domingo, 21 de mayo de 2017

Los platillos volantes que llegaron a Málaga en 1950

Los platillos volantes que llegaron a Málaga en 1950

  • Los días 7 y 29 de abril del citado año varias personas aseguraron haber visto dos ovnis en la capital malagueña

  • Un ciudadano que avistó uno de los artefactos logró sacarle una fotografía para demostrar su presencia



Uno de los grandes enigmas de la humanidad gira alrededor de si otros planetas, además de la Tierra, están habitados. En caso de que así sea, la pregunta es: ¿cómo son sus moradores? Las teorías sobre ese hecho son infinitas y, como no se cuenta con una prueba científica irrefutable, las especulaciones se suceden como los eslabones de una cadena sin fin. Los que defienden que hay vida en otros mundos se enfrentan dialécticamente a los que sostienen que los terrícolas son los únicos seres del universo. Traemos a esta información la presencia de dos supuestos platillos volantes que surcaron el cielo de Málaga en abril de 1950. Los testimonios de varias personas que aseguraron haber visto ambos ovnis se recogieron en las páginas de SUR. A la misma vez que las procesiones del Viernes Santo recorrían la ciudad, sobre las nueve y media de la noche del 7 de abril, Enrique Bueno, maestro de la Escuela de Clasificación, y un grupo de alumnos se encontraban en el Hogar del Auxilio Social de Bella Vista cuando vieron dibujarse sobre el mar, en las inmediaciones del horizonte, un disco luminoso. El objeto despedía una intensa luz azulada y se movía a gran velocidad. Según explicó Enrique Bueno al periodista que lo entrevistó, el disco, que tenía el tamaño de dos estrellas de primera magnitud, describió una curva sobre el horizonte para desaparecer rumbo a África.
En la información publicada en la edición de este periódico del 8 de abril se indicaba que «el extraño objeto luminoso, que a sus observadores pareció un platillo volante, al iniciar la curva para perderse despedía una intensa luz anaranjada». El cielo, a esa hora de la noche, estaba nublado, con cúmulos altos, pero permitió observar el fenómeno durante un buen lapso de tiempo. «No pudo ser, por tanto, ni un bólido ni una estrella fugaz», se escribió en el periódico.
El espectáculo presenciado sobrecogió a los chicos del Hogar del Auxilio Social, entre los que estaban Natalio Palma, Francisco Armenta, José Cortés López y Rafael Gómez Gómez, entre otros. Todos confirmaron haber visto la aparición del platillo volante sobre el cielo nocturno malagueño.
En las playas de San Andrés
Tres semanas más tarde, el sábado 29 de abril, otro posible platillo volante a cruzó, raudo y veloz, el firmamento de Málaga sobre las diez y media o las once menos cuarto de la noche. Varias personas manifestaron que habían visto el ovni. Una de ellas incluso logró fotografiarlo y contó su versión de los hechos a un redactor de SUR, como se recogió en la edición del periódico del 2 de mayo. El testigo estaba en el Camino de Antequera dando rienda suelta a su afición de hacer fotografías nocturnas con exposición cuando, de pronto, vio sobre el mar, a la altura de las playas de San Andrés, una ráfaga de luz. Como estaba con su cámara en la mano, no se lo pensó y disparó la máquina.
«En principio, creí que no había salido nada, pues calculé que la misma luz cegaría el objetivo de la máquina, pero cuando volví a mi casa y revelé, puede ver que había salido perfectamente», relató el autor de la foto. En la versión que ofreció de los acontecimientos dijo: «Era un platillo volante, y bien que lo vi, que procedía del Estrecho de Gibraltar. Apareció exactamente por detrás de la Sierra de Mijas, perdiéndose en dirección a Melilla».

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