El “momento mágico” en que un tesoro de la Edad de Bronce volvió a la luz
El tesoro fue descubierto en 2020 y su antigüedad se estima entre 1000 y 800 a. C.
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Por
A. N.
19/10/2025 - 17:58
Por primera vez en tres milenios, los objetos del Peebles Hoard —un conjunto excepcional de piezas de la Edad de Bronce hallado en el sur de Escocia— han vuelto a brillar, y no de manera figurada. Los especialistas del National Museums Scotland aseguran que el instante en que el tono plateado emergió bajo sus manos fue “mágico”, casi irreal. “Era como si la historia se iluminara de golpe”, relató la conservadora Bethan Bryan, encargada de la restauración, señala Indy100.
El tesoro, descubierto en 2020 por un detectorista aficionado en un campo cercano a Peebles, contiene más de 500 piezas entre fragmentos de bronce, restos orgánicos y otros materiales inéditos en la arqueología británica. Su antigüedad se estima entre 1000 y 800 a. C., en el tránsito entre la Edad de Bronce y la del Hierro, una época de cambios tecnológicos y sociales decisivos en las Islas Británicas.
El tesoro contiene más de 500 piezas entre fragmentos de bronce, restos orgánicos y otros materiales inéditos en la arqueología británica.
El hoard o tesoro fue extraído en bloque, envuelto en la tierra que lo protegía desde hace siglos, para ser trasladado intacto al laboratorio de conservación en Edimburgo. Allí comenzó un proceso minucioso, casi quirúrgico, para liberar las piezas sin dañarlas. Entre los objetos identificados figuran una espada completa con su vaina de madera, pendientes con forma de sonajero, botones de bronce sujetos con cordeles y otros artefactos cuya función aún se desconoce.
“Cada capa de tierra contaba una historia”, explicó el arqueólogo Matthew Knight, curador sénior de prehistoria del museo. “Pero el verdadero milagro fue cuando el metal comenzó a reflejar la luz. Nunca habíamos visto un acabado tan brillante en objetos de este periodo: casi parecía que emitieran luz propia”.
La sorpresa fue aún mayor cuando los análisis revelaron que no se trataba de plata, sino de una técnica intencionada de los artesanos de la época. La capa superficial de los objetos mostraba una alta concentración de estaño, un metal que, combinado con el cobre, genera el bronce. Los investigadores creen que los antiguos metalúrgicos enriquecían la superficie con estaño para lograr un efecto estético plateado, símbolo de estatus o poder.
Esta práctica, que podría considerarse una forma primitiva de recubrimiento decorativo, indica un alto dominio de la metalurgia y una clara sensibilidad artística. En palabras de Knight: “No solo fabricaban objetos funcionales; querían que fueran bellos, que impresionaran”.
Una cápsula del tiempo prehistórica
El buen estado de conservación del conjunto se debe en parte a las condiciones del suelo y a la manera en que fue depositado. Los investigadores creen que el tesoro fue enterrado intencionadamente, tal vez como ofrenda ritual o como escondite en tiempos de conflicto. La presencia de materiales orgánicos, como cuero o madera, abre una ventana excepcional al conocimiento de la vida cotidiana de hace tres mil años, ya que este tipo de restos raramente sobreviven al paso del tiempo.
El proceso de restauración ha permitido recuperar detalles microscópicos de las superficies metálicas, revelando patrones decorativos y técnicas de ensamblaje. El hallazgo se considera uno de los más importantes de las últimas décadas en el Reino Unido.
El proceso de restauración ha permitido recuperar detalles microscópicos de las superficies metálicas
Los técnicos del museo reconocen que, aunque trabajan rodeados de historia cada día, pocos momentos se comparan con el de ver surgir el color original de un objeto milenario. “Fue casi poético”, asegura Bryan. “Había algo profundamente humano en ese destello: pensar que alguien, hace 30 siglos, quiso que esto brillara exactamente como lo vemos ahora”.
El museo ha documentado el proceso con fotografías y vídeos que serán parte de una futura exposición. Los visitantes podrán ver tanto los objetos como una recreación del momento del hallazgo, junto con análisis científicos y reconstrucciones de su posible uso. El trabajo de conservación y estudio del Peebles Hoard se extenderá durante tres años, financiado por instituciones británicas como The Leche Trust, The Pilgrim Trust y donaciones privadas. Parte del equipo trabaja en la digitalización en 3D de las piezas, lo que permitirá a los investigadores de todo el mundo examinar cada detalle sin manipular los originales.
Para los arqueólogos, el hallazgo no solo amplía el conocimiento sobre la Edad de Bronce en las Islas Británicas, sino que también invita a replantear la estética y las capacidades técnicas de una época a menudo subestimada. “Este tesoro nos recuerda que la belleza y el arte no son un lujo moderno”, concluyó Knight. “Eran una necesidad humana incluso hace tres mil años”.
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