LAS SIBILAS. Del mundo antiguo al Cristianismo
Guercino. Sibila Pérsica
Las sibilas son una curiosa iconografía clásica que el los padres de la iglesia primera y el conciliato renacentista después incorporaron al Cristianismo.
Guido Reni
Sus orígenes son antiquísimos y en ellos se mezclan varias leyendas.
José de Ribera. Sibila
En general se las asocia en el mundo griego a Apolo , siendo mujeres de vida ejemplar que son dotadas con el don de la profecía, viviendo cerca de cursos de agua y grutas que comunican con el inframundo, siendo la primera de ella la de Delfos, cuyo nombre se convertirá en el título del resto
Rafael. Sibilas. Santa María della Pace. Roma
En la Antigüedad clásica su número se multiplicó, siendo las más representativas:
Siblas. Capilla Carafa. Filippino Lippi
Sibila Délfica, como decíamos, origen del resto y vinculada al Oráculo de Delfos
Miguel Ángel. Capilla Sixtina
Sibila Cuma, en Nápoles, la más apreciada en el mundo romano
Miguel Ángel. Capilla Sixtina
Sibila Eritrea, procedente de Caldea y establecida en Jonia.
Miguel Ángel. Capilla Sixtina
Sibila Pérsica, que acompañó a Alejandro en sus conquistas
Miguel Ángel. Capilla Sixtina
Sibila Líbica, residente en el desierto y protegida por Zeus.
Miguel Ángel. Capilla Sixtina
Como se han podido ver en las imágenes precedentes estas sibilas fueron reutilizadas durante el renacimiento, pues desde San Agustín estos personajes clásicos fueron cristianizados. El argumento utilizado era que habían sido ellas las que había anunciado la Segunda Parusía (aparición de lo divino en el mundo de los mortales): la llegada de Cristo.
Perugino. Sibilas
De esta forma, y al igual que los Reyes Magos, se convertían en la representación del mundo pagano que aceptaba la nueva fe.
En el mismo sentido, estas sibilas sirvieron como base argumental para la realización de dramas litúrgicos vinculados con la Navidad (la misma idea del anuncio de la segunda llegada de Dios) que se denominaron el Canto de la Sibila
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