jueves, 12 de noviembre de 2015



El horror en su extrema expresión 


Campo de exterminio de Dachau el infierno en la tierra 

Theodor Eicke 
En junio de 1933, fue nombrado comandante del campo de concentración de Dachau por Himmler,donde por aquel entonces se encontraban 2.000 presos. Conformó inmediatamente las bases del sistema de concentración de los nazis, particularmente en cuanto a la obediencia ciega de los guardianes a las órdenes, y el sistema de vigilancia, disciplina y castigo a los detenidos, cuyo fin era el de "destrozar psicológica, moral y físicamente a los presos". Con Papa Eicke, apodo otorgado por los guardianes del campo, se pasó de la brutalidad indisciplinada de las SA al espanto planificado de las SS. Sus resultados causaron una grata impresión en Himmler, que lo nombró SS-Brigadeführer el 30 de enero de 1934.Eicke dio prueba de un antisemitismo y un antibolchevismo radical. Proclamaba "su odio contra todo lo que no es alemán ni nacionalsocialista". Impuso a los guardianes una obediencia ciega e incondicional hacia él, como dirigente del campo, pero también hacia las SS y el Führer. Estas "cualidades" impresionaron a Heinrich Himmler, que lo nombró, el 4 de julio de 1934 inspector de los campos de concentración y comandante de la unidad Totenkopf (Inspekteur des Konzentrationslager und Führer des SS Totenkopfverbände). Como inspector de los campos, dependía de la Oficina Central de Seguridad del Reichdirigida por Reinhard Heydrich, y más particularmente de la Gestapo; como comandante de los Totenkopfverbände, salió de la oficina central de las SS -el SS-Hauptamt- y comenzó a recibir órdenes directamente de Himmler.Eicke participó igualmente en la Noche de los cuchillos largos: con algunos guardianes escogidos con cuidado del campo de concentración de Dachau, le aportó su ayuda a Sepp Dietrich, comandante de la SS-Leibstandarte Adolf Hitler, para encarcelar a los principales dirigentes de las SA.En esta ocasión, el 1 de julio de 1934, probó su total fidelidad a Himmler y Hitler tomando parte en el asesinato de Ernst Röhm. El haber participado en este asesinato le valió el ser promovido a SS-Gruppenführer, lo que hizo que se situara en el segundo rango dentro de la jerarquía de las SS.Desde 1936, Eicke impulsó la detención y el internamiento en los campos de nuevas categorías de detenidos que no tenían ninguna relación con los opositores al régimen, es decir: mendigos, criminales, reincidentes en pequeños delitos, borrachos, parados profesionales, vagabundos, gitanos y celadores de sectas religiosas. Luchó por la ampliación de los campos existentes y la construcción de nuevos centros de detención, que pretendía utilizarlos como depósito de mano de obra servil. En su función de inspector de los campos de concentración, Eicke realizó una reorganización profunda, terminada en 1939. A principios de 1935, suprimió los pequeños campos de concentración para conservar solamente seis de ellos, que concentraron a cerca de 3.500 detenidos, entre los que estaba Dachau. A partir de 1936, extiende el sistema concentracionario con la creación de SachsenhausenBuchenwald (en 1937), Flossenbürg (en 1938), completados después con los subsiguientes al AnschlussMauthausen (también en 1938) y posteriormente por el campo de mujeres de Ravensbrück, ya en 1939. La organización y administración de todos los campos fue calcada del modelo de Dachau y a excepción de este campo, todos los antiguos campos de concentración fueron clausurados.La reorganización realizada por Eicke y la utilización de los detenidos como trabajadores forzados hicieron de los campos de concentración uno de los instrumentos más poderosos de las SS. En 1940, el control del sistema concentracionario fue confiado al SS-Wirtschafts und Verwaltungshauptamt, uno de los despachos centrales de las SS (SS-Hauptamt), dirigido por Oswald Pohl y dependiente de forma directa deHeinrich Himmler.Eicke, sin embargo, parecía ser apreciado por sus subordinados, lo que probablemente explique su sobrenombre. SegúnWolfgang Sofsky, desarrolló sistemáticamente una política de compadreo, en oposición a las tradiciones militares que detestaba: Eicke pedía a sus hombres que se tutearan, fusionó el comedor de los suboficiales y de los oficiales, protegía a sus hombres, incluso en el caso de que quebrantaran alguna norma, salvo si éstos manifestaban un sentimiento de piedad hacia los detenidos; buscaba el contacto humano con sus hombres, fuera de sus frecuentes revistas de inspección y en ausencia de sus superiores. Cuando los guardianes detenían a un recluso tras una tentativa de fuga, Eicke pedía que se les evitara sufrir un interrogatorio, para no inquietarles. En todos los campos se practicó una violencia y una crueldad controladas y disciplinadas, un sistema del espanto perfectamente organizado, que prosiguió después de la salida de Eicke. Particularmente, formó a comandantes de campo como Rudolf Höß en Auschwitz, Franz Ziereis en Mauthausen y Karl Otto Koch en Sachsenhausen y Buchenwald.La actitud inflexible de Eicke y su determinación a explotar al máximo la mano de obra de los campos de concentración tuvieron una enorme influencia en el personal de los mismos. El adoctrinamiento permanente y la brutalidad del propio Eicke impidieron todo sentimiento de humanidad en los guardianes: Eicke quería suprimir en las SS todo sentimiento de piedad hacia los internos. Sus discursos, las órdenes en las que insistía en el carácter criminal y peligroso de la actividad de los internados, no podían quedar sin efectos.


Theodor Eicke comandante del campo de concentración de Dachau



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