El hermetismo de la agencia espacial durante esta fase de “ocultamiento” que coincide con la máxima actividad del objeto interestelar, ha desencadenado una serie de conjeturas de encubrimiento.

La principal hipótesis del vacío informativo o silencio radio por parte de la NASA sobre el cometa 3I/ATLAS se debería a una problemática administrativa que afecta a cada una de las agencias federales de Estados Unidos tras el “Shutdown” que comenzó el 1 de octubre. El Congreso local no le aprobó el presupuesto 2026 a Donald Trump y, como consecuencia se paralizaron las funciones no esenciales, incluyendo la divulgación de datos.
El hermetismo de la agencia espacial durante esta fase de “ocultamiento” que coincide con la máxima actividad del objeto interestelar, ha desencadenado una serie de conjeturas de encubrimiento.
Las teorías que circulan en redes sociales sugieren que el “Shutdown” es una excusa conveniente para evitar revelar información que podría confirmar las hipótesis más extremas.

La interferencia del shutdown ha coincidido con dos hitos de alta relevancia:
Observación desde Marte: A inicios de octubre, el rover Perseverance y las sondas de la Agencia Espacial Europea (ESA) que orbitan Marte lograron capturar imágenes del cometa.
Sin la NASA operando al 100%, la confirmación y el análisis oficial de estas imágenes se han visto paralizados, dejando la decisión en manos de socios internacionales y astrónomos independientes.
2. El Inminente Perihelio: El 3I/ATLAS alcanzará su máximo acercamiento al Sol el 29 de octubre. Durante este período, el cometa estará oculto tras el Sol desde la perspectiva terrestre.
El resultado es que la comunidad global debe depender de los comunicados de la Agencia Espacial Europea (ESA) y otras universidades hasta que el Congreso de EE. UU. apruebe la financiación y los equipos de divulgación de la NASA puedan volver a sus puestos y compartir oficialmente los datos obtenidos.
La falta de información pública ha despertado todo tipo de especulaciones en la comunidad científica y en las redes sociales. La congresista estadounidense Anna Paulina Luna, próxima al entorno del presidente de EE UU, Donald Trump, publicó en la red social X un comentario en el que aseguraba haber hablado con el astrofísico Avi Loeb, de la Universidad de Harvard.
El propio Avi Loeb ha contribuido a la polémica al cuestionar públicamente por qué un objeto inanimado “se escondería” de la Tierra en el momento crítico de su trayectoria. Adicionalmente, Loeb ha planteado la posibilidad de que la trayectoria del cometa 3I/ATLAS se alinee con el origen de la famosa Señal “Wow!” de 1977.

Por su parte, el analista espacial y director del Planetario de Pamplona, Javier Armentia, sostuvo que “si 3I/ATLAS fuera simplemente un cometa o un fragmento rocoso interestelar, China habría aprovechado la ocasión para presumir de su capacidad de observación, especialmente en un momento de debilidad institucional de la NASA”.
La histórica exclamación 'Wow!' surgida en 1977 en Estados Unidos y una posible conexión extraterrestre
La historia detrás de la famosa señal extraterrestre conocida por la exclamación 'Wow!' tiene una cualidad misteriosa que ha inspirado un sinnúmero de encuentros con extraterrestres en la ciencia ficción.
El 15 de agosto de 1977, 48 años atrás, el astrónomo Jerry Ehman usaba el gran radiotelescopio de la Universidad Estatal de Ohio para barrer los cielos en busca de señales que se pudieran haber originado en una civilización extraterrestre. Esa noche, Ehman encontró algo. Y desde esa noche, los astrofísicos han estado tratando de averiguar lo que significa.
Mientras apuntaba en la dirección de tres sistemas estelares llamados Chi Sagittarii, en la constelación de Sagitario, el radiotelescopio detectó una ráfaga de ondas de radio de 72 segundos, una señal mucho más fuerte que el ruido de fondo. En la impresión del ordenador del observatorio, Ehman glosó el registro de la explosión con la anotación 'Wow!'
PM/DCQ
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