LONGINOS Y LA SANTA LANZA DE LA PASIÓN, HISTORIA Y SEDUCCIÓN DE UN MITO.
CAYO CORNELIO Y CAYO OPPIO TESTIGOS DE LA HISTORIA.
MALAGUEÑOS EN LA PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR.
Dijo Jesús: ``yo soy la luz que esta sobre todos ellos
Yo
soy el universo: el universo ha surgido
De
mi y ha llegado hasta mi. Partid un leño
Y allí estoy yo; levantad una piedra y allí
Me
encontraréis ´´.
Evangelio
copto de Tomas.
El comienzo de la
redención.
Al principio de la tarde, aquella cuesta a la que estaban
acostumbrados por sus obligaciones castrenses, parecía dilatarse, hasta tomar
una forma, más empinada y sofocante. La jornada que comenzó bien temprano, no
se acababa nunca, uniéndose el día con la noche. El drama se palpaba en el aire
denso y pesado del atardecer, la primavera con su calidez; aún no se dejaba
sentir y así el frió haría acto de presencia en cualquier momento. De la ciudad
se alzaban murmullos que al llegar al calvario, dejaban paso a grandes gritos,
los presagios cedían sitio al miedo, el tumulto se apodero de la razón y el
gentío sucumbió a el. En la hora nona nota(1),(apéndice I) todo había
acabado. Perseguidos por la naturaleza, centuriones (apéndice II)
y legionarios perdían el equilibrio entre las piedras sueltas del camino,
cuesta abajo del monte de la calavera, con los pies empapados de lluvia y
barro, desmontados, procuraban contener a sus monturas. Juntos el caballo del hispano-romano
y los del resto de la comitiva apretaban la carrera importunándose el paso,
encabritándose entre los cascotes, gélidos tiritaban de frio équites y
monturas. Espantados por los truenos, aterrorizados, con los ojos desorbitados,
los animales presagiaban algo terrible. El propio terreno que pisaban se
fracturaba en anchas grietas ocasionadas por la sucesión de temblores que sin
descanso se producían regularmente desde el comienzo de la caída de la tarde.
Al llegar a la base del monte que se unía con las primeras casas mas próximas
de la ciudad. Su espanto se convirtió en desazón, desde las viviendas se podían
oír como los vecinos unos a otros se contaban macabras visiones, terribles
casos para las gentes de la época. Los cadáveres de santos y justos despertaban
de su eterno sueño. El Dios de Israel mostraba su cólera ante la muerte de su
hijo, desde su morada en el Debir, rasgando el velo (apéndice III)
que lo separaba del resto del mundo. Los protagonistas de esta escena tal ves
real, tal vez de ficción, son los centuriones Cayo Cornelio centurión destinado
en la villa de Cafarnaúm
y su hijo Cayo Oppio también llamado por la tradición
``longinos ´´ Este seria el soldado romano que le asesta el
golpe de gracia a Nuestro Señor. De ellos conocemos algunas referencias
recogidas por los evangelistas, otras son leyendas apócrifas con ellas
construiremos esta historia. Comencemos por Longinos: de el los evangelios nos
ofrecen algunas referencias no extendiéndose en exceso en esta figura histórica
por tanto también habremos de remitirnos a las leyendas y textos apócrifos en
los que aquí si encontramos sustanciosas narraciones que tienen por
protagonista al citado personaje. En el Evangelio apócrifo de Nicodemus, conocido también como
"Las Actas de Pilatos," se le da el nombre de Longinos; pero parece
que el nombre proviene de la palabra griega "loyxn" (lanza), el arma
que se dice haber usado. ``Jesús en el Gólgota X 5. Y un soldado, llamado Longinos, tomando una lanza, le perforó el
costado, del cual salió sangre y agua´´ evangelio de Nicodemus. Hechos de
Pilatos (Acta Pilati). Existe
un manuscrito sirio de los evangelios en la Biblioteca Laurenciana en
Florencia, escrito por el monje Rábulo, en 586, que Contiene una miniatura de
la crucifixión. En este manuscrito, el soldado que atraviesa el costado de
Nuestro Señor, tiene el nombre de Longinos escrito sobre su cabeza en
caracteres griegos. Lo que sabemos de cierto es que hubo varias historias
diferentes en circulación respecto a Longinos, que dieron origen a diferentes
fiestas en distintas fechas. La leyenda más notable es la de Mantua, donde se
afirma que Longinos fue a esa ciudad, poco después de la muerte de Nuestro
Señor y allí, después de predicar el Evangelio por algunos años, sufrió el
martirio. Más aún, se dice que llevó consigo una porción de la preciosa sangre
derramada sobre la cruz y que esa reliquia se conserva en Mantua, así como el
cuerpo del santo. (Hay
una abundante literatura relacionada con estas últimas fabulaciones, ver
también el Acta Sanctorum del mes de marzo).
Longinos el sanado por la sangre.
El centurión al ver
expirar a Nuestro Señor exclama ``verdaderamente que este es el hijo de Dios ´´ Marcos,
cap. XV, vers. 39 De igual modo en
Mateo, cap. XXVII, vers. 54 reafirma el anterior texto: ``por
su parte el centurión y los que con el estaban guardando a Jesús, al ver el
terremoto y lo que pasaba se llenaron de miedo y dijeron ``verdaderamente este
era hijo de Dios ´´.
Las iglesias ortodoxas así como
la apostólica romana atribuyen estas palabras a Longinos otorgándole la
condición de centurión; la iglesia de romana celebra su Onomástica el 15 de
marzo. Veamos que se nos dice de el en el menologio ortodoxo: ``Su festividad es celebrada el 16 de octubre
siendo considerado mártir, sirvió en Judea bajo las órdenes del gobernador
Poncio Pilatos. Cuando crucificaron a Nuestro Señor se encontraba montando
guardia en el Gólgota al mismo pie de la cruz. Siendo Longinos y el resto de
los soldados testigos presénciales de los momentos finales de la vida terrenal
del Señor, y de los portentos que aparecieron a su muerte. Estos
acontecimientos sacudieron el alma del soldado confesando su fe en Cristo nota(2)
antes que ninguno de los presentes ´´. Además según la tradición universal
de las iglesias, a Longinos se le encomendó perforar el costado de Cristo con
una lanzada, a resultas de ello la sangre y el agua que brotan del
costado salpican la cara y ojos del soldado curándose una dolencia de la vista que padecía.
icono de san Longinos
Al poco concurren al lugar un grupo de ciertos judíos que bajo soborno les proponen robar el cuerpo de Nuestro Señor y así decir que han sido los discípulos de Cristo los autores del robo, a lo que se niegan los legionarios romanos rechazando el oro que se les ofrece.
Creyendo en Cristo aceptan ser bautizados por los apóstoles
y deciden abandonar la milicia. Longinos decide predicar la palabra de Dios en Capadocia seguido de dos de sus camaradas. Teniendo las palabras
ardientes con las que se dirigen a la concurrencia un efecto beneficioso,
sacudiendo los corazones y las mentes de los habitantes de los lugares que
visitan, extendiendo el cristianismo por aldeas y ciudades.
Las noticias de la predicación de Longinos llegan a oídos de
los judíos que persuaden a Pilatos para que persiga a Longinos y sus
seguidores. Cuando los soldados encuentran a Longinos este les hace pasar al
interior de su vivienda donde los agasaja, los soldados le confiesan el
propósito que les lleva a aquel lugar sin saber que es su anfitrión a quien
buscan. Entonces Longinos les apremia a que cumplan su cometido. Los soldados
no conformes con su deber desean dejarlos libres y les aconsejan huir, pero
estos rechazan el consejo demostrando su firmeza y voluntad en aceptar a Cristo.
Conducidos ante Pilatos son decapitados, enterrando el
cuerpo de los mártires separados de sus cabezas, siendo las cabezas arrojadas a
un basurero situado extramuros de la ciudad. Tiempo después una mujer llega a
Jerusalén para orar en los lugares santos. Es cuando Longinos se le manifiesta
en un sueño indicándole que ha de encontrar su Cabeza y enterrarla, conduciéndola al montón de
desperdicios; donde introduce las manos tocando la cabeza del mártir, la mujer
la recoge con veneración llevándola a Capadocia donde la entierran.
Leyendas que tienen como protagonista a Longinos.
Desde el cantar del mío Cid, hasta la leyenda dorada de
Santiago de la Vorágine pasando por Rubén Darío o las visiones de la beata Ana Catalina Emmerick. Se nos
despliega toda una suerte de situaciones en las que Longinos nos muestra su
sino y su papel en la historia de la salvación.
En todos estos ejemplos se encuentran una serie común de
afinidades, repitiéndose en todos los ejemplos algunos datos puntuales.
CANTAR DEL MIO CID.
Palabras de Dña.
Jimena.
``Longinos era ciego que nunquas vio
alguandre,
Diot con la lança en el costado dont ixio la
sangre
Corrió la sangre por el astil ayuso, las
manos se ovo de untar,
Alçolas arriba, legolas a la faz,
Abrió los ojos, cato a todas partes,
En ti crovo al orapor end es salvo de mal; ´´
PALIMPSESTO.
Por: Rubén Darío
Cuando Longinos salió huyendo con la lanza en
la mano, después de haber
Herido el costado de Nuestro Señor Jesús, era
la triste hora del calvario
La hora en que empezaba la sagrada agonía.
Sobre el árido monte las tres cruces
proyectaban su sombra
La muchedumbre que había concurrido a
presenciar el sacrificio iba camino
De la ciudad, Cristo, sublime y solitario,
martirizado lirio de divino amor,
Estaba pálido y sangriento en su madero.
Cerca de los pies atravesados, Magdalena,
desmelenada y amante se
Apretaba la cabeza con las manos. Maria daba
su gemido maternal. ¡Stabat
Mater dolorosa!
Después, la tarde
fugitiva anunciaba la llegada del negro carro de la
Noche. Jesús temblaba en la luz al suave
soplo crepuscular.
La carrera de Longinos era rápida, y en la
punta de la lanza que llevaba
En su diestra brillaba algo como la sangre
luminosa de un astro.
El ciego había recobrado el goce del sol.
El agua santa de la santa herida había lavado
en esta alma todas las tiniebla
Que impedía el triunfo de la luz.
A la puerta de la casa del que había sido
ciego, un gran arcángel estaba
Con las alas abiertas y los brazos en alto.
¡OH, Longinos, Longinos! Tu lanza desde aquel
día será un inmenso bien
Humano. El alma que ella hiere sufrirá el
celeste contagio de la fe.
Por ella oirá el trueno Saulo y será casto
Parcifal.
En la misma hora en que en Haceldama se
ahorco Judas, floreció
Idealmente la lanza de Longinos.
Ambas figuras han quedado eternas a los ojos
de los hombres.
¿Quién preferirá la cuerda del traidor al
arma de la gracia?
LA LEYENDA DORADA.
Longinos fue un centurión que con otros
soldados, por orden de Pilatos, hizo guardia ante la cruz del Señor, y quien
personalmente atravesó con su lanza el costado de Cristo,
Pero luego, al presenciar el oscurecimiento
del sol, el terremoto y otros fenómenos extraños se convirtió.
Dicen algunos que ya fuese por vejez o por
enfermedad, tenía la vista muy debilitada, y que al traspasar con su arma el
pecho de Jesús, alguna de la sangre que broto del corazón divino saltaron hasta
sus ojos, y que al sentir la salpicadura comenzó a ver con perfecta claridad.
Según estos autores, a este milagro experimentado en si mismo se debió
principalmente su conversión, a raíz de la cual renuncio a la milicia, recibió
de los apóstoles la instrucción necesaria, se retiro a Cesárea de Capadocia y
allí permaneció veintiocho años haciendo vida monástica y convirtiendo a muchos
a la fe de Cristo con su predicación y buenos ejemplos.
El gobernador de la citada provincia lo
detuvo y trato de obligarle a que ofreciera sacrificios en honor de sus ídolos.
Como no lo consiguió, mando que le arrancasen todos los dientes y que le
cortaran la lengua. A pesar de que estas órdenes fueron ejecutadas, Longinos no
perdió la facultad de hablar y siguió combatiendo la idolatría. En cierta
ocasión tomo un hacha y con ella destrozo las imágenes de las falsas
divinidades. ``ahora veremos ´´ decía mientras quebraba aquellas efigies, ``si
estas estatuas representan a dioses verdaderos ´´.los demonios que se
albergaban en ellas, al quedarse sin morada, se alojaron en el cuerpo del
gobernador y en el de sus secuaces, quienes con el juicio trastornado y
ladrando acudieron a Longinos y se postraron ante el. Longinos entonces
pregunto a los demonios: ``porque moráis dentro de los ídolos los demonios
respondieron: ``porque solemos refugiarnos en sitios donde nunca se pronuncia
el nombre de Cristo ni se haga la señal de los cristianos´´. Longinos
dirigiéndose al gobernador, que desde que el diablo entro en su cuerpo había se
vuelto loco y quedado ciego, le dijo: ``tú sanaras, pero después de que me
hayas dado muerte; porque me mataras; más en cuanto me hayas matado rogare por
ti y obtendré del señor tu salud corporal y la de tu alma´´. Al oír esto, el
gobernador dio orden de que inmediatamente degollaran a Longinos y, en cuanto
este mandato fue ejecutado, se postro
ante el cuerpo del mártir, lloro copiosamente, hizo penitencia, recobro la vista,
sano enteramente, se convirtió y se dedico a hacer buenas obras hasta el final
de su vida.
Hasta aquí la leyenda latina de Eberto tomada por Santiago
de la Vorágine.
LA DOLOROSA PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR.
Beata Ana Catalina Emmerick 1774-1824.
XXXI primera palabra de Jesús en la cruz.nota(3)
47. Acabada la crucifixión de los ladrones,
los verdugos se retiraron, y los cien soldados romanos fueron relevados por
otros cincuenta, bajo el mando de Abenadar, árabe de nacimiento, bautizado después
con el nombre de Ctesifón; el segundo jefe se llamaba Casio, y recibió después
el nombre de Longinos. En estos momentos llegaron doce fariseos, doce saduceos,
doce escribas y algunos ancianos, que habían pedido inútilmente a Pilatos que
mudase la inscripción de la cruz, y cuya rabia se había aumentado por la
negativa del gobernador. Pasando por delante de Jesús, menearon desdeñosamente
la cabeza, diciendo: "¡Y bien, embustero; destruye el templo y levántalo
en tres días! - ¡Ha salvado a otros, y no se puede salvar a sí mismo! - ¡Si
eres el Hijo de Dios, baja de la cruz! – Si es el Rey de Israel, que baje de la
cruz, y creeremos en Él". Los soldados se burlaban también de Él. Cuando
Jesús se desmayó, Gesmas, el ladrón de la izquierda, dijo: "Su demonio lo
ha abandonado". Entonces un soldado puso en la punta de un palo una
esponja con vinagre, y la arrimó a los labios de Jesús, que pareció
probarlo. El soldado le dijo: "Si eres el Rey de los judíos, sálvate tú
mismo". Todo esto pasó mientras que la primera tropa dejaba el puesto a la
de Abenadar. Jesús levantó un poco la cabeza, y dijo: "¡Padre mío,
perdonadlos, pues no saben lo que hacen!". Gesmas gritó: "Si tú eres
Cristo, sálvate y sálvanos". Dimas, el buen ladrón, estaba conmovido al
ver que Jesús pedía por sus enemigos. La Santísima Virgen,
al oír la voz de su Hijo, se precipitó hacia la cruz con Juan, Salomé y María
Cleofás. El centurión no los rechazó. Dimas, el buen ladrón, obtuvo en este
momento, por la oración de Jesús, una iluminación interior: reconoció que Jesús
y su Madre le habían curado en su niñez, y dijo en vos distinta y fuerte:
"¿Cómo podéis injuriarlo cuando pide por vosotros? Se ha callado, ha
sufrido paciente todas vuestras afrentas, es un Profeta, es nuestro Rey, es el
Hijo de Dios". Al oír esta reprensión de la boca de un miserable asesino
sobre la cruz, se elevó un gran tumulto en medio de los circunstantes: tomaron
piedras para tirárselas; mas el centurión Abenadar no lo permitió. Mientras
tanto la Virgen
se sintió fortificada con la oración de su Hijo, y Dimas dijo a su compañero,
que continuaba injuriándolo: "¿No tienes temor de Dios, tú que estás
condenado al mismo suplicio? Nosotros lo merecemos justamente, recibimos el
castigo de nuestros crímenes; pero éste no ha hecho ningún mal. Piensa en tu
última hora, y conviértete". Estaba iluminado y tocado: confesó sus culpas
a Jesús, diciendo: "Señor, si me condenáis, será con justicia; pero tened
misericordia de mí". Jesús le dijo: "Tú sentirás mi misericordia".
Dimas recibió en este momento la gracia de un profundo arrepentimiento. Todo lo
que acabo de contar sucedió entre las doce y las doce y media, y pocos minutos
después de la Exaltación de la cruz; pero pronto hubo un gran cambio en el alma
de los espectadores, a causa de la mudanza de la naturaleza.
LEYENDA DE LOS CENTURIONES MALACITANOS, ALGO MAS QUE UNA
SIMPLE LEYENDA.
Tras una buena parte de texto todo el relativo a
Longinos paso a ocuparme de nuestros
antiquísimos vecinos Cayo Cornelio y Cayo Oppio padre e hijo
verdaderos protagonistas de esta tradición.
Desde un principio he conjeturado que las figuras de Longinos y Cayo Oppio se entrecruzaban confundiéndose en el transcurso de la formación de la historia en leyenda para de forma sorpresiva volver a separarse por momentos. A ello contribuye de igual modo el perfil de la figura del centurión de Cafarnaúm personificado ciertamente por Cayo Cornelio, por consiguiente: cuanto hemos referido entorno a la figura de Longinos en principio podríamos aplicarlo a Cayo Oppio. Al otro protagonista resultante en la leyenda. (Aunque siempre según que fuente); se le cita con uno u otro nombre por ejemplo: en el texto de Ana Catalina Ememrick el centurión es llamado Abenadar y la figura aquí representada por Longinos es llamado Casio. Con este reparto de papeles cerramos el círculo de la escena que aún nos quedaba por determinar.
Desde un principio he conjeturado que las figuras de Longinos y Cayo Oppio se entrecruzaban confundiéndose en el transcurso de la formación de la historia en leyenda para de forma sorpresiva volver a separarse por momentos. A ello contribuye de igual modo el perfil de la figura del centurión de Cafarnaúm personificado ciertamente por Cayo Cornelio, por consiguiente: cuanto hemos referido entorno a la figura de Longinos en principio podríamos aplicarlo a Cayo Oppio. Al otro protagonista resultante en la leyenda. (Aunque siempre según que fuente); se le cita con uno u otro nombre por ejemplo: en el texto de Ana Catalina Ememrick el centurión es llamado Abenadar y la figura aquí representada por Longinos es llamado Casio. Con este reparto de papeles cerramos el círculo de la escena que aún nos quedaba por determinar.
Para abordar el siguiente paso en la elaboración de este texto hemos de entregar nuestra confianza en manos de la historia local más añeja y a la vez más inexacta. Aquí encontramos el relato que nos ha de llevar hasta la vida y hechos de los centuriones malacitanos. Pero primero conozcamos las fuentes escritas que dan credibilidad a nuestra historia y estas hemos de hallarlas en los santos evangelios y en las cartas de los apóstoles. El pasaje evangélico del encuentro de Nuestro Señor con el centurión de Cafarnaúm es recogido por los evangelios sinópticos de Lucas y Mateo manteniendo una línea temporal de continuidad en la tercera epístola del evangelista San Juan. Quien dirige una personalísima misiva a Gayo o lo que es lo mismo a Cayo- Cayo Oppio.
En el cap.7, vers. 6-9. del evangelio de San Lucas
encontramos nuestra primera referencia. El texto evangélico dice así:
6. Iba Jesús con
ellos y, estando ya no lejos de la casa, envió el centurión a unos amigos a
decirle: «Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi
techo,
7 por eso ni siquiera me consideré digno de salir a tu encuentro. Mándalo de palabra, y quede sano mi criado.
8 Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: "Vete", y va; y a otro: "Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace.
7 por eso ni siquiera me consideré digno de salir a tu encuentro. Mándalo de palabra, y quede sano mi criado.
8 Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: "Vete", y va; y a otro: "Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace.
9. Al oír esto Jesús, quedó admirado de él, y
volviéndose dijo a la muchedumbre que le seguía: «Os digo que ni en Israel he
encontrado una fe tan grande.»
5. Al entrar en Cafarnaúm, se le acercó un centurión y
le rogó
6 diciendo: «Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos.
6 diciendo: «Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos.
7 dísele el señor yo iré a curarle.
8 Replicó el centurión: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano.
9 Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo. Éste:"Vete", y va; y a otro: "Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace.»
10 Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande.
11 Y os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos,
12 mientras que los hijos del Reino serán echados a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes.»
13 Y dijo Jesús al centurión: «Anda; que te suceda como has creído.» Y en aquella hora sanó el criado.
8 Replicó el centurión: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano.
9 Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo. Éste:"Vete", y va; y a otro: "Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace.»
10 Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande.
11 Y os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos,
12 mientras que los hijos del Reino serán echados a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes.»
13 Y dijo Jesús al centurión: «Anda; que te suceda como has creído.» Y en aquella hora sanó el criado.
Tercera epístola de San Juan:
1El Presbítero al querido Gayo a quien amo según la
verdad.
2Pido, querido, en mis oraciones que vayas bien en todo
como va bien tu alma y que goces de salud.
3Grande fue mi alegría al llegar los hermanos y dar
testimonio de tu verdad, puesto que vives según la verdad.
4No experimento alegría mayor que oír que mis hijos
viven según la verdad.
5Querido, te portas fielmente en tu conducta para con
los hermanos, y eso que son forasteros.
6Ellos han dado testimonio de tu amor en presencia de la Iglesia. Harás bien
en proveerles para su viaje de manera digna de Dios.
7Pues por el Nombre salieron sin recibir nada de los
gentiles.
8Por eso debemos acoger a tales personas, para ser
colaboradores en la obra de la
Verdad.
9He escrito alguna cosa a la Iglesia; pero Diótrefes,
ese que ambiciona el primer puesto entre ellos, no nos recibe.
10Por eso, cuando vaya, le recordaré las cosas que está
haciendo, criticándonos con palabras llenas de malicia; y como si no fuera
bastante, tampoco recibe a los hermanos, impide a los que desean hacerlo y los
expulsa de la Iglesia.
11Querido, no imites lo malo, sino lo bueno. El que obra
el bien es de Dios; el que obra el mal no ha visto a Dios.
12Todos, y hasta la misma Verdad, dan testimonio de Demetrio.
También nosotros damos testimonio y sabes que nuestro testimonio es verdadero.
13Tengo mucho que escribirte, pero no quiero hacerlo con
tinta y pluma.
14Espero verte pronto y hablaremos de viva voz.
15La paz sea contigo. Los amigos te saludan. Saluda a los
amigos, a cada uno en particular.
Historiografía de los centuriones en la obra del padre Martín de Roa.
Historiografía de los centuriones en la obra del padre Martín de Roa.
Todos estos textos intercalan
momentos y emociones, predominando sobre todas ellas la insistencia en la
vivencia de la fe por parte del centurión. y sobre esta fe hablan nuestro
historiadores locales. El primer texto al que hemos de referirnos es el
elaborado por el padre Martín de Roa se trata de una historia de la ciudad de
Málaga impresa en el año 1622. Lo tomamos como inicio pues de los tres textos
que vamos a usar es el mas antiguo, no queriendo con ello indicar que se trate
de la referencia primera sobre el tema en cuestión.
El capitulo IX del dicho texto en su preámbulo
reza así:
``Antigüedad en religión de la ciudad de
Málaga, sus ciudadanos fueron las primicias de la gentilidad en la fe de
Cristo: Cayo Cornelio centurión de Cafarnaúm, y San Cayo Oppio centurión,
obispo de Milán, su hijo naturales de Málaga.´´ del mismo modo se expresa la Anacardina espiritual
nada mas comenzar en su pagina tres ``experimentado omito el prologo al lector...y así digo que nuestra ciudad de Málaga es insigne y venerable...ilustre por sus naturales, pues fue uno de ellos el primero (según Flavio Dextro, en los años 34, 36 y 52.) que viviendo Cristo le conoció y creyó, llamado Cayo Cornelio, centurión de Cafarnaúm (cuyo criado curo el Señor) y fue bautizado en Málaga por el apóstol Santiago.´´ (realmente omite el prologo pues estas cinco líneas le sirven para ello no tratando mas la cuestión de los centuriones malacitanos). Toda la historiografía local parece tener un mismo manual de referencia y este tiene a Flavio Dextro(apéndice IV)por autor. El problema se revela mas tarde cuando las crónicas se convierten en falsos cronicones y la historia en historietas. Por ello no es de extrañar que el padre Morejon en su ``historia de las antigüedades de Málaga.´´ nuevamente centre el desarrollo de su memoria histórica apelando como ejemplo al aludido Flavio Dextro. De igual manera se expresa el P. Roa incluyendo datos sobre la vida de Dextro así como el origen de los documentos usados para sus estudios.
nada mas comenzar en su pagina tres ``experimentado omito el prologo al lector...y así digo que nuestra ciudad de Málaga es insigne y venerable...ilustre por sus naturales, pues fue uno de ellos el primero (según Flavio Dextro, en los años 34, 36 y 52.) que viviendo Cristo le conoció y creyó, llamado Cayo Cornelio, centurión de Cafarnaúm (cuyo criado curo el Señor) y fue bautizado en Málaga por el apóstol Santiago.´´ (realmente omite el prologo pues estas cinco líneas le sirven para ello no tratando mas la cuestión de los centuriones malacitanos). Toda la historiografía local parece tener un mismo manual de referencia y este tiene a Flavio Dextro(apéndice IV)por autor. El problema se revela mas tarde cuando las crónicas se convierten en falsos cronicones y la historia en historietas. Por ello no es de extrañar que el padre Morejon en su ``historia de las antigüedades de Málaga.´´ nuevamente centre el desarrollo de su memoria histórica apelando como ejemplo al aludido Flavio Dextro. De igual manera se expresa el P. Roa incluyendo datos sobre la vida de Dextro así como el origen de los documentos usados para sus estudios.
``el autor desto no es menos antiguo, que grave Lucio Flavio Dextro tan vecino de aquellos primeros siglos de la iglesia, que nació el año de 368. Tan calificado, que fue gobernador, o prefecto del oriente que es tanto como virrey, i después, de algunas otras provincias de España, como la de Toledo... la copia de sus escritos se hallo en nuestros días en la insigne librería del antiquísimo monasterio de S. Salvador de Fulda(apendice V)en Alemania: llamado así por estar edificado junto al río Fulda, por S. Esturnion su primer Abad en el año 744... De allí la saco Euthrando Diacono del santo Arzobispo de Toledo Bonito, i la enbio a Regimundo Obispo de Iliberis, ciudad entonces cerca de Granada...
La vida de los santos, sus obras y milagros, andanzas y
desventuras son buena materia prima para la elaboración de obras literarias más
cuando se trata de obras de carácter histórico como es el caso que nos ocupa.
Veamos por tanto que ha de exponernos Martín de Roa en su libro ``Málaga su
fundación, su antigüedad eclesiástica...´´ en referencia a los centuriones
malacitanos:
cofradía de la sangre iglesia de la merced málaga
``Hispania (dize Flavio en el año 36:) prima provinciarum mundi post judeam, galileam, samaria in partibus occidentalibus christi fidem amplexa est eiusque Gentilitas ad fidem coversa fuit; vera primitia caterorum Gentilium...´´ España entre las provincias del mundo la primera fue después de Judea, Galilea i Samaria, que se convirtió a la Fe. I los españoles fueron verdaderas primicias de los demás Gentiles. Entre estos los naturales de Málaga que viviendo Cristo le conocieron, i muriendo le confesaron por Dios.
En razón desto es de saber, que Cayo Cornelio Centurión
de Cafarnaun, cuyo criado curo el Señor, i cuya Fe aventajo al común de sus
naturales de Málaga. Lo uno, i lo otro afirma Flavio Dextro en el año 34. ``C.
Cornelio centurio Capharnaunensis Dominus servi quem Dominus sanavit pater
etiam Cai Oppij centurio nis erat Hispanus.´´ Cayo Cornelio centurión de
Cafarnaun señor del criado que sano Cristo, i padre de Cayo Opio centurión era
Español. Después en el año 52. Dize que era de Málaga. ``Floret centurio
Malacitanus, quem S. Iacobus ibi tingit.´´ era por este tienpo varon señalado
el centurión natural de Málaga, a quien baptizo en ella el Apóstol Santiago: i
es cierto que habla aquí del mismo que poco antes Cornelio Centurión de
Cafarnaun; porque de ninguno otro se puede entender. Que si bien tuvo, como
dize Dextro, i diremos adelante, un hijo, i un nieto de su mismo nombre; del
hijo sabemos, que lo baptizo el Apóstol S. Bernabé, i del nieto no se sabe, que
fuese centurión, i le baptizo el Apóstol S. Pablo.
El hijo se llamo Cayo Oppio centurio varon santísimo,
que padeció mucho por la fe de Cristo en la primera persecución de la iglesia,
en el inperio de Neron, i fue aquel que viendo las milagrosas señales, que
sucedieron en la muerte de Cristo creyo en el, i sin recelo de los Judíos, i
gentiles...llevado sin duda del fervor de sus fe, i deseoso de gozar la
enseñança de los Apóstoles, que andavan en Italia, passo en ella, i recibio el
santo Baptismo por mano del Apóstol San Bernabé, i fue después del tercero
obispo de la ciudad de Milan donde Baptizo a los Santos Gervasio i
Protasio...dize esto Flavio Dextro en esta manera:
``floret per id tempus in Hispania C. Oppius, C.F.
(Centurionis Capharnaunensis) C.P. centurio. Qui morientem Christum praedicat
esse filium Dei, inter fragores saxorum mutuo se collidentium obducto tenebriz
die: ex Gentilibusque á Christi morte primus hic Hispanus Centurio credidit:
qui fuit Civis Romanus, baptizatus’q; à Barnaba factus est tertius
Mediolanensis Episcopus. Vir veré Apostolicus, qui Christi mortem, Eclypsim
admirabilem primus omnium Hispanis, genti sua cum audientium stupore refert.´´
Por este tiempo, dize , florecía en España en santidad de vida Cayo Opio hijo
de Cayo(el centurión de Cafarnaú) padre de Cayo(de quié diremos después) a´ql
céturio, q´ muriédo Cristo en Ierusalen viédo aquel Eclyse tan general, i el
herirse de unas piedras con otras, públicamente le confesso por verdadero hijo
de Dios, i fue esste Español el primero, que de los Gentiles creyo en Cristo
después de su muerte. Era ciudadano Romano, i baptizado por el Apóstol. S.
Bernabé, fue III Obispo de Milan varon verdaderamente de vida Apostólica, el
que a su gente los Españoles dio la primera nueva de la muerte de Cristo, i del
milagroso Eclypse, que sucedió en ella, con asonbro de todos los que le oian´´.
La continuidad del texto se desarrolla en razón al trasiego de idas y venidas de nuestro protagonista junto a los Apóstoles y varones apostólicos. Nuestro autor los sitúa en Corinto como huésped de San Pablo para pasar posteriormente a Roma junto al Apóstol Pablo y desde allí a Milán junto a San Anathalo quien le sucedió en aquella iglesia. Propagando la fe de Cristo, iniciando las rutas de peregrinación hasta la tumba del glorioso Apóstol Santiago hasta lo que el autor llama la: ``capilla angélica del Pilar.´´ termina el capitulo con una referencia interesante pues nos señala la fecha en que se celebra la memoria de este santo datos que aporta el Cardenal Baronio en su Martirologio Romano. Siendo el 27 de septiembre su onomástica a lo que añade que Andrea Alciato escribió su biografía no habiendo sido publicada hasta el momento de la impresión del trabajo del padre Roa.
Un nuevo cronista; esta vez no es Lucio Dextro. Provee de
material a la obra del padre Roa, este es el Cardenal Baronio
. El capitulo XI de su historia de Málaga comienza así: ``el Cardenal Baronio en el año 34, de Cristo dize, que los que escribieron la vida del Santo Centurión, que confesso a Cristo por hijo de Dios en su muerte, afirman que se llamava Longino. De donde, (añade luego) se convencen de falsedad, los que guiados de algunos escritos apócrifos discernieron que el soldado, que abrió con la lanza el costado de Cristo, se llamaba Longino. Esto escribe el Cardenal Baronio: i es así, que Simeón Metafrastes, i Pedro de Nádales afirman lo uno, i lo otro: que el mismo que abrió el costado de Cristo, fue el Centurión, que poco antes lo avía confesado por Dios: i se llamaba Longino. Mas no se, que razón uviese tenido para creer antes que el centurión se llamava Longino, i no el soldado. Siendo tá universal, i tan constante tradición en las iglesias, que el soldado de la lança se llamava Longino; i no abiendo autor alguno, que negasse. En el Martyrologio Romano al nombre de este Santo añade el mismo Cardenal Baronio, q´ se dezia era el soldado, q´ abrio con su lança el costado de Cristo. Assi se halla en los Beda, Usardo, i Adon. En el del Cardenal Pedro Galesino, en el de Francisco Maurolico; en S. Agustín, en S. Antonino, S. Germano Patriarca de Constantinopla: i generalmente en los que ponen nonbre a este soldado´´.
. El capitulo XI de su historia de Málaga comienza así: ``el Cardenal Baronio en el año 34, de Cristo dize, que los que escribieron la vida del Santo Centurión, que confesso a Cristo por hijo de Dios en su muerte, afirman que se llamava Longino. De donde, (añade luego) se convencen de falsedad, los que guiados de algunos escritos apócrifos discernieron que el soldado, que abrió con la lanza el costado de Cristo, se llamaba Longino. Esto escribe el Cardenal Baronio: i es así, que Simeón Metafrastes, i Pedro de Nádales afirman lo uno, i lo otro: que el mismo que abrió el costado de Cristo, fue el Centurión, que poco antes lo avía confesado por Dios: i se llamaba Longino. Mas no se, que razón uviese tenido para creer antes que el centurión se llamava Longino, i no el soldado. Siendo tá universal, i tan constante tradición en las iglesias, que el soldado de la lança se llamava Longino; i no abiendo autor alguno, que negasse. En el Martyrologio Romano al nombre de este Santo añade el mismo Cardenal Baronio, q´ se dezia era el soldado, q´ abrio con su lança el costado de Cristo. Assi se halla en los Beda, Usardo, i Adon. En el del Cardenal Pedro Galesino, en el de Francisco Maurolico; en S. Agustín, en S. Antonino, S. Germano Patriarca de Constantinopla: i generalmente en los que ponen nonbre a este soldado´´.
Reiteradamente los cronistas o también llamados falsos cronicones se contradicen, desdibujando o garabateando la imagen que lográramos construirnos de los centuriones. Con este entrar y salir a escena se dificulta la creación de una idea clara del momento no así del lugar pues sobre esto pienso que están todos los autores de acuerdo.
Martín de Roa desgrana a lo largo
de lo que le resta de texto. Toda una combinación de explicaciones, textos
comparados y buenas intenciones en hacernos ver como Cayo Cornelio, y sus hijo
Cayo Oppio y Demetrio abrazaron la fe de Cristo, la propagaron por todo el orbe
conocido y todo ello pregonando su romano malagueñismo sin despeinarse.
Pedro Morejon contra el descuido de los malacitanos.
``Para que nadie calumnie el
descuido de los malacitanos, pues siendo esta noble población de las primeras
que se fundaron en la
Andalucía después del general diluvio, no hubiese en tantos
siglos quien publicase sus grandezas, mas que el padre Martín de Roa, cuios
excelentes trabajos en aplausos de esta ciudad, tanto mas merecen la
estimación, quanto no siendo hijo suio dio a la posteridad sus noticias.´´
Tras una buena parte de texto todo el relativo a
Longinos, su lanza y el acto de la lanzada. Paso a ocuparme de nuestros
antiquísimos vecinos Cayo Cornelio y Cayo Oppio padre e hijo
verdaderos protagonistas de esta tradición. Desde un principio he
conjeturado que las figuras de Longinos y Cayo Oppio se entrecruzaban
confundiéndose en el transcurso de la formación de la historia en leyenda para
de forma sorpresiva volver a separarse por momentos. A ello contribuye de igual
modo el perfil de la figura del centurión de Cafarnaúm personificado
ciertamente por Cayo Cornelio, por consiguiente: cuanto hemos referido entorno
a la figura de Longinos en principio podríamos aplicarlo a Cayo Oppio. Al otro
protagonista resultante en la leyenda. (Aunque siempre según que fuente); se le cita con uno u otro
nombre por ejemplo: en el texto de Ana Catalina Ememrick el centurión es
llamado Abenadar y la figura aquí representada por Longinos es llamado
Casio. Con este reparto de papeles cerramos el círculo de la escena que aún nos
quedaba por determinar.
La
constante preocupación de los historiadores malagueños del S.XVII por cubrir
con una pátina de tiempo la tradición local, juzgando con ello que los blasones
de la historia malacitana lucirían mas no por esclarecidos sino por rancios y
foscos. Proveyó como fruta emponzoñada toda una larga tradición de cronicones.
Estos más pendientes de crear historias de la nada, que investigar con espíritu
crítico. Fomentaron la invención de personajes, situaciones o lugares la más de
las veces con el mínimo de credibilidad, y completa ausencia de valor
histórico. Nuevamente Pedro Morejon recurre a la tradición de los centuriones
malacitanos para reivindicar la antigüedad del culto cristiano en Málaga y como
no podía ser de otro modo se recurre a Flavio Dextro como fuente de
información. ``Caius Cornelius centurio Capharnuensis dominus servi pater
etiam Caij Opij centurióni erat Hispanus et mirifice floret in Ispania.´´a
lo que continua el Padre Morejon ``este maravilloso malacitano salió
desta ciudad y, dejando el regalo y sosiego de su casa (la qual es tradición
mui constante, que fue una que todavía vive contra las ruinas del tiempo, muy
cerca de la puerta de Buena Ventura, arrimada a la fuente, por debajo de la
misma fuente, linda con casas que poseía D. Juan de Barzo)´... Morejon
nos abre una perspectiva nueva hacia la figura de Cayo Cornelio situando su
residencia en un lugar concreto de la ciudad como es la puerta de Buena Ventura. intra muros de la ciudad cercana a la zona que pudo albergar el hipódromo en la
época romana.
puerta de buenaventura
Continua Morejon relatándonos aspectos y momentos de la vida de Cornelio. Su alistamiento pasando a Siria provincia que se había rebelado una ves sofocada la revuelta, se traslada a Galilea; participando en la pacificación de este territorio revuelto por las proclamas de Judas de Gamala. Esta revolución cimentaba su teoría en la interpretación literal del Deuteronomio ``diciendo que era no solo contra la ley natural, sino contra la ley de Dios, que ninguno de los pueblos fuese tributario de algún señor o príncipe soberano. Como dize Flavio Josepho, lib.18,cap.10´´ y añade ``que estaban aquellas gentes tan pertinazes en no pagar los tributos, que aun los niños, incapazes de razon i discurso, se dejaban cruelmente atormentar por no ser tributarios al Cesar, y no reconocerles por señor, ut dominum Cesarum nominarem.´´ una ves sofocada la revuelta Cornelio toma posesión de su cargo militar en Cafarnaúm donde tenia su asiento la legión VI Ferrata.también llamada itálica compuesta toda ella de soldados hispanos. Pasando su hijo Cayo Oppio a Jerusalén donde se encontraba el resto de las fuerzas de las que el era centurión. En Cafarnaun se produce el primer encuentro entre Jesús y el centurión teniendo que esperar hasta el momento de los hechos de la pasión de Nuestro Señor para que se produzca el siguiente encuentro. Hecho crucial de su conversión ante el patíbulo de la cruz. Pasando posteriormente a Málaga siendo bautizado en su ciudad natal por Santiago Apóstol. De nuevo Retoma el camino a Palestina para a continuación acompañar a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo en diferentes años. Alrededor del año 64d.C. es ordenado Obispo de la ciudad de Sepsis en la provincia de Misia a los pies del monte Ida lugar situado entre las regiones
monte Idapuerta de buenaventura
Continua Morejon relatándonos aspectos y momentos de la vida de Cornelio. Su alistamiento pasando a Siria provincia que se había rebelado una ves sofocada la revuelta, se traslada a Galilea; participando en la pacificación de este territorio revuelto por las proclamas de Judas de Gamala. Esta revolución cimentaba su teoría en la interpretación literal del Deuteronomio ``diciendo que era no solo contra la ley natural, sino contra la ley de Dios, que ninguno de los pueblos fuese tributario de algún señor o príncipe soberano. Como dize Flavio Josepho, lib.18,cap.10´´ y añade ``que estaban aquellas gentes tan pertinazes en no pagar los tributos, que aun los niños, incapazes de razon i discurso, se dejaban cruelmente atormentar por no ser tributarios al Cesar, y no reconocerles por señor, ut dominum Cesarum nominarem.´´ una ves sofocada la revuelta Cornelio toma posesión de su cargo militar en Cafarnaúm donde tenia su asiento la legión VI Ferrata.también llamada itálica compuesta toda ella de soldados hispanos. Pasando su hijo Cayo Oppio a Jerusalén donde se encontraba el resto de las fuerzas de las que el era centurión. En Cafarnaun se produce el primer encuentro entre Jesús y el centurión teniendo que esperar hasta el momento de los hechos de la pasión de Nuestro Señor para que se produzca el siguiente encuentro. Hecho crucial de su conversión ante el patíbulo de la cruz. Pasando posteriormente a Málaga siendo bautizado en su ciudad natal por Santiago Apóstol. De nuevo Retoma el camino a Palestina para a continuación acompañar a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo en diferentes años. Alrededor del año 64d.C. es ordenado Obispo de la ciudad de Sepsis en la provincia de Misia a los pies del monte Ida lugar situado entre las regiones
de Frigia y Misia en el Asia menor.``respiraba
por Christo en los aumentos de su fe, procurando el consuelo de los suios, su
virtud, y santidad, y venció con la clemencia la aspereza de aquellas nuevas
plantas, con la vondad la malicia y con la veneficiencia ablando los ánimos de
sus feligreses; y colmado de merecimientos paso a coronarse de premios en la
ynmortalidad de la gloria, dando la vida en Sepsis, ciudad puesta a raíz del
monte Yda, a 13 de septiembre, después del año 64´´.
De Caio Oppio hijo del anterior Dextro relata
lo siguiente: ``floret centurio Malacitanus, quen Santus Jacobus ibi
tingit´´... A lo que continúa el P. Morejon con la secuencia del momento de
la expiración de Cristo y todo cuanto aconteció por ello. Razón por la que Caio
Oppio exclama ``vere filius Dei erat iste...´´ ¡este es el verdadero hijo de
Dios vivo y eterno! Dextro mantiene la atención sobre las palabras del centurión:
``Caius Opio centurio Hispanus credit Christo morienti in cruze...´´ realmente
este momento es si cabe el mas importante para nuestros protagonistas pues esta
confesión sitúa a nuestro personaje en la primera fila de los predicadores de
la fe. Por estas virtudes reconocidas es enviado a Málaga su tierra a predicar
en la sinagoga de la ciudad, los mismos Judíos malagueños deseosos de
recibir la fe que se les anunciaba `` determinaron hazer una enbajada a los
apóstoles, otros dizen a la
Virgen Sª. Nª., suplicándoles con umilde rendimiento les
inbiase alguno de los de aquel sagrado colegio, ``qui de rebus recensitis de
Christo eos verius et uberius doceret´´...los embaxadores fueron Indalecio i
Eufrasio... que, dando sus cartas a Pedro y sus compañeros, les rogaron les
rogaron les enviasen a Jacobo´´... ``aquí en Málaga hallo el apóstol Santiago a
nuestro Caio Opio, que sabiendo era el centurión que confeso a Christo, quando
murio en la cruz cargado de aprobios, se junto con el, y le instruio mas entera
y claramente en los misterios sagrados de la fe de su maestro
Cayo
Cornelio vecino de Málaga.
La vecindad de
nuestros centuriones se reparte entre dos direcciones una ya la hemos tratado.
Puerta de Buena ventura, la otra como todo lo relacionado con nuestros
protagonistas es una pura conjetura nacida de la fantasía de las benevolentes
mentes de los malagueños. Se trata de una edificación que había de hallarse en
el interior del convento de Nuestra Señora de Gracia mas conocido por
``el Conventico´´. La historia es la siguiente: en el año 1716 se publica el cuaderno
``el Conventico´´. La historia es la siguiente: en el año 1716 se publica el cuaderno
que recoge los eventos que se celebraron entorno a la bendición del
dicho templo. Su autor es fray Lucas de la Purificación
trinitario descalzó y predicador general de su orden. en este texto publicado
en forma de octavario el autor manifiesta que: 1º que San Cayo es malagueño,
pasando seguidamente a referir que su vivienda se encuentra pese al paso de los
años en el interior de la clausura del convento. Hasta aquí no tendríamos más
que aportar si no fuera por la nota curiosa que el maestro alarife de la obra
del convento añade al margen del plano de obra. Dice así: ``el color verde
demuestra el terreno de la casa mezquita´´. Pienso que la
edificación identificada como casa mezquita por la gran antigüedad de su fábrica
pudo realmente hacer pensar a nuestros conciudadanos del s.XVIII que se
encontraban ante una vivienda romana y por añadidura ante la vivienda del
centurión Cayo Cornelio.
Nuevos tiempos, nuevos historiadores.
Con la llegada del siglo
XVIII. La concepción, y estudio de la historia en Europa se convierte en algo
absolutamente racional cuasi científico, no caben conjeturas.
Para entonces toda la
historiografía pasada no era más que cuentos de viejas que llamaban a la piedad
con ramplonas supercherías. Una generación de nuevos autores florece en el
siglo de las luces las figuras de José Cadalso, Forner, Cabarrús, Feijoo,
Gutiérrez de los Ríos, Leandro Fernández de Moratin, o Mayans. Imprimen de un
impulso de modernidad, el estudio de la historia, hasta entonces desconocido en
la sociedad española. Estos nuevos aires culturales encuentran adeptos en la
figura del malagueño Cristóbal Medina Conde quien no menciona en ninguno de
sus muchos trabajos a nuestros protagonistas: los centuriones malacitanos. Es
evidente como para entonces ya no era necesario demostrar la antigüedad de
Málaga asociándola a la leyenda de los centuriones. Del mismo modo el padre
Flores en su España Sagrada silencia a estos personajes. No así Don Nicolás
Antonio, que de forma completamente sorpresiva nos desconcierta con la cita que
hace del centurión Cayo Oppio en su trabajo:''Censura
de Historias Fabulosas.´´ la extrañeza
viene dada por tratarse dicho texto de un estudio todo el dedicado a
desmentir todas cuantas leyendas y vidas de santos no aguantaran el mas mínimo
estudio critico, es por lo que parece el lugar menos indicado donde encontrar
alguna referencia a nuestro Santo Cayo Oppio. Igualmente es inaudito el lugar
en el que se encuentra insertado en el texto nuestro Santo, formando parte del
capitulo que se ocupa de los Santos Mártires Ciriaco y Pula patronos de Málaga.
Realmente los caminos del Señor son inescrutables, a través de setecientas
cincuenta páginas no se haya la más mínima referencia a Cayo Cornelio el
centurión de Cafarnaúm ni a su conversión, ciudadanía o milagros. Por ello me
parece realmente sorprendente la mención a su hijo Cayo Oppio el texto dice
así: ``Libro IV. Capitulo. II. 17.
Florece en España la memoria de los Santos Mártires, i hermanos,... naturales
de Málaga, que fueron discípulos de San Torcuato, i parientes de San Oppio, el
centurión, Malacitano, de quien hace mencion Dextro de Barcelona...´´
La lanzada.
Algunas notas medicas, e
ideológicas.
El golpe
fatal y mortal que le asesta Longinos a Cristo, en el costado es conocido como
la ``lanzada´´ Esta estocada o golpe de gracia formaba parte del entrenamiento
usual de los équites y legionarios romano en sus practicas militares el ``latus apertus´´ como golpe clásico de esgrima aseguraba la muerte de quien
lo recibía siendo efectuado siempre sobre el costado derecho buscando la
penetración hacia el corazón. Todos los estigmatizados, el evangelio apócrifo
Copto de la infancia de Jesús, junto con el parecer de algún investigador como
por ejemplo el padre Leal, así como los datos que ofrece la sabana santa de
Turín inciden en la idea de que Jesús recibió la estocada en el lado derecho.
Aunque no falta quien manifiesta sus preferencias por el lado izquierdo por
ejemplo la estigmatizada Teresa Neuman o el profesor Knabenbuaer quien
argumenta su elección asegurando con ello que así se buscaba la muerte.
La elevación a la
que se encontraba el cuerpo de Cristo pendido del madero, junto con el posible
promontorio formado para sostener la cruz al suelo, situaban al crucificado a
una
considerable altura; esto obligo al équite a situarse debajo de Cristo
recibiendo la estocada-lanzada de abajó arriba penetrado entre la quinta y la
sexta costilla resbalando sobre la cara externa de dicha costilla y pivotando
sobre ella, buscando la penetración en sentido ascendente; produciendo la
consabida emanación de sangre y suero/ agua.
San Juan dice en 20. 25
que ``de la herida del costado salió agua y sangre
y que era de tal tamaño que se podía meter la mano por ella´´. Unos autores aseguran que Cristo ya
se encontraba muerto cuando recibe la lanzada, otros por el contrario se
reafirman en la intención manifiesta de producir la muerte del crucificado con
la estocada certera infringida por un profesional de la milicia; en base a ello
algunos autores mantienen la tesis según la cual: `` la
lanzada fue dada a Jesucristo porque no había sido descoyuntado. Acción que
precipitaba la muerte por tanto era necesario rematarlo. Para ello se utiliza
esta acción traumática. La herida del costado fue empleada como prueba tanatodiagnostica, con
objeto de comprobar la certeza de la muerte´´. Profesor D.
Juan Delgado Roig. Los signos de la muerte en los crucificados de Sevilla.
También hemos de recordar como el sábado se
aproximaba, por ello apremiaba retirar el cadáver cuanto antes, recordemos las
prohibiciones en materias referentes al contacto con cadáveres en la fiesta del
sábado por considerar a los cadáveres de los fallecidos como agentes
contaminantes. No encontrándose puro quien hubiere mantenido contacto con uno
de ellos.
La herida.
``Como ya
hemos dicho es probable que Longinos no se colocara totalmente de frente y en
este caso la herida del costado tuvo que ser mayor que la lanza que la
produjo... por otro lado hemos comprobado en los cadáveres, la posibilidad de
llegar a lesionar el corazón desde el costado derecho´´...
``La
herida del costado tiende naturalmente a abrirse en el momento de ser producida
esto es debido a que en el cadáver ha desaparecido la elasticidad propia del
tejido vivo que tiende a cerrar los labios de aquella. Si el instrumento tenía
forma romboidal, puntiaguda y bordes cortantes, la herida presentaría
lógicamente los caracteres traumáticos producidos por la lanza, de bordes lisos
en forma ovalada, abiertos en el centro reproduciendo la estructura del
instrumento que la ocasiono´´... profesor D. Juan Delgado Roig. Los
signos de la muerte en los crucificados de Sevilla.
De igual
forma hemos de considerar la búsqueda de la muerte del crucificado a través del
alcance del hígado por la lanzada. Considerando el hígado como un órgano vital;
al que por la experiencia adquirida en la milicia todo hacia suponer que una
vez alcanzado. Los daños producidos eran irreversibles. Mas teniendo en cuenta
que para la medicina de la época esta víscera albergaba el alma y por lo tanto
el centro de la vida, de igual manera la sede del alma para Aristóteles era el
corazón así como para Platón era el cerebro y así en el siglo primero corazón, cerebro e hígado se
disputaban por igual la relativa importancia
de ser la morada del alma. En la intención manifiesta de dañar con la
estocada un órgano vital o incluso la morada del alma subyace el propósito
de eliminar al individuo, eliminando su
alma algo así como anular a la persona haciendo desaparecer su espíritu y con
el toda su identidad entiéndase su ser cognitivo y terrenal. Eliminando al
hombre, subyugándolo que también es una forma de acabar con el ser, se eliminan
sus ideas. Por tanto no se perseguía si acaso más a Cristo que a su
planteamiento de entender la vida, mensaje que aún hoy día consideraríamos extremadamente
avanzado. Volviendo sobre la herida
infligida en el cuerpo del nazareno se vería favorecido
este por la propia lanzada ya que la misma libero líquidos que de otra manera
hubieran encharcado y asfixiado al crucificado, posibilitándose por la propia
trayectoria de la estocada y la posición del cuerpo, el cierre de la herida.
Actuando esta en cierta medida como una auto- válvula reguladora de la presión
a la que se veían sometidos los pulmones.
La lanza.
Síntesis histórica.
El
comienzo de la leyenda entorno a la reliquia de este objeto sagrado comienza
como muchas otras veces al retirarse los presentes que se encontraban en los
momento inmediatos a la crucifixión de Nuestro Señor y una ves este descendido
del patíbulo de la cruz. El evangelio de
San Juan 19: 32-35, nos ofrece cierta información dice así: ``fueron, pues, los soldados y quebraron las
piernas del primero, y del otro crucificado con el. Pero al llegar a Jesús,
como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, si no que uno de los
soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y
agua. El que lo vio lo atestigua y su testimonio es valido, y el sabe que dice
la verdad, para que así vosotros creáis´´. Resulta como poco curiosa la insistencia en la
reafirmación de los hechos anteriores e inmediatamente posteriores a la muerte
de Cristo; es a partir de este momento,
cuando hace su aparición José de Arimatea. Personaje que encontraremos
recurrentemente entorno a cada una de las reliquias del Salvador. A partir de
aquí se transforma por completo el desarrollo de la narración. A José de
Arimatea se le atribuye la protección de la ``santa lanza´´ preservándola para
la posteridad, llevándola consigo al exilio. O no pues en fecha temprana
comienzan las menciones a la santa lanza; estas la sitúan en tierra santa ejemplos de ello son: los escritos de
Casiodoro que en su salmo LXXXVI, P, L., LXX da testimonio de ella,
posteriormente Gregorio de Tours en el
712 P.L., LXXI también se refiere a ella.
La santa lanza de camino a
Europa.
En el año 615 es conquistada Jerusalén por las tropas del
rey Cosroes de Persia. Cayendo cuantas reliquias de la pasión se encontraban en
ese momento en Jerusalén en manos de los persas, en el mismo año es canjeada y
entregada a Nicetas que la deposita en la basílica de Santa Sofía en
Constantinopla. La punta de la lanza que estaba partida es colocada en un
icono. De algún modo la punta de la lanza llega a poder del caballero cruzado
Baldwin quien se la regala a San Luis rey de Francia en 1244 llevándola consigo
a su retorno desde tierra santa. El resto de la pieza de tamaño mas grande fue
vista por Arculpus en al basílica del Santo sepulcro alrededor del año 670
debiendo ser restituida por el emperador Heraklio una vez recuperada la ciudad
a los invasores persas. Con posterioridad la práctica totalidad de las
reliquias son sacadas de Jerusalén teniendo como destino Constantinopla, y es
aquí donde se separan los caminos de los dos trozos de la lanza. La reliquia más
grande que quedo en, Constantinopla cae en poder de los turcos en 1492 siendo
canjeada por el hermano del sultán quien se la envía al Papa Inocencio VIII
conservándose en Roma en la basílica de San Pedro del Vaticano hasta la
actualidad. Paralelamente en el 1098 es hallada en Antioquia durante
la primera cruzada otra supuesta reliquia de la Santa lanza tras numerosas
vicisitudes se encuentra hoy en día en Etschmiadzin Armenia. La leyenda no
termina aquí pues otra santa reliquia de la lanza se entrega como regalo de su
Santidad el Papa al emperador Carlo magno. Este la conserva hasta pasar a la casa de Habsburgo en
s.XIII. La extensión del culto y devoción a la sagrada reliquia de la santa
lanza se demuestra por la amplia nomina de copias que de ella se encontraban
por Europa. Una de estas seria la conservada en la ciudad de Cracovia copia de
la lanza de los Habsburgo
En 1354
su santidad el papa Inocencio VI instaura el rito de su culto y veneración como
verdadera lanza con la que se traspaso el costado de Nuestro Señor es entonces
cuando se modifica y restaura la pieza de la casa de Habsburgo añadiéndosele
una semi funda de oro en el que se graba el texto siguiente: ``LANCEA ET CLAVVS DOMINI´´
figurando en el interior un
anterior añadido donde se puede leer la pertenencia de esta reliquia a San
Mauricio. Esta llamada lanza de San Mauricio es la que portaba el Emperador del
Sacro Imperio Romano Germánico de occidente en el día de su coronación en la
basílica de San Pedro rindiendo homenaje en el altar de este santo. Siendo
utilizada en esta ceremonia desde 1273 en 1424 pasa a Nuremberg conociéndose
desde entonces como la lanza del Emperador Constantino quien engarzo un clavo
de la crucifixión. Hoy se encuentra
en la cámara del tesoro del palacio imperial en Viena junto a la espada de
Carlo magno y algunos otros símbolos del imperio romano germánico.
Morfología de la lanza.
La
lanzada es de suponer que se produce con la ``lancea´´ arma de origen Español.
Utilizada por los legionarios de a pie, esta variaba en su longitud de los 1´60
a 2m. Con un peso de entre 700 y 1.200 grs. El asta se componía de un vástago
de madera de fresno recubierto de tejido entrelazado. otra arma romana en forma
de asta es el llamado ``pilum´´.La punta de la hoja podía ser en forma de cuña,
de pirámide, de trapecio, de corazón, o de arpón, el extremo de la lanza en
cuestión tenia forma ovalada terminada en una punta aguda y cortante si la
disposición de la herida, como antes ya hemos visto era de delante
atrás y hacia arriba tanto si Longinos estaba de pie como si montaba a caballo
los bordes de la herida tenían que seguir la forma y disposición de la hoja de
la lanza. En el transcurso de la historia de las legiones romanas se fueron
modificando las armas
creándose en función de la creación de otros cuerpos pero esto ya es otra
historia.
Conclusiones: más
allá del bien o del mal, por encima de los hechos refutados, a través del
tiempo o los hombres, pese a ellos y por ellos. Longinos nos habla con la voz
clara de la fe señalando el camino a Dios.
Por. Juan J Peña González. Año del Señor del MMVIII.
APÉNDICE. I
El computo del tiempo en época romana. Es en el año 46 A.C. cuando Julio Cesar intenta racionalizar la administración del tiempo tomando una serie de medidas encaminadas a sacar a la población de Roma de la confusión en la que venían viviendo para ello divide el año en doce meses dotándoles a cada uno de ellos el nombre que aún ostentan, incluyendo en esta reforma la adopción de la semana de siete días dándole al domingo el nombre de día del sol, también toma la decisión de dividir los días en veinticuatro horas, empezando el día a partir de la media noche. En los evangelios se nos dice que Cristo expira en la hora ``nona´´ esta hora se corresponde desde las 1’29 hasta las 2´13 en el solsticio de invierno y desde las 2´31 hasta las 3´46 en el solsticio de verano.
APÉNDICE. II
centurión en griego `` hekatontarchos ´´. Suboficial de mucha experiencia que
comandaba una centuria (semejante al rango de teniente), estas se componían de
entre 60 y 160 hombres. En función de las fuerzas en cada momento dado, y de si
la centuria pertenecía a la primera cohorte, un tamaño medio de legión la
componían 4.800 soldados, los mejores centuriones mandaban la primera centuria
de la manipula. Agrupación de dos centurias,
por ello eran llamados primipilos, literalmente podemos traducir ``primera
lanza ´´. Para el tema que nos ocupa el centurión que comandaba el llamado
quaternio (grupo de cuatro soldados) se denominaba exactor mortis o lo que
es lo mismo una especie de ejecutor final o notario que ha de comprobar la
muerte de los ajusticiados en el patíbulo de la cruz.
Su atuendo consistía en una armadura plateada, como arma
portaban una espada que pendía del cinto al lado izquierdo, un casco al que
cruzaba lateralmente una cresta, las piernas se protegían con unas piezas
metálicas llamadas ``grebas´´ atadas al contorno de la pierna, también llevaba
un bastón de mando, llamado vitis/sarmiento, ``bacillum viteum´´
como símbolo de su autoridad. Con el se
calmaba el ardor de eventuales manifestaciones de desobediencia.
APÉNDICE. III
Algunas referencias al velo
del templo:
Las significaciones entorno al velo del santa sanctórum en el templo de
Jerusalén son recurrentes en la literatura bíblica, así como en la historia
sagrada, uniendo su significado litúrgico con otros muy interesante
significados. Como muestra de ello podemos hacer un recorrido a través del
tiempo y siempre nos encontraremos ante el velo del templo. Como si el sino de
los hombres fuera reencontrarse con la divinidad, siempre hurgando tras el espacio
oculto tras el velo.
La más reciente de las citas la encontraríamos en
el proto evangelio de Santiago texto de los llamados apócrifos. De este velo se
dice así: cap. X, vers. 1.
``Y
he aquí que los sacerdotes se reunieron en consejo, y dijeron: Hagamos un velo
para el templo del señor. Y el Gran Sacerdote dijo: Traedme jóvenes sin
mancilla de la casa de David. Y los servidores fueron a buscarlas, y
encontraron siete jóvenes. Y el Gran Sacerdote se acordó de María, y de que era
de la tribu de David, y de que permanecía sin mancilla ante Dios. Y los
servidores partieron, y la trajeron ´´.
Vers. 2. `` E introdujeron a las jóvenes en el templo del Señor, y el Gran Sacerdote
dijo: Echad a suertes sobre cual hilara el oro, el jacinto, el amianto, la
seda, el lino fino, la verdadera escarlata y la verdadera púrpura. Y la
verdadera escarlata y la verdadera púrpura tocaron a Maria, que habiéndolas
recibido, volvió a su casa. Y en ese momento, Zacarías quedo mudo, y Samuel lo
reemplazo en sus funciones, hasta que recobro la palabra. Y María tomo la
escarlata, y empezó a hilar’’.
A esta les seguirían los pasajes evangélico recogidos en
Mateo: 27:51, Lucas: 23: 42-45 o Marcos: 15:38. en ellos encontramos el pasaje
del rasgado del velo al producirse la muerte de Nuestro Señor Para la siguiente
referencia podríamos trasladarnos hasta el año 63 A.C. año en el que Cneo
Pompeyo toma Jerusalén arrasando el templo
penetrando en el Debir
rasgando el velo para comprobar que se encontraba tras el. Tras perpetrar
semejante locura experimenta un frio que le recorre toda la espalda hasta
clavársele en la nuca. La historia dijo de el `` Magni Dominis Umbra´´
la sombra de un gran hombre.
Para terminar con el libro del éxodo que nos ofrece una
descripción del velo del templo en su peregrinaje hasta la llamada tierra
prometida.
``Velos de separación. 26:31 Harás un velo de púrpura violeta y escarlata,
de carmesí y lino fino torzal; bordarás en él unos querubines.
26:32 Lo colgarás de cuatro postes de acacia, revestidos de oro, provistos de ganchos de oro y de sus cuatro basas de plata.
26:32 Lo colgarás de cuatro postes de acacia, revestidos de oro, provistos de ganchos de oro y de sus cuatro basas de plata.
26:33 Colgarás el velo debajo de los broches;
y allá, detrás del velo, llevarás el arca del Testimonio, y el velo os servirá
para separar el Santo del Santo de los Santos.
26:34 Pondrás el propiciatorio sobre el arca del Testimonio, en el Santo de los Santos
26:34 Pondrás el propiciatorio sobre el arca del Testimonio, en el Santo de los Santos
26:35 Fuera del velo colocarás la mesa, y
frente a la mesa, en el lado meridional de la Morada, el candelabro; pondrás la mesa en el lado
norte.
26:36 Harás para la entrada de la Tienda una cortina de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal, labor de recamador.
26:37 Para la cortina harás cinco postes de acacia, que revestirás de oro; sus ganchos serán también de oro, y fundirás para ellos cinco basas de bronce ´´.
26:36 Harás para la entrada de la Tienda una cortina de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal, labor de recamador.
26:37 Para la cortina harás cinco postes de acacia, que revestirás de oro; sus ganchos serán también de oro, y fundirás para ellos cinco basas de bronce ´´.
Como podemos ver la intención ultima en la elaboración de
este apéndice ha sido la de exponer sucintamente una relación en la que se
suceden los textos desde el que podríamos llamar mas reciente hasta el mas
antiguo con ello lo que se pretende es hacer participe al lector de la
dimensión intemporal de la divinidad.
APENDICE.IV
El Cronicón del Pseudo-Dextro proceso de redacción
POR ANTONIO YELO TEMPLADO
Los llamados «Falsos Cronicones» componen un capítulo interesante de la historiografía barroca. Los curiosos problemas que plantean las más de las veces se han estudiado con superficialidad, marginando con desprecio y conmiseración unos engendros que nada tienen que aportar a la historia (1). Sin embargo, soleimente atendiendo a este último aserto, su estudio debiera ocupar un puesto en la historiografía por lo que han aportado de hecho e indebidamente en ciertas investigaciones históricas. A la hora de rehacer críticamente la historia, es imperdonable desconocer Ja procedencia de un cúmulo de datos espúreos, que no pocas veces se aceptan amparados por la pluma de un ilustre autor (2). El (1) Por ejemplo, JOSÉ GODOY ALCANTARA, Historia Critica de los Falsos Cronicones, Madrid, 1868. (2) M. MENÉKDEZ PELAYO, Historia de los Heterodoxos Españoles, t. II, BAC, Madrid, 1956, págs. 287 y 288. «... Triste fama, aunque algo merecida, hemos logrado siempre los españoles de falsificadores en historia. Y aunque sea verdad que no nació en España, sino en Italia, el Fray Anio de Viterbo, autor de los fragmentos apócrifos de Manethón y Beroso, y que críticos españoles como Vives y Juan de Vergara fueron los primeros en llamarse a engaño, también lo es que en el siglo XVII dieron quince y falta al Viterbiense nuestros falsarios, y a la cabeza de todos, Román de la Higuera y Lupián Zapata, que con los forjados Cronicones de Dextro, Luitprando, Marco Máximo, Julián Pérez y Hautberto Hispalense infestaron de malezas el campo de nuestra historia eclesiástica, llenando con la mejor voluntad del mundo y la más ancha conciencia, todos los vacíos, dotando a todas nuestras ciudades de larga procesión de héroes y santos, confundiendo y trastocando de tal manera las especies, que aún hoy, después de abatido el monstruo de la fábula por los generososo esfuerzos de Nicolás Antonio, los Mondéjar y los Flórez, aún dura el contagio en historiadores locales.» 104 Antonio Yelo Templado «revertimini ad fontes» hará imprescindible en múltiples casos el encuentro con los «Falsos Cronicones». El estudio presente se propone la aproximación a uno de estos textos, el Cronicón de Dextro (3), que cronológicamente pretende abarcar desde el año 1 de nuestra era hasta el 430. Su fautor, como el de otros varios, es Jerónimo Román de la Higuera (4). Su composición, después de un intento abortivo (5), fue incubándose desde los años finales del siglo XVI hasta fijarse su texto en la edición de 1619, varios años después de la muerte de su redactor. Hasta entonces el texto había circulado fragmentario e inédito por diversos puntos de España, adquiriendo una especie de aureola nacional. Con el paso de los años una capa de polvo hacía confusa la cuestión de su procedencia (6). Sobre su autenticidad, como la de sus congéneres, se levantó una prolongada polémica, que comenzó a serle desfavorable con la impugnación de Nicolás Antonio (7), aunque su influjo todavía ha seguido sirviendo de remora en diversos campos relacionados con la historia (8). LA ÉPOCA DE LOS «FALSOS CRONICONES» En el último tercio del siglo xvi comienza a auscultarse el período de descomposición interna, que se iniciará en España con la subida al trono de Felipe III, y que se acentuará en los siguientes reinados. Se consuma la pérdida de la hegemonía española y la miseria social es un síntoma (3) Flavii Lucii Dextri Barcinonensis Chronicon Omnimodae Historiae, reproducido en ML. (4) Nació en Toledo en 1538 y murió en 1611. Doctor en Teología, profesor de Filosofía. En 1563 ingresa en la Compañía de Jesús. Erudito en antigüedades, comienza a escribir una Historia Eclesiástica de España, que interrumpe en el reinado de Sisebuto, y una Historia de Toledo. Además de una variada serie de biografías de santos ignotos e 'historias de viejas ciudades, va tejiendo las ficciones de sus Cronicones, que cubren sucesivamente el espacio cronológico antiguo y altomedieval: el de Dextro, Marco Máximo, Luitprando y Julián Pérez, con sus apéndices y adiciones o «Adversaria». (5) Esto fue el Cronicón de Flavio Marco Dextro, compuesto en 1594, y que permaneció inédito ihasta que Nicolás Antonio lo imprimió al final del tomo II de su Bibliotheca vetus. Se sirvió del manuscrito que poseía Gaspar Escolano, que, a su vez, lo había heredado del obispo de Segorbe, don Juan Bautista Pérez, a quien lo envió Román de la Higuera. (6) Vaciló Román de la Higuera en sostener su procedencia directa de la abadía germana de Fulda por no someter su aserto a tan fácil comprobación. Hizo circular la versión de que tal manuscrito se lo había facilitado un P. Torralba, jesuíta discípulo suyo y que ya había muerto, el cual, a su vez, había sacado copia del original gótico en poder de un burgués de Worms. La biblioteca de Fulda, donde los jesuítas tenían im colegio instituido por Gregorio XIII, pasaba por vma de las más antiguas del mundo y que diferentes veces había sido saqueada. (7) 1652 en Censura de historias fabulosas. (8) Liturgia, arte, tradiciones populares, etc. Este tema requiere im estudio particular de una amplitud insospechada. El Cronicón del Pseudo-Dextro' proceso de redacción 105 de postración de la nación señora de medio mundo. Una de las reacciones es la de un desolado pesimismo y la desvalorización de todo lo terreno. Al mismo tiempo, el orgullo nacional se repliega a la esfera religiosa y en ella logra trascenderse con esa reacción triunfalista tan característica dd barroco: multiplicación de iglesias, conventos, imágenes milagrosas, reliquias, visiones, estigmatizaciones, profecías... La profecía llega a revestir los caracteres de la antigua apocalíptica: pseudonimia, historia como profecía, alegorismo (9). Pero al mismo tiempo se vuelve la mirada añorante al pasado —como el hidalgo de la época que ha venido a pobre—. Cada pueblo tiene como punto de patriotismo el reivindicar sus glorias religiosas del pasado: su posible entronque con los tiempos bíblicos, el prurito de máxima antigüedad cristiana, la aureola de numerosos mártires, obispos, monjes. Los «Falsos Cronicones» tendrán destacadamente la nota barroca de acumulación inauténtica y espúrea, como producto y exigencia de su época. En ellos se sustentarán las tesis maximalistas, que favorezcan el fervor religioso-patriótico popular. De una generación a otra se transmitía esta convicción, que un autor decimonónico recoge del estrato del pueblo (10), ensalzando los grandes capítulos de la gloria nacional: España expulsó a la morisma, descubrió y conquistó toda la América, extendió su imperio por todo lo descubierto de la Tierra, «levantó los primeros templos y monasterios del mundo...». A partir del Renacimiento se iba desarrollando una crítica histórica, que se veía precisada a revisar ciertas tesis, cuyo dictamen desfavorable sobre ellas hería la sensibilidad nacional. Entre ellas destacaba la predicación de Santiago en España y el Pilar de Zaragoza. También se debatía acaloradamente la cuestión de las sedes primaciales. Para muchos eruditos y eclesiásticos ciertas tesis eran incontestables y necesariamente deberían estar confirmadas en los documentos de la antigüedad. No obstante, los avatares adversos, que se fueron sucediendo en los siglos, habrían hecho desaparecer unos fondos documentales, de que se necesitaba disponer y a todo trance había que recuperar. Los «Falsos Cronicones» intentaban responder a las necesidades creadas por este estado moral y tenían que dar «sdluciones decisivas a todo lo que se contestaba, se anhelaba saber o creer o se dudaba» (11). Sin temor a faltar a la verdad, por vía de conjetura, debió existir un testimonio escrito, que se (9) JUAN DE HOROZCO Y COVARRUBIAS, Tratado de la verdadera y falsa prophecia, Segovia, 1588. (10) BENITO PÉREZ GALDÓS, Episodios Nacionales. Napoleón en Chamartin, Ed. Aguilar, 1970, pág. 620. (11) GODOY, op. cit., págs. 129 y 130. 106 Antonio Yelo Templado expresase aproximadamente en estos términos. Los términos mismos exactos o el nombre del autor era un elemento accidental. Por vía de análogos razonamientos Román de la Higuera debió lanzarse a la deshonrosa tarea de la falsificación. Existían precedentes notables, como el de Annio de Viterbo (12), un hombre de cuyas cualidades morales no se puede dudar. De todos modos, sería interesante estudiar a lo largo de la historia esta situación moral del llamado «dolo pío», que ha servido de excusa a toda una serie de relatos milagrosos, apariciones y mensajes inventados como simple recurso de edificación. EL CRONICÓN DEL PSEUDO-DEXTRO Según moda de la época, el Cronicón del Pseudo-Dextro se presenta como fragmento de una crónica, que comprendería desde la creación del mundo a la época contemporánea del autor (13). El pretendido autor no era otro que el mencionado por San Jerónimo (De viris illustrihus, CXXXII): «Dexter Paciani... filias... omnimodam historiam texuisse...». Basado en este dato fehaciente podía Román de la Higuera, con toda verosimilitud, presentar un Dextro hispano que había compuesto una historia «omnímoda», interpretándose este calificativo como universal. No era ésta la primera vez que se recurría a Dextro. A principios del siglo XVI debió circular por España un fragmento atribuido a este autor, que versaría sobre la remota época conocida como de los «antiguos reyes de España». Juan de Rihuerga, en el primer tercio del siglo xvi, le cita, pero alegando ya «que yo no he podido hallar» (14). Tendría esto en cuenta Román de la Higuera en sus elucubraciones al suponer su historia «ab Orbe condito». El nuevo fragmento (ss. i-v), que él pretendía haber descubierto, no debía responder a la «omnímoda historia» mencionada por San Jerónimo, sino, como está indicado en su título —^Chronicon omnimodae historiae—, a un compendio de dicha historia o canon crónico, imitando en esto a Eusebio de Cesárea. No obstante, incurrió en la incongruencia de prometer en la epístola dedicatoria la historia «omnímoda», para luego ofrecer un compendio de ella. (12) Dominico italiano (1432-1502). Filólogo (latín, griego, árabe, caldeo, hebreo), arqueólogo e 'historiador erudito. Escribió Commentaria super opera diversorum auctorum de Antiquitatibus loquentium, Roma, 1498, recopilación de textos atribuidos a Beroso, Manetón, Arquíloco, Fabio Pictor, etc. (13) «...omnimodam historiam, quam ab Orbe condito ad haec nostra témpora.» (14) Coronyca de las antigüedades despaña dirijida al muy alto, catholico e por esso muy poderoso e ymnctissimo enperador don Carlos, Señor de las españas y de las alemanas y de los otros rreynos y señoríos sujetos a aquellas (Códice de la B. N. de Madrid). El Cronicón del Pseudo-Dextra proceso de redacción 107 El fragmento de Dextro, que se presentaba como recién descubierto, era el cronológicamente adecuado para confirmar las tesis que son el objeto de su composición: la predicación de Santiago en España y el origen apostólico y dignidad eminente de la iglesia de Toledo. Conectados con estos dos temas capitales, los datos que suministra llegan a todos los puntos geográficos de la nación. De las 700 perícopas del Cronicón, aproximadamente el 80 por 100 se refieren a España y casi la mitad de éstas a Toledo, patria del falsificador y urbe protagonista de esta historia nacional. No dejó esto de ser sorprendente para la opinión general de la época, lo que los comentaristas achacaban a la nacionalidad hispana de Dextro. No puede considerarse el «Canon Cronicus» de Ensebio de CesareaSan Jerónimo (15) como fuente del Pseudo-Dextro ni siquiera a éste como interpolación suya. Sólo un 15 por 100 de perícopas se apropia el PD de EJ. Suprimido este poco importante porcentaje de material, el PD figuraría como un Martirologio y no como un Cronicón. Las perícopas de EJ, seleccionadas casi siempre con arbitrariedad, componen una elemental estructura —una especie de cañamazo— donde hallan cierta acogida el lenguaje anacrónico del fautor y sus noticias espúreas. Román de la Higuera, que cultivaba medianamente la poesía latina, prefería no remedar el latín del siglo v y, como recurso, optó por transcribir el texto EJ con ligeras variantes, casi siempre desdichadas. LAS FUENTES DEL PSEUDO-DEXTRO Más que fuentes, en este caso debe referirse a lugares de inspiración. No se trata aquí del uso' auténtico y objetivo de las fuentes, sino de su manipulación. Lo cual, por otra parte, era común en la historiografía de la época. Las fuentes se extorsionaban a base de una complicada y aguda exégesis, que requería una amplia erudición y que bien puede decirse que era una exégesis barroca. Los comentaristas del escueto texto del cronicón se veían necesariamente abocados a desarrollar esta forma de exégesis. Necesitaban un amplio conocimiento de fuentes y de historiografía, que, a su vez, había poseído el fautor, al que precisamente uno de los méritos que se le puede atribuir es esta amplia erudición. Estas fuentes de inspiración pueden enumerarse así, según la importancia de su aportación en la composición de la obra: (15) Eusebií Pamphilii Canon Cronicus, traducido al latín y continuado por San Jemimo. Desde ahora citaremos esta obra por las siglas EJ y el Cronicón del Pseudo-Dextro por PD. 108 Antonio Yelo Templado 1. Martirologios. 2. Cronicón de Eusebio-Jerónimo. 3. Historiografía contemporánea. 4. Fuentes Clásicas. 5. Pasajes bíblicos. 6. Apócrifos. 7. Pasajes patrísticos. 8. Inscripciones antiguas. 9. Leccionarios, sermonarios, hagiografía, revelaciones... EL MARTIROLOGIO Y LAS FUENTES CLASICAS El Cronicón de Eusebio y el martirologio prestan el estilo literario al PD, sobre todo el martirologio, que supone el 80 por 100 de su contenido. La razón de este amplio uso residía en la riqueza de topónimos que su texto proporcionaba, lo cual reclamaba, a su vez, la confrontación con las fuentes clásicas. Eran varios los martirologios que circulaban por las iglesias y monasterios españoles hasta el siglo xvi: el de Beda, el de Adón, de Rábano Mauro, de Floro y especialmente el de Usuardo, compuesto en San Germán de los Prados (París) y cuyo autor conocía personalmente España. Sobre el fondo de este último martirologio el cardenal Baronio, por mandato de Gregorio XIII, había confeccionado en 1584 la edición del Martirologio Romano. Los estudios históricos de la época habían hecho necesaria una revisión del santoral y todavía estaban calientes las disertaciones en torno a tantos puntos debatidos. La revisión no podía ser perfecta en un ámbito espacial y temporal inmenso, como el que ofrecía el orbe cristiano, y el estado de las investigaciones dejaba suficientes resquicios para la conjetura y hasta para la imaginación. Esta era la hora para la reinvidicación por parte de cada pueblo de sus propios santos, y éste fue el campo privilegiado sobre el que se urdió el cronicón del PD. Dos procedimientos utiliza especialmente el PD en la manipulación del texto para su propios fines: 1. Alteración de topónimos. 2. Adiciones. A modo de ejemplos, que se podrían multiplicar, pueden presentarse los siguientes casos de alteración: El Cronicón del Pseudo-Dextra proceso de redacción 109 Martirologio Romano (16): «Apud Mindam natalis sancti Feliciani...» PD: «Apud Mundam civitatem Celtiberiae...» (17). MR: «In Asia Minore...» PD: «In Arsa Mariana...» (18). Es digno de atención el siguiente caso de variante: EJ: «Plutarchus Chaeroneus, et Sextus... philosophi insignes habentur.» PD: «Plutarchus Cherronensis... Sextus... philosophi, doctrinae celebritate clari judicantur.» MR: «Apud Chersonesum passio ss. episc. Basilii, Eugenii...» PD: «... cum convenissent in Cherronensi urbe prope Valentiam in Hispania, sancti pontífices... Basilius... Eugenius...» Base de esta persistente variante es el texto de Estrabón, que señala un «Cherrónesós» cerca de Sagunto y que los historiadores, atendiendo a su etimología, lo identificaron con Peñíscola (19). Como ejemplo de adición ofrece especial interés el de los pasajes del MR, en que se adjudican santos a Cartago. Cuáles de ellos pudieran haber pertenecido a Carthago Nova es una cuestión actualmente todavía no dilucidada. Unas 10 veces los reivindica para Cartagena el PD con las adiciones «Spartaria», «Hispaniae» o «in Hispania»: MR: «... Carthagine ss. martirum Modesti et Juliani.» PD: «Carthagine Hispaniae Modestus et Jülianus florent.» (16) En lo sucesivo se citará bajo la sigla MR. (17) Se hará referencia al PD por el año. A. 308. No tiene en cuenta el lugar de la famosa batalla de César. Se trata del río Munda mencionado por Ptolomeo Geogr., II, 5), Pomponio Mela (Chorog., III, 8) o Plinio (Nat. Hist., IV, 115). (18) A. 95. Cf. Ptolomeo, II, 4; Plinio, III, 15. (19) Aa. 60 y 122. Escribe Mariana (Hist. Hisp., XII, 17) enumerando los lugares sometidos a Jaime I: «... in primis Penniscola Ptolomeo Cherronesus». Y Zurita (Ind. rerum ab Arag. Reg. gest.. I, año 1225): «... Penniscolam Ilergaonum oppidum obsidet: is situs est, ut scopulo impositum pene mari cinctum sit: e re vulgatum nomen invenit. A Graecis apparet ob eam causam Oherronesum dictum». La cita clásica no es de Ptolomeo, sino de Estrabón (III, 6): «plesíon (Sagounton) dé póleis eísi Cherrónesós...». l i o Antonio Yelo Templado MR: «...sancti Donati... Carthagine passus est.» PD: «Carthagine Spartaria... Donatus martyr hispanus...» (20). Esas adiciones explicativas tienen el carácter de cláusulas decisorias en cuestiones hasta entonces debatidas. De esto se trata en el siguiente ejempllo: MR: «In urbe Astensi sancti Secundi martyris.» PD: «Secundus Astensis floret in Hispania, passus in Baetica, prope flumen Tanagrum, alias vocatum Lethem» (21). Como puede apreciarse, esta prospección a través del martirologio va acompañada de la investigación de las fuentes clásicas, sobre todo las de índole geográfica. El fautor del PD tiene en las memos a Ptolomeo, el Itinerario de Antonino Pío, tal vez Plinio y Tito Livio, utilizando otras fuentes a través de las citas de los historiadores contemporáneos. Otra fuente, que será muy frecuentada en los cronicones posteriores, son las suscripciones de las actas conciliares hispanas. Con la historiografía de la época en el PD se van transparentando problemas de paleogeografía. Algunos de ellos se exponen a continuación. Una variante de texto defectuosa de Tito Livio, XXI, 5, 2, ubicaba una Carteia (por Altheia) en la campaña de Tito Livio contra los Olcades. La descripción por Livio de la marcha de Aníbal desde su cuartel de invierno en Carthago Nova aparentaba la situación inmediatamente próxima a ésta de la capital de los Olcades. Así aparecía otra Carteia junto a la de Ptolomeo (II, 4), «iuxta fretum Gaditanum». El PD concilia ambas tesis al mencionar la predicación de Esiquio: «Iscius Carteiae prope fretum... et Carteiae alteri... non procul Carthagine Spartaria, praedicat» (22). (20) Aa. 160, 208, 268, 270, 296, 300, 308, 360... La crítica moderna parece admitir como de Cartagena los de los .dos últimos números, Santa Paula y San Donato. Román de la Higuera presta interés particular por los territorios de la actual provincia de Murcia. (21) A. 208. La ciudad que reivindicaba este santo era Asti de Liguria (Italia). Según las adiciones del PD se concreta al máximo en la que hasta hcjy se ubica en Mesas de Asta, cerca de Jerez (Ptolomeo, II, 4; Plinio, III, 11; Livio, XXXIX, 21, etc.). Para no incurrir en anacronismo denomina Lethem al Guadalete. El Cronicón del Pseudo-Dextro proceso de redacción 111 Una interpretación errónea de Plinio (Nat. Hist., II, 9) sobre la situación de Ilorci, sostenida por numerosos historiadores, y vina confusión de T. Livio (XXVIII, 19), que confunde dicha población con Iliturgi, se refleja en este texto del PD: «Euphrasius Iliturgi, non procul Carthagine Spartaria, populis qui dicuntur Contestani... totoque agro Carthaginensi praedicans... discurrit» (23). Aquí se aprecian reminiscencias del texto pliniano —«Thader qui Carhtaginensem agrum rigat...»—, como en este otro pasaje anacrónico del PD: «Securae in confinio Baeticae, quae etiam Tader dicitur...» (24). Los debates en torno a la identificación de las poblaciones contemporáneas con los topónimos antiguos estaban en plena ebullición. El PD pretende decidir en múltiples casos. En el de Pax Augusta, por ejemplo. Mariana (III, 25), y con él Vaseo, Tarrapha, Molecio y Hortelio, la identificaba con Badajoz; Ambrosio de Morales (IX, 32), y con él Resendio y Nonio, con Beja de Portugal. El PD ratifica la primera opinión: «... in Paceaugusta, urbe Hispaniae ad Annam fluviam appositum urbi praeclarae» (25). EL PD Y LA HISTORIOGRAFÍ A CONTEMPORÁNEA Puede decirse que los «Falsos Cronicones» son un reflejo y un compendio de la historiografía de la época. Por lo general, no inventan nada, y el margen concedido a la fantasía está sujeto a las reglas de deducción. El dolo consiste ante todo en la pseudonimia o atribución a autores antiguos de textos recién salidos de la pluma del fautor. Noticias tan peregrinas del PD como la del año 2 en el nacimiento de Cristo: «Tres soles apparuerunt in Hispaniis in unum collecti», ya es conocida por Tomás de Aquino (Sum. Theol., III, q. 36, art. 3, ad 3 arg.) (26). La his- (22) A. 52. Aquí se inspiró Salmerón para su disertación La antigua Carteya, o Carcesa, hoy Cieza, Madrid, 1777. Del mismo, Carteya ilustrada y defendida en Cieza, Murcia, 1797. (23) A. 54. A. YELO TEMPLADO, «Ilorci, ¿una población de la cuenca del Segura», en Anales de la Univ. de Murcia, Filosofía y Letras, vol. XXXVI, núms. 1-2, curso 1977-78. (24) A. 308. (25) A. 64. (26) «Credibile est etiam in alus partibus mundi (no sólo en Oriente, donde apareció la estrella de los magos) aliqua indicia nativitatis Christi apparuisse; sicut Romae fluxit oleum, in Hispania apparuerint tres soles paulatim in unum coeuntes». 112 Antonio Yelo Templado panidad de los centuriones del Nuevo Testamento no era una ocurrencia original. El texto de Hech. Apóst., X, 1 —«Había en Cesárea un hombre, llamado Cornelio, centurión de la cohorte Itálica...»— ya había inspirado a Baronio su posible origen italiano (27). Repitiendo el argumento de Baronio, los autores españoles derivaban a Itálica de la Bética el origen de dicha cohorte, citando la carta de San Jerónimo al hético Lucinio: «Cornelius centurio cohortis Italicae iam tune Lucinii mei praefigurabat fidem» (28). Relevancia especial ostenta en la historiografía de la época la tesis del asentamiento judío en España bajo el reinado de Nabucodonosor. Ya Arias Montano había leído «Sefarad» en vez de «Bosforo» en eil texto de Abdías (I, 20): «los deportados de Jerusalén que están en Sefarad». Ocampo, Garibay, Mariana, etc., recopilaban textos de Megástenes, Josefo, Estrabón para apoyar la tesis. Arias Montano y Mariana supusieron como argumentos topográficos la evolución de Maggedó a Maqueda, de Ascalón a Escalona (29). Imbricada con esta cuestión existía la leyenda de Pedro Bracarense, uno de esos judíos asentados en España hacía 600 años, que habría sido resucitado por Santiago y consagrado obispo de Braga. El PD no hace sino asumir datos ya fijados en la crónica de Vaseo, en Marineo Sículo, Ambrosio de Morales, Marieta, Trujillo, Villegas, Llanca, etc. (30). Al mencionar el PD a este Pedro de Rates, primer obispo de Braga, apunta y decide en otra de las disertaciones particularmente cara a la historiografía de la época, la de Tarsis y Ophir (31): «Floret memoria S. Petri Ratensis... qui occisus est... ad Ratera oppidum Bracarorum, in regione Ophirina...» (32). Hay un detalle —«lapsus calami»— que hace patente la superchería sobre la antigüedad del PD. El fautor denota estar bajo la esfera de influencia de los debates históricos, que sostenían los autores de los siglos xv-xvii. Así lo demuestran estos incisos: (27) Anales, año 41. (28) Formulan el aliment o con Casio Dio (Hist. Rom., V) —la Legio VI acannada por Augusto en Judea para pasar después a Siria— y con T. Livio (Lb. XXXY) —Híspanla Ulterior era la VI provincia y correspondería al origen de la mencionada legión—. (29) L. GARCÍA IGLESIAS, LOS judíos en la España Antigua, Madrid, 1978, páginas 31-41. (30) A. 37. (31) A. BELTRAN, «Tartessos en la historiografía española anterior a Schulten», en Tartessos y sus problemas, V Symposium Internacional de Prehistoria Peninsular. Jerez de la Frontera, Sepbre. 1968, Barcelona, 1969. (32) A. 66. El Cronicón del Pseudo-Dextro proceso de redacción 113 «Dubium an...» «... Sunt qui dicant...» (33). Por supuesto, un estudio adecuado del PD requiere todo un amplio conocimiento de la historiografía de la época. EL CRONICÓN DEL PD Y EL DE EUSEBIO-JERONIMO Dentro de la arbitrariedad con que el PD extrae el material de EJ, cabe resaltar algunos criterios de selección, que podrían ser: 1. Sensacionalismo. 2. Elemento milagroso. 3. Obras públicas. 4. Personajes famosos. 5. Noticias españolas. 6. Apologética cristiana. El reinado de Nerón queda negramente descrito, si bien no menos negativa es la visión de EJ: a su elección, terremoto en Roma y oscurecimiento del sdl, un rayo fulmina la mesa imperial, asesinatos y, por fin, su propio suicidio. Entre varios datos pintorescos que ofrece EJ, reseña sólo el certamen de cítara ganado por Nerón (34). Sin duda el elemento sensacionalista se prodiga en el cronicón de EJ, pero como datos que amenizan los acontecimientos capitales. Aunque el PD apunta la sucesión imperial y papal, su extracto carece de criterio esencialista y arbitrariamente ocupa los espacios vacíos con noticias que tienen poca conexión. Así, en el año 112, entre perícopas martirologiales, aparece sin contexto alguno: un rayo cae en el Panteón romano, tres ciudades de Galacia destruidas por un gran terremoto, Plinio Segundo florece como esclarecido orador. Lo mismo en el 116: un terremoto destruye casi toda la ciudad de Antioquía. Estas calamidades públicas son tema preferido: incendio del anfiteatro de Roma, incendio del templo de Serapis en Alejandría, epidemia de peste en todo el orbe (35). También sin contexto y por di prurito de relatar la curiosidad misma, reseña: «Antoninus imperator plusquam centum leones exhibuit». EJ se refiere a la campaña de Marco Aurelio en Panonia y la consiguiente celebración de la victoria. Otras veces resalta una anécdota edificante: cuando Pertinax declina la petición del Senado de llamar a su esposa (33) Aa. 35 y 300. (34) Aa. 60, 61, 66 y 69. (35) Aa. 185, 255 y 282. 114 Antonio Yelo Templado augusta y a su hijo cesar (36). No deja de mencionar obras públicas, como las termas neronianas, la bibloteca adrianea de Atenas, el templo del Sol construido en Roma por Aureliano (37). Otras noticias no tienen más objeto" que. intercalarlas para hacer una interpolación: es el caso ya mencionado de «Plutarchus Cherronensis» (38). Con el procedimiento de las adiciones resalta los elementos que pretende destacar. En esta perícopa subraya el elemento milagroso: EJ: «Lucio Caesari Athenis sacrificanti ignis de coelo ab occidente in orientem ferri visus.» PD: «L. Caesari Athenis sacrificanti ignis in coelo ab Oriente in Occidentem (sic), nec sine miraculosa visione ferri visus est» (39). Algunas adiciones son de mera erudición: EJ: «Jesús Christus Filius Dei in Bethlehem Judae nascitur.» PD: «Lentulo et Massala consülibus, uno anno ante Augusti et Syvani consulatum, Christus nascitur» (40). Como se aprecia, esta adición muestra un latín poco elegante. Lo mismo que la siguiente, con un nedlogismo inadmisible —«apparatu»—: EJ: «Diocletianus et Maximianus Augusti insigni pompa Romae triumpharunt...» PD: «...Diocletianus et Maximianus Augusti celebri pompa apparatuque Romae triumpharunt...» (41). Por supuesto, los textos copiados a EJ pretenden ser velados por el PD con alguna alteración más o menos acertada. Sirvan como ejemplos: EJ: «Herodes... universos Bethlehem párvulos jussit occidi.» PD: «Herodes in Bethleemitica regione pueros necat.» EJ: «... ante carpentum Diocletiani purpuratus cucurrit.» PD: «...ante currum imperatoris Diocletiani purpuratus cucurrit» (42). (36) A. 195. (37) Aa. 66, 134 y 277. (38) A. 122. (39) A. 165. (40) A. 1. Recurre a los Fastos Consulares. No el año 752 de Roma, sino el 754, correspondería a los cónsules L. Comelius L. f. ¡Lentulus-M. Valerius M. f. Messalla Messallinus. (41) A. 300. (42) A. 300. El Cronicón del Pseudo-Dextro proceso de redacción 115 Respecto a la primera perícopa, es menos exacto el PD: Herodes no mata él mismo, sino que lo ordena. Respecto a la segunda, el término «carpentum» es técnico y propio de la época (Código Teodosiano);. «currum» es vulgarmente más inteligible, pero designa de una forma general a diversos vehículos de rodaje. Se puede anotar, por último, que la medida de utilización de EJ por el PD responde a la necesidad de colmar espacios disponibles. En el siglo I se copian 32 perícopas de EJ. La preocupación del PD está centrada en la Hispania de la era apostólica. Aumenta visiblemente la cifra para los siglos ii y iil, para volver a disminuir desde el año 300 con la persecución de Diocleciano, que proporciona numerosos mártires. LOS APÓCRIFOS Según el aforismo «similis similem quaerit», la influencia de los escritos apócrifos domina todo el PD. No se olvide que uno de los objetivos suyos era apoyar la autoridad del cúmulo de apócrifos del Sacromonte de Granada (43). Ya el año 34 recuerda que Pilato ordena escribir a Tiberio sobre 'la muerte y milagros de Cristo. Está representado el ciclo de los Magos, de la Verónica, los de Magdalena, Lázaro y Marta, las actas de los Apóstoles. El PD muestra un especial interés por las cartas apócrifas: correspondencia de Pablo y Séneca, las cartas cruzadas entre Ignacio de Antioquía y la Virgen, como la de ésta a los habitantes de Mesina, conservada por ellos; cartas de Clemente Romano a obispos hispanos, las de Osio a Constantino... (44). Aunque sean preteridos datos auténticos importantes, el PD gusta la escabrosidad de lo espúreo. También son pábulo d^l PD las revelaciones privadas, la abundante hagiografía de la época y los sermonarios. El campo de esta literatura era la hipótesis piadosa y maximalista hasta la exageración. Todo cuanto fuese honroso y verosímil se daba por hecho real: «potuit - decuit - ergo fecit». No puede ser más que producto de un arrebato oratorio la famosa perícopa del año 308: «A Jacobi praedioatione in Hispania festum inmaculatae et illibatae Conceptionis Dei Genetricis Mariae». A ios comentaristas del texto se les plantearon enormes dificultades para conciliar esta afirmación con la 'historia de la teología. (43) GoDOY, op. cit., cap. II. (44) Aa. 41, 48, 70, 66, 68, 86, 94, 100, 116 y 430. En la Edad Media corrió como válida una colección de cuatro cartas ignacianas desconocidas de la antigüedad: de Ignacio a Juan Evangelista, expresando su deseo de ver a María y proyecto de viaje, de Ignacio a María y de María a Ignacio. Su contenido es bien explotado por el PD. 116 Antonio Yelo Tejnplado ANACRONISMOS Anacronismos como el que se acaba de citar fueron la causa principal de que se descubriera la impostura del PD. Sería prolijo enumerar todos. El obispo de Roma es titulado «Christi Vicarius» y Roma «sedes Christi» (45). Toledo, «sedes primaria Hispaniae». Bl concilio de rlíberis, aunque presidido por el obispo de Acci, sería convocado por el de Toledo, «Hispaniarum primae sedis». A éste lo denomina ya «Primatus Hispaniae» (46). En el año 37 los Siete Varones Apostólicos recibirían las Ordenes Menores (de origen medieval). Supone el PD los «CoUegia juventutis» «ad clerum instituendae» o «juvenimi ad clericatum educandorum» (47). Aunque el pretendido Dextro viviera en el siglo v, no deja de ser impropio que dos siglos antes mencione a los «constantinopolitanos»: de ellos aprenderían los godos a pulsar con palillos címbalos de bronce, «sexta feria majoris hebdomadae» (otro anacronismo escandaloso!) (48). Algunas afirmaciones del PD resultaron especialmente comprometidas. Si pudo introducir en su texto impunemente: «S. Paulus scripsit Epistolam ad Hebreos Hispanos conversos» (49), no así atribuir la Carta Canónica a Santiago el Mayor, que la dirigiría a los cristianos de Híspanla (50). No ya los testimonios antiguos (51) la adjudicaban a «Jacobo Alphei», sino que este punto había sido sancionado por los Concilios (52) y no podía sostenerse lo contrario sin nota de herejía. EL PD Y ESPAÑA La «omnímoda historia» que Román de la Higuera pretendía presentar, sustancialmente se confina a los asuntos de España. Ese era su objetivo, y para ello recurrió a la pseudonimia de un historiador hispano. En efecto, Dextro, hijo de Paciano, obispo de Barcelona, escribió la omnímoda historia, dedicada a San Jerónimo, y que éste todavía no (45) Aa. 50 y 296. (46) Aa. 91, 105 y 300. (47) Aa. 185 y 370. (48) A. 300. (49) A. 66. (50) A. 37. Basado en el encabezammiento: «Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a ios doce tribus de la dispersión», deduce que «praecipue» estaría dirigida a los judíos hispanos convevrsos, asentados en España desde Nabucodonosor (véase lo didho anteriormente). (51) EusEBio, Hist. Ecles., II, 23, y II, 25; SAN JERÓNIMO, De vir. ilL, 2. (52) Trento, sess. 14, con el Decreto Gelasiano y concilios anteriores (Niceno, Cartaginense, Florentino). El Cronicón del Pseuda-Dextro proceso de redacción 117 había leído (53). Un autor, sin duda, adecuado para que hubiese historiado esa época oscura de los orígenes cristianos de España, sobre la que con tanta insistencia y en vano se ha interrogado a las fuentes literarias antiguas. Desde el siglo xvi se había puesto en tela de juicio la predicación de Santiago en España. El cardenal Baronio, que la había admitido como tradición de las iglesias de España en el tomo I de sus Anales, la puso en duda en el tomo IX y logró que el papa Clemente VIII modificase en tal sentido las lecciones del Breviario. Esto provocó una larga polémica (54) hasta que Urbano VIII restableció dichas lecciones. Al mismo tiempo estallaba la contienda sobre la cuestión de la primacía entre Toledo y Santiago. Los plomos del Sacromonte de Granada habían suscitado el recuerdo de los Siete Apostólicos. Lo que las antiguas crónicas de autores extraños no se interesaban en anotar, las consignaría con testimonio indubitable el hispano Dextro. No era propio de Jerónimo Román de la Higuera el entrar en polémica. A lo largo de todo el PD asentará bases incontestables de la principalidad de Toledo en la historia eclesiástica de España, resultando ésta su ciudad natal la verdadera protagonista del cronicón. Por otro lado, desarrollará amplia y entusiastamente el ciclo de Santiago y del Pilar, que pueden resumirse en estos dos enunciados: «Híspanla prima provinciarum mundi, post Galilaeam, Judeam et Samariam in partibus occidentalibus Christi fidem amplexa est...» «Prima totius Orbis aedes erecta B. Virgini Caesaraugustana fuit...» (55). Más de la mitad del texto del PD está dedicado al siglo i, agotando todas las posibilidades de relacionar a España con la era apostólica. Sus primeros evangelizadores serían aquellos quinientos cristianos de Jerusalén, que desembarcaron en Carthago Nova tras la persecución desatada con la muerte de Esteban (56). En un pasaje, que recuerda a Jn., XII, 20-22, unos gentiles hispanos ruegan al apóstol Felipe que se les anun- {53) Dootn Morín sugirió la 'hipótesis de que Dextro fuese el autor del comentario a las trece epístolas de San Pablo, que desde Erasmo se viene denominando Ambrosiater y de las Quaestiones Veteris et Novi Testamenti atribuidas a San Agustín. (54) Impugnaron a Baronio muchos españoles, sobre todo Juan de Mariana en el tratado De adventu B. Jacobi in Hispaniam, 1609. (55) Aa. 36 y 38. (56) A. 35. Sin embargo, no hace constar el PD el desembarco de Santiago por Cartagena, lo que se sujx)ne ,por esta noticia y era de dominio común en la historiografía de la época (la M. Agreda lo consigna en su Mística Ciudad de Dios). 118 Antonio Yelo Templado ciase a Cristo. El año 37 comienza a narrar la misión de Santiago en España consagrando obispos y erigiendo iglesias. Una segunda sección presenta a los discípulos de Santiago como obispos de las principales sedes hispanas. Otra tercera y más amplia se dedicará a otros discípulos suyos más jóvenes, que después de sepultar su cuerpo en Compostela se dirigirán a Roma, donde consagrados obispos por Pedro serán enviados «ad meridianas Hispaniae partes»: son los Siete Varones Apostólicos. En el año 37 se ha intercalado confusamente la noticia de siete obispos consagrados por San Pedro y enviados a Híspanla: el PD se ha enfrentado con dos versiones, que trata de conciliar, la de los Apóstoles enviados de Roma y la de su discipulado de Santiago. A los Siete Apostólicos le dedica el PD una amplia relación, recordando brevemente una especie de visita pastoral de Pedro a Híspanla y el viaje de San Pablo, que predica en el territorio Arévaco (57). Se indicaba que uno de los criterios selectivos del PD al copiar a EJ eran las noticias referentes a España. En ellas se aprecia una acentuación de orgullo nacionalista. Se pueden comparar ambos textos en el caso de Séneca: Ej: «...incísíone venarum et veneno períit». expresando la idea de suicidio. PD: «...ín relígionem Christianam egregíe propensas, cuí etiam secreto adherebat... jussu Neronis venarum incisíone perit», elevando el suicidio del filósofo a la categoría de martirio (58). En la sucesión de Nerón sólo consigna la proclamación de Galba. EJ: «Post Neronem Galba in Híberia, Vitellius in Germania, Otho Romae, imperium arripuerunt.» PD: «Servius Galba Romanorum post imperator... a veteranis in Híspanla commorantibus declaratur imperator» (59). En la persecución de Marco Aurelio anota EJ: «Plurimí in Gallia glorióse ob Christi nomen interfectí.» (57) Aa. 37, 43, 44, 50 y 64. (58) A. 66. (59) A. 70. El Cronicón del Pseiido-Dextro proceso de redacción ] 19 Y el PD interpola: «Plurimi in Gallia, Hispaniaque ob Christi nomen interfecti» (60). Sin embargo, olvida consignar a «Lucanus Cordubensis poeta» y «Quintilianus ex Hispania CalagurritEinus» de EJ. Reivindica para España personajes cuya patria era discutida, como Claudiano (61); pero reniega de herejes como Vigilancio: «Vigilantius haereticus Calagurritanus ex Gallia» (62). En pro de Ja patria hasta procura hacer deslizarse algún error manuscrito: «Synodus Illiciana» (63) por «Illiriciana» de EJ. ¡Allá el comentarista! Pero en tratándose de cuestiones internas entre españoles el PD es conciliador y complaciente para todos. Es el caso de la patria de Prudencio, reivindicada por Zaragoza y Calahorra. El PD dirime salomónicamente: «Floret Fl. Prudentius, patre Caesaraugustano, matre Calagurritana natus (Salia Consule) Caesaraugustae» (64). LA VEROSIMILITUD Y LA DEDUCCIÓN EN EL PROCESO REDACCIONAL Ciertos datos contenidos en el cronicón del PD han supuesto un proceso deductivo bastante complejo. Puede advertirse en la siguiente perícopa. Tras el martirio de Esteban se desata en Jerusalén la persecución contra los cristianos. Tienen que huir más de quince mil, que habían creído en la predicación de los Apóstoles. ((... Alii ad Asiam, nonnulli ad Europam veniunt. Ex his plusquam quingenti nave Cypri educti, portum Carthaginensem Hispaniae pertingunt» (65). (60) A. 170. (61) A. 388. (62) A. 388. (63) A. 364. (64) A. 380. (65) A. 35. 120 Antonio Yelo Templado La dispersión de los perseguidos fue, según Hech. Apóst., XIII, 1, «por las regiones de Judea y Samaria». ¿Cómo la amplía el PD a Asia y a Europa? En Hech. Apóst., XI, 19, también se lee: «Los que se habían dispersado cuando la tribulación originada a la muerte de Esteban, llegaron en su recorrido hasta Fenicia, Chipre y Antioquía». El comentarista anota que era «frecuentissima navigatio» desde Asia por Chipre a Hispania, donde se fundaron numerosas colonias, entre ellas Carthago Nova. «Inde fit veressimillimum» —añade el comentarista. Para el año 185 asigna la noticia de que Ireneo dedicó su obra «Contra los Herejes» a Patruino, obispo de Toledo. Reconoce el comentarista que la noticia es nueva, que no se puede probar con ningún testimonio de Ireneo, pero que tampoco contradice a ninguno de ellos. Desde luego el tratado lo escribe Ireneo a un personaje de otra región distinta de la Galia y que estaba infestada por la herejía gnóstica. Como Jerónimo escribe (Com. in Isaiam, LXIV): «Gnósticos Galliarum primum circa Rhodanum, deinde Hispaniarum nobiles feminas decepisse...». Luego el dato es al menos verosímil. Existen dos textos de Flavio Josefo, que el PD trata de conciliar y ampliar. En Ant. Jud. {XVIII, 252) se lee que Herodes (Antipas) fue condenado «a perpetuo exilio, asignándosele como residencia Lyón, una ciudad de la Ga:lia». En Bell. Jud. (II, 183), que fue condena.do «por su liviandad con el destierro a Hispania». Así redacta el PD su perícopa: «Herodes Antipas cum Herodiade... primum ad Gallias deinde Ilerdae in Hispania exulat...» Todavía evocando el texto de Mateo, XIV, 6, con la danza de su hija ante Herodes, continúa: «Herodias vero saltans super Sicorim, flumen Illerdae, glacie concretum...» (66). Para resumir, puede decirse que el más insignificante indicio es aprovechado para acumular datos por el PD. Plinio el Joven, por su carta a Trajano desde Bitinia, en que describe el género de vida de los cristianos, es cristianizado, lo mismo que Séneca por su correspondencia con Pablo. Si el Concilio Niceno fue presidido por Osio de Córdoba, ¿cómo no asistirían a él los obispos de Hispalis, Barcinona, Toletum «et alii plurimi ex Baetica et Tarraconensi provincia»? Si el H Concilio de Nicea afirma que el uso de las imágenes procede de los mismos Apóstoles, en su viaje (66) A. 34. El Cronicón del Pseudo-Dextro proceso de redacción 121 a Hispania Pedro debió traer imágenes, como afirmaban varias tradiciones locales: «... imagines Antiochia delatas affert». La Carta III de San Juan está dirigida a Gayo. Este Gayo o Cayo se identificaría con un hijo del centurión Cayo Cornelio, originario de Málaga. No desaprovecha tampoco las deducciones de tipo cronológico. El año 12 anota: «Christus puer in medio Doctorum disputat», según Lucas, II, 41, «Cuando tuvo doce años...». Otras deducciones cronológicas por simple cálculo aproximado, como el año 34: «Sancta Petronila annorum decem floret, filia ex matrimonio S. Petri Apostoli» (67). LAS INSCRIPCIONES Las inscripciones fueron el campo preferido de Román de la Higuera para este género de deducciones. De ellas utilizó profusamente tanto homónimos como topónimos. Una inscripción funeraria hallada en la iglesia de San Miguel de Sintra (Portugal) L. AELIVS SEX. F. GAL. SÉNECA PATER H. S. E. se traduce en la perícopa del PD: «Lucius Séneca centurio, verus christianus, Sintriae occumbit» (68). Esta inscripción, según el comentarista, sería considerada cristiana por carecer (indudablemente mutilada) del D. M. S. Una imaginación prodigiosa hace relacionar los más distantes datos. El Martirologio Romano menciona en Constantinopla el martirio de los Santos Alejandro y Antonina, «... sub praeside Festo...». El PD compone así su perícopa: «Olcadibus in Carpetania... translati sunt (ut quídam volunt) et ibidem passi, Alexander... et Antonina..., qui de Constantinopoli huc venerant...» ¿La razón de esto? La inscripción del puente de Alcántara, donde se puede leer: «...Valerio Festo Legato...» (69). De una inscripción de Arjona, próxima a Guadix, dedicada a Adriano por el «Municipium Albense», resulta una nueva adjudicación del santoral: «Albae prope Accim in Hispania Baetica...» (70). (67) Aa. 50, 66, 70, 220, 324. (68) A. 50. Ya copia este epígrafe Ambrosio de Morales (X, 9). (69) A. 100. (70) A. 300.
POR ANTONIO YELO TEMPLADO
Los llamados «Falsos Cronicones» componen un capítulo interesante de la historiografía barroca. Los curiosos problemas que plantean las más de las veces se han estudiado con superficialidad, marginando con desprecio y conmiseración unos engendros que nada tienen que aportar a la historia (1). Sin embargo, soleimente atendiendo a este último aserto, su estudio debiera ocupar un puesto en la historiografía por lo que han aportado de hecho e indebidamente en ciertas investigaciones históricas. A la hora de rehacer críticamente la historia, es imperdonable desconocer Ja procedencia de un cúmulo de datos espúreos, que no pocas veces se aceptan amparados por la pluma de un ilustre autor (2). El (1) Por ejemplo, JOSÉ GODOY ALCANTARA, Historia Critica de los Falsos Cronicones, Madrid, 1868. (2) M. MENÉKDEZ PELAYO, Historia de los Heterodoxos Españoles, t. II, BAC, Madrid, 1956, págs. 287 y 288. «... Triste fama, aunque algo merecida, hemos logrado siempre los españoles de falsificadores en historia. Y aunque sea verdad que no nació en España, sino en Italia, el Fray Anio de Viterbo, autor de los fragmentos apócrifos de Manethón y Beroso, y que críticos españoles como Vives y Juan de Vergara fueron los primeros en llamarse a engaño, también lo es que en el siglo XVII dieron quince y falta al Viterbiense nuestros falsarios, y a la cabeza de todos, Román de la Higuera y Lupián Zapata, que con los forjados Cronicones de Dextro, Luitprando, Marco Máximo, Julián Pérez y Hautberto Hispalense infestaron de malezas el campo de nuestra historia eclesiástica, llenando con la mejor voluntad del mundo y la más ancha conciencia, todos los vacíos, dotando a todas nuestras ciudades de larga procesión de héroes y santos, confundiendo y trastocando de tal manera las especies, que aún hoy, después de abatido el monstruo de la fábula por los generososo esfuerzos de Nicolás Antonio, los Mondéjar y los Flórez, aún dura el contagio en historiadores locales.» 104 Antonio Yelo Templado «revertimini ad fontes» hará imprescindible en múltiples casos el encuentro con los «Falsos Cronicones». El estudio presente se propone la aproximación a uno de estos textos, el Cronicón de Dextro (3), que cronológicamente pretende abarcar desde el año 1 de nuestra era hasta el 430. Su fautor, como el de otros varios, es Jerónimo Román de la Higuera (4). Su composición, después de un intento abortivo (5), fue incubándose desde los años finales del siglo XVI hasta fijarse su texto en la edición de 1619, varios años después de la muerte de su redactor. Hasta entonces el texto había circulado fragmentario e inédito por diversos puntos de España, adquiriendo una especie de aureola nacional. Con el paso de los años una capa de polvo hacía confusa la cuestión de su procedencia (6). Sobre su autenticidad, como la de sus congéneres, se levantó una prolongada polémica, que comenzó a serle desfavorable con la impugnación de Nicolás Antonio (7), aunque su influjo todavía ha seguido sirviendo de remora en diversos campos relacionados con la historia (8). LA ÉPOCA DE LOS «FALSOS CRONICONES» En el último tercio del siglo xvi comienza a auscultarse el período de descomposición interna, que se iniciará en España con la subida al trono de Felipe III, y que se acentuará en los siguientes reinados. Se consuma la pérdida de la hegemonía española y la miseria social es un síntoma (3) Flavii Lucii Dextri Barcinonensis Chronicon Omnimodae Historiae, reproducido en ML. (4) Nació en Toledo en 1538 y murió en 1611. Doctor en Teología, profesor de Filosofía. En 1563 ingresa en la Compañía de Jesús. Erudito en antigüedades, comienza a escribir una Historia Eclesiástica de España, que interrumpe en el reinado de Sisebuto, y una Historia de Toledo. Además de una variada serie de biografías de santos ignotos e 'historias de viejas ciudades, va tejiendo las ficciones de sus Cronicones, que cubren sucesivamente el espacio cronológico antiguo y altomedieval: el de Dextro, Marco Máximo, Luitprando y Julián Pérez, con sus apéndices y adiciones o «Adversaria». (5) Esto fue el Cronicón de Flavio Marco Dextro, compuesto en 1594, y que permaneció inédito ihasta que Nicolás Antonio lo imprimió al final del tomo II de su Bibliotheca vetus. Se sirvió del manuscrito que poseía Gaspar Escolano, que, a su vez, lo había heredado del obispo de Segorbe, don Juan Bautista Pérez, a quien lo envió Román de la Higuera. (6) Vaciló Román de la Higuera en sostener su procedencia directa de la abadía germana de Fulda por no someter su aserto a tan fácil comprobación. Hizo circular la versión de que tal manuscrito se lo había facilitado un P. Torralba, jesuíta discípulo suyo y que ya había muerto, el cual, a su vez, había sacado copia del original gótico en poder de un burgués de Worms. La biblioteca de Fulda, donde los jesuítas tenían im colegio instituido por Gregorio XIII, pasaba por vma de las más antiguas del mundo y que diferentes veces había sido saqueada. (7) 1652 en Censura de historias fabulosas. (8) Liturgia, arte, tradiciones populares, etc. Este tema requiere im estudio particular de una amplitud insospechada. El Cronicón del Pseudo-Dextro' proceso de redacción 105 de postración de la nación señora de medio mundo. Una de las reacciones es la de un desolado pesimismo y la desvalorización de todo lo terreno. Al mismo tiempo, el orgullo nacional se repliega a la esfera religiosa y en ella logra trascenderse con esa reacción triunfalista tan característica dd barroco: multiplicación de iglesias, conventos, imágenes milagrosas, reliquias, visiones, estigmatizaciones, profecías... La profecía llega a revestir los caracteres de la antigua apocalíptica: pseudonimia, historia como profecía, alegorismo (9). Pero al mismo tiempo se vuelve la mirada añorante al pasado —como el hidalgo de la época que ha venido a pobre—. Cada pueblo tiene como punto de patriotismo el reivindicar sus glorias religiosas del pasado: su posible entronque con los tiempos bíblicos, el prurito de máxima antigüedad cristiana, la aureola de numerosos mártires, obispos, monjes. Los «Falsos Cronicones» tendrán destacadamente la nota barroca de acumulación inauténtica y espúrea, como producto y exigencia de su época. En ellos se sustentarán las tesis maximalistas, que favorezcan el fervor religioso-patriótico popular. De una generación a otra se transmitía esta convicción, que un autor decimonónico recoge del estrato del pueblo (10), ensalzando los grandes capítulos de la gloria nacional: España expulsó a la morisma, descubrió y conquistó toda la América, extendió su imperio por todo lo descubierto de la Tierra, «levantó los primeros templos y monasterios del mundo...». A partir del Renacimiento se iba desarrollando una crítica histórica, que se veía precisada a revisar ciertas tesis, cuyo dictamen desfavorable sobre ellas hería la sensibilidad nacional. Entre ellas destacaba la predicación de Santiago en España y el Pilar de Zaragoza. También se debatía acaloradamente la cuestión de las sedes primaciales. Para muchos eruditos y eclesiásticos ciertas tesis eran incontestables y necesariamente deberían estar confirmadas en los documentos de la antigüedad. No obstante, los avatares adversos, que se fueron sucediendo en los siglos, habrían hecho desaparecer unos fondos documentales, de que se necesitaba disponer y a todo trance había que recuperar. Los «Falsos Cronicones» intentaban responder a las necesidades creadas por este estado moral y tenían que dar «sdluciones decisivas a todo lo que se contestaba, se anhelaba saber o creer o se dudaba» (11). Sin temor a faltar a la verdad, por vía de conjetura, debió existir un testimonio escrito, que se (9) JUAN DE HOROZCO Y COVARRUBIAS, Tratado de la verdadera y falsa prophecia, Segovia, 1588. (10) BENITO PÉREZ GALDÓS, Episodios Nacionales. Napoleón en Chamartin, Ed. Aguilar, 1970, pág. 620. (11) GODOY, op. cit., págs. 129 y 130. 106 Antonio Yelo Templado expresase aproximadamente en estos términos. Los términos mismos exactos o el nombre del autor era un elemento accidental. Por vía de análogos razonamientos Román de la Higuera debió lanzarse a la deshonrosa tarea de la falsificación. Existían precedentes notables, como el de Annio de Viterbo (12), un hombre de cuyas cualidades morales no se puede dudar. De todos modos, sería interesante estudiar a lo largo de la historia esta situación moral del llamado «dolo pío», que ha servido de excusa a toda una serie de relatos milagrosos, apariciones y mensajes inventados como simple recurso de edificación. EL CRONICÓN DEL PSEUDO-DEXTRO Según moda de la época, el Cronicón del Pseudo-Dextro se presenta como fragmento de una crónica, que comprendería desde la creación del mundo a la época contemporánea del autor (13). El pretendido autor no era otro que el mencionado por San Jerónimo (De viris illustrihus, CXXXII): «Dexter Paciani... filias... omnimodam historiam texuisse...». Basado en este dato fehaciente podía Román de la Higuera, con toda verosimilitud, presentar un Dextro hispano que había compuesto una historia «omnímoda», interpretándose este calificativo como universal. No era ésta la primera vez que se recurría a Dextro. A principios del siglo XVI debió circular por España un fragmento atribuido a este autor, que versaría sobre la remota época conocida como de los «antiguos reyes de España». Juan de Rihuerga, en el primer tercio del siglo xvi, le cita, pero alegando ya «que yo no he podido hallar» (14). Tendría esto en cuenta Román de la Higuera en sus elucubraciones al suponer su historia «ab Orbe condito». El nuevo fragmento (ss. i-v), que él pretendía haber descubierto, no debía responder a la «omnímoda historia» mencionada por San Jerónimo, sino, como está indicado en su título —^Chronicon omnimodae historiae—, a un compendio de dicha historia o canon crónico, imitando en esto a Eusebio de Cesárea. No obstante, incurrió en la incongruencia de prometer en la epístola dedicatoria la historia «omnímoda», para luego ofrecer un compendio de ella. (12) Dominico italiano (1432-1502). Filólogo (latín, griego, árabe, caldeo, hebreo), arqueólogo e 'historiador erudito. Escribió Commentaria super opera diversorum auctorum de Antiquitatibus loquentium, Roma, 1498, recopilación de textos atribuidos a Beroso, Manetón, Arquíloco, Fabio Pictor, etc. (13) «...omnimodam historiam, quam ab Orbe condito ad haec nostra témpora.» (14) Coronyca de las antigüedades despaña dirijida al muy alto, catholico e por esso muy poderoso e ymnctissimo enperador don Carlos, Señor de las españas y de las alemanas y de los otros rreynos y señoríos sujetos a aquellas (Códice de la B. N. de Madrid). El Cronicón del Pseudo-Dextra proceso de redacción 107 El fragmento de Dextro, que se presentaba como recién descubierto, era el cronológicamente adecuado para confirmar las tesis que son el objeto de su composición: la predicación de Santiago en España y el origen apostólico y dignidad eminente de la iglesia de Toledo. Conectados con estos dos temas capitales, los datos que suministra llegan a todos los puntos geográficos de la nación. De las 700 perícopas del Cronicón, aproximadamente el 80 por 100 se refieren a España y casi la mitad de éstas a Toledo, patria del falsificador y urbe protagonista de esta historia nacional. No dejó esto de ser sorprendente para la opinión general de la época, lo que los comentaristas achacaban a la nacionalidad hispana de Dextro. No puede considerarse el «Canon Cronicus» de Ensebio de CesareaSan Jerónimo (15) como fuente del Pseudo-Dextro ni siquiera a éste como interpolación suya. Sólo un 15 por 100 de perícopas se apropia el PD de EJ. Suprimido este poco importante porcentaje de material, el PD figuraría como un Martirologio y no como un Cronicón. Las perícopas de EJ, seleccionadas casi siempre con arbitrariedad, componen una elemental estructura —una especie de cañamazo— donde hallan cierta acogida el lenguaje anacrónico del fautor y sus noticias espúreas. Román de la Higuera, que cultivaba medianamente la poesía latina, prefería no remedar el latín del siglo v y, como recurso, optó por transcribir el texto EJ con ligeras variantes, casi siempre desdichadas. LAS FUENTES DEL PSEUDO-DEXTRO Más que fuentes, en este caso debe referirse a lugares de inspiración. No se trata aquí del uso' auténtico y objetivo de las fuentes, sino de su manipulación. Lo cual, por otra parte, era común en la historiografía de la época. Las fuentes se extorsionaban a base de una complicada y aguda exégesis, que requería una amplia erudición y que bien puede decirse que era una exégesis barroca. Los comentaristas del escueto texto del cronicón se veían necesariamente abocados a desarrollar esta forma de exégesis. Necesitaban un amplio conocimiento de fuentes y de historiografía, que, a su vez, había poseído el fautor, al que precisamente uno de los méritos que se le puede atribuir es esta amplia erudición. Estas fuentes de inspiración pueden enumerarse así, según la importancia de su aportación en la composición de la obra: (15) Eusebií Pamphilii Canon Cronicus, traducido al latín y continuado por San Jemimo. Desde ahora citaremos esta obra por las siglas EJ y el Cronicón del Pseudo-Dextro por PD. 108 Antonio Yelo Templado 1. Martirologios. 2. Cronicón de Eusebio-Jerónimo. 3. Historiografía contemporánea. 4. Fuentes Clásicas. 5. Pasajes bíblicos. 6. Apócrifos. 7. Pasajes patrísticos. 8. Inscripciones antiguas. 9. Leccionarios, sermonarios, hagiografía, revelaciones... EL MARTIROLOGIO Y LAS FUENTES CLASICAS El Cronicón de Eusebio y el martirologio prestan el estilo literario al PD, sobre todo el martirologio, que supone el 80 por 100 de su contenido. La razón de este amplio uso residía en la riqueza de topónimos que su texto proporcionaba, lo cual reclamaba, a su vez, la confrontación con las fuentes clásicas. Eran varios los martirologios que circulaban por las iglesias y monasterios españoles hasta el siglo xvi: el de Beda, el de Adón, de Rábano Mauro, de Floro y especialmente el de Usuardo, compuesto en San Germán de los Prados (París) y cuyo autor conocía personalmente España. Sobre el fondo de este último martirologio el cardenal Baronio, por mandato de Gregorio XIII, había confeccionado en 1584 la edición del Martirologio Romano. Los estudios históricos de la época habían hecho necesaria una revisión del santoral y todavía estaban calientes las disertaciones en torno a tantos puntos debatidos. La revisión no podía ser perfecta en un ámbito espacial y temporal inmenso, como el que ofrecía el orbe cristiano, y el estado de las investigaciones dejaba suficientes resquicios para la conjetura y hasta para la imaginación. Esta era la hora para la reinvidicación por parte de cada pueblo de sus propios santos, y éste fue el campo privilegiado sobre el que se urdió el cronicón del PD. Dos procedimientos utiliza especialmente el PD en la manipulación del texto para su propios fines: 1. Alteración de topónimos. 2. Adiciones. A modo de ejemplos, que se podrían multiplicar, pueden presentarse los siguientes casos de alteración: El Cronicón del Pseudo-Dextra proceso de redacción 109 Martirologio Romano (16): «Apud Mindam natalis sancti Feliciani...» PD: «Apud Mundam civitatem Celtiberiae...» (17). MR: «In Asia Minore...» PD: «In Arsa Mariana...» (18). Es digno de atención el siguiente caso de variante: EJ: «Plutarchus Chaeroneus, et Sextus... philosophi insignes habentur.» PD: «Plutarchus Cherronensis... Sextus... philosophi, doctrinae celebritate clari judicantur.» MR: «Apud Chersonesum passio ss. episc. Basilii, Eugenii...» PD: «... cum convenissent in Cherronensi urbe prope Valentiam in Hispania, sancti pontífices... Basilius... Eugenius...» Base de esta persistente variante es el texto de Estrabón, que señala un «Cherrónesós» cerca de Sagunto y que los historiadores, atendiendo a su etimología, lo identificaron con Peñíscola (19). Como ejemplo de adición ofrece especial interés el de los pasajes del MR, en que se adjudican santos a Cartago. Cuáles de ellos pudieran haber pertenecido a Carthago Nova es una cuestión actualmente todavía no dilucidada. Unas 10 veces los reivindica para Cartagena el PD con las adiciones «Spartaria», «Hispaniae» o «in Hispania»: MR: «... Carthagine ss. martirum Modesti et Juliani.» PD: «Carthagine Hispaniae Modestus et Jülianus florent.» (16) En lo sucesivo se citará bajo la sigla MR. (17) Se hará referencia al PD por el año. A. 308. No tiene en cuenta el lugar de la famosa batalla de César. Se trata del río Munda mencionado por Ptolomeo Geogr., II, 5), Pomponio Mela (Chorog., III, 8) o Plinio (Nat. Hist., IV, 115). (18) A. 95. Cf. Ptolomeo, II, 4; Plinio, III, 15. (19) Aa. 60 y 122. Escribe Mariana (Hist. Hisp., XII, 17) enumerando los lugares sometidos a Jaime I: «... in primis Penniscola Ptolomeo Cherronesus». Y Zurita (Ind. rerum ab Arag. Reg. gest.. I, año 1225): «... Penniscolam Ilergaonum oppidum obsidet: is situs est, ut scopulo impositum pene mari cinctum sit: e re vulgatum nomen invenit. A Graecis apparet ob eam causam Oherronesum dictum». La cita clásica no es de Ptolomeo, sino de Estrabón (III, 6): «plesíon (Sagounton) dé póleis eísi Cherrónesós...». l i o Antonio Yelo Templado MR: «...sancti Donati... Carthagine passus est.» PD: «Carthagine Spartaria... Donatus martyr hispanus...» (20). Esas adiciones explicativas tienen el carácter de cláusulas decisorias en cuestiones hasta entonces debatidas. De esto se trata en el siguiente ejempllo: MR: «In urbe Astensi sancti Secundi martyris.» PD: «Secundus Astensis floret in Hispania, passus in Baetica, prope flumen Tanagrum, alias vocatum Lethem» (21). Como puede apreciarse, esta prospección a través del martirologio va acompañada de la investigación de las fuentes clásicas, sobre todo las de índole geográfica. El fautor del PD tiene en las memos a Ptolomeo, el Itinerario de Antonino Pío, tal vez Plinio y Tito Livio, utilizando otras fuentes a través de las citas de los historiadores contemporáneos. Otra fuente, que será muy frecuentada en los cronicones posteriores, son las suscripciones de las actas conciliares hispanas. Con la historiografía de la época en el PD se van transparentando problemas de paleogeografía. Algunos de ellos se exponen a continuación. Una variante de texto defectuosa de Tito Livio, XXI, 5, 2, ubicaba una Carteia (por Altheia) en la campaña de Tito Livio contra los Olcades. La descripción por Livio de la marcha de Aníbal desde su cuartel de invierno en Carthago Nova aparentaba la situación inmediatamente próxima a ésta de la capital de los Olcades. Así aparecía otra Carteia junto a la de Ptolomeo (II, 4), «iuxta fretum Gaditanum». El PD concilia ambas tesis al mencionar la predicación de Esiquio: «Iscius Carteiae prope fretum... et Carteiae alteri... non procul Carthagine Spartaria, praedicat» (22). (20) Aa. 160, 208, 268, 270, 296, 300, 308, 360... La crítica moderna parece admitir como de Cartagena los de los .dos últimos números, Santa Paula y San Donato. Román de la Higuera presta interés particular por los territorios de la actual provincia de Murcia. (21) A. 208. La ciudad que reivindicaba este santo era Asti de Liguria (Italia). Según las adiciones del PD se concreta al máximo en la que hasta hcjy se ubica en Mesas de Asta, cerca de Jerez (Ptolomeo, II, 4; Plinio, III, 11; Livio, XXXIX, 21, etc.). Para no incurrir en anacronismo denomina Lethem al Guadalete. El Cronicón del Pseudo-Dextro proceso de redacción 111 Una interpretación errónea de Plinio (Nat. Hist., II, 9) sobre la situación de Ilorci, sostenida por numerosos historiadores, y vina confusión de T. Livio (XXVIII, 19), que confunde dicha población con Iliturgi, se refleja en este texto del PD: «Euphrasius Iliturgi, non procul Carthagine Spartaria, populis qui dicuntur Contestani... totoque agro Carthaginensi praedicans... discurrit» (23). Aquí se aprecian reminiscencias del texto pliniano —«Thader qui Carhtaginensem agrum rigat...»—, como en este otro pasaje anacrónico del PD: «Securae in confinio Baeticae, quae etiam Tader dicitur...» (24). Los debates en torno a la identificación de las poblaciones contemporáneas con los topónimos antiguos estaban en plena ebullición. El PD pretende decidir en múltiples casos. En el de Pax Augusta, por ejemplo. Mariana (III, 25), y con él Vaseo, Tarrapha, Molecio y Hortelio, la identificaba con Badajoz; Ambrosio de Morales (IX, 32), y con él Resendio y Nonio, con Beja de Portugal. El PD ratifica la primera opinión: «... in Paceaugusta, urbe Hispaniae ad Annam fluviam appositum urbi praeclarae» (25). EL PD Y LA HISTORIOGRAFÍ A CONTEMPORÁNEA Puede decirse que los «Falsos Cronicones» son un reflejo y un compendio de la historiografía de la época. Por lo general, no inventan nada, y el margen concedido a la fantasía está sujeto a las reglas de deducción. El dolo consiste ante todo en la pseudonimia o atribución a autores antiguos de textos recién salidos de la pluma del fautor. Noticias tan peregrinas del PD como la del año 2 en el nacimiento de Cristo: «Tres soles apparuerunt in Hispaniis in unum collecti», ya es conocida por Tomás de Aquino (Sum. Theol., III, q. 36, art. 3, ad 3 arg.) (26). La his- (22) A. 52. Aquí se inspiró Salmerón para su disertación La antigua Carteya, o Carcesa, hoy Cieza, Madrid, 1777. Del mismo, Carteya ilustrada y defendida en Cieza, Murcia, 1797. (23) A. 54. A. YELO TEMPLADO, «Ilorci, ¿una población de la cuenca del Segura», en Anales de la Univ. de Murcia, Filosofía y Letras, vol. XXXVI, núms. 1-2, curso 1977-78. (24) A. 308. (25) A. 64. (26) «Credibile est etiam in alus partibus mundi (no sólo en Oriente, donde apareció la estrella de los magos) aliqua indicia nativitatis Christi apparuisse; sicut Romae fluxit oleum, in Hispania apparuerint tres soles paulatim in unum coeuntes». 112 Antonio Yelo Templado panidad de los centuriones del Nuevo Testamento no era una ocurrencia original. El texto de Hech. Apóst., X, 1 —«Había en Cesárea un hombre, llamado Cornelio, centurión de la cohorte Itálica...»— ya había inspirado a Baronio su posible origen italiano (27). Repitiendo el argumento de Baronio, los autores españoles derivaban a Itálica de la Bética el origen de dicha cohorte, citando la carta de San Jerónimo al hético Lucinio: «Cornelius centurio cohortis Italicae iam tune Lucinii mei praefigurabat fidem» (28). Relevancia especial ostenta en la historiografía de la época la tesis del asentamiento judío en España bajo el reinado de Nabucodonosor. Ya Arias Montano había leído «Sefarad» en vez de «Bosforo» en eil texto de Abdías (I, 20): «los deportados de Jerusalén que están en Sefarad». Ocampo, Garibay, Mariana, etc., recopilaban textos de Megástenes, Josefo, Estrabón para apoyar la tesis. Arias Montano y Mariana supusieron como argumentos topográficos la evolución de Maggedó a Maqueda, de Ascalón a Escalona (29). Imbricada con esta cuestión existía la leyenda de Pedro Bracarense, uno de esos judíos asentados en España hacía 600 años, que habría sido resucitado por Santiago y consagrado obispo de Braga. El PD no hace sino asumir datos ya fijados en la crónica de Vaseo, en Marineo Sículo, Ambrosio de Morales, Marieta, Trujillo, Villegas, Llanca, etc. (30). Al mencionar el PD a este Pedro de Rates, primer obispo de Braga, apunta y decide en otra de las disertaciones particularmente cara a la historiografía de la época, la de Tarsis y Ophir (31): «Floret memoria S. Petri Ratensis... qui occisus est... ad Ratera oppidum Bracarorum, in regione Ophirina...» (32). Hay un detalle —«lapsus calami»— que hace patente la superchería sobre la antigüedad del PD. El fautor denota estar bajo la esfera de influencia de los debates históricos, que sostenían los autores de los siglos xv-xvii. Así lo demuestran estos incisos: (27) Anales, año 41. (28) Formulan el aliment o con Casio Dio (Hist. Rom., V) —la Legio VI acannada por Augusto en Judea para pasar después a Siria— y con T. Livio (Lb. XXXY) —Híspanla Ulterior era la VI provincia y correspondería al origen de la mencionada legión—. (29) L. GARCÍA IGLESIAS, LOS judíos en la España Antigua, Madrid, 1978, páginas 31-41. (30) A. 37. (31) A. BELTRAN, «Tartessos en la historiografía española anterior a Schulten», en Tartessos y sus problemas, V Symposium Internacional de Prehistoria Peninsular. Jerez de la Frontera, Sepbre. 1968, Barcelona, 1969. (32) A. 66. El Cronicón del Pseudo-Dextro proceso de redacción 113 «Dubium an...» «... Sunt qui dicant...» (33). Por supuesto, un estudio adecuado del PD requiere todo un amplio conocimiento de la historiografía de la época. EL CRONICÓN DEL PD Y EL DE EUSEBIO-JERONIMO Dentro de la arbitrariedad con que el PD extrae el material de EJ, cabe resaltar algunos criterios de selección, que podrían ser: 1. Sensacionalismo. 2. Elemento milagroso. 3. Obras públicas. 4. Personajes famosos. 5. Noticias españolas. 6. Apologética cristiana. El reinado de Nerón queda negramente descrito, si bien no menos negativa es la visión de EJ: a su elección, terremoto en Roma y oscurecimiento del sdl, un rayo fulmina la mesa imperial, asesinatos y, por fin, su propio suicidio. Entre varios datos pintorescos que ofrece EJ, reseña sólo el certamen de cítara ganado por Nerón (34). Sin duda el elemento sensacionalista se prodiga en el cronicón de EJ, pero como datos que amenizan los acontecimientos capitales. Aunque el PD apunta la sucesión imperial y papal, su extracto carece de criterio esencialista y arbitrariamente ocupa los espacios vacíos con noticias que tienen poca conexión. Así, en el año 112, entre perícopas martirologiales, aparece sin contexto alguno: un rayo cae en el Panteón romano, tres ciudades de Galacia destruidas por un gran terremoto, Plinio Segundo florece como esclarecido orador. Lo mismo en el 116: un terremoto destruye casi toda la ciudad de Antioquía. Estas calamidades públicas son tema preferido: incendio del anfiteatro de Roma, incendio del templo de Serapis en Alejandría, epidemia de peste en todo el orbe (35). También sin contexto y por di prurito de relatar la curiosidad misma, reseña: «Antoninus imperator plusquam centum leones exhibuit». EJ se refiere a la campaña de Marco Aurelio en Panonia y la consiguiente celebración de la victoria. Otras veces resalta una anécdota edificante: cuando Pertinax declina la petición del Senado de llamar a su esposa (33) Aa. 35 y 300. (34) Aa. 60, 61, 66 y 69. (35) Aa. 185, 255 y 282. 114 Antonio Yelo Templado augusta y a su hijo cesar (36). No deja de mencionar obras públicas, como las termas neronianas, la bibloteca adrianea de Atenas, el templo del Sol construido en Roma por Aureliano (37). Otras noticias no tienen más objeto" que. intercalarlas para hacer una interpolación: es el caso ya mencionado de «Plutarchus Cherronensis» (38). Con el procedimiento de las adiciones resalta los elementos que pretende destacar. En esta perícopa subraya el elemento milagroso: EJ: «Lucio Caesari Athenis sacrificanti ignis de coelo ab occidente in orientem ferri visus.» PD: «L. Caesari Athenis sacrificanti ignis in coelo ab Oriente in Occidentem (sic), nec sine miraculosa visione ferri visus est» (39). Algunas adiciones son de mera erudición: EJ: «Jesús Christus Filius Dei in Bethlehem Judae nascitur.» PD: «Lentulo et Massala consülibus, uno anno ante Augusti et Syvani consulatum, Christus nascitur» (40). Como se aprecia, esta adición muestra un latín poco elegante. Lo mismo que la siguiente, con un nedlogismo inadmisible —«apparatu»—: EJ: «Diocletianus et Maximianus Augusti insigni pompa Romae triumpharunt...» PD: «...Diocletianus et Maximianus Augusti celebri pompa apparatuque Romae triumpharunt...» (41). Por supuesto, los textos copiados a EJ pretenden ser velados por el PD con alguna alteración más o menos acertada. Sirvan como ejemplos: EJ: «Herodes... universos Bethlehem párvulos jussit occidi.» PD: «Herodes in Bethleemitica regione pueros necat.» EJ: «... ante carpentum Diocletiani purpuratus cucurrit.» PD: «...ante currum imperatoris Diocletiani purpuratus cucurrit» (42). (36) A. 195. (37) Aa. 66, 134 y 277. (38) A. 122. (39) A. 165. (40) A. 1. Recurre a los Fastos Consulares. No el año 752 de Roma, sino el 754, correspondería a los cónsules L. Comelius L. f. ¡Lentulus-M. Valerius M. f. Messalla Messallinus. (41) A. 300. (42) A. 300. El Cronicón del Pseudo-Dextro proceso de redacción 115 Respecto a la primera perícopa, es menos exacto el PD: Herodes no mata él mismo, sino que lo ordena. Respecto a la segunda, el término «carpentum» es técnico y propio de la época (Código Teodosiano);. «currum» es vulgarmente más inteligible, pero designa de una forma general a diversos vehículos de rodaje. Se puede anotar, por último, que la medida de utilización de EJ por el PD responde a la necesidad de colmar espacios disponibles. En el siglo I se copian 32 perícopas de EJ. La preocupación del PD está centrada en la Hispania de la era apostólica. Aumenta visiblemente la cifra para los siglos ii y iil, para volver a disminuir desde el año 300 con la persecución de Diocleciano, que proporciona numerosos mártires. LOS APÓCRIFOS Según el aforismo «similis similem quaerit», la influencia de los escritos apócrifos domina todo el PD. No se olvide que uno de los objetivos suyos era apoyar la autoridad del cúmulo de apócrifos del Sacromonte de Granada (43). Ya el año 34 recuerda que Pilato ordena escribir a Tiberio sobre 'la muerte y milagros de Cristo. Está representado el ciclo de los Magos, de la Verónica, los de Magdalena, Lázaro y Marta, las actas de los Apóstoles. El PD muestra un especial interés por las cartas apócrifas: correspondencia de Pablo y Séneca, las cartas cruzadas entre Ignacio de Antioquía y la Virgen, como la de ésta a los habitantes de Mesina, conservada por ellos; cartas de Clemente Romano a obispos hispanos, las de Osio a Constantino... (44). Aunque sean preteridos datos auténticos importantes, el PD gusta la escabrosidad de lo espúreo. También son pábulo d^l PD las revelaciones privadas, la abundante hagiografía de la época y los sermonarios. El campo de esta literatura era la hipótesis piadosa y maximalista hasta la exageración. Todo cuanto fuese honroso y verosímil se daba por hecho real: «potuit - decuit - ergo fecit». No puede ser más que producto de un arrebato oratorio la famosa perícopa del año 308: «A Jacobi praedioatione in Hispania festum inmaculatae et illibatae Conceptionis Dei Genetricis Mariae». A ios comentaristas del texto se les plantearon enormes dificultades para conciliar esta afirmación con la 'historia de la teología. (43) GoDOY, op. cit., cap. II. (44) Aa. 41, 48, 70, 66, 68, 86, 94, 100, 116 y 430. En la Edad Media corrió como válida una colección de cuatro cartas ignacianas desconocidas de la antigüedad: de Ignacio a Juan Evangelista, expresando su deseo de ver a María y proyecto de viaje, de Ignacio a María y de María a Ignacio. Su contenido es bien explotado por el PD. 116 Antonio Yelo Tejnplado ANACRONISMOS Anacronismos como el que se acaba de citar fueron la causa principal de que se descubriera la impostura del PD. Sería prolijo enumerar todos. El obispo de Roma es titulado «Christi Vicarius» y Roma «sedes Christi» (45). Toledo, «sedes primaria Hispaniae». Bl concilio de rlíberis, aunque presidido por el obispo de Acci, sería convocado por el de Toledo, «Hispaniarum primae sedis». A éste lo denomina ya «Primatus Hispaniae» (46). En el año 37 los Siete Varones Apostólicos recibirían las Ordenes Menores (de origen medieval). Supone el PD los «CoUegia juventutis» «ad clerum instituendae» o «juvenimi ad clericatum educandorum» (47). Aunque el pretendido Dextro viviera en el siglo v, no deja de ser impropio que dos siglos antes mencione a los «constantinopolitanos»: de ellos aprenderían los godos a pulsar con palillos címbalos de bronce, «sexta feria majoris hebdomadae» (otro anacronismo escandaloso!) (48). Algunas afirmaciones del PD resultaron especialmente comprometidas. Si pudo introducir en su texto impunemente: «S. Paulus scripsit Epistolam ad Hebreos Hispanos conversos» (49), no así atribuir la Carta Canónica a Santiago el Mayor, que la dirigiría a los cristianos de Híspanla (50). No ya los testimonios antiguos (51) la adjudicaban a «Jacobo Alphei», sino que este punto había sido sancionado por los Concilios (52) y no podía sostenerse lo contrario sin nota de herejía. EL PD Y ESPAÑA La «omnímoda historia» que Román de la Higuera pretendía presentar, sustancialmente se confina a los asuntos de España. Ese era su objetivo, y para ello recurrió a la pseudonimia de un historiador hispano. En efecto, Dextro, hijo de Paciano, obispo de Barcelona, escribió la omnímoda historia, dedicada a San Jerónimo, y que éste todavía no (45) Aa. 50 y 296. (46) Aa. 91, 105 y 300. (47) Aa. 185 y 370. (48) A. 300. (49) A. 66. (50) A. 37. Basado en el encabezammiento: «Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a ios doce tribus de la dispersión», deduce que «praecipue» estaría dirigida a los judíos hispanos convevrsos, asentados en España desde Nabucodonosor (véase lo didho anteriormente). (51) EusEBio, Hist. Ecles., II, 23, y II, 25; SAN JERÓNIMO, De vir. ilL, 2. (52) Trento, sess. 14, con el Decreto Gelasiano y concilios anteriores (Niceno, Cartaginense, Florentino). El Cronicón del Pseuda-Dextro proceso de redacción 117 había leído (53). Un autor, sin duda, adecuado para que hubiese historiado esa época oscura de los orígenes cristianos de España, sobre la que con tanta insistencia y en vano se ha interrogado a las fuentes literarias antiguas. Desde el siglo xvi se había puesto en tela de juicio la predicación de Santiago en España. El cardenal Baronio, que la había admitido como tradición de las iglesias de España en el tomo I de sus Anales, la puso en duda en el tomo IX y logró que el papa Clemente VIII modificase en tal sentido las lecciones del Breviario. Esto provocó una larga polémica (54) hasta que Urbano VIII restableció dichas lecciones. Al mismo tiempo estallaba la contienda sobre la cuestión de la primacía entre Toledo y Santiago. Los plomos del Sacromonte de Granada habían suscitado el recuerdo de los Siete Apostólicos. Lo que las antiguas crónicas de autores extraños no se interesaban en anotar, las consignaría con testimonio indubitable el hispano Dextro. No era propio de Jerónimo Román de la Higuera el entrar en polémica. A lo largo de todo el PD asentará bases incontestables de la principalidad de Toledo en la historia eclesiástica de España, resultando ésta su ciudad natal la verdadera protagonista del cronicón. Por otro lado, desarrollará amplia y entusiastamente el ciclo de Santiago y del Pilar, que pueden resumirse en estos dos enunciados: «Híspanla prima provinciarum mundi, post Galilaeam, Judeam et Samariam in partibus occidentalibus Christi fidem amplexa est...» «Prima totius Orbis aedes erecta B. Virgini Caesaraugustana fuit...» (55). Más de la mitad del texto del PD está dedicado al siglo i, agotando todas las posibilidades de relacionar a España con la era apostólica. Sus primeros evangelizadores serían aquellos quinientos cristianos de Jerusalén, que desembarcaron en Carthago Nova tras la persecución desatada con la muerte de Esteban (56). En un pasaje, que recuerda a Jn., XII, 20-22, unos gentiles hispanos ruegan al apóstol Felipe que se les anun- {53) Dootn Morín sugirió la 'hipótesis de que Dextro fuese el autor del comentario a las trece epístolas de San Pablo, que desde Erasmo se viene denominando Ambrosiater y de las Quaestiones Veteris et Novi Testamenti atribuidas a San Agustín. (54) Impugnaron a Baronio muchos españoles, sobre todo Juan de Mariana en el tratado De adventu B. Jacobi in Hispaniam, 1609. (55) Aa. 36 y 38. (56) A. 35. Sin embargo, no hace constar el PD el desembarco de Santiago por Cartagena, lo que se sujx)ne ,por esta noticia y era de dominio común en la historiografía de la época (la M. Agreda lo consigna en su Mística Ciudad de Dios). 118 Antonio Yelo Templado ciase a Cristo. El año 37 comienza a narrar la misión de Santiago en España consagrando obispos y erigiendo iglesias. Una segunda sección presenta a los discípulos de Santiago como obispos de las principales sedes hispanas. Otra tercera y más amplia se dedicará a otros discípulos suyos más jóvenes, que después de sepultar su cuerpo en Compostela se dirigirán a Roma, donde consagrados obispos por Pedro serán enviados «ad meridianas Hispaniae partes»: son los Siete Varones Apostólicos. En el año 37 se ha intercalado confusamente la noticia de siete obispos consagrados por San Pedro y enviados a Híspanla: el PD se ha enfrentado con dos versiones, que trata de conciliar, la de los Apóstoles enviados de Roma y la de su discipulado de Santiago. A los Siete Apostólicos le dedica el PD una amplia relación, recordando brevemente una especie de visita pastoral de Pedro a Híspanla y el viaje de San Pablo, que predica en el territorio Arévaco (57). Se indicaba que uno de los criterios selectivos del PD al copiar a EJ eran las noticias referentes a España. En ellas se aprecia una acentuación de orgullo nacionalista. Se pueden comparar ambos textos en el caso de Séneca: Ej: «...incísíone venarum et veneno períit». expresando la idea de suicidio. PD: «...ín relígionem Christianam egregíe propensas, cuí etiam secreto adherebat... jussu Neronis venarum incisíone perit», elevando el suicidio del filósofo a la categoría de martirio (58). En la sucesión de Nerón sólo consigna la proclamación de Galba. EJ: «Post Neronem Galba in Híberia, Vitellius in Germania, Otho Romae, imperium arripuerunt.» PD: «Servius Galba Romanorum post imperator... a veteranis in Híspanla commorantibus declaratur imperator» (59). En la persecución de Marco Aurelio anota EJ: «Plurimí in Gallia glorióse ob Christi nomen interfectí.» (57) Aa. 37, 43, 44, 50 y 64. (58) A. 66. (59) A. 70. El Cronicón del Pseiido-Dextro proceso de redacción ] 19 Y el PD interpola: «Plurimi in Gallia, Hispaniaque ob Christi nomen interfecti» (60). Sin embargo, olvida consignar a «Lucanus Cordubensis poeta» y «Quintilianus ex Hispania CalagurritEinus» de EJ. Reivindica para España personajes cuya patria era discutida, como Claudiano (61); pero reniega de herejes como Vigilancio: «Vigilantius haereticus Calagurritanus ex Gallia» (62). En pro de Ja patria hasta procura hacer deslizarse algún error manuscrito: «Synodus Illiciana» (63) por «Illiriciana» de EJ. ¡Allá el comentarista! Pero en tratándose de cuestiones internas entre españoles el PD es conciliador y complaciente para todos. Es el caso de la patria de Prudencio, reivindicada por Zaragoza y Calahorra. El PD dirime salomónicamente: «Floret Fl. Prudentius, patre Caesaraugustano, matre Calagurritana natus (Salia Consule) Caesaraugustae» (64). LA VEROSIMILITUD Y LA DEDUCCIÓN EN EL PROCESO REDACCIONAL Ciertos datos contenidos en el cronicón del PD han supuesto un proceso deductivo bastante complejo. Puede advertirse en la siguiente perícopa. Tras el martirio de Esteban se desata en Jerusalén la persecución contra los cristianos. Tienen que huir más de quince mil, que habían creído en la predicación de los Apóstoles. ((... Alii ad Asiam, nonnulli ad Europam veniunt. Ex his plusquam quingenti nave Cypri educti, portum Carthaginensem Hispaniae pertingunt» (65). (60) A. 170. (61) A. 388. (62) A. 388. (63) A. 364. (64) A. 380. (65) A. 35. 120 Antonio Yelo Templado La dispersión de los perseguidos fue, según Hech. Apóst., XIII, 1, «por las regiones de Judea y Samaria». ¿Cómo la amplía el PD a Asia y a Europa? En Hech. Apóst., XI, 19, también se lee: «Los que se habían dispersado cuando la tribulación originada a la muerte de Esteban, llegaron en su recorrido hasta Fenicia, Chipre y Antioquía». El comentarista anota que era «frecuentissima navigatio» desde Asia por Chipre a Hispania, donde se fundaron numerosas colonias, entre ellas Carthago Nova. «Inde fit veressimillimum» —añade el comentarista. Para el año 185 asigna la noticia de que Ireneo dedicó su obra «Contra los Herejes» a Patruino, obispo de Toledo. Reconoce el comentarista que la noticia es nueva, que no se puede probar con ningún testimonio de Ireneo, pero que tampoco contradice a ninguno de ellos. Desde luego el tratado lo escribe Ireneo a un personaje de otra región distinta de la Galia y que estaba infestada por la herejía gnóstica. Como Jerónimo escribe (Com. in Isaiam, LXIV): «Gnósticos Galliarum primum circa Rhodanum, deinde Hispaniarum nobiles feminas decepisse...». Luego el dato es al menos verosímil. Existen dos textos de Flavio Josefo, que el PD trata de conciliar y ampliar. En Ant. Jud. {XVIII, 252) se lee que Herodes (Antipas) fue condenado «a perpetuo exilio, asignándosele como residencia Lyón, una ciudad de la Ga:lia». En Bell. Jud. (II, 183), que fue condena.do «por su liviandad con el destierro a Hispania». Así redacta el PD su perícopa: «Herodes Antipas cum Herodiade... primum ad Gallias deinde Ilerdae in Hispania exulat...» Todavía evocando el texto de Mateo, XIV, 6, con la danza de su hija ante Herodes, continúa: «Herodias vero saltans super Sicorim, flumen Illerdae, glacie concretum...» (66). Para resumir, puede decirse que el más insignificante indicio es aprovechado para acumular datos por el PD. Plinio el Joven, por su carta a Trajano desde Bitinia, en que describe el género de vida de los cristianos, es cristianizado, lo mismo que Séneca por su correspondencia con Pablo. Si el Concilio Niceno fue presidido por Osio de Córdoba, ¿cómo no asistirían a él los obispos de Hispalis, Barcinona, Toletum «et alii plurimi ex Baetica et Tarraconensi provincia»? Si el H Concilio de Nicea afirma que el uso de las imágenes procede de los mismos Apóstoles, en su viaje (66) A. 34. El Cronicón del Pseudo-Dextro proceso de redacción 121 a Hispania Pedro debió traer imágenes, como afirmaban varias tradiciones locales: «... imagines Antiochia delatas affert». La Carta III de San Juan está dirigida a Gayo. Este Gayo o Cayo se identificaría con un hijo del centurión Cayo Cornelio, originario de Málaga. No desaprovecha tampoco las deducciones de tipo cronológico. El año 12 anota: «Christus puer in medio Doctorum disputat», según Lucas, II, 41, «Cuando tuvo doce años...». Otras deducciones cronológicas por simple cálculo aproximado, como el año 34: «Sancta Petronila annorum decem floret, filia ex matrimonio S. Petri Apostoli» (67). LAS INSCRIPCIONES Las inscripciones fueron el campo preferido de Román de la Higuera para este género de deducciones. De ellas utilizó profusamente tanto homónimos como topónimos. Una inscripción funeraria hallada en la iglesia de San Miguel de Sintra (Portugal) L. AELIVS SEX. F. GAL. SÉNECA PATER H. S. E. se traduce en la perícopa del PD: «Lucius Séneca centurio, verus christianus, Sintriae occumbit» (68). Esta inscripción, según el comentarista, sería considerada cristiana por carecer (indudablemente mutilada) del D. M. S. Una imaginación prodigiosa hace relacionar los más distantes datos. El Martirologio Romano menciona en Constantinopla el martirio de los Santos Alejandro y Antonina, «... sub praeside Festo...». El PD compone así su perícopa: «Olcadibus in Carpetania... translati sunt (ut quídam volunt) et ibidem passi, Alexander... et Antonina..., qui de Constantinopoli huc venerant...» ¿La razón de esto? La inscripción del puente de Alcántara, donde se puede leer: «...Valerio Festo Legato...» (69). De una inscripción de Arjona, próxima a Guadix, dedicada a Adriano por el «Municipium Albense», resulta una nueva adjudicación del santoral: «Albae prope Accim in Hispania Baetica...» (70). (67) Aa. 50, 66, 70, 220, 324. (68) A. 50. Ya copia este epígrafe Ambrosio de Morales (X, 9). (69) A. 100. (70) A. 300.
APENDICE.V
La abadía de Fulda
Cuando san Bonifacio convirtió a la mayor parte de Alemania y erigió un gran número de iglesias y conventos y cuatro nuevas sedes episcopales, se ocupó de crear el monasterio más importante que cuántos hasta entonces existían. Y san Esturmio, uno de sus discípulos que se había ordenado en Baviera y educado en Fritzlar, le secundó en esa tarea. El monasterio debía situarse en un paraje solitario, al abrigo de las invasiones de los sajones idólatras y para propiciar una vida monacal austera y retirada. Bonifacio le envió pues, con dos compañeros a un sitio desierto y arbolado llamado Buchonia para escoger una ubicación propicia, en tierra fértil, comunicada y provista del adecuado suministro de agua.
Descubrieron un lugar (donde después se edificó la pequeña villa de Hersfeld) y tras tres días de averiguaciones les pareció conveniente; sin embargo no mereció la aprobación de Bonifacio por su proximidad a las fronteras sajonas y fue preciso emprender nuevas pesquisas. Por último, Esturmio indicó un lugar que satisfacía todas las exigencias de Bonifacio y se llamaba entonces Eihloha. El mayordomo de palacio, Carlomán y nobles de Grapfeld donaron a Bonifacio esa localidad, con una extensión de 4.000 pasos cuadrados. El 12 de enero de 744 tomó posesión Bonifacio acompañado de siete colegas e inmediatamente comenzó a construirse la iglesia y el convento. Las obras duraron tres años y cuando concluyeron Bonifacio mandó a Esturmio con dos compañeros a Italia para visitar y estudiar las mejores y más florecientes abadías, sobre todo, la de Montecasino, para que le llevase a Fulda el resultado de sus indagaciones. Esturmio permaneció un año en Italia y a su regreso Bonifacio le nombró superior y organizador del nuevo convento. El número de los religiosos aumentó rápidamente: desbrozaron el terreno, que bien pronto llegó a mostrarse fértil; buscaron hábiles obreros en toda clase de oficios y se construyeron nuevos edificios. Las celdas se multiplicaron y el nombre de Fulda resonó en todas las llanuras de Alemania. De todas partes acudían a contemplar la nueva creación del desierto, a establecerse en sus inmediaciones o a solicitar la admisión en la abadía misma. Se abrió una doble escuela, la interior para los oblatos y educandos del estado eclesiástico y otra exterior, para niños de todas las condiciones. Bonifacio envió allá muchos jóvenes de Baviera, Franconia y Turingia. La escuela llegó a un alto grado de prosperidad y Carlomagno la declaró una de las joyas de su imperio, hasta el punto de que desde 787 la propuso como modelo de escuelas fundando en ella al mismo tiempo las bases de una biblioteca que con el tiempo se hizo celebérrima. No solamente se enseñaban allí los elementos de todos las ramas, sino que se cultivaba la ciencia y las artes en todas las ramas entonces conocidas, sobre todo desde que fue superior Rabano Mauro.
El trabajo en la escuela
Rabano Mauro contaba apenas 26 años cuando se puso al frente de esta escuela, y ya su renombre atrajo a ella tal afluencia de alumnos que no siempre podían admitirse todos. Vino a ser el centro de la cultura e ilustración de Alemania. Rabano, elegido abad en 822, había sentado los fundamentos de una escuela especial de artes que completó Hadamar, el decimotercer abad. Destinaron bienes raíces y determinadas rentas de pertenencia particular del abad a obras de arte y a trabajos de arquitectura, escultura, cinceladura y mecánica; el intendente tenía la obligación de velar porque nunca faltasen fondos en la caja abacial y de cuidar de que los artistas estudiasen constantemente y tuviesen a su vez educandos que formar.
Muchos religiosos se distinguieron por su saber y otros, como pintores y escultores, hallando cada uno a que dedicarse en el monasterio según su respectiva propensión y naturales dotes y capacidad. Estos fieles representantes de la sabiduría divina, no desdeñaban ocupación alguna de cuantas pudiesen nutrir el espíritu y contribuir al bien general. Empleaban todo el tiempo libre de sus obligaciones eclesiásticas, en el estudio de las ciencias, en el ejercicio de las bellas artes y en la lectura de las sagradas letras. Dictaban unos y otros copiaban, ya fueran comentarios sobre los libros del Antiguo y Nuevo Testamento, ya traduciendo o interpretando la Biblia; otros se consagraban a procurar la más fácil inteligencia del libro santo para la comparación de los pasajes paralelos. Muchos de ellos, por la profundidad de sus explicaciones, por la exactitud de sus observaciones, por el acierto de sus definiciones y divisiones y la legitimidad de sus conclusiones revelaban una inteligencia y erudición que no hubiera sido fácil hallar en otras partes. Los que no estaban provistos de talentos para elevarse a las sublimidades de la ciencia y del arte podían subir sin dificultad a un puesto honroso de segundo o tercer rango. Ayudaban a los primeros, preparando los materiales de sus trabajos, pintando unos los adornos e iniciales en los pergaminos; otros, plegando preciosamente los manuscritos; otros, pautando los libros, y otros dibujando con minio o con lápiz encarnado las grandes letras iniciales de los versículos y capítulos; otros en fin, copiando en limpio y ordenadamente lo que habían aquellos dictado o escrito a la ligera en hojas sueltas. Al lado de estos trabajos intelectuales, científicos y artísticos, tenían su lugar honroso y honrado en el monasterio y sus dependencias los más rudos ejercicios agrícolas y las profesiones y oficios más humildes; dando ejemplo los religiosos, que según la Regla de San Benito distribuían el tiempo entre las ocupaciones espirituales y las labores corporales.
No todos moraban en el convento: los que cultivaban la tierra, vivían generalmente fuera en determinadas localidades. A estas, que desde su origen constaban de una celdilla y un pequeño jardín, fueron acudiendo otros labradores; cultivábanse terrenos bastantes extensos, roturáronse los bosques y poco a poco se fueron edificando en derredor de Fulda muchas poblaciones, cuyos principios no habían sido otros que las celdas de los religiosos, como indican aun hoy sus nombres. Las posesiones del monasterio fueron acreciéndose así por la actividad laboriosa de sus moradores y dependientes y más aún por las numerosas donaciones de los Príncipes y magnates del país.
Si Carlomagno había desde el principio asignado al monasterio un inmenso territorio, Pipino no le cedió en liberalidad y las ricas donaciones de muchos obispos y de infinidad de bienhechores eclesiásticos y seglares le proporcionaron en poco tiempo tan considerable riqueza que sus dominios se extendieron por gran parte de Alemania. Pero la influencia moral y religiosa del convento se extendía aún más allá de sus posesiones. Desde la época de Esturmio, los siete primitivos religiosos se habían multiplicado hasta 400 y la escuela de Rabano Mauro, ya se ha dicho, produjo eclesiásticos eminentes. Entre la multitud de sacerdotes y legos, sabios y celosos que salieron de Fulda para dirigir otras casas, para dedicarse a las misiones y para propagar por todos los medios la fe y los principios del cristianismo, se cuentan 11 Arzobispos, 11 Obispos, 14 abades y un gran número de consejeros y cancilleres de príncipes, embajadores y magistrados.
Rabano Mauro contaba apenas 26 años cuando se puso al frente de esta escuela, y ya su renombre atrajo a ella tal afluencia de alumnos que no siempre podían admitirse todos. Vino a ser el centro de la cultura e ilustración de Alemania. Rabano, elegido abad en 822, había sentado los fundamentos de una escuela especial de artes que completó Hadamar, el decimotercer abad. Destinaron bienes raíces y determinadas rentas de pertenencia particular del abad a obras de arte y a trabajos de arquitectura, escultura, cinceladura y mecánica; el intendente tenía la obligación de velar porque nunca faltasen fondos en la caja abacial y de cuidar de que los artistas estudiasen constantemente y tuviesen a su vez educandos que formar.
Muchos religiosos se distinguieron por su saber y otros, como pintores y escultores, hallando cada uno a que dedicarse en el monasterio según su respectiva propensión y naturales dotes y capacidad. Estos fieles representantes de la sabiduría divina, no desdeñaban ocupación alguna de cuantas pudiesen nutrir el espíritu y contribuir al bien general. Empleaban todo el tiempo libre de sus obligaciones eclesiásticas, en el estudio de las ciencias, en el ejercicio de las bellas artes y en la lectura de las sagradas letras. Dictaban unos y otros copiaban, ya fueran comentarios sobre los libros del Antiguo y Nuevo Testamento, ya traduciendo o interpretando la Biblia; otros se consagraban a procurar la más fácil inteligencia del libro santo para la comparación de los pasajes paralelos. Muchos de ellos, por la profundidad de sus explicaciones, por la exactitud de sus observaciones, por el acierto de sus definiciones y divisiones y la legitimidad de sus conclusiones revelaban una inteligencia y erudición que no hubiera sido fácil hallar en otras partes. Los que no estaban provistos de talentos para elevarse a las sublimidades de la ciencia y del arte podían subir sin dificultad a un puesto honroso de segundo o tercer rango. Ayudaban a los primeros, preparando los materiales de sus trabajos, pintando unos los adornos e iniciales en los pergaminos; otros, plegando preciosamente los manuscritos; otros, pautando los libros, y otros dibujando con minio o con lápiz encarnado las grandes letras iniciales de los versículos y capítulos; otros en fin, copiando en limpio y ordenadamente lo que habían aquellos dictado o escrito a la ligera en hojas sueltas. Al lado de estos trabajos intelectuales, científicos y artísticos, tenían su lugar honroso y honrado en el monasterio y sus dependencias los más rudos ejercicios agrícolas y las profesiones y oficios más humildes; dando ejemplo los religiosos, que según la Regla de San Benito distribuían el tiempo entre las ocupaciones espirituales y las labores corporales.
No todos moraban en el convento: los que cultivaban la tierra, vivían generalmente fuera en determinadas localidades. A estas, que desde su origen constaban de una celdilla y un pequeño jardín, fueron acudiendo otros labradores; cultivábanse terrenos bastantes extensos, roturáronse los bosques y poco a poco se fueron edificando en derredor de Fulda muchas poblaciones, cuyos principios no habían sido otros que las celdas de los religiosos, como indican aun hoy sus nombres. Las posesiones del monasterio fueron acreciéndose así por la actividad laboriosa de sus moradores y dependientes y más aún por las numerosas donaciones de los Príncipes y magnates del país.
Si Carlomagno había desde el principio asignado al monasterio un inmenso territorio, Pipino no le cedió en liberalidad y las ricas donaciones de muchos obispos y de infinidad de bienhechores eclesiásticos y seglares le proporcionaron en poco tiempo tan considerable riqueza que sus dominios se extendieron por gran parte de Alemania. Pero la influencia moral y religiosa del convento se extendía aún más allá de sus posesiones. Desde la época de Esturmio, los siete primitivos religiosos se habían multiplicado hasta 400 y la escuela de Rabano Mauro, ya se ha dicho, produjo eclesiásticos eminentes. Entre la multitud de sacerdotes y legos, sabios y celosos que salieron de Fulda para dirigir otras casas, para dedicarse a las misiones y para propagar por todos los medios la fe y los principios del cristianismo, se cuentan 11 Arzobispos, 11 Obispos, 14 abades y un gran número de consejeros y cancilleres de príncipes, embajadores y magistrados.
Biblioteca

Miniatura del Evangeliario de Fulda.
Bajo la dirección enérgica Rabano Mauro (822-842), la congregación, con alrededor de 600 monjes, se impuso como el centro científico del Occidente cristiano. La biblioteca, fundada por Rabano Mauro y el director Rudolf de Fulda, comprendía alrededor de 2000 manuscritos. Además de nuevas donaciones, adquirió un prestigio sobresaliente entre todos los sabios de Europa. Por donación de nobles francos, la abadía obtuvo nuevas tierras hasta el valle del Main.
Entre las obras de la Antigüedad que fueron copiadas aquí (y por tanto salvadas para la posteridad) en el scriptorium de Fulda, se cuentan:
Un manuscrito que contenía el Diálogo de los oradores y la Germania de Tácito, descubierto en 1451 en el monasterio de Hersfeld por Henoch de Ascoli, un emisario del papa Nicolás V. Recopiado entonces, el manuscrito desapareció poco después, pero el Vaticanus 1862, el Vaticanus 1518 etc. son ejemplares sacados de la copia de Henoch de Ascoli.
El Laurentianus 68, 1, un manuscrito de los Annales de Tácito.
El Vaticanus latinus 1874 y el Cassel Phil. 2° 27, dos manuscritos de las Res gestæ de Amiano Marcelino.
El Ambrosianus L85 sup. del De agricultura de Columela, datado en 825.
El Bamberg Msc. Clas. 54 (Biblioteca del Estado de Bamberg), un manuscrito de la Historia Augusta.
El Vaticanus latinus 3277, un manuscrito de las Argonáuticas de Valerius Flaccus.
El Leeuwarden 55, un manuscrito de las Noches áticas de Aulo Gelio.
El manuscrito número 8 de la italiana Biblioteca Baldeschi-Balleani en Jesi, testimonio del De grammaticis de Suetonio.
El Laurentianus 47, 36, un manuscrito de las Epístolas de Plinio el Joven.
Un manuscrito del célebre De re coquinaria de Apicio, conservado hoy en la Academia de Medicina de Nueva York.
Una de los dos manuscritos existentes del De rerum natura de Lucrecio, copiada en 1417 por Poggio Bracciolini.
También fueron retranscritos en el scriptorium de Fulda (en el codex o códice 136 de la biblioteca parroquial de Merseburg) los Conjuros de Merseburg, los únicos conocidos en lengua alemana o tudesca.
El scriptorium desarrolló por otra parte una escuela de iluminadores cuyo estilo se inspiró en la Escuela de la Corte de Carlomagno. Los más célebres manuscritos que provienen de esta escuela son el Evangeliario de Fulda, otro evangeliario conservado en la Universidad de Erlangen (ms. 9) y unos ejemplares del Liber de laudibus Sanctae Crucis.
A partir de 968, se decidió que el primado de Alemania sería un benedictino. Y hacia esta época los primeros artesanos se establecieron en torno al monasterio. La abadía y la congregación obtuvieron en 1019 del emperador del Santo Imperio Enrique II el derecho de tener fuero, acuñar moneda y gozar de subvención ("octroi"); Fulda es mencionada además por vez primera como «villa» (Civitas) en 1114.

Miniatura del Evangeliario de Fulda.
Bajo la dirección enérgica Rabano Mauro (822-842), la congregación, con alrededor de 600 monjes, se impuso como el centro científico del Occidente cristiano. La biblioteca, fundada por Rabano Mauro y el director Rudolf de Fulda, comprendía alrededor de 2000 manuscritos. Además de nuevas donaciones, adquirió un prestigio sobresaliente entre todos los sabios de Europa. Por donación de nobles francos, la abadía obtuvo nuevas tierras hasta el valle del Main.
Entre las obras de la Antigüedad que fueron copiadas aquí (y por tanto salvadas para la posteridad) en el scriptorium de Fulda, se cuentan:
Un manuscrito que contenía el Diálogo de los oradores y la Germania de Tácito, descubierto en 1451 en el monasterio de Hersfeld por Henoch de Ascoli, un emisario del papa Nicolás V. Recopiado entonces, el manuscrito desapareció poco después, pero el Vaticanus 1862, el Vaticanus 1518 etc. son ejemplares sacados de la copia de Henoch de Ascoli.
El Laurentianus 68, 1, un manuscrito de los Annales de Tácito.
El Vaticanus latinus 1874 y el Cassel Phil. 2° 27, dos manuscritos de las Res gestæ de Amiano Marcelino.
El Ambrosianus L85 sup. del De agricultura de Columela, datado en 825.
El Bamberg Msc. Clas. 54 (Biblioteca del Estado de Bamberg), un manuscrito de la Historia Augusta.
El Vaticanus latinus 3277, un manuscrito de las Argonáuticas de Valerius Flaccus.
El Leeuwarden 55, un manuscrito de las Noches áticas de Aulo Gelio.
El manuscrito número 8 de la italiana Biblioteca Baldeschi-Balleani en Jesi, testimonio del De grammaticis de Suetonio.
El Laurentianus 47, 36, un manuscrito de las Epístolas de Plinio el Joven.
Un manuscrito del célebre De re coquinaria de Apicio, conservado hoy en la Academia de Medicina de Nueva York.
Una de los dos manuscritos existentes del De rerum natura de Lucrecio, copiada en 1417 por Poggio Bracciolini.
También fueron retranscritos en el scriptorium de Fulda (en el codex o códice 136 de la biblioteca parroquial de Merseburg) los Conjuros de Merseburg, los únicos conocidos en lengua alemana o tudesca.
El scriptorium desarrolló por otra parte una escuela de iluminadores cuyo estilo se inspiró en la Escuela de la Corte de Carlomagno. Los más célebres manuscritos que provienen de esta escuela son el Evangeliario de Fulda, otro evangeliario conservado en la Universidad de Erlangen (ms. 9) y unos ejemplares del Liber de laudibus Sanctae Crucis.
A partir de 968, se decidió que el primado de Alemania sería un benedictino. Y hacia esta época los primeros artesanos se establecieron en torno al monasterio. La abadía y la congregación obtuvieron en 1019 del emperador del Santo Imperio Enrique II el derecho de tener fuero, acuñar moneda y gozar de subvención ("octroi"); Fulda es mencionada además por vez primera como «villa» (Civitas) en 1114.
APÉNDICE. VI
Tiberio emperador de Roma. Alrededor del año treinta y tres de nuestra era se sitúan los
hechos de la pasión de Nuestro Señor correspondiéndose con el final del reinado
del emperador Tiberio
que tras veintitrés años de gobierno, Asqueado
de la urbe se encuentra en su retiro de Capri, el emperador sucesor de Augusto
nació en Roma en el año 42a.C. hijo de Livia Drusila y Tiberio Claudio Nerón,
hijastro de Augusto, pues su madre una vez divorciada contrae nupcias en el año
47a.C. con el futuro emperador, a los nueve años muere su padre, es casado con
Vipsinia Agripina hija del estrecho colaborador de Augusto, Marco Agripa, pero
a sus 31 años Octavio Augusto fuerza su separación para casarlo con su hija
Julia. Esta situación colma la paciencia del futuro emperador que a sus 36
años, tras negarse a comer durante cuatro días se marcha a la isla de Rodas
escapando del ambiente asfixiante de la urbe. Regresando cuatro años después
una vez divorciado de su segunda esposa. Siendo adoptado por augusto a los 46
años el 14d.C. muere Augusto sucediendo a este en el gobierno del imperio, la
administración del estado por parte de Tiberio se podría calificar de austera,
abandonando de nuevo roma en el año 26d.C. cediendo la administración de los
asuntos de roma a su colaborador Lucio Sejano a quien manda ejecutar por
traición en el año 31d.C. Tiberio muere el 16 de marzo del año 37d.C. en la
villa de Lucullus, cerca de Miseno, en Campania. Siendo llevado el cadáver a
roma para su incineración. Pero las circunstancias del entierro no fueron
favorables para su memoria. Suetonio nos narra como las gentes gritaban al paso
del cadáver ``Tiberius ad tiberium´´ con un juego de palabras Tiberio al
Tiber, otros pedían que su cuerpo no tuviera ni siquiera lugar de reposo sino
entre los impíos, esto es, entre los desgraciados a los ojos de los dioses. ``ne mortuo sedem ullam nisi Inter impios
darent´´. Suetonio,
Tib., 75,1.El pueblo romano estaba muy satisfecho con la desaparición de
Tiberio: ``ingenti omnium gaudio
mortuus ets in Campania´´. Su
sucesor Caligula presto a ocupar el poder parece que no respeta su testamento,
no siendo enterrado en el mausoleo de Augusto como le hubiera
correspondido.
APÉNDICE. VII numismático.
La moneda del cesar.
Denario (3,5 g.) Moneda de plata acuñada después del año 16 d.C.
Anverso: TIberius CAESAR DIVInus AVGusti Filius
AVGVSTVS
Cabeza del emperador hacia la
derecha, con corona de laurel.
Livia (madre de Tiberio y esposa de Augusto) representando a
la "Pax" sentada hacia la derecha, con un cetro y una rama de olivo.
Esta moneda recibe el nombre de "Denario del
Tributo", porque se supone que es la moneda a la que Jesucristo
se refirió cuando –discutiendo sobre el pago de los tributos a Roma- dijo la
célebre frase: "dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de
Dios..." (Mateo 22.17-21 y Marco 12.15).
La VI. Ferrata.
Moneda conmemorativa de la legión VI.
Ferrata, esta unidad formada por legionarios hispanos se encontraba en
Jerusalén durante los hechos de la pasión.
Sobrenombre:
ferrata, divisa: Toro y como sub.-divisa un lobo, Fundador: Julio César Año de
fundación: 52 aC. Historia: La VI Ferrata fidelis (de hierro) fue creada
por César con galos cisalpinos. Combatió contra Vercingétorix y durante la
Guerra Civil en España, en Ilerda, después en Dirraquio, Farsalia, Alejandría,
Zela y Munda. Sus veteranos obtuvieron propiedades en Arlés. Los nuevos
reemplazos y muchos veteranos realistados combatieron contra los asesinos de
César en Filipos y sirvieron después a las órdenes de Marco Antonio hasta
Accio. Augusto la acantonó en Siria. Combatió contra los partos y sirvió con
Vespasiano que volvió a destinarla a Oriente Próximo donde combatió en la
última revuelta judía. Allí permaneció hasta el siglo III.
NOTAS AL TEXTO.
1.- en cada una de las horas canónicas de la liturgia del
viernes santo se efectúan unas lecturas de profecías, epístolas y de los
evangelios que se relacionan con los acontecimientos que culminan con la
crucifixión del Salvador. Para la hora
nona se pueden utilizar la profecía de Jeremías 11: 18-23, la epístola a los
hebreos 10: 19-31 y la lectura del evangelio de San Juan 18: 28-19:37 y 12:1-5,
9-11, 14-15
2.- esta predisposición a la aceptación de la divinidad reconocida
por Longinos en la figura de Nuestro Señor, se corresponde y se encuentra por
igual en el personaje del centurión de Cafarnaun convirtiéndose ambos en
arquetipos de un mismo personaje que por momentos se confunden y se
entremezclan unos en otros.
3.- la visionaria Ana Catalina Emmerick abre una línea de infinitas posibilidades en el estudio de la figura de los centuriones de la pasión. Pues el llamado Abenadar soldado de origen Árabe tras su conversión es bautizado con el nombre de Ctesifón quien resultaría ser el compañero de San Cecilio
nombre que en latín significa ciego. Es necesario hacer constar la confluencia de similitudes y caracteres entre Abenadar-Ctesifón-Cayo Cornelio y Longinos-Casio-Cecilio-Cayo Oppio; estos Santos mártires de Granada en la tradición Granadina tienen un origen Árabe, con el paso de los siglos este origen daría forma a la mas apasionante de las falsificaciones históricas ocurrida en España nos referimos a los plomos del ``sacromonte.´´ también conocidos por los libros plúmbeos.
La adopción del nombre de Casio aplicado al personaje de Longinos se debe a: que así es llamado en sus visiones por la beata Ana Catalina Emmerick visiones que son recogidas en el texto ``La dolorosa pasión de Nuestro Señor.´´ el pasaje que nos sirve de referencia es el numero XXXI titulado ``primera palabra de Jesús en la cruz.´´
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