martes, 8 de noviembre de 2016

romance de monstruo


“Retrato de un monstruo, que se engendró en un cuerpo de un hombre, que se dize Hernando de la Haba, vezino del lugar de Fereyra, Marquesado del Cenete, de unos hechizos que le dieron. Parteole Francisca de León, comadre de parir, en veynte y uno de Junio, de 1606 por la parte tras ordinaria”. Se llamaba su autor Pedro Manchego, fue publicado en Barcelona en el año 1606 y se conserva en la Biblioteca General de la Universidad de Granada

Romance

Oy si me prestas silencio
y auditorio a mis palabras
pienso declarar un caso
que es caso que al mundo espanta.
No quan vanos oradores
diré lisonjas, ni fábulas,
sino una verdad notable,
y por verdad aprovada.
Una cosa nunca vista
digna de ser memorada,
y de tener en memoria
por ser una cosa estraña.
Aunque es verdad que ay algunos
incrédulos que se jatan
de dezir, que son mentiras
estos sucesos que pasan.
Pero con todo pretendo
será de tanta eficacia
mi obra, que dará al mundo
crédito por ser tan clara.
No ha sucedido en las Indias,
ni en las islas de Canarias,
ni en la tierra del gran Cayre,
ni en Chipre Africa y Asia.
En el cercuyto heroyco,
que encierra la Isla Hispana
junto a una insigne ciudad,
que se intitula Granada.
En esta ciudad reside
un mercader que se llama
dentro del Alcayzería
Bartolomé de Mestança.
Este acude de ordinario
cada año a las Alpuxarras,
a cobrar algunas deudas
de muchas cosas fiadas.
A veynte y uno de Iunio
deste año que se halla,
por cuenta mil y seys cientos
y seys, según se declara.
Salió el dicho mercader
para hazer sus cobranças
y en el lugar que dire
este propio día estava.
Ocupado en sus negocios
con un Alguazil andava,
y un escrivano haziendo
execucion por casas.
Pasando por una calle
byen vozes temerarias,
que rompen los elementos
con grandes lastimas dadas.
Llegan preguntas ques esto,
y responde una muchacha,
mi padre es que esta pariendo
señores, que es lo que mandan.
Pues tu padre ha de parir
que es lo que dizes rapaza,
y por informarse bien
mas adelante se lança.
Vieron a un hombre sentado
en una silla, y sentada
una mujer a sus pies,
que en tal trance le ayudava.
Empuge señor le dize
la vieja muy angustiada,
no ahogue la criatura,
que el peligro es la tardança.
Estando atentos mirando
con un gemido se arranca,
de las entrañas del triste
esta figura endiablada.
Apenas huvo caydo
quando del barreño falta,
y a la comadre le asió
con las uñas en la cara.
Santo Dios dize la vieja
confusa y atribulada,
este sin duda es el diablo
bien lo muestra en su arrogancia.
Pusieron al monstruo fiero
en un librillo de agua
para conocer mejor
sus partes proporcionadas.
Y desque huvieron mirado
su figura y semejança,
certificaron ser esta
que ya mi pluma relata.
Pierna y pantorrilla de hombre,
y en el pie quatro uñas largas,
y el otro nadie puede
juzgarle, porque no es nada.
El medio cuerpo de ganso
de puerco espino la espalda,
de galápago la cola,
la natura entienda Bargas.
El pescueço de cavallo
y orejas la misma traça,
los ojos grandes de buey
hozico y lengua sacada.
De traça y suerte de un perro
quando de corage rabia,
si yerro en algo, otro puede
juzgarlo si en ello ay falta.
Después que hubieron mirado
la gente escandalizada,
deste espectáculo fiero,
se estava maravillada.
Unos dizen es demonio,
otros es cosa tan mala,
que a todos nos pone espanto
su figura endemoniada.
No vivió mas de hora y media
y en este tiempo graznava,
a modo de un lechoncillo
dando al agua coleadas.
Tomaron le juramento
y la comadre apremiada,
declaro, que le parió
por la parte extraordinaria.
Pidió testimonio desto
el mercader y retrata,
en un papel este monstruo
por dar dello fe en Granada.
Lo demás que sucedió
deste preñado, o preñada,
en el segundo Romance
lo verán sino se cansan.

Segundo romance

En el Reyno de Granada
en el famoso Obispado
de la Ciudad de Guadix
en el rico Marquesado,
Que le llaman de Cenete
del Duque del Infantazgo
sucedió lo que dire,
si atención prestan un rato.
En esta tierra que digo
ay un lugar ques llamado
Pites de Fereyra, allí
sucedió este caso extraño.
Vivió y vive en el lugar
que al presente he declarado,
un hombre apacible, afable
de trato senzillo y llano.
Estando en su juventud
tuvo amistad ciertos años
con una muger del pueblo
ciego del amor liviano.
Prometióle casamiento,
dándole palabra y mano,
y la muger en su casa
le dio entrada y passo franco.
En este tiempo prolixo
causo molestia este estado,
y el hombre mudo de gusto
porque el mal gusto es enfado.
Pago con la ingratitud
el que antes avia estado,
con mas firmeza que un rico,
preso del amor tyrano.
Al fin le cobro afición
a una muger de su barrio,
y el casamiento se hizo
con fervor y no despacio.
Vino a oydos del amiga,
y ella de zelos rabiando,
juro de tomar vengança
de su enemigo contrario.
Sintió la burlada dama
el averla ansí burlado,
el que primero avia sido
de su amor vivo retrato.
Pasaronse algunos días
y el hombre que aquí he nombrado,
de una enfermedad estuvo
de salud necesitado.
El amiga que lo supo
que estaba de salud falto,
procuro tomar vengança
de los enojos pasados.
A una vieja hechizera
le descubrió el pecho falso,
y la vieja le responde
solicita de sus cuydados.
No os aflijáis hija mía,
que prometo de vengaros,
porque un negocio de honra
no es bien que se pase en blanco.
No es razón que vuestro honor
ansí quede ultrajado,
y que aquel que mal pago os dio
es bien se le de mal pago.
Mirad que me quereys dar
y prometo de ayudaros,
que yo haré de manera
que viva siempre afrentado.
Si lo hazeys madre mía
prometo gratificaros,
vuestro trabajo, y are,
que no echeys el lance en vano.
Desde aquí os prometo dar
para una saya y un manto
y si os pareciere poco
no faltara mas que daros.
Viendo el cebo entre las uñas
a la promesa aplicado,
con grande liberaleza
la vieja acude al reclamo.
Diziendo: Pues eso basta,
mas falta lo necesario,
y esto vos lo aveys de hazer,
lo de mas quede a mi cargo.
Andad con Dios, y traedme
en breve aquese recado,
y prometo de hazer
un hecho que sea sonado.
El secreto es la importancia
pone a la boca un candado,
que si se viene a saber
hemos de pagar el pato.
Creedme señora dixo,
que aunque me hagan pedaços,
nadie lo sabrá de mi,
en eso perded cuydado.
Llegando el día siguiente
la vieja tocada a papos
fue a visitar al enfermo
con un pequeño regalo.
Como esta señor vezino?
el le respondió: Muy malo,
sabe Dios si lo he sentido,
en el alma me ha pesado.
Estuvo algunas horas
con el enfermo hablando,
con palabras amorosas
doradas con el engaño.
Dixo, Yo se un bevedizo
que otros muchos lo han tomado,
y se han sentido mejores
y es muy fácil de tomarlo.
Quedad con Dios que mañana
yo bolveré a visitaros,
y os traeré, que pretendo,
que sentireys gran descanso.
La vieja hizo un hechizo
y en un pequeño vaso,
el enfermo lo llevo
otro día con recato.
El dicho enfermo lo beve
como el que esta deseando
la salud, que no repara,
en lo que es dulce o amargo.
Pero al fin se levanto,
y aunque andava levantado
andava triste, afligido
sin color pálido y flaco.
Hinchósele la barriga,
andava lerdo y pesado,
unos le dizen que es trópico,
otros dizen, que del baço.
Dixo un día a su muger
vive Dios que estoy preñado,
porque en la barriga siento
que ma dan brincos y saltos.
Tentóle pues la muger
y dixo, por Dios hermano,
que teneys razón, no ay duda,
qual diablo os ha empreñado.
Aconsejóle que tome
tres días aguas de esparto,
porque mueva lo que tiene,
y el dixo, será acertado.
Tomólas y un cierto día
sintiéndose muy fatigado,
cubriósele el coraçon,
dieronle grandes desmayos.
Llamaron a la comadre,
y certifico ser parto,
sentóse y parió con el
lo que aquí esta retratado.

Tercer romance

El fin de toda esta historia
oyrán si prestan silencio
adelante en el discurso
deste Romance tercero.
Parió como tengo dicho
el hombre este monstruo fiero
de cuyo prodigioso caso
quedaron todos suspensos.
Hizieronle a este parido
torrijas con miel y huevos,
comiólos, pero después
le hizieron mal provecho.
La justicia del lugar
pone al parido hombre preso,
remetiéndolo a Granada,
como es razón de derecho.
Los señores de Granada
guardando justicia hizieron
las diligencias cumplidas,
que requiere tal exceso.
Tomáronle confesión
y respondió al pedimento,
que no sabe de que suerte
sucedió este desconcierto.
Es verdad que yo he parido,
y pues que parí pretendo,
que devía estar preñado:
pero de quien no lo entiendo.
No me pidan otra cosa
en aquesto me resuelvo,
no piense declarar mas
porque aunque quiera no puedo.
Apriétanle los cordeles
y dixo lo dicho es cierto,
aunque me maten señores
no he de dezir mas, ni menos.
Al fin fueron informados,
que tuvo el hombre en un tiempo
una amiga, y siendo así
embiaron por ella al pueblo.
Siendo venida el amiga
la pusieron a tormento,
y en su dicho declaro
el preñado por estenso.
Y a la vieja condeno
que fue autor deste enredo,
y sabiendo la verdad
van por la vieja al momento.
Siendo la vieja venida
confusa llena de miedo,
sin apremiarla declara
mucho mas que le pidieron.
Dixo, que hizo un hechizo
y se lo dio estando enfermo,
persuadida de su amiga
como atrás dixe primero.
Declaróles el hechizo
mas por ser tan suzio y feo,
lo dexo pasar en blanco,
que sabe Dios mi deseo.
Al hombre dieron por libre,
porque los señores vieron,
que no merece castigo
por ser innocente desto.

Quarto romance

El castigo que se dio
a las mugeres se advierta,
que en este quarto Romance,
lo sabrán si atención prestan.
Hecha pues la información
y la confesión ya hecha,
de los dichos delinquentes
retificados en ella.
El Sábado es diez y nueve
de Agosto, a las dos condenan
y ellas consienten y otorgan
sin apelar la sentencia.
A veynte y uno del dicho,
Lunes a las diez y media,
de la Inquisición sacaron
a la vieja hechizera.
Cavallera en un borrico,
con una coroça puesta,
con grande aplauso y trofeo
bien repatingada y tiesa.
Acompañada de muchos
a la Vivarambla llegan,
donde todos los mochachos
tuvieron alarde y fiesta.
Tanto pepino amarillo
tanto de berengenas,
de cortezas de melón
no se parece la vieja.
Qual se sacude en la cara,
qual le da en la cabeça,
paráronle las costillas
mas maduras que una breva.
Dize jurando la Cruz,
bellacos pues para esta,
que si me apeo que os haga
tener respeto y verguença.
Traviesan el Zacatín,
llegan a la plaça nueva,
van azia la puerta de Elvira
toda la calle derecha.
Llegaron al quemadero
adonde la vieja apea,
el verdugo y el arriero
a un palo que estava en tierra.
Ahógala en breve espacio,
y acercándole la leña
le pego y ardió
con una furia violenta.
Y así hizieron ceniza
a la vieja fraudulenta,
que quien haze mal que pague
que es muy justo que así sea.
A la amiga a otro día
danle un jubón para cuenta,
y con dozientos cruzados
de la ciudad la destierran.
Abrid los ojos señores
no os fieys de malas hembras
la que mejor cara os haze
os vende en buena almoneda.
Mirad que son gusanillos
del alma y de la conciencia,
que os van chupando la sangre
qual haze la sanguijuela.
Son víboras ponçoñosas
son falsas y lisongeras,
es basilisco en los ojos
la que mejor rostro os muestra.
Guardad no os hagan parir
como hizo esta alcagüeta
a este hombre, escarmentad

todos en cabeça agena.

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