimista que los hechos reales -sólo el líder del grupo es encontrado muerto-. Los colegas de Yarovoi afirmaron que había versiones alternativas de la novela, pero se tuvieron que rectificar debido a la censura. Desde la muerte de Yarovoi sus 1.980 archivos, incluyendo fotos, diarios y manuscritos, se han perdido.

Algunos detalles de la tragedia se hicieron públicos en su momento en publicaciones y debates de la prensa regional de Sverdlovsk en 1990. Uno de los primeros autores de Sverdlovsk fue el periodista Anatoly Guschin (Анатолий Гущин). Guschin informó que la policía le dio un permiso especial para estudiar los archivos originales de la indagatoria y el uso de estos materiales en sus publicaciones. Se dio cuenta de que un número de páginas fueron excluidos de los archivos, así como un misterioso "sobre" que se menciona en la lista de casos de materiales. Al mismo tiempo, las fotocopias de algunos de los expedientes comenzaron a circular entre otros investigadores no oficiales.

Guschin resumió sus estudios en el libro "The price of state secrets is nine lives" ("гостайны Цена - девять жизней".1​ Algunos investigadores han criticado que debido a su concentración en la teoría especulativa de un "arma secreta experimental soviética", pero la publicación despertó el debate público, estimulado el interés por los fenómenos paranormales. De hecho, muchos de los que permanecieron en silencio durante 30 años reportaron nuevos datos sobre el accidente. Uno de ellos fue el ex policía Lev Ivanov (Лев Иванов), quien dirigió la investigación oficial en 1959. En 1990 publicó un artículo11​ junto con su admisión de que el equipo de investigación no tenía ninguna explicación racional del accidente. También informó de que recibió órdenes directas de los altos funcionarios regionales para cesar la investigación judicial y mantener sus materiales en secreto después de informar que el equipo había visto "esferas voladoras". Ivanov personalmente cree en una explicación paranormal, específicamente los ovnis.

En el año 2000, una compañía de televisión regional produjo el documental "Dyatlov Pass" ("Дятлова Перевал"). Con la ayuda del equipo de filmación, una escritora de Ekaterimburgo, Anna Matveyeva (Матвеева Анна), publicó el documental de ficción de la novela del mismo nombre.2​ Una gran parte del libro incluye amplias citas de los archivos oficiales, los diarios de las víctimas, entrevistas con investigadores y otros documentales recogidos por los cineastas. La línea narrativa del libro detalla la vida cotidiana y los pensamientos de una mujer moderna (un alter ego de la propia autora) que intenta resolver el caso.

A pesar de la presencia de la parte narrativa de ficción, el libro de Matveyeva sigue siendo la mayor fuente de materiales documentales que jamás se ha hecho disponible al público. Además, las páginas de los expedientes y otros documentales (en fotocopias y transcripciones) poco a poco se han ido publicando en el foro de la web de científicos entusiastas.12​

La Fundación Dyatlov ha sido creada en Ekaterimburgo (Екатеринбург), con la ayuda de la Universidad Técnica Estatal de los Urales, dirigida por Yuri Kuntsevitch (Юрий Кунцевич). El objetivo de la fundación es convencer a los actuales funcionarios de Rusia para reabrir la investigación del caso, y para mantener el Museo Dyatlov "para perpetuar la memoria de los excursionistas muertos". En el museo se exponen varios documentos de los alpinistas, como fotos, diarios, ropas y demás objetos.

En 2011, la serie del canal History Channel Alienígenas ancestrales, hablando de los lugares malditos, habló del accidente del paso Diatlov, diciendo que los alienígenas pudieron haber causado estas muertes. El episodio fue emitido en Estados Unidos en 2010, siendo parte de la tercera temporada, y con el título de Zonas del Mal.

Yuri Yudin, el único superviviente de la expedición, declaró tiempo después: "Si yo tuviera la oportunidad de hacerle a Dios una sola pregunta sería, ¿Qué pasó realmente con mis amigos esa noche?"3​

el caso de las gemelas que inventaron su propio idioma





lunes, 18 de septiembre de 2017



el acorde del diablo

Diabolus in musica: El tritono del diablo
por Carlos Naranjo 28 Jun 2016





El diabolus in musica o 'el diablo en la música' según su traducción literal, hace referencia al intervalo de tritono (4a aumentada o 5a disminuida), que de manera natural ocurre entre las notas Fa/Si o entre el IV y VII grado de cualquier escala mayor, siendo en el II y VI grado en escala menor. Dicha disonancia, estaba considerada en la Edad Media como una 'ruptura' y un 'conflicto' a evitar según el tratamiento musical de la época, ya que dificultaba su entonación para el canto y se le consideraba un intervalo de sonido 'verdaderamente siniestro'.
Un poco de historia...



Relatando brevemente su historia y evolución en la música occidental, hemos de empezar por el concepto medieval sobre el tritono. Dicho concepto, como hemos dicho anteriormente, se debía tanto por conceptos prácticos/dificultad de entonación, como por su efecto disonante/siniestro que rompía con el ideal de lo perfecto y lo divino. Tenemos que tener en cuenta que en la Edad Media prácticamente todos los aspectos, tanto filosóficos como artísticos, se regían por un estricto y cerrado sistema teocrático; es decir,todo confluía hacia Dios y todo se explicaba desde el punto de vista de lo divino como causa lógica de todas las cosas. Por lo tanto, todo estudio intelectual tenía siempre una perspectiva divina, y el efecto y orden de todas las cosas era siempre representado por la figura de un Dios que era a su vez centro y armonía del Universo. El llamado quadrivium ('cuatro caminos'), agrupaba las cuatro disciplinas, las cuales eran: matemáticas, aritmética, geometría y música; y se estudiaban de manera simultánea, estrechamente relacionadas entre sí. Es de entender por lo tanto, que todo concepto de lo armónico=bello en lo divino obedecía a unas proporciones similares entre sí, ya que todo estaba ligado a un centro único: Dios. Pero, ¿qué relación tiene el tritono con todo esto y por qué debía ser evitado con un nombre tan despectivo y temible como 'diabolus in musica'?. Para entender esto, hay que tener en cuenta dos factores:

1. Dios era considerado como la primerísima causa de la creación y orden en el Universo, principio y fin de todas las cosas. Los teóricos imitaban según este ideal toda proporción para que fuera consonante, evitando toda disonancia que significara una 'ruptura' con el ideal armónico. De esta manera, se intentaba a través de las ciencias imitar el orden celeste y de las esferas como reflejo de la obra de Dios en la tierra. Según esto, se evitaba toda disonancia ya que su irrupción en la música era considerada como una 'imperfección' en una obra que debía ser perfecta, desde el punto de vista de la imitación según la perfecta obra de Dios. Una prueba de esta cuasi obsesión, es que por ejemplo siendo el número 3 un número sagrado al invocar a la Santísima Trinidad=Padre, Hijo y Espíritu Santo (la cábala mística influyó notablemente en los pensadores occidentales), se tenía por esta razón como 'tiempo perfecto' una división y subdivisón de compases que fuera plenamente ternario; es decir, 3 tiempos subdivididos a su vez en otros 3, lo cual se traduciría a modo moderno en nuestros compases de 9/8, 9/4, etc..

2. ¿Verdaderamente se creía en la época que el demonio aparecía en la música con el tritono?. Rotundamente NO. Tenemos que tener en cuenta que en tiempos medievales­románico, todas estas manifestaciones de lo divino se hacían a traves de una simbología que no debía tomarse literal, sino por un efecto puramente simbólico (al igual que el 'tiempo perfecto' como medida ideal para la música). Para entender esta mentalidad simbólica, observemos como ejemplo que en las iglesias románicas se ha estudiado que la luz incide en el altar a cierta hora determinada del día. Esto no es algo casual, sino hecho a propósito ya que es justo en ese momento de la misa cuando se consagra el cuerpo de Cristo, y al incidir la luz en el momento de la consagración (recordemos el concepto de 'Sol Invictus' romano cristianizado como imagen de Cristo=sol triunfante en la oscuridad) se produce dicho fenómeno meramente simbólico de luz/consagración. Entendamos pues que con una mentalidad tan prominente en símbolos y reflejos divinos a través de ellos, toda la Edad Media estaba plagada de dicha simbología sin ir más allá de su significado simbólico no literal. Y con el tritono 'diablo en la música', ocurría exactamente lo mismo.


Respecto a su evolución desde la prohibición medieval del teórico Guido d ́Arezzo (el mismo teórico que puso nombre a nuestras notas musicales con el 'Himno a San Juan'), tenemos una lenta admisión de su empleo en la música dejando de ser tabú en el Barroco tardío y el Clasicismo (XVIII), pasando a ser ya plenamente aceptado en la práctica común junto con otras disonancias, en el Romanticismo (XIX). Pero lo que verdaderamente hace del tritono algo tan cercano a nuestra cultura, fue irónicamente su empleo de manera sistemática para causar ese efecto siniestro y oscuro tan evitado en la Edad Media. Un ejemplo de esto, es la canción 'Black Sabbath' del grupo del mismo nombre, en donde el uso obstinado del tritono en su riff inicial, es por supuesto hecho a propósito para crear una música terrorífica en donde se relata sobre una mujer de negro, que viene a por el protagonista para arrojarle en un lago de fuego. Este intervalo tan peculiar repetido hasta la saciedad durante toda la canción, ayudó a crear una atmósfera que inspiró y sentó las bases de lo que hoy conocemos como heavy metal, haciendo del tritono una influencia que incorporaron al tritono como una parte esencial de su lenguaje.

Más podría hablarse de este tema desde sus orígenes, simbología y evolución, aunque a modo de conclusión podemos asegurar que dicho intervalo siempre ha generado una peculiar controversia histórica. Mientras en la Edad Media se prohibía por siniestro, en nuestros tiempos modernos se han empleado precisamente por esa cualidad, lo cual nos lleva a reflexionar sobre la gran importancia de la música hasta en detalles tan simples, como la simple relación entre dos notas. Incluso, ¡quién sabe si tal vez se empleaba ya en la Edad Media el tritono en aquelarres y/o ambientes subversivos antisistema por esa cualidad disonante/siniestra/prohibida que la hace tan especial!. Sea lo que sea y por los diversos motivos históricos y de efecto en el ser humano, lo que sí es seguro es que sea cual haya sido su empleo o prohibición, el tritono o diabolus in musica es sin ninguna duda la demostración práctica de que algo tan simple como dos notas, pueden dar y seguir dando mucho que hablar...