jueves, 2 de julio de 2015

SARA BAARTMAN

RACISMO PURO Y DURO
DESDE AQUÍ MI HOMENAJE
A SARA BAARTMAN
Sarah Baartman was an African women that was taken to Europe because of her body. It was believed at the time that she could store food and water in her rear end like a camel by white scientist.
Sara Baartman (en idioma afrikáansSaartjie Baartmann (1789París29 de diciembre de 1815) fue tal vez la más famosa de por lo menos dos esclavas de la etnia khoikhoi, llevadas a Europa a principios del siglo XIX para ser exhibidas como atracción secundaria circense en casetas apartadas, al estilo de la «mujer barbuda», entre otras atracciones. Su nombre artístico era "la Venus Hotentote". En esa época, el término hottentot (que significaba ‘tartamudo’ en una variante del idioma afrikáans, que es una variante del idioma neerlandés) era peyorativo, y lo utilizaban los holandeses para referirse a los khoi khoi.

La de Baartman es una historia de humillación que refleja el morbo de los científicos coloniales y su racismo científico en el estudio de la anatomía humana.

Primeros años

Nació en 1789 en una región cercana al río Gamtoos en Cabo Este. Hogar de los nativos Joi-Joi. Durante su adolescencia, Sara emigró a Cape Flats, cerca de Ciudad del Cabo donde terminó siendo esclava de unos granjeros y vivió en una pequeña cabaña hasta 1810. Ese año fue vendida al doctor británico William Dunlop, quien la persuadió para irse con él en barco hacia Inglaterra. Lo que Dunlop deseaba, era presentarla en su circo como una rareza, una curiosidad científica, y hacer dinero con ella a través de exhibiciones. Algunas partes del cuerpo de Sara eran algo exorbitantes, característica propia de la tribu a la cual pertenecía. La figura de Sara Baartman fue debida a una enfermedad o condición según la cual se acumulan excesivas cantidades de grasa en los glúteos (esteatopigia).

Vida en Europa

Sara se convirtió en un objeto de deseo y fue víctima de continuos abusos. Las crónicas afirman que en sus presentaciones en Londres, era obligada a “desfilar” desnuda en una plataforma de dos pies de altura, así como a obedecer a su guardián cuando éste le ordenaba cómo “actuar en el escenario”. Por un pago extra, se le permitía a los espectadores que tocaran sus exuberantes glúteos, producto de la esteatopigia, que es la excesiva acumulación de grasa en esa área, característica común en algunas tríbus de África.
Hubo protestas en Londres debido a la manera en que Sara era tratada. Estas presentaciones se llevaron a cabo en una época en que se debatía la abolición de la esclavitud, y surgieron protestas en Londres cuestionando su explotación. Y el circo en el que la exhibían recibió presiones de ciertos sectores sociales y estuvo a punto de ser clausurado, ya que Sara Baartman no participaba voluntariamente en el, pero el doctor William Dunlop demostró que ella estaba de acuerdo, ya que presentó un contrato que ella había firmado. Hasta el día de hoy se duda que Sara realmente haya conocido o firmado aquel documento.
Finalmente, una sociedad benéfica solicitó la prohibición del espectáculo y Sara fue llevada ante los tribunales. Luego de que esto provocara el fin de tan repudiable negocio en Inglaterra, fue trasladada a París, donde un domador de fieras la exhibió durante quince meses y así continuó su degradante exhibición. En París atrajo la atención de científicos franceses, en particular la de George Cuvier, quien la describió como una mujer inteligente, de excelente memoria y que hablaba fluidamente el holandés.
Ya en el tiempo que los parisinos perdieron interés en el show de Sara, fue forzada a prostituirse. Ella no pudo resistir el frío clima, la cultura europea, ni el abuso de su cuerpo. Sola, enferma y alcohólica, falleció el 29 de diciembre de 1815 a la corta edad de 25 años. Cinco años después de haber salido de su natal África. A menos de 24 horas de su deceso la comunidad científica parisina se reunió para realizar su autopsia, luego de que Cuvier realizara un vaciado en yeso de su cuerpo. Los resultados de la autopsia fueron publicados también por Cuvier. Su esqueleto, su cerebro y sus genitales estuvieron en exposición en el Museo del Hombre de París. Sus genitales, sobre todo, fueron durante mucho tiempo objeto de gran curiosidad, por poseer la característica llamada sinus pudoris, que es una elongación de los labios menores de la vagina, propia de las mujeres Joi-Joi.

Repatriación de sus restos

El caso se volvió importante recién cuando Stephen Jay Gould escribió la novela The Hottentot Venus en los años ochenta.Luego de 160 años de exhibición, los restos de Sara fueron retirados del museo en 1974. Finalmente fue devuelta y sepultada el 9 de agosto de 2002, Día de la Mujer en su país, en una región cercana al río Gamtoos en Cabo Este, donde actualmente existe el pueblo de Hankey (localidad de unos 8000 habitantes, fundado en 1826), en la confluencia del arroyo Klein con el río Gamtoos, en la municipalidad de Kouga, a unos 20 km al oeste de Port Elizabeth (Sudáfrica), capital deldistrito de Cacadu en la Provincia Oriental del Cabo,3 lugar donde nació. Ahora en Sudáfrica es considerada un símbolo nacional.Sus restos fueron expuestos al público durante más de 160 años, muchísimo después, en 1994, el entonces presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, después de la victoria del Congreso Nacional Africano en las elecciones generales de Sudáfrica, en 1994 realizó una petición formal al presidente francés François Mitterrand para que sus restos sean devueltos a casa, recibiendo de éste la promesa que los restos de Sara Baartman volverían a su país de origen. Después de muchos problemas legales y debates en la Asamblea Nacional, Francia accedió al pedido el 6 de marzo de 2002.

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